domingo, 4 de enero de 2015

¿Deshielo?

Tomando en cuenta que entre las últimas acciones del gobierno de Obama estuvo la firma de un paquete de nuevas sanciones contra Rusia aprobadas abrumadoramente por el congreso estadounidense, y luego, la revisión de la doctrina militar rusa, que considera a la OTAN una amenaza a la seguridad interna de Rusia, más el abandono de Ucrania de su estatus de no alineado y su declarada intención de ser parte de la OTAN, muy pocos en verdad se imaginaban que en estos momentos se estuviera hablando  de un posible acercamiento o algún tipo de deshielo entre los principales contendientes, los EE.UU y Rusia.

¿DESHIELO?



Después de todo lo presenciado en 2014 relacionado con la crisis en Ucrania donde el enfrentamiento entre Rusia y Estados Unidos alcanzó peligrosos niveles de histeria, sobre todo del lado EE.UU-OTAN-UE, nunca vistos desde el fin de la Guerra Fría y el derrumbe de la Unión Soviética, la mayoría de los pronósticos apuntan hacia un recrudecimiento del conflicto en el 2015. Tomando en cuenta que entre las últimas acciones del gobierno de Obama estuvo la firma de un paquete de nuevas sanciones contra Rusia aprobadas abrumadoramente por el congreso estadounidense, y luego, la revisión de la doctrina militar rusa, que considera a la OTAN una amenaza a la seguridad interna de Rusia, más el abandono de Ucrania de su estatus de no alineado y su declarada intención de ser parte de la OTAN, muy pocos en verdad se imaginaban que en estos momentos se estuviera hablando  de un posible acercamiento o algún tipo de deshielo entre los principales contendientes, los EE.UU y Rusia.

Quizás con la intención de crear la sensación de que lo peor en las relaciones entre Rusia y los EE.UU está llegando a su fin dando inicio a una fase de distensión, pues apenas estamos iniciando el año nuevo y las cosas no deben empezar tan mal, últimamente se ha estado especulando (oficialmente ni estadounidenses ni rusos han dicho nada al respecto) sobre la existencia de negociaciones entre los EE.UU y Rusia con la finalidad de alcanzar un acuerdo sobre la crisis en Ucrania.

Estas especulaciones tienen su origen en dos piezas publicadas en Bloomberg News (Inside Obama’s Secret Outreach to Russia) el 31 de diciembre, y en el New York Times (Rapprochement with Russia?) el 30 de diciembre. Es de destacar que el diario neoyorkino reproduce una pieza elaborada por Rand Corporation, un think tank financiado por el gobierno de EE.UU y estrechamente ligado al Pentágono, por lo que sus análisis y propuestas responden a los objetivos de sus patrocinadores.

De acuerdo al conservador y anti Putin, Bloomberg News, la administración de Obama ha estado trabajando secretamente durante meses con la intención de forjar un plan para una nueva relación con Rusia, a pesar del poco interés mostrado por Putin en reparar las relaciones con Washington y en detener su campaña de agresión en Ucrania. Según James Rogin, el autor del artículo, que cita fuentes anónimas del gobierno de Obama, este nuevo esfuerzo, que no equivale a un completo restablecimiento de relaciones, ha estado siendo encabezado por el secretario de Estado, John Kerry, quien inclusive contempló una visita a Moscú para reunirse con Putin pero tuvo que ser cancelada ya que había escasas posibilidades de lograr un resultado tangible. Incluso, a solicitud de Obama, hasta el nonagenario Henry Kinssinger habría participado como intermediario tratando de llegar a algún acuerdo con el presidente ruso, indica Rogin.

El ofrecimiento de Estados Unidos a Rusia

Según Bloomberg, en las varias conversaciones entre Kerry y Lavrov, el secretario de Estado estadunidense le ha ofrecido a su contraparte ruso un relajamiento parcial de las sanciones económicas más onerosas, a cambio  de que Rusia se adhiera a los acuerdos de septiembre en Minsk y que desista en su apoyo militar directo a los separatistas ucranianos. La cuestión de Crimea, por el momento será dejada al margen, y algunas de las sanciones iniciales que fueron impuestas antes de la anexión de Crimea permanecerán en su lugar. Según oficiales citados, si se produjera un acuerdo sobre Donestsk y Lugansk, podrían removerse algunas sanciones, mientras que se mantendrían las sanciones relacionadas con Crimea. Esto, según los funcionarios citados, representa una salida para Putin.

Por otra parte, la pieza hecha pública por Rand Corporation, después de castigar y culpar a Putin como el único causante de los problemas actuales de Rusia producto de su desestabilizador papel en Ucrania, propone como solución un alivio a la sanciones y revitalización de los lazos económicos con occidente, siempre y cuando, Rusia, urgida por la fragilidad del rublo, muestre buena disposición a desescalar la guerra en Ucrania.

La Buena disposición de Rusia que permitiría un alivio de las sanciones, según Rand Corporation, se manifestaría, en primer lugar, en cumplir totalmente con los acuerdos de septiembre en Minks (rotos en la última semana de diciembre) los cuales se establecieron después de la invasión rusa de agosto y que han sido constantemente violados, principalmente por Rusia. Seguidamente, Rusia tendrá que retirar todas las fuerzas que todavía permanecen en Ucrania y cooperar completamente con el monitoreo de la frontera a cargo de la Organización para la Seguridad y la cooperación en Europa. Si Rusia no cumple con su promesa, los EE.UU y Europa de mutuo acuerdo, inmediatamente procederán a reimponer las sanciones. En segundo lugar, la OTAN continuará fortaleciendo su postura disuasoria en Europa Oriental para proteger a sus miembros del aumento de los riesgos. El reforzamiento del flanco oriental es un seguro esencial contra otro rompimiento de sus relaciones con Rusia. Washington debe comprometerse a una constante presencia de sus tropas en los Estados bálticos y Polonia. Pero para que las medidas disuasorias surtan efecto será necesario un despliegue multinacional. Sera necesario desplegar números reducidos de fuerzas europeas en los Estados bálticos y Polonia y realizar ejercicios regulares para reforzar la capacidad de disuasión. En tercer lugar, en tanto es crucial que Kiev tome sus propias decisiones sobre su membresía en la OTAN, aun cuando está muy lejos de cumplir con los requerimientos, la OTAN debe continuar con su política de puertas abiertas de larga data. El reconocimiento por parte de Kiev de que no obtendrá la membresía en el corto plazo simplemente será un reconocimiento de esta realidad. Sin embargo, Kiev podrá aun tener una asociación acentuada con la OTAN. Cuarto, Rusia tendrá que aceptar una estrecha relación de Ucrania con la Unión Europea –como también profundizar las suyas. Fue el interés de Ucrania en acercarse a la unión lo que provocó la crisis inicial. Quinto, occidente tendrá que comprometerse firmemente en apoyar las reformas internas en ucrania. Aunque ha dado apoyo financiero y asesoramiento para ayudar en el fortalecimiento de las instituciones políticas, económicas y militares de Ucrania, un compromiso mayor de largo plazo es necesario. 

Lo anterior, según el mencionado think tank ligado al Pentágono, constituye el denominado paquete de medidas razonables que le ofrecería a Rusia un brillante futuro económico a la par del reconocimiento de Occidente de la duradera importancia de Rusia. El Sr. Putin, a pesar de la tormenta económica que tiene por delante, puede todavía escoger el escalamiento de la confrontación. Pero los diplomáticos estadounidenses y europeos tienen que hacer uso de la crisis para ofrecerle a Putin una opción alterna.

La opción alterna de la que hablan loa autores de las referidas piezas, equivale nada más y nada menos que a la capitulación de Rusia de la mano de Putin. En Washington y en la mayoría de la mainstream media se asume que a estas alturas de la confrontación Putin, a causa de las sanciones económicas y la caída de los precios del petróleo, se encuentra en una posición delicada y sin posibilidades de una salida exitosa de la crisis que el mismo ha creado.  Por lo tanto no le queda otra opción que doblegarse decorosamente y aceptar las ofertas, o mejor dicho las imposiciones de los EE.UU, el vencedor, si quiere salvar su propio pellejo e integrar a la Madre Rusia al glorioso y triunfante Occidente. Sin embargo, como indica James Rogin, la dirigencia rusa ha rechazado todas las insinuaciones al respecto tanto en privado como en público.

Es importante destacar el hecho de que Rusia después del fracaso de las conversaciones de Minsk haya decido continuar con los suministros de carbón y electricidad a Ucrania, lo que podría ser una señal de que Moscú está buscando desacelerar de algún modo el conflicto, quizás con la intención de mantener congelado el conflicto en el este ucraniano evitando así mayores represalias de Occidente. Esto quizás ayude a explicar la actual cacería que se está llevando a cabo contra militantes revolucionarios y cuadros comunistas de la resistencia en las repúblicas de Donetsk y Luhansk a manos de sectores reaccionarios de la oligarquía rusa y ucraniana.

Finalmente, hay que tener presente que después de todo esta es una confrontación entre rivales capitalistas que se viene dando en la actual coyuntura de profunda crisis del capitalismo global  en cuyo escenario se enfrentan las potencias dominantes, EE.UU, Rusia y China con visiones diferentes en cuanto a la forma de ejercer el poder pero siempre dentro del marco hegemónico del capitalismo. No se trata de una lucha donde este en riesgo la perdurabilidad del capitalismo, sino más bien se quiere prolongar su existencia bajo una diferente arquitectura de poder. Ni Rusia, ni China, representan una mejor alternativa para la humanidad al actual sistema de explotación, desigualdad y acumulación de riqueza comandado por los Estados Unidos.







Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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