miércoles, 12 de agosto de 2015

El vergonzoso intento de Foreign Policy en distorsionar el bombardeo de Hiroshima como beneficioso para Japón

El provocativo artículo de la revista Foreign Policy, hace que parezca que los bombardeos nucleares fueron un regalo del cielo, y que los EE.UU humanamente intentaron salvar a Japón del comunismo.


EL VERGONZOSO INTENTO DE FOREIGN POLICY EN DISTORSIONAR
EL BOMBARDEO DE HIROSHIMA COMO BENEFICIOSO PARA JAPÓN


Por Andrew Korybko

El mes de agosto es funestamente conmemorado como la única vez en el mundo cuando se utilizaron las armas nucleares en la guerra, cuando los EE.UU lanzaron dos bombas que mataron a más de 200.000 personas en dos momentos fatales: uno el 6 de agosto sobre Hiroshima, y de nuevo tres días después sobre Nagasaki.

Durante 70 años, esta ocasión ha estado marcada por el respeto a las muchas víctimas que trágicamente perdieron la vida durante esos ataques, pero ahora un influyente medio de comunicación en asuntos internacionales de los EE.UU, Foreign Policy, ha decidido darle un sesgo al evento, culpando a la Unión Soviética por lo que pasó.

En el artículo "Did Hiroshima Save Japan From Soviet Ocupation?",  Sergey Radchenko pregunta si los bombardeos nucleares fueron realmente beneficiosos para el país, en el sentido que pueden haberlo salvado del cuco occidental, Joseph Stalin.

Esta deducción insensible es objetada por las propias conclusiones de su artículo, pero no obstante, merece la pena examinar por qué a la revista le resultaría apropiado denigrar la memoria de las víctimas en primer lugar, con semejante punto de vista distorsionado y políticamente interesado.

Engañando a las masas

Los EE.UU no son conocidos por emitir disculpas internacionales, y cuando lo hace que es excepcionalmente raro (como en 2009 durante el viaje de Obama a Egipto), a menudo lo hace para promover el objetivo de desarmar estratégicamente una población designada, antes de una ofensiva asimétrica en contra de su país (como las Revoluciones de Color de la Primavera Árabe).
Como regla general, no importa lo que hagan, los EE.UU están siempre tratando de promover sus propios intereses, ya sea por medios duros o blandos.

Las cosas se ponen un poco más complicadas cuando se trata de actores estadounidenses no estatales, tales como Foreign Policy, pero en este caso, tienen mucha más flexibilidad en perfeccionar el mensaje estratégico de los EE.UU, mientras que al mismo tiempo retienen una negación plausible que tal intento está libre de motivos ulteriores.

Sea como fuere, está claro lo que Foreign Policy está tratando de expresar en nombre del Departamento de Estado -los bombardeos nucleares pueden haber estado justificados con el fin de "salvar a Japón de la ocupación soviética".

Claro, que en última instancia (y correctamente) ellos concluyen que la decisión de Stalin de abstenerse de atacar al Japón imperial en Hokkaido no tenía nada que ver con Hiroshima y Nagasaki, pero en el repetitivo ambiente  mediático de hoy en día, el consumidor de información promedio, probablemente no han llegado a ese punto, ya que es probable que sólo lean el título y tal vez las dos frases de la introducción.

Suponiendo que ese sea el caso con la mayoría de las personas, el simple mensaje que entendieron fue que había una conexión entre los dos, y que tal vez, como el artículo sugiere, los bombardeos nucleares después de todo fueron quizá justificados, y ellos y todos los demás estadounidenses podrían sentirse absueltos de cualquier culpa por la tragedia.

Avergonzando a la víctima  y el revisionismo histórico

Lo que es peor, sin embargo, es la persistente idea sugerida en el título y la introducción, que los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki en alguna forma perversa, en realidad ayudaron a Japón.

Un Estado que predica la democracia como los EE.UU, diciéndole a Japón que "te ataque con bombas atómicas para salvarte", es casi como un depredador sexual de orientación religiosa, diciéndole a una lesbiana "te violé para cambiarte".
Un lado ve al otro como existencialmente incompatible con sus creencias y necesitado de la salvación forzada, y horriblemente toma sobre sí mismo la tarea de cometer un crimen horrendo con el fin de "salvar" a la víctima.

No hay que leer demasiado profundo en la analogía, pero hay que entender que en ambos casos, el paternalismo moralista criminal, es la fuerza impulsora detrás de cada crimen horrendo, excepto en el caso del victimismo nuclear de Japón, más de 200.000 personas fueron violadas y perecieron en un instante, incapaces de enfrentar alguna vez a su atacante y exigir justicia. Y, como le gustaría a Foreign Policy hacerles creer a sus lectores, esto podría haber sido en nombre de un bien mayor.

Otro hecho importante en el artículo es la amplia campana antisoviética que el autor está vendiendo. Si uno no fuera lo suficientemente educado acerca de los últimos días de la Segunda Guerra Mundial y sólo tuviera el artículo de Foreign Policy en cuestión para guiar su entendimiento, ellos serían perdonados por pensar que los EE.UU estaban en esencia en guerra con los soviéticos y atacó con armas nucleares a Japón como un último y  'exitoso' recurso para impedir que  la 'marea roja' fluyera más hacia el este.

Esto hace que parezca que era la URSS la que estaba en el umbral de un crimen de guerra inolvidable y no los EE.UU, y que este último sólo actuó para salvar a Japón de cualquier cosa que los soviéticos estuvieran tramando. Este tipo de conspiración en circulación es revisionismo histórico puro y simple, y sirve sobre todo para desviar la atención de los bombardeos nucleares de Estados Unidos y enfocarla más hacia la estereotipada intriga que rodea a Stalin, su nuevo chivo expiatorio de la Segunda Guerra Mundial, en la imaginación cuidadosamente cultivada del público occidental.

La elección del momento oportuno lo es todo

Cada quinta y décima conmemoración de un determinado acontecimiento importante es típicamente recordado con pompa y ostentación extra, y el 70 aniversario de los ataques nucleares de Estados Unidos sobre Japón no es diferente.

Lo que ha cambiado en los últimos 14 ciclos de cinco años, sin embargo, es que los EE.UU están ahora inmersos en una nueva guerra fría con Rusia, una que, a diferencia de su predecesora, no tiene límites establecidos e incluso incorpora el revisionismo histórico. Ya sea que se trate de la ridícula discusión a cargo de algunas voces de que la Unión Soviética 'ocupó' Ucrania después de la Segunda Guerra Mundial o la insinuación actualmente discutida que los EE.UU "salvo a Japón de la ocupación soviética" al  bombardearlo dos veces, dichos cambios incómodos en el discurso histórico se han vuelto cada vez más comunes durante gran parte de los dos últimos años.

Lo realmente preocupante, sin embargo, es la facilidad con que están siendo aceptados por Occidente, lo que abre la terrible posibilidad para un revisionismo histórico a gran escala de la era post Segunda Guerra Mundial y el hecho de que la objetividad indiscutida se eche a perder en la búsqueda de la subjetividad política.

Eso en sí mismo es lo suficientemente perjudicial, pero lo que también hay que mencionar es que esta estratagema en particular es parte del pívot  asiático de los EE.UU. Mientras Washington cambia su enfoque estratégico más hacia Asia oriental y sudoriental, no sólo trae a su ejército, sino también las interpretaciones de la historia de sus periodistas.

Uno de los efectos que esto puede tener, es una transformación a largo plazo de la conciencia japonesa hasta el punto que los ciudadanos del país ya no comprenden el contexto adecuado y objetivo en el que se cometieron los actos atroces de los Estados Unidos. En su lugar, los estudiantes japoneses podrían un día ser adoctrinados con la falsa idea de que los EE.UU atacó a su país con armas nucleares con el fin de "salvar a Japón de la ocupación soviética", convirtiendo de esta manera los atentados en un histórico ‘regalo del cielo’, y los Estados Unidos en su 'salvador'.


Después de todo, los EE.UU se están preparando para una prolongada rivalidad global con Rusia, y en este contexto, está asegurado de que van a recurrir a cualquier medio necesario para mancillar su reputación y evitar una resolución de la disputa ruso-japonesa sobre las Islas Kuriles para contrarrestar el viraje de Rusia hacia al este. A pesar de lo que el gobierno de Estados Unidos o de sus leales medios de comunicación aduzcan, sin embargo, no hay manera de minimizar el hecho de que los bombardeos nucleares de Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki son la razón principal por la que Japón está todavía ocupado hasta el día de hoy, aunque por el Pentágono y no el Kremlin.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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