domingo, 20 de septiembre de 2015

Rusia deja al descubierto la agenda oculta de los EE.UU en Siria

La crisis de los refugiados sirios lenta y de manera constante estaba llegando a su punto de madurez lo que hubiera provocado el pretexto perfecto para una “intervención humanitaria” en ese país. Pero debido a la presencia rusa allí, el mejor concebido plan estadounidense pudo haberse estropeado.


RUSIA DEJA AL DESCUBIERTO LA AGENDA
OCULTA DE LOS EE.UU EN SIRIA



De acuerdo a la opinión  de M.K Bhadrakumar expresada en un artículo publicado en su blog, Indian Punchline el 14 de septiembre, las políticas de los EE.UU en el Oriente Medio, al menos desde la invasión en Irak en 203, han estado obsesivamente concentradas en el “cambio de régimen” en Siria. La agenda original de los neoconservadores contemplaba el cambio de régimen en Iraq, Irán y Siria, pero se desbarató cuando los campos de la muerte en Irak comenzaron a dictar la geopolítica.

Parece razonable, estima Bhadrakumar,  que la inteligencia rusa haya captado el diabólico complot estadounidense para crear las condiciones (fait accompli) en el terreno en Siria. El pacto faustiano, como él lo llama,  de Washington con Turquía y la autorización de Obama para efectuar ataques aéreos en Siria (incluyendo las fuerzas del gobierno), la prisa de Inglaterra y Australia para sumarse a la misión estadounidense en Siria, las declaraciones de la OTAN, los esfuerzos tras bambalinas de los EE.UU para sabotear los robustos esfuerzo de Moscú para iniciar un proceso de paz intra-sirio, son indicios de la existencia a plenitud de planes políticos y militares.

Pero el factor decisivo habría sido la información aportada por la inteligencia rusa. El domingo, en una rara revelación hecha en público durante una entrevista con la televisión estatal -probablemente concertada deliberadamente- el ministro ruso de Relaciones Exteriores hizo insinuaciones sobre la agenda oculta de los EE.UU en Siria que se escuda en la llamada lucha para “degradar y derrotar” al Estado Islámico. En esa entrevista Lavrov dijo lo siguiente:

“Espero no fallarle a nadie al decir que algunos de nuestros colegas, miembros de la coalición, dicen que a veces tienen información sobre dónde, en qué posiciones se encuentran ciertos grupos del EI, pero el comandante de la coalición, en los EE.UU naturalmente, no estaría de acuerdo en atacar”.

Posteriormente el ministro de Exteriores ruso hizo alusión al hecho de que, “nuestros contrapartes estadounidenses, o desde el principio estaban estableciendo la coalición no lo suficientemente a fondo, o la idea era que debería tener objetivos diferentes a los declarados. La coalición se formó muy espontáneamente: en tan sólo unos días declararon que estaba lista, algunos países se han unido e iniciaron algunos ataques”. Luego, Lavrov señala que “los análisis de la aviación de la coalición provoca impresiones extrañas. Las sospechas son (que) además del objetivo declarado de luchar contra el Estado Islámico hay algo más en los objetivos de esa coalición. No quiero llegar a ninguna conclusión -no está claro que impresiones, la información de las ideas de mayor envergadura que el comandante pueda tener- pero las señales de que se trata están llegando.

En palabras de Bhadrakumar, resulta improbable que Lavrov que se caracteriza por ser un diplomático muy experimentado y brillante, haya decidido hacer un comentario improvisado de esta naturaleza. Sin lugar a dudas, la guerra delegada en Siria ha adquirido una belleza terrible. Lavrov muy amablemente le ha dejado saber a los EE.UU que desista en socavar la decisión de Rusia de ir por la yugular del EI, o de lo contrario Obama puede terminar en muy mala posición. En términos sencillos, Lavrov le ha indicado a Washington que Moscú tiene conocimiento de los planes estadounidenses para alentar al EI como su marioneta a ser insertada en su debido momento en el punto débil de Rusia en Asia Central y el Cáucaso Norte.  

Es un hecho que la inteligencia rusa está enterada de los cientos de combatientes que han viajado desde Rusia para unirse al EI. Destaca entre ellos la figura de Abu Omar Shishani, un prominente comandante del EI de origen checheno. En vista de esta cruda realidad, Moscú ha decidido trazar una línea roja, pues ha determinado que el EI representa una seria amenaza para las regiones de mayoría musulmana en el Cáucaso Norte.

Para Moscú esta situación representa una grave amenaza para su seguridad nacional y la seriedad con la cual está siendo tomada queda de manifiesto en la decisión del presidente Vladimir Putin de estar presente en la Asamblea General de la ONU en Nueva York a finales de este mes en donde hará un importante llamado a la cooperación internacional para derrotar al EI.

Según Bhadrakumar, las vías simultáneas -el incremento de la participación militar en Siria y la apertura de una vía diplomática a través del podio de la ONU- apuntan a derrotar la intención de los EE.UU de querer repetir la estrategia de la era de la guerra fría de enfrentar al Islam militante contra Rusia -por medio de estas maniobras Moscú busca aislar a Washington.

Algo interesante que sucedió durante la entrevista en la TV de Moscú, fue que Lavrov prácticamente puso al descubierto las sospechas que los aliados regionales de  Estados Unidos en el Oriente Medio están teniendo con respecto a sus reales intenciones vis a vis el EI. En verdad esto constituye una extraordinaria revelación. Por otra parte, esto también es un indicio que el esfuerzo de la diplomacia rusa durante el pasado reciente desarrollando una extensa red de contactos en el OM, parece estar rindiendo sus frutos.

Igualmente extraordinario, es el hecho que Lavrov levantó una pequeña fracción del velo para hacerles saber a los estadounidenses que la inteligencia militar rusa no solo ha estado monitoreando las operaciones de las aeronaves militares norteamericanas, sino que además han estado analizando científicamente los planes de vuelos de sus aviones, y cosas por el estilo. En resumen, indica Bhadrakumar, la inteligencia rusa parece tener información para sustanciar algo que los iraníes han estado manteniendo por mucho tiempo, es decir, que los aviones estadounidenses regularmente realizan operaciones para abastecer al EI.

Sin lugar a dudas, la audacia de la acción militar ejecutada por Rusia en Siria ha tomado a Washington por sorpresa y, a no ser que decida el despliegue de tropas estadounidenses en Siria, las opciones de Washington para contrarrestar a los rusos son limitadas. Mientras Washington ha estado presionando a Atenas para que deniegue su espacio aéreo a las aeronaves rusas, Irán al igual que los mismos griegos que se han resistido a las presiones, le han manifestado a Rusia su disposición a permitir el uso de su espacio aéreo.

Por otra parte la crisis de los refugiados sirios está provocando un dramático cambio en el estado de ánimo de los países europeos a tal grado que la canciller alemana Angela Merkel ha hecho un llamado para que Europa y Rusia cooperen en el asunto de Siria. Esta es una situación que Moscú busca explotar pues percibe que el ambiente en Europa se está tornando cada vez menos favorable para los EE.UU y su deseo de impulsar su estrategia del containment contra Rusia no solo en Siria, sino que también en Ucrania.

Para la presidencia de Obama, Siria se está tornando en el mayor desastre de su política exterior. Estados Unidos se encuentra entre la espada y la pared. Rusia difícilmente cederá a pesar de las muestras de inconformidad de los EE.UU, pues entiende que en la lucha contra el EI están en juego sus intereses fundamentales de seguridad nacional y para ello necesita la participación de las fuerzas del gobierno sirio. Por otra parte, los aliados regionales de los EE.UU,  los neoconservadores y los liberales intervencionistas están presionando a Obama para que acelere su campaña del cambio de régimen en Siria, mientras que por el contrario, los aliados europeos han dejado en claro que quieren que se le ponga fin al conflicto en Siria.

Según Bhadrakumar, la única opción disponible para los EE.UU estará en que desista de una vez y por todas en seguir utilizando al EI y entierre su proyecto de manipulación de los grupos de militantes islamistas que le han servido como instrumentos de sus políticas regionales y para fomentar su estrategia del containment contra Rusia. Pero luego resulta, concluye muy acertadamente el analista hindú, que no es tan sencillo deshacerse de su propia progenie. Sobre todo, si se entiende, como Putin, que los EE.UU no desea destruir al EI, sino más bien manejar su desarrollo en un intento por conducirlo hacia los objetivos estratégicos de los EE.UU.







Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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