… Ser guerrillero es
sustancia con sentido profundo, sal y tierra esperanzada que despereza, convoca
e invita a seguir viviendo de pié, sin arrastrar dignidad ni rodilla. Es la
gran asamblea de tocororos ¡todo un pueblo!, oleaje de luz que se remolina como
espejo gigante de éste lado del mundo sobre calle internacional ¡Esa gran calle
(con su gran plaza donde me ubico, por donde desfilaron) siguen desfilando los
esperanzados de la libertad e independencia! Asalto al cuartel Moncada, toma de
La Habana, Santa Clara… marcha de las antorchas… a mis Hermanos Muertos el 27
de Noviembre… ¡ÉSTA ES MI LUCHA! ¡Sí, ésta es mi lucha!
“¡CONDENADME, NO IMPORTA,
LA HISTORIA ME ABSOLVERÁ!”
Por Maité Campillo
¿Qué ‘alma’ no se enciende en un amanecer de
libertad?
Un Fidel que brilla en las montañas… Pero no solo en las montañas sino
también, en las calles de luna llena en la isla de Cuba, en toda América
Indolatina y resto del mundo. Fidel y La historia me absolverá. No fue un líder
político como se entiende en los sistemas capitalistas. Fue ante todo un
revolucionario, uno de los más grandes y verdaderos revolucionarios del siglo
XX. Sin duda, el guerrillero, marcó un hito en la historia de la lucha de los
pueblos por su liberación, al igual que otros revolucionarios de la talla de
Lenin, Ho Chi Minh, Che, Recabarren, Carlos Fonseca, y muchos en el mundo que
están en nuestro recuerdo. Quizá, a lo largo de su vida, lo que más a
caracterizado la personalidad de Fidel, ha sido su fuerza antiimperialista ¡AL
ENEMIGO, NI UN TANTITO ASÍ! Hasta el final de su vida fue consecuente del
peligro del imperio contra los pueblos del mundo, y siempre llamaba a no bajar
la guardia ante el monstruo: “En el plano internacional, desde los años 20 se
venía gestando la amenaza tenebrosa del fascismo, fruto de la nefasta política
imperialista de aplastar la revolución en Europa, aislar, agredir y liquidar el
primer Estado socialista fundado por Lenin y los heroicos comunistas rusos. El
fascismo fue la respuesta ideológica y política del capitalismo al leninismo.
Victorioso en Hungría, Italia y Alemania, donde ahogó en sangre el movimiento
obrero, se hizo sentir en todas partes donde las clases explotadas amenazaban
el dominio de la burguesía”.
Creo que a Fidel le hubiera gustado que estos días se hablara menos de él…
Y más de las luchas que se libran en el mundo contra el imperialismo, contra el
fascismo: “Cuando me muera de verdad no se lo van a creer”. Pero parece ser que
esta vez sí, si se lo han creído. Han salido para “vanagloriarte” “ensalzarte”
“honrarte” “recordarte” como unnnnnn no se sabe que… Y no hablo de las ratas
gusaneras de Miami, de Europa y Madrid, que esos llevan siglos esperando,
muchos de tanto esperar se quedaron como momias! No, me refiero a peleles y
marionetas del imperio, como Tabaré, Bachelet, Peña Prieto, Santos, Hollande,
el Borbón, y la amplia camarilla disfrazada de populistas del santo oficio de
la pela y el dólar… ¡Que cuando Fidel estaba activo en la tarea de la
revolución le llamaban stalinista y dictador! ¡que tenía a su pueblo sin
libertad, y muerto de hambre!, y cuando el comandante de la revolución empezó a
declinar físicamente, y el Partido “lo enclaustró a reposar”… Empezaron a
descubrir a un comunista autentico, de verdad, a su medida, más cercano a sus
ideas (¿Qué ideas serán esas…?) Y, claro, ahora, a su muerte, se multiplican
por miles los comunicados (antagónicos, de unos… y otros, ¿de la misma persona
estamos hablando?), proclamas, ensalzamientos, citas y recitas de recetas que
ellos nunca cumplieron… Porque Fidel era comunista, o sea marxista-leninista
partidario de aplicar la guerra contra el colonialismo, hacer frente al imperialismo,
y combatir todo tipo de fascismo y contrarrevolución con la lucha armada y no
solo en Cuba… Angola, Etiopía, Congo, Argelia, Siria, Panamá, República
Dominicana, Isla de Granada, Guinea Bissau, Cabo Verde, Mozambique, Namibia,
Sudáfrica (movilizaciones en las que participaron más de 500.000 combatientes;
de África no se llevaron oro ni plata, si no los combatientes asesinados por la
intromisión del imperio), a los que hay que sumar los brigadistas que
combatieron en el El Salvador, Nicaragua… y años antes de la revolución, en la
Brigadas Internacionales en defensa de la II República (1936-1939).
Cadáveres amados los que un día Ensueños fuisteis de la patria mía,
¡Arrojad, arrojad sobre mi frente Polvo de vuestros huesos carcomidos! ¡Tocad
mi corazón con vuestras manos! ¡Gemid a mis oídos! ¡Cada uno ha de ser de mis
gemidos Lágrimas de uno más de los tiranos! ¡Andad a mi redor; vagad en tanto
Que mi ser vuestro espíritu recibe, Y dadme de las tumbas el espanto, Que es
poco ya para llorar el llanto Cuando en infame esclavitud se vive!
Sí. A Fidel (como a Martí), le hubiera gustado que hoy se hablara de la
guerra que el pueblo de Siria está librando contra el imperio y sus
mercenarios; de esa otra que está haciendo que el pueblo palestino esté desapareciendo
de a poquito por las garras criminales de los sionistas; de la manifestación de
Altsasu y Bilbo donde han participado miles de personas contra el fascismo
español y por la amnistía de los presos políticos` que todavía existen en sus
mazmorras! Sí. A Fidel le hubiera gustado que nos preocupemos más de la
destrucción del planeta, de la autodestrucción a la que nos están llevando los
criminales del capital, los avaros psicópatas de los doblones; de la miseria a
la que tienen sumida África los ladrones destructores de pueblos y culturas; de
los problemas del avance del socialismo en Cuba, si pita o no pita, o qué es lo
que pita de ella hacia el mundo; de la vigilancia constante de la revolución
cubana contra las ansias imperiales de los yanquis y sus secuaces, y es por eso
que siempre regenera revisar la historia, para seguir siendo gigantes de futuro
y no tigres de papel en moneda convertible o dólar.
INVASIÓN YANQUI EN BAHIA COCHINOS El avión picó bajo, como si hubiera
perdido el control y fuera a estrellarse. La mujer había salido corriendo por
la carretera, arrastrando consigo a las dos niñas. Descendieron más, hasta casi
rozarles las cabezas, y empezó otra vez el fuego. La niña mayor fue la primera
en caer; pero la mujer siguió arrastrándola, a pesar de que las balas también
la habían tocado. Hasta que sintió cómo se le zafaba de la mano; porque algo
resbaloso se oponía a la presión y se la arrebataba. Siguió corriendo, con los
dos brazos extendidos, como si llevara a las dos niñas con ella, hasta unos
metros más en que cayó también. La niña menor quedó a su lado, intentando
vanamente levantarla. Y profirió gritos de terror, encogiendo el cuerpecito y
mirando al cielo, cuando el avión cruzó nuevamente sobre ella, como si quisiera
meterle miedo. Entonces la niña empezó a ver cómo el cielo se llenaba de
hombres suspendidos por telas hinchadas como globos, atados por hilos. Parecían
muñecos que alguien le enviaba por haber perdido a su muñeca en la casa
incendiada.
… Quiso despertar a la madre, para que viera el regalo del cielo. Pero la
madre no le respondía y tenía un hueco enorme abierto en un costado por dónde
salía mucha sangre. Cogió miedo y corrió hasta el cuerpo de la hermanita. Pero
su hermanita tampoco quiso despertarse para ver los muñecos que estaban
cayendo. Levantó la vista y otra vez el cielo limpio, sin los muñecos. Y de
nuevo el avión, y los disparos, atormentándola, haciéndola gritar con el terror
brincándole en todo el cuerpo.
Aquella madrugada habían sentido en su casa los primeros disparos. El padre
estaba ausente. Hacía guardia en la playa y, fue de los primeros sorprendidos
al aparecer los invasores. Ella recordaba que la madre se había tirado de la
cama y las había reunido, temblando. Por la mañana llegó un vecino y les dijo
que no salieran, que se metieran debajo de la mesa y pusieran colchonetas
encima. Y que mordieran un palo, o un trozo de madera, cada vez que sintieran
los aviones. Así lo hicieron. Hasta que la metralla abrió el hueco en el techo
y el humo las empezó a ahogar.
… Salieron corriendo, sin tiempo para coger la muñeca y desde afuera vieron
las llamas, devorándolo todo. Fue entonces cuando empezaron a correr por la
carretera y cuando las vieron desde el avión, disparándoles. Ya el sol estaba
fuera y empezaba a calentar. La niña estuvo un rato moviendo el cuerpo de la
hermana. Pensó que algo raro había pasado y volvió junto a la madre. Pero le
dio miedo tanta sangre sobre el asfalto. Otro avión daba vueltas. Y otra vez el
terror y la huida, ahora sola, por la carretera. Había andado un trecho propio
de sus pasos cortos, cuando tres hombres se aparecieron y la interrogaron: ¿Qué
haces por aquí? Busco a mí papá. ¿Dónde está tu padre? No lo sé. ¿Y cómo andas
sola? Yo salí con mi mamá y mi hermanita. Y pasó un avión grande y nos disparó
y yo creo que están muertas… (Los tres hombres se miraron y no dijeron nada de
momento. La niña les miró las caras y aquellos trajes raros que ella nunca
había visto antes).
¿Qué hacemos? -preguntó al fin uno. Yo no sé. Es un estorbo -volvió a
hablar el que había hecho la pregunta. Me parece que deberíamos entregársela al
Padre… ¿Me van a llevar con mi papá? -interrumpió la niña con la carita animada
por primera vez en muchas horas. No. Es un cura. ¿Un cura? -se asombró la niña.
Si. ¿No has visto nunca a un cura? No. Por aquí nunca ha estado ninguno.
¡Claro! Como iba a estarlo si los estáis echando de Cuba… Oye, ¿tu padre es
comunista? ¿Qué es eso? ¿No lo sabes?… Si tu padre es fidelista. Si. Nosotros
aquí todos somos de Fidel… ¿Y ustedes? (Los tres hombres la miraron seriamente,
como si quisieran fulminarla. La niña pasó sus ojitos asustados por los tres
rostros y enseguida comprendió)
Vamos a llevarla con el Padre, antes de que se ponga a dar gritos. Uno de
ellos la cogió por una mano y la niña se encogió mirándolo de reojo mientras se
llevaba la otra mano a la boca. Se desviaron de la carretera y la llevaron
hasta el hospital improvisado. Había un sanitario, que se quejaba de que no
tenía medicinas suficientes y de que había que irlas a buscar al barco; un
médico, esperando por los primeros heridos; un cura, con su casulla y su
rosario encima del traje de camuflaje; y cuatro hombres más, con armas largas,
custodiando a dos prisioneros (uno muy viejo y otro muy joven), que permanecían
tirados en un rincón.
… La niña llegó con ellos y primero se detuvo en seco, como si no creyera
lo que veía. Luego se zafó de la mano y corrió hacia el prisionero joven,
refugiándose en sus brazos: Papá, papá… Te andaba buscando, te andaba buscando
hace rato… El hombre se sorprendió y alarmó por la inesperada visita: ¿Por qué
estás aquí…? ¿y tu mamá? La niña empezó a llorar y el hombre comprendió que
algo malo pasaba… ¿Qué ha pasado? Quemaron la casa. Los aviones tiraron bombas
y tiros. Salimos corriendo y mima cayó y también Aurorita… Yo seguí huyendo y
me encontraron estos… (El prisionero apretó los dientes y las quijadas se
marcaron tensamente en la piel, como si el espacio fuera insuficiente)
Vamos a rezar por ellas -dijo el cura mientras se persignaba. Con eso no las
vas a resucitar -le respondió mirándolo con desprecio. No sea mal agradecido
-dijo el sanitario. ¿Es que tengo que agradecerles que me las hayan matado?… Y
los miró con odio y asco, con todo el odio y asco que pueden inspirar invasores
asesinos. – No le hagan caso. La niña nos dijo que era comunista. (El cura
volvió a persignarse y se le acercó, dispuesto a conquistar una nueva alma. La
niña se apretó más al pecho del padre, como si viera acercarse al demonio)
Dios te perdonará sí te arrepientes. Todavía estás a tiempo… -empezó a
decirle el cura. ¿Arrepentirme de qué? Del comunismo ateo y materialista. Yo
soy fidelista. Es lo mismo. Yo no puedo arrepentirme de serlo. Te han
confundido. Nosotros formamos parte del Ejército de Liberación. Vamos a devolverles
la libertad. ¿Qué libertad? La que tenían antes… ¿Y quién le ha dicho a usted
que yo antes tenía libertad? (…). – ¿Y el pueblo? ¿Qué cosa? Los cienagueros… Y
los demás allá… ¿contaron con ellos? ¿Pero por qué rayos vamos a contar con
ustedes? -vociferó el muchacho rubio ¿No le han dicho que traemos la libertad?
(Raúl González de Cascorro, escritor cubano)
NOTA
¿Quién dijo que todo está perdido?
Escarbando la tierra hasta encontrarte, e iluminar la sencillez de tu sabia
por humilde cabellera; rasgada entre llanto ensalzo las mil y un millón de
ideas, tuyas, posibles de revolución. Fundimos los cuerpos en una proclama
emblemática… homenaje al que luchó dejándose caer con todo, por la liberación
de todos e independencia de la madre patria (pueblo, entiéndase). Salió a flote
entre sueños la vida que radica en su heroico ejemplo de nombre emblemático y
rítmico: Movimiento 26 Julio, más allá de Fidel y Che… Cómo no recordar y
asumir que sin ellos, sin el comandante de la revolución, sin Renato Guitart
Rosell, tantos otros camaradas y discípulos en pie de lucha, la historia no
sería la misma!
… Ser guerrillero es sustancia con sentido profundo, sal y tierra
esperanzada que despereza, convoca e invita a seguir viviendo de pié, sin
arrastrar dignidad ni rodilla. Es la gran asamblea de tocororos ¡todo un
pueblo!, oleaje de luz que se remolina como espejo gigante de éste lado del
mundo sobre calle internacional ¡Esa gran calle (con su gran plaza donde me
ubico, por donde desfilaron) siguen desfilando los esperanzados de la libertad
e independencia! Asalto al cuartel Moncada, toma de La Habana, Santa Clara…
marcha de las antorchas… a mis Hermanos Muertos el 27 de Noviembre… ¡ÉSTA ES MI
LUCHA! ¡Sí, ésta es mi lucha!
… Una ola de luz ilumina las calles de La Habana. Elevado sobre un lienzo
de historia implacable en el combate, el maestro, tocororo de la revolución;
desfile de barbudos hacia la toma del poder. Se abrieron las compuertas, y la
luz asomó, radiante de alegría y revolución. Se puede y debe luchar, rechazar
al imperio con el rigor que merece. Levántate si estás dormido, si estás
dormida levántate ¡compón razones para ello!, dijo la ola de luz gota a gota
sobre el camino trillado. Trazos sobre una alfombra verde camino de Sierra
Maestra, espíritu de fuego reivindicativo entrelazando pueblo y sus intereses;
unión de obreros, campesinos y artistas. Isla bella exuberante dignificada a
pulso, rabo de nube entre árboles de historia, entre pueblos por un amanecer
decisivo ¡Sólo en nosotros está no traicionar lo que tantas vidas costó ganar,
no todos los caminos consolidan lo conquistado, lo que nos acredita como raíz
portavoz de otro mundo posible!
… Y Fidel volvió a derrotar al imperio en aquella criminal invasión, donde
muuuuchas familias de guajiros fueron asesinadas, por los mercenarios, que
llegaron a Bahia de Cochinos. Así se templo el acero. La revolución cubana fue
sin duda ejemplo de lucha y liberación, al igual que lo fue la revolución
bolchevique; sin ellas el mundo sería otra cosa, y muchos pueblos, hubieran sido
aniquilados sin duda. Se que algunas personas en el mundo se preguntarán, y con
razón… ¡mucho ha cambiado Cuba!, de aquellos análisis y décadas gloriosas que
marcaron el rumbo para muchos pueblos del mundo. Otros dirán, ¡hoy Cuba marcha
a trancas y barrancas! Y eso no se puede negar, frente al espejo ideológico de
lo que fue… y la aplastante invasión actual de otras culturas, que se filtran
como serpiente ¡Nada bueno de ellas se puede esperar! Hoy más que nunca se
trata de configurar la brisa de los vientos a favor, apostar por ella como una
bandera, como un mazo inquebrantable valiente, vibrante en armonía, irradiado,
¡poderoso! Contra el terror que siembra lo oscuro por humillante (ese imperio,
reforzado por el mundo de la muerte) ensalzando los puños del imposible.
PD.
Como techo el cielo
<Termino mi defensa, pero no lo haré como hacen siempre los letrados,
pidiendo la libertad del defendido; no puedo pedirla cuando mis compañeros
están sufriendo ya en la Isla de Pinos ignominiosa prisión. Enviadme junto a
ellos a compartir su suerte, es concebible que los hombres honrados estén
muertos o presos en una República donde está de presidente un criminal y un
ladrón… Queda todavía a la Audiencia un problema más grave: ahí están las
causas iniciadas por los 70 asesinatos, es decir, la mayor masacre que hemos
conocido; los culpables siguen libres con un arma en la mano que es amenaza
perenne para la vida de los ciudadanos; si no cae sobre ellos todo el peso de
la ley, por cobardía o porque se lo impidan y no renuncian en pleno todos los
magistrados, me apiado de vuestras honras y compadezco la mancha sin
precedentes que caerá sobre el Poder Judicial. En cuanto a mí, sé que la cárcel
será dura como no lo ha sido nunca para nadie, preñada de amenazas, de ruin y
cobarde ensañamiento, pero no la temo, como no temo la furia del tirano
miserable que arrancó la vida a 70 hermanos míos. Condenadme, no importa, la
Historia me absolverá>
¡Honor y gloria al maestro guía de la revolución!
… Por los actos nacionales y eventos internacionales compartidos contra el
imperialismo yanqui (y todo tipo de capitalismo interno). Por el guerrillero,
del Movimiento 26 J, leyenda y reflexión en nuestra estrategia diaria de lucha
revolucionaria. A tod@s los combatientes caídos en misión internacionalista.
Por los que siguen luchando…¡Vamos patria (pueblo), a caminar, yo te acompaño!
Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario