Como reflexionara
Lenin… Pues mantener el gobierno el respeto y respaldo a lo dispuesto por el
máximo tribunal, porque si se cede y se van a las improductivas mesas de
diálogo de siempre, nada se resolverá y quedará reducido el poder de Maduro, a
poder de opereta, imposible ya después de generar seguridad, confianza y certeza.
Es crucial este momento, ojalá sepan los dirigentes de la Revolución
Bolivariana tomar no las medidas más temerarias, pero sí las más valientes
porque lo hecho, hecho está. Así como sería el momento de la afirmación de la
Revolución, puede ser la antesala de sus últimos días. Ojalá no sea así.
¿QUÉ HACER?,
CUANDO UN RÉGIMEN,
COMO EL VENEZOLANO, SE
PROCLAMA SOCIALISTA Y
COEXISTE DE MANERA DEMASIADO
PROLONGADA CON LAS
REGLAS DE LA DEMOCRACIA BURGUESA…
Por Luciano Castro Barillas
Partamos de un axioma irrefutable: las clases
populares han sido ampliamente favorecidas a lo largo de casi dos décadas por
la Revolución Bolivariana, donde la educación pública a todos sus niveles es
gratuita, el sistema de salud inmejorable gracias a la presencia de brigadistas
médicos cubanos y a una generosa disposición del producto interno bruto para
lograr ese cometido en salud preventiva, curativa, infraestructura hospitalaria
y equipamiento moderno; pero esa máquina compuesta de una faja central que hace
girar los diferentes engranajes algo ha fallado no por la muerte del comandante
Hugo Chávez, sino en los años finales de su mandato, por una imposibilidad
ideológica sustentada en su visión de la construcción del Socialismo del Siglo XXI:
la abocación y fuerte creencia en el
diálogo y una política de paz. Algo encomiable como valor aunque ingenuo como
práctica política en la relación con los enemigos de clase, los cuales a lo
largo de casi 20 años no han querido dialogar, no buscan la paz sino la guerra,
no buscan la amistad sino la enemistad, no buscan construir una democracia
social, sino derrotar a una Revolución creyente en las noblezas del corazón,
que es en todo caso el leit motiv de una Revolución Socialista. El hombre como
tal por encima de todo, el hombre igualmente como medida de todas las cosas y
como razón y sentido de toda elaboración intelectual humana.
La razón de la excesiva tolerancia contra
enemigos contumaces y ruines que no dudarán un momento en hacer volar las
cabezas de sus enemigos políticos a la mínima oportunidad, porque esa
ideología, la de la ultraderecha, no busca la conciliación, la paz o el
arreglo; busca la destrucción del enemigo de clase. Y eso es lo que nunca quiso
hacer este tipo de modalidad revolucionaria socialista por los escrúpulos del
juego electoral burgués: no aplastar a sus enemigos de clase. Ahora, vistas las
cosas, y coludidos con las clases reaccionarias internacionales, intentan dar
el golpe fatal.
En Venezuela NO HAY GOLPE DE ESTADO, independiente de las interpretaciones
legales de la Fiscal General Luisa Ortega Díaz, que baldón por aquí y por allá,
no ve el bosque porque le tapa un árbol, pues cuando afirma que (…)
se evidencian varias violaciones del orden constitucional y desconocimiento del
modelo de Estado consagrado en nuestra Constitución. Pareciera ser uno de los alacranes dentro de la camisa del régimen de
Maduro. Todo lo actuado por ese congreso de oposición a nivel de decretos
legislativos es ilegal ipso jure porque tiene incorporados a personas electas
sin legitimidad alguna, lo cual engendra ilegalidad y al mismo tiempo falta de
materia, falta de seguridad que deviene en falta de confianza y certeza. Si uno
se considera socialista, pienso yo, debe avanzar en esa línea, profundizarla;
eliminar por la vía de la legalidad socialista las aberraciones burguesas que
se pretenden sustituir. Hubo tiempo para hacerlo, para maniatar por la vía
política-legal a los enemigos históricos de los sectores populares. Pero no, se
tuvo quizá temor que la expropiación segura y decidida de los medios de producción
crearía la hecatombe económica que ahora se vive y que ya es imposible negar.
No creó la crisis económica las acciones políticas de la revolución sino las
triquiñuelas de los sectores empresariales y a lo que se tuvo temor, entrarle
sin mayores aprensiones a la radicalización de las medidas revolucionarias nos
llevan a este punto. Desaparecer del
escenario político a una oposición criminal que cuenta con suerte, que son muy
afortunados; porque con otra concepción revolucionaria sobre el ejercicio del
poder, estos criminales estarían presos o ejecutados sumariamente por sus actos
criminales contra la patria bolivariana y la sociedad.
¿Qué hacer?, como reflexionara Lenin… Pues
mantener el gobierno el respeto y respaldo a lo dispuesto por el máximo tribunal,
porque si se cede y se van a las improductivas mesas de diálogo de siempre,
nada se resolverá y quedará reducido el poder de Maduro, a poder de opereta,
imposible ya después de generar seguridad, confianza y certeza. Es crucial este
momento, ojalá sepan los dirigentes de la Revolución Bolivariana tomar no las
medidas más temerarias, pero sí las más valientes porque lo hecho, hecho está.
Así como sería el momento de la afirmación de la Revolución, puede ser la
antesala de sus últimos días. Ojalá no sea así.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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