De la serie “Nuestra
Generación Maldita”
ESCRITOS DE MANUEL JOSÉ ARCE
¿DE QUÉ SIRVEN LOS IDEALES?
“Reíd de los liberales y de los conservadores…”
Frente a la inescrupulosa politiquería tradicional de nuestro medio, los
pobres ideales buscaron refugio en la juventud. Los jóvenes iconoclastas eran
iconoclastas por los íconos no eran sino los viejos marrulleros, creadores y
sostenedores de tiranías, tagarotes del erario público, opositores sistemáticos
de todo cambio, de todo progreso, de todo lo que no fuera incrementar sus
privilegios y sus canonjías.
Por eso los muchachos, que aún no habían tenido ocasión de entrarle al
jueguito del sistema, que estaban recibiendo las “teorías” de lo que deben ser
las instituciones, las leyes, la convivencia humana, en las aulas
universitarias, esos muchachos, digo, criticaban a los viejos cínicos y
enfrentaban con su crítica mordaz o con su acción valiente a los dictadores, a
los tagarotes. Pero luego -y eso es lo
triste- estos mismos muchachos salían de
sus aulas, de su edad, de sus ideales;
al incorporarse al sistema, al tener que entrar a competir con los viejos
dentro de las reglas del juego de los viejos.
“Incendiarios de ayer, bomberos de hoy”, dice la gente.
Y de esa manera, el cinismo endémico llegó a considerar eso de los ideales,
como una debilidad de la adolescencia. “Hay que ser práctico”, se dice. Y ahora
el panorama es triste, desolador: los jóvenes parece que quieren aprender la
lección de los viejos y ellos también con frecuencia se burlan del hombre de
ideales, se enmascaran de grandes idealistas para no dejar de disfrazar -aunque sea sólo para taparle el ojo al
macho- sus marufias, sus movidas, sus
picardías y crímenes.
Si de algo puede acusarse a los políticos chapines es del mayor de todos
los crímenes -¡y van tantos!- , de haber
asesinado el espíritu cívico de la juventud.
Porque nunca está tan desamparado un pueblo como cuando la gente joven se
prostituye, cuando la gente joven se entrega, pierde su capacidad de defender
sus más limpios y altos ideales.
Ah, paisanos míos: una vez más tendremos que ir a hacer colas, a tachar
algunos nombres y símbolos y retratos en las papeletas, a pintarnos el dedo y
cobijar la esperanza de que este pobre país camine un poco hacia la justicia,
el progreso, la independencia, la libertad, hacia tantas cosas que todos
queremos y que constantemente vemos vilipendiadas, negadas, burladas.
¿Es que después de los comicios veremos que nuestras esperanzas empiezan a
tomar visos de realidad? ¿O nuestro escepticismo se verá enriquecido por una
decepción más?
¿Será que diremos después: bueno, como que esta carambada de la democracia
parece que sí funciona? ¿O terminaremos todos alineados en las pandillas de los
caciques, tratando de resolver únicamente nuestro íntimo problema de
supervivencia personal? ¿O nos convenceremos de que eso de la política es una
porquería tan sucia que lo mejor es no meterse en ella para no embarrarse?
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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