lunes, 25 de diciembre de 2017

Guatemala, un pobre país acumulador de infamias; ahora la embajada va para Jerusalén

Jimmy Morales, siendo un evangélico descocado, quiere ser parte de la profecía que hoy se cumple con la disposición del profeta loco, Donald Trump, quien dio a conocer al mundo que lo dicho por la Biblia se está cumpliendo. Quiere el presidente guatemalteco ser parte de esa historia milenaria y congraciarse con Trump que no está muy contento con que el presidente de Guatemala, presionado por militares díscolos,  le esté echando a perder los planes estratégicos del imperialismo en el Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras).


GUATEMALA,
UN POBRE PAÍS ACUMULADOR DE INFAMIAS;
AHORA LA EMBAJADA VA PARA JERUSALÉN


Por Luciano Castro Barillas

Pobre Guatemala, va de traspié en traspié, dando tumbos, dándose de cara contra la columna del Lazarillo de Tormes, y por qué no decirlo, confiriendo de vergüenza internacional a todos los ciudadanos guatemaltecos. Algo quiso decirse, pienso yo, que más de 100 países del mundo hayan votado en contra de lo resuelto por el presidente Donald Trump, de declarar a Jerusalén la capital histórica, indivisible y eterna del pueblo judío, no obstante que esta ciudad varias veces fue destruida por los conquistadores de la antigüedad como Argón, Nabucodonosor, Alejandro Magno y por último los romanos, que la dejaron vacía de judíos, quedando a cargo de su reconstrucción y de habitarla, los palestinos, para que no fuera una simple ruina el día de hoy.

Por muchos siglos de dominaciones imperiales los judíos tuvieron prohibición expresa de entrar a Jerusalén y la ciudad originalmente construida por el rey David mil quinientos años atrás, no quedaba prácticamente nada, solo el nombre. Quienes se hicieron cargo de su reconstrucción, conservación y protección fueron los palestinos, por eso la disputa histórica entre judíos y palestinos. Unos porque la fundaron y otros porque la reconstruían y habitaban cuando estaba limpia de judíos por órdenes imperiales, aunque con el paso de los siglos coexistían pacíficamente judíos, musulmanes y cristianos. A ambos realmente les asiste la razón y esa es la causa de su división. Pero los actuales sionistas la reclaman toda para sí, lo cual no es posible. 

Los palestinos son un pueblo étnicamente diverso y hace 1,900 años antes de Cristo, Los Pueblos del Mar, (isleños del mar Egeo o sea griegos) contra quien el faraón Ramsés III tuvo que guerrear, se asentaron desde entonces en la actual Franja de Gaza y se dispersaron por todo el territorio de los antiguos reinos de Judea al sur e Israel al norte cuando los acontecimientos políticos de la época se los permitía. De allí que los judíos ortodoxos fanáticos y reaccionarios se creen con derecho de llegar a casa de cualquier palestino que habite Belén, por ejemplo, y sacarlos de su vivienda que ha pertenecido por años a varias generaciones de una determinada familia. Es decir, para esta clase de judíos arbitrarios, esa ocupación es legítima y legal, porque el título de propiedad, las escrituras del inmueble, se las dio de palabrita el mismo Rey David!!! Hágame usted el favor… Por esa razón, Jimmy Morales, siendo un evangélico descocado, quiere ser parte de la profecía que hoy se cumple con la disposición del profeta loco, Donald Trump, quien vía email y fb,  dio a conocer al mundo que lo dicho por la Biblia se está cumpliendo. Quiere el presidente guatemalteco ser parte de esa historia milenaria y congraciarse con Trump que no está muy contento con que el presidente de Guatemala, presionado por militares díscolos,  le esté echando a perder los planes estratégicos del imperialismo en el Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) y porque también Jimmy está bastante asustado con la Ley Magnitsky y el asunto de su hermano y su hijo que podrían salir condenados por mañosos y donde la perspectiva favorable para ellos se ve cerrada por el momento.


Lo que no advierte el servil presidente de Guatemala es que Estados Unidos no tiene amigos, solo intereses, y en ese juego, a la hora de la hora, luego de que le haya servido a Trump, lo mandará a la calle de un soberbio puntapié por estúpido. Seguramente nuestro creyente pastor-presidente siente que todo esto es una prueba misma como la que tuvo Abraham con sus hijo Isaac y que gracias al profeta del norte, Donald Trump, cuando ya vayan directo al bote, una mano divina y portentosa les diga al tío y al hijo: ¡están salvados! Pobre Guatemala con estas adherencias, porque Honduras al menos es un consagrado portaviones, Guatemala solo llega a corbeta.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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