El gobierno va a la
deriva, no cabe la menor duda, por su inoperancia administrativa a nivel del
ejecutivo, pues asuntos de no difícil solución como las carencias en salud,
educación y arreglo de la red vial, sobre todo; tiene tímidos atisbos de solución,
pero la corrupción tiene tremendos efectos de ralentización, en el mejor de los
casos, cuando no de craso empantanamiento o atolladero infernal.
“DEBAJO DEL
PELO JIMMY MORALES
TIENE MUY
POCO CACUMEN”, DIJO EL
SOCIÓLOGO
Y POLITÓLOGO HÉCTOR
ROSADA
Por Luciano Castro Barillas
El cacumen no debe asociarse con cerebro, sino
que, aunque se tenga cerebro, ese cerebro carece de agudeza y perspicacia. En
todo caso le hace falta una condición a la masa encefálica, tal sería la
sindéresis, o sea la falta de capacidad para juzgar rectamente las cosas.
Aunque de manera coloquial y general la falta de cacumen equivale a decir que
alguien es un sujeto descerebrado, como los nazis, fascistas, políticos
nacionales o la gran mayoría de empresarios guatemaltecos. Lo que se viene para
el año 2018 puede verse de dos maneras. Una con un optimismo infundado y creer
que la providencia nos tienda la mano y la más real es toda una perspectiva
catódica, negativa; donde desde mediados del año pasado comenzó a darse un
movimiento de recomposición y reacomodo de las fuerzas del mal representadas
por políticos y criminales de bastante monto capaces de incidir en las
decisiones fundamentales y frenar, hasta de sopetón, todos los esfuerzos de la
lucha contra la corrupción y la impunidad encarrilados de muy buena manera por
la Comisión Internacional contra la Impunidad, CICIG, de las Naciones Unidas y
el Ministerio Público.
Se viene una profundización de procesos que
fortalecerán el Estado de Derecho, que alimenta una débil democracia, o se
termina lo poco que tenemos y hemos avanzado, pues ya para mayo se dará el
cambio de Fiscal General, pero antes el proceso de postulación de seis
candidatos de los cuales toca elegir uno al presidente Jimmy Morales. Ese
proceso de postulación tendrá que ser debidamente controlado para presentarle
al presidente a seis candidatos aceptables y tal vez uno inmejorable, para que
él, presionado por las fuerzas de la oscuridad, no tenga otra opción al momento
de elegir y seleccione bien, incluso en contra de su voluntad. Es decir, que no se cuele por allí un diablillo
que echaría a perder las cosas y la posición personal del presidente que en su
primer año tenía una aceptación del 52% y ahora, dos años después, anda con una
aceptación del 19%, es decir, ya casi nadie le confía, pues un rechazo del 81% de ciudadanos es realmente algo
escalofriante y refleja la debilidad y estabilidad de su cargo. Por eso sus
acciones desesperadas, como el caso de Jerusalén, lo cual no será excusa para
que los Estados Unidos pasen por alto su falta voluntad en lucha contra la
corrupción. No olvidemos que no es asunto de Trump, ni de republicanos ni
demócratas; es un diseño de una política de Estado norteamericana, un acuerdo
político de trascendencia estratégica, que no permitirán los gringos sea echado
a perder por esta u otra bobería política, además de la Ley Magnitsky, que se
cierne como espada de Damocles sobre la cabeza de los presuntos funcionarios y
políticos corruptos.
El gobierno va a la deriva, no cabe la menor
duda, por su inoperancia administrativa a nivel del ejecutivo, pues asuntos de
no difícil solución como las carencias en salud, educación y arreglo de la red
vial, sobre todo; tiene tímidos atisbos de solución, pero la corrupción tiene
tremendos efectos de ralentización, en el mejor de los casos, cuando no de
craso empantanamiento o atolladero infernal. No puede su inmadurez política
diferenciar entre intereses de Estado e intereses de familia, ni entre
amistades y funcionarios públicos. Este gobierno corre el grave riesgo de ser
desmantelado si avanzan las apelaciones y se resuelven favorablemente las
imputaciones por financiamiento electoral ilícito y si no da por mover
influencias por allí con sus grandes amores, como el ex militar Efraín Ríos
Montt, que lo cacharon dando severas y precisas instrucciones políticas junto a
su hija sobre la constitución de un partiducho político que está en cierne, lo
cual indicó a los investigadores que en ningún momento estaba chiflado y que
literalmente “se hizo el loco” para evadir la acción de la justicia en los
procesos judiciales pasados. Eso le ha valido que para el 18 de agosto una
nueva audiencia con peritos de psicología forense y cuyos gastos de
internamiento en el sanatorio Los Pinos corra por cuenta de la familia. Qué
ocurra con este señor será paradigmático y hará una profunda incisión en la
lucha contra la impunidad. Todo esto, lo más señero, se viene para el 2018, más
la elección de la nueva junta directiva del Congreso, donde se perfila como
posible ganador a un politiquero de vieja escuela y ex secretario general del
honrado de Serrano Elías: nos referimos a El Negro Conde, gran alfombra persa
que se despliega al instante, como alfombra mágica, cuando ve abundantes
billetes.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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