jueves, 5 de septiembre de 2019

Dios los creó y el diablo los juntó, a Jimmy Morales y a Álvaro Uribe

Algo feo se cocina, no cabe la menor duda y será, no otra cosa, que la expulsión de esas tierras de los campesinos que apenas sí sobreviven en las peores condiciones de vida.


DIOS LOS CREÓ Y EL DIABLO LOS JUNTÓ,
A JIMMY MORALES Y A ÁLVARO URIBE


Por Luciano Castro Barillas

Es noticia de gran despliegue nacional e internacional la muerte de tres soldados del Ejército de Guatemala, dos soldados y un oficial, los cuales fueron masacrados, según informes de partes interesadas por: a) Narcotraficantes y/o colaboradores (“banderas” o vigilantes y estibadores de fardos de cocaína traídos en las aeronaves); b) Por campesinos remanentes de la guerrilla armados con fusiles AK47 del conflicto cuyos Acuerdos de Paz se suscribieron hace 22 años en 1996 y, c) Por confusión entre soldados y narcotraficantes a quienes los primeros iban a resguardar en su trasiego ilegal, dado que el Ejército de Guatemala está totalmente infiltrado por el crimen organizado donde oficiales de alta graduación como mayores y coroneles, han sido capturados in fraganti trasegando estupefacientes.

Es noticia de gran despliegue nacional e internacional la muerte de tres soldados del Ejército de Guatemala, dos soldados y un oficial, los cuales fueron masacrados, según informes de partes interesadas por: a) Narcotraficantes y/o colaboradores (“banderas” o vigilantes y estibadores de fardos de cocaína traídos en las aeronaves); b) Por campesinos remanentes de la guerrilla armados con fusiles AK47 del conflicto cuyos Acuerdos de Paz se suscribieron hace 22 años en 1996 y, c) Por confusión entre soldados y narcotraficantes a quienes los primeros iban a resguardar en su trasiego ilegal, dado que el Ejército de Guatemala está totalmente infiltrado por el crimen organizado donde oficiales de alta graduación como mayores y coroneles, han sido capturados in fraganti trasegando estupefacientes.

El hecho de los tres soldados muertos con sus trajes de fatiga y de bruces es una mínima tragedia si se recuerda que esa zona del departamento de Izabal fue objeto de las peores atrocidades cometidas por el ejército en los años del conflicto armado interno, pues poca distancia de la aldea Semuy II, está la comunidad de Zepur Zarco, donde todos, absolutamente todas las personas hombres, niños y niñas no útiles para la esclavitud sexual y laboral fueron asesinados. Los relatos de las mujeres esclavas del Ejército es todo un friso del horror y la degradación humana, donde humildes indígenas fueron sodomizadas como una manera de imponer el horror contrainsurgente por oficiales y soldados enfermos de odio anticomunista. Ah, pero ahora se conmueven hasta las lágrimas por la muerte de tres soldados debidamente equipados y quienes por falta de pericia combativa, ingenuamente, se dejaron matar. Ese es el relato oficial. Pero hay otras versiones, no es la única.

La escuadra de ocho o nueve soldados comandados por un oficial iban no precisamente a combatir a los narcotraficantes que aterrizan en una de tantas pistas clandestinas de la zona, sino todo lo contrario, les habían encomendado fungir como equipo de apoyo para resguardar el área y permitirle a los narcotraficantes realizar sus operaciones de trasiego de los fardos de droga sin ningún contratiempo. Y la peor versión de todas por el riesgo que entraña para los campesinos de la zona de Semuy II es que son grupos incipientes de una nueva guerrilla y ni lerdos ni perezosos los delirantes anticomunistas de siempre plantaron unas armas AK47, de las usadas en los años de la guerra, para hacer creíble, digerible, que esos municipios están ingobernables y que un atisbo insurgente anda de por medio, dado que ahora en América Latina la noticia del re alzamiento de un grupo muy importante de la ex guerrilla de las Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia, FARC, se lanzan nuevamente a la conquista del poder por la vía armada.

La locura prendió en la mente enferma y calenturienta, paranoica en extremo, de Jimmy Morales y sus militares locos y malvados. No tardarán en crearse falsos positivos, del que es gran maestro Alvaro Uribe Vélez, senador y terrorista destacado, cuya asesoría en perversiones de este tipo las ofrece, sin necesidad de que se lo pidan. La verdadera razón es expulsar a las miles de familias campesinas que habitan la parte norte del lago de Izabal porque se han posesionado, según opinión oficial, de parte de una tierra de un señor de apellido Maegli. Extranjero a quien a todas luces no le pertenecen estos territorios ancestrales. Y en ese ir y venir de opiniones hay una muy desafortunada, por el afán de protagonismo de siempre del  terrible alfeñique: César Montes, el cual con sus proverbiales declaraciones, no hace más que abonar las opiniones que quieren criminalizar a los campesinos haciéndolos ver como una incipiente implantación guerrillera. Vaya flaco favor el que les hace a los campesinos este otro desquiciado.

Para concluir el sentido de los Estados de Sitio en Guatemala tiene una concepción contrainsurgente, cuando hay verdaderas situaciones de levantamientos armados, no por situaciones de notoria ingobernabilidad por la incapacidad de los gobernantes. Hechos criminales que pueden ser controlados, sometidos, con las fuerzas de seguridad civil y no con el ejército. Algo feo se cocina, no cabe la menor duda y será, no otra cosa, que la expulsión de esas tierras de los campesinos que apenas sí sobreviven en las peores condiciones de vida.






Publicado por La Cuna del Sol

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