Algo feo se cocina, no
cabe la menor duda y será, no otra cosa, que la expulsión de esas tierras de
los campesinos que apenas sí sobreviven en las peores condiciones de vida.
DIOS LOS CREÓ Y EL
DIABLO LOS JUNTÓ,
A JIMMY MORALES Y A ÁLVARO
URIBE
Por Luciano Castro Barillas
Es noticia de gran despliegue nacional e
internacional la muerte de tres soldados del Ejército de Guatemala, dos
soldados y un oficial, los cuales fueron masacrados, según informes de partes
interesadas por: a) Narcotraficantes y/o colaboradores (“banderas” o vigilantes
y estibadores de fardos de cocaína traídos en las aeronaves); b) Por campesinos
remanentes de la guerrilla armados con fusiles AK47 del conflicto cuyos
Acuerdos de Paz se suscribieron hace 22 años en 1996 y, c) Por confusión entre
soldados y narcotraficantes a quienes los primeros iban a resguardar en su
trasiego ilegal, dado que el Ejército de Guatemala está totalmente infiltrado
por el crimen organizado donde oficiales de alta graduación como mayores y coroneles,
han sido capturados in fraganti trasegando estupefacientes.
Es noticia de gran despliegue nacional e
internacional la muerte de tres soldados del Ejército de Guatemala, dos
soldados y un oficial, los cuales fueron masacrados, según informes de partes
interesadas por: a) Narcotraficantes y/o colaboradores (“banderas” o vigilantes
y estibadores de fardos de cocaína traídos en las aeronaves); b) Por campesinos
remanentes de la guerrilla armados con fusiles AK47 del conflicto cuyos
Acuerdos de Paz se suscribieron hace 22 años en 1996 y, c) Por confusión entre
soldados y narcotraficantes a quienes los primeros iban a resguardar en su
trasiego ilegal, dado que el Ejército de Guatemala está totalmente infiltrado
por el crimen organizado donde oficiales de alta graduación como mayores y coroneles,
han sido capturados in fraganti trasegando estupefacientes.
El hecho de los tres soldados muertos con sus
trajes de fatiga y de bruces es una mínima tragedia si se recuerda que esa zona
del departamento de Izabal fue objeto de las peores atrocidades cometidas por
el ejército en los años del conflicto armado interno, pues poca distancia de la
aldea Semuy II, está la comunidad de Zepur Zarco, donde todos, absolutamente
todas las personas hombres, niños y niñas no útiles para la esclavitud sexual y
laboral fueron asesinados. Los relatos de las mujeres esclavas del Ejército
es todo un friso del horror y la degradación humana, donde humildes indígenas
fueron sodomizadas como una manera de imponer el horror contrainsurgente por
oficiales y soldados enfermos de odio anticomunista. Ah, pero ahora se
conmueven hasta las lágrimas por la muerte de tres soldados debidamente
equipados y quienes por falta de pericia combativa, ingenuamente, se dejaron matar.
Ese es el relato oficial. Pero hay otras versiones, no es la única.
La escuadra de ocho o nueve soldados comandados
por un oficial iban no precisamente a combatir a los narcotraficantes que
aterrizan en una de tantas pistas clandestinas de la zona, sino todo lo
contrario, les habían encomendado fungir como equipo de apoyo para resguardar
el área y permitirle a los narcotraficantes realizar sus operaciones de
trasiego de los fardos de droga sin ningún contratiempo. Y la peor versión de
todas por el riesgo que entraña para los campesinos de la zona de Semuy II es
que son grupos incipientes de una nueva guerrilla y ni lerdos ni perezosos los
delirantes anticomunistas de siempre plantaron unas armas AK47, de las usadas
en los años de la guerra, para hacer creíble, digerible, que esos municipios
están ingobernables y que un atisbo insurgente anda de por medio, dado que
ahora en América Latina la noticia del re alzamiento de un grupo muy importante
de la ex guerrilla de las Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia, FARC, se
lanzan nuevamente a la conquista del poder por la vía armada.
La locura prendió en la mente enferma y
calenturienta, paranoica en extremo, de Jimmy Morales y sus militares locos y
malvados. No tardarán en crearse falsos positivos, del que es gran maestro
Alvaro Uribe Vélez, senador y terrorista destacado, cuya asesoría en
perversiones de este tipo las ofrece, sin necesidad de que se lo pidan. La
verdadera razón es expulsar a las miles de familias campesinas que habitan la
parte norte del lago de Izabal porque se han posesionado, según opinión oficial,
de parte de una tierra de un señor de apellido Maegli. Extranjero a quien a
todas luces no le pertenecen estos territorios ancestrales. Y en ese ir y venir
de opiniones hay una muy desafortunada, por el afán de protagonismo de siempre
del terrible alfeñique: César Montes, el
cual con sus proverbiales declaraciones, no hace más que abonar las opiniones
que quieren criminalizar a los campesinos haciéndolos ver como una incipiente
implantación guerrillera. Vaya flaco favor el que les hace a los campesinos
este otro desquiciado.
Publicado por La Cuna del Sol
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