viernes, 31 de enero de 2014

LA SITUACIÓN EN UCRANIA

La situación en Ucrania se ha degenerado a tal punto que una ruptura del país parece una posibilidad muy real, algo que según el analista Josafat S.Comín ya se podía leer en los análisis  del primer Maidan en 2004. Lo que ocurre actualmente en Ucrania es cualquier cosa, menos una protesta pacífica brutalmente reprimida por el gobierno de Yanukovich, como los pro imperialistas medios de prensa y funcionarios de los gobiernos occidentales nos quieren hacer creer. Las imágenes son claras y no dejan lugar a dudas de que las fuerzas de la oposición son bandas de fascistas armados, como la ultranacionalista Svoboda (Libertad) y otras con una clara ideología anti rusa. El propósito de esta oposición armada, avanzada de la OTAN,  la cual sería intolerable en cualquier país de Europa y en los Estados Unidos, no es más que  un ataque  del imperialismo dirigido a Rusia que al perder su esfera de influencia quedaría a merced de las bases de misiles de los EEUU en suelo ucraniano. La línea del frente ha llegado a Kiev, la cuna misma del pueblo ruso. En esas barricadas se decide hoy la historia de Rusia. Si Kiev cae y occidente con ayuda de los fascistas, como siempre ha hecho, se hace con el control de la situación, terminando de convertir a Ucrania en una triste colonia, al estilo de Polonia, Rumanía o las repúblicas bálticas, Moscú será la siguiente parada.


ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA EVOLUCIÓN
DE LA SITUACIÓN EN UCRANIA


Josafat S. Comín

El fascismo lleva dos meses desatado, amparado y espoleado por toda la reacción internacional, aterrorizando un país entero en el otro extremo de Europa y aquí seguimos callados. Miento. La semana pasada leía un tuit del diputado de IU, Alberto Garzón, donde recomendaba un artículo de “La Vanguardia”, para aproximarse a la realidad ucraniana…

Pues si es la sección de internacional de “La Vanguardia”, nuestro referente a la hora de analizar la situación internacional, ya me quedo mucho más tranquilo. Ya hemos tenido ejemplos muy claros de congruencia política en los últimos años , a la hora de reaccionar ante escenarios similares, como el que se dio en Bielorrusia en las últimas presidenciales, donde los hermanos ideológicos de los que hoy han convertido Kiev en un campo de batalla, con fuego real, (financiados y animados por los mismos actores políticos, por cierto, solo que en aquella ocasión no tuvieron la osadía de aparecer públicamente, a lo McCain, para arengar a sus muchachos para que luchen “por la democracia hasta la victoria final”. Por suerte Bielorrusia tiene un presidente digno y está lejos de convertirse en una triste colonia, como Ucrania), intentaron tomar al asalto la sede del Gobierno y de la JEC.

En aquella ocasión, sí que hubo una nota de protesta…pero en la dirección equivocada.

Seguramente esperaremos a que terminen de ejecutarse los planes imperialistas de la Troika, de la OTAN, una vez que esté instalado un nuevo gobierno títere en Kiev, con mayoría suficiente para aprobar leyes como la ilegalización del Partido Comunista. Imagino que daremos tiempo a que los “banderistas” en el gobierno conviertan el natalicio de su líder, colaboracionista de los nazis, en fiesta nacional, se le restituya el título de héroe nacional, -que aprobara Yúschenko en su día- y desfilen con antorchas (como ya hicieran el 2 de enero), camino de la estatua que le erijan en el centro de la capital, que bien pudiera sustituir a la del derribado Lenin.

 Eso en el mejor de los casos. El peor de los escenarios ya comienza a tomar forma y las palabras “guerra civil” aparecen en la mayoría de análisis de medios rusos y ucranianos. La triada de la muerte, de la sumisión a occidente, los Yatseniuk, Klichko, Tiagnibok, dan la impresión de haber perdido el control sobre sus niñatos fascistas, a los que parece que poco importa lo que estos tres negocien con un gobierno (cada vez más débil e incapaz de imponer su legitimidad) y las concesiones o cuotas de poder que puedan conseguir, mientras terminan de reunir a sus huestes para el asalto final, formalizando su golpe de Estado mediante unas presidenciales anticipadas.

 La gente dispuesta a pararle los pies al nacionalismo ultraderechista ucraniano, empieza también a organizarse. Cientos de mineros de la cuenca del Donbass, formaron un cordón de seguridad en torno de la sede del gobierno regional en Donetsk. Escenarios similares se están repitiendo en numerosas ciudades. Los llamamientos que hace el PCU a mantener la calma, no caer en provocaciones y no convertirse en carne de cañón en las disputas por el poder entre los dos clanes oligárquicos, parecen caer en saco roto.

Mientras, los pacíficos “eurointegristas” de Maidán están hoy mismo, 30 de enero, haciendo un llamamiento a filas, a alistarse en la “guardia nacional”. Creo que no hace falta ser politólogo para ver hacia donde nos lleva esto.

Hablando de politólogos, estuve oyendo esta semana, una tertulia radiofónica en la emisora “RSN” (Servicio Ruso de Noticias), donde Anatoli Vasserman, famoso erudito y politólogo ucraniano, afincado en Moscú y Evgueni Fiódorov, diputado de “Rusia Unida”, debatían sobre la situación en Ucrania y la posible evolución del conflicto. Ambos coincidían en lo fundamental y discrepaban en hasta qué punto merece la pena luchar por las regiones de Ucrania occidental, la Galitzia. Vasserman daba por perdidas esas regiones, mientras que Fiódorov insistía en que no se puede abandonar a su suerte a la población rusa que allí vive. Como exponía Fiódorov, asistimos a una nueva y decisiva batalla de la Cuarta Guerra mundial, veinte años después de haber perdido la Tercera. El Imperio anglosajón (EE.UU.- R.U.) y el Imperio alemán (Unión Europea), han unido sus fuerzas y van con todo para evitar que Rusia, que está despertando después del K.O. que recibió, pueda recomponer fuerzas y volver a unir las ramas del tronco común del pueblo ruso (rusos, bielorrusos y ucranianos) y plantarles cara en la escena internacional. La línea del frente ha llegado a Kiev, la cuna misma del pueblo ruso. En esas barricadas se decide hoy la historia de Rusia. Si Kiev cae y occidente con ayuda de los fascistas, como siempre ha hecho, se hace con el control de la situación, terminando de convertir a Ucrania en una triste colonia, al estilo de Polonia, Rumanía o las repúblicas bálticas, Moscú será la siguiente parada. "Es una guerra de exterminio, los anglosajones no hacen prisioneros", manifestaba Fiódorov.

¿Alguien puede imaginar bases de misiles estadounidenses en suelo ucraniano o la sexta flota atracada en Sebastopol, lo que siempre ha sido base de la armada rusa en el mar Negro? Después de ver cárceles secretas de la CIA en exrepúblicas soviéticas, todo parece posible.

Estas son algunos de las opiniones que pueden oírse en las tertulias políticas de los medios rusos. Si no hubiese oído el nombre y cargo de quien estaba hablando, hubiera pensado que se trataba de algún diputado del PCFR…El partido lleva años repitiendo que la única posibilidad de sobrevivir de Rusia en el mundo actual, es mediante la reunificación con Ucrania y Bielorrusia, mediante la unión de sus potenciales.

Por cierto que el hablar públicamente de la posibilidad de que Ucrania se fracture y descomponga como el Estado que conocemos, hace ya tiempo que dejó de ser tema tabú. Ya en el primer Maidán del 2004 se podían leer análisis al respecto. Ahora tras los últimos acontecimientos, esa posibilidad está muy cerca de convertirse en realidad. ¿Qué pasaría en ese supuesto? Si ese escenario se materializa, Rusia no tendría otra salida que dar un paso al frente y proponer la formación de un Estado unificado con esa Ucrania que no desease vivir bajo un gobierno de corte fascista y títere del imperialismo. Las declaraciones de algunos parlamentos regionales como el de Crimea van en ese sentido y no son casuales. Fiódorov hablaba incluso de someter a referéndum el nombre de ese nuevo país (salido de la unión de Rusia con las regiones del este y sur de Ucrania), que bien pudiera ser “Rus”.

Si los “banderistas” de “Svoboda” ganan Kiev, (donde desde hace ya años, tienen más votos que los comunistas), que más parece ya el extrarradio de la muy fascista Lvov, cuesta poco imaginar cuáles serán las dos siguientes paradas de ese avance hacia Moscú: en Moldavia y Bielorrusia, llevan ya años cavando sus trincheras, para el combate final.

En Moldavia, donde desde hace 14 años el Partido Comunista es la fuerza más votada y solo la unión de toda la oposición vendepatrias y prorrumana evita que pueda gobernar, se deben celebrar elecciones en otoño. Y el año que viene toca Bielorrusia, la penúltima piedra en el zapato europeo del imperialismo, durante los últimos casi 20 años.

Cuando la quinta columna bielorrusa, con ayuda de sus hermanos “banderistas”, y los servicios de inteligencia polacos, alemanes y suecos, vuelva a intentar una revolución de colores, (creo que pocas dudas puede haber al respecto), ¿volveremos a mirar para otro lado o a condenar la represión del “gobierno dictatorial”? ¿Seguirá siendo nuestro referente político un engendro quintacolumnista?

Me ha tocado leer estos días un panfleto que circula por algún medio cercano al 15-M, de un supuesto sindicato de trabajadores ucraniano, maidanista él, donde se atacaba al PCU por colaborador del gobierno represor…La imbecilidad parece no tener fronteras, al igual que la hipocresía de nuestros medios de manipulación.

¿Alguien puede imaginarse un escenario similar en algún país europeo, en el que milicias paramilitares tomen ministerios y el gobierno no intentase desalojarlos?

Sí es cierto, el PCU votó a favor del endurecimiento (mediante ese paquete de leyes aprobados el 16 de enero y que han tenido que derogar el 28, en una nueva bajada de pantalones del gobierno) de la ley para combatir el vandalismo. ¿Queremos acaso que quede sin castigo, sin responsabilidad penal, la destrucción de monumentos dedicados a los héroes de la Gran Guerra Patria,  de aquellos que liberaron al país de la peste fascista, de esos mismos que intentan ahora una nueva revancha histórica, precisamente el año que se cumple el 70 aniversario de aquella gesta?



La impunidad legal que han vuelto a conseguir los fascistas ucranianos, les refuerza en el objetivo que sus amos de la democrática Europa les han marcado: “luchar hasta la victoria final”.








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CT., USA.

jueves, 30 de enero de 2014

EL DISCURSO DE OBAMA

El discurso del presidente de los EE.UU, Barack Obama, sobre el estado de la unión el martes fue, tal vez incluso más que sus anteriores discursos, una farsa cínica y reaccionaria. La retórica vacía fue combinada con una desconexión completa de la realidad económica y social que enfrentan a millones de personas en el país.


EL DISCURSO DE OBAMA


Como ha sido la costumbre de Obama en sus discursos anuales sobre el  estado de la nación, cada vez exhibe el mismo cinismo, patrioterismo militar, amenazas de guerra y la creencia de que los Estados Unidos sigue siendo la nación indispensable, cuyos supremos y envidiables valores democráticos son de gran beneficio para el mundo, que está destinada a continuar liderando por lo que resta del siglo actual y más allá. Pero Obama, aun con su elevada retórica y de grandes dotes de orador, como político que es, la mayoría de las veces pinta un paisaje con colores ajenos a la realidad. Este último discurso del presidente, promovido por los medios de prensa como mayormente enfocado en el problema de la enorme desigualdad económica que continua ampliando la brecha entre ricos y pobres, estuvo más bien plagado de una mezcla de falsificaciones sobre el verdadero estado de la economía, la promoción de los grandes negocios como una panacea y una mezcolanza  de pequeñas recetas para los actuales males económicos del país.

Para empezar, el discurso de Obama tuvo lugar ante los miembros del congreso, un club de millonarios que cuenta con uno de los índices de aprobación más bajos -7%- entre el público estadounidense y de otros invitados de la elite que en ningún momento representan los intereses de la clase trabajadora del país. De acuerdo a la percepción de Obama en los últimos cinco años, después de salir de la gran recesión, el país ha experimentado la más baja tasa de desempleo, el resurgimiento del mercado inmobiliario, y un sector manufacturero que por primera vez desde 1990 está creando trabajos. El no mencionó que la caída en el desempleo se debía a que millones de trabajadores habían abandonado la búsqueda de trabajos o que el pequeño incremento en trabajos manufactureros se debe a la caída de los salarios promovida por su gobierno. Además olvidó mencionar que el centro histórico de la industria manufacturera, Detroit, está hoy en bancarrota y con la ayuda de su gobierno las cortes están siendo utilizadas para forzar cortes profundos en las pensiones y en el acceso  a otros derechos sociales y culturales.

Sin embargo, elogió el trabajo de la primera mujer CEO del gigante de la industria automotriz, GM, quien tiene planes para acelerar el aumento de las ganancias a través de reducciones en los costos de producción en Europa y los EE.UU. También elogió a un proveedor de repuestos para autos en Detroit que ha trabajado muy de cerca con los sindicatos para contratar trabajadores por una fracción de su antiguo salario.

El presidente, quien ha hecho más que cualquiera de sus predecesores para canalizar dinero a Wall Street, reconoció que las ganancias de las corporaciones y los precios de las acciones rara vez han sido más altos, y que aquellos en la cima nunca han estado mejor, como si las políticas de su gobierno no tuvieran nadada que ver con eso. Sin embargo, rápidamente afirmó que, los estadounidenses “no resienten a quienes, por virtud de su esfuerzo, logran un éxito increíble”. Probablemente esta era una referencia a uno de sus banqueros preferidos, el CEO de JPMorgan, Jamie Dimon, quien, a pesar de las repetidas y documentadas actividades criminales de su empresa, no solo ha evadido la justicia, sino que hace poco recibió un incremento del 74% en su salario.

De acuerdo a algunos relatos, los redactores del discurso de Obama fueron instruidos para moderar el tono en cuanto a las referencias a la desigualdad social y en su lugar enfatizar el concepto de la “oportunidad”, el viejo mito de que con perseverancia cualquiera se puede convertir en millonario.

En su discurso Obama brevemente hizo referencia al corte de beneficios de desempleo que  1.6 millones de trabajadores experimentaron a finales del año pasado debido a las acciones de demócratas y republicanos. Al mismo tiempo hizo un llamado para “reformar el seguro de desempleo para que sea más efectivo en la economía de hoy”, lo que en definitiva significaría introducir mayores restricciones en cuanto a la elegibilidad.

Obama tampoco dijo nada sobre el recorte de ayuda en cupones de alimentos a los más necesitados por valor de 8,7000 millones de dólares recientemente acordado por demócratas y republicanos. El recorte es el segundo desde la creación del programa –el primero sucedió hace unos pocos meses.

Luego vendría la que fue promovida como la iniciativa más audaz de Obama, pensada como una concesión a los sindicatos y a los liberales y  pseudo izquierdistas que simpatizan con su gobierno; la movida de una orden ejecutiva que requiere que los contratistas federales paguen un salario mínimo de 10 dólares por hora para empleados bajo nuevos contratos o que sean renovados, este requerimiento no aplica a los contratos existentes. Esta propuesta afectará a unos 250,000 trabajadores los cuales representan una pequeña fracción de los aproximadamente 50 millones de estadounidenses clasificados como “trabajadores pobres”. Mientras los trabajadores bajo esa propuesta permanecerán en la pobreza, la misma constituye la muestra más clara de que la clase gobernante no tiene ninguna intención de hacerle frente al flagelo de la desigualdad económica, pobreza y desempleo masivo.

La realidad es que, si el salario mínimo hubiera aumentado al mismo ritmo que la remuneración de los CEOs de los Estados Unidos, el 1 por ciento, el trabajador más pobremente pagado en los EE.UU estaría ahora ganando más de $ 33 por hora. Si fuera acorde al ritmo del aumento de la productividad, sería más de $ 22 por hora.

El discurso incluyó la obligada referencia  al  “fuerte” estado de la unión, junto con la afirmación de que el 2014 puede convertirse en "un año de significativos avances para los Estados Unidos". Pero ¿a quién  cree Obama que le está tomándole el pelo? Encuesta tras encuestas muestran que alrededor de dos terceras partes de la población estadounidense que experimentan un declive en su bienestar  creen que la economía es cualquier cosa menos, que la economía esta robusta, no obstante los falsos indicadores citados por Obama. Una encuesta llevada a cabo a finales del mes pasado, encontró que más de la mitad de la población se ve obligada a reducir sus gastos, y un 36 por ciento están recortando sus gastos en alimentos y medicinas. Por otra parte, cada día son más los desamparados y el número de personas que complementan sus exiguos ingresos por medio del reciclaje de envases de vidrio y plástico o con la recolección y venta de chatarra.

En el análisis final, el quinto discurso de Obama sobre el estado de la unión ha puesto de manifiesto su presidencia como una fuerza políticamente gastada. El será recordado, primeramente, como un presidente que fue capaz de explotar las ilusiones con sus falsas promesas de cambio para llevar a cabo la mayor estafa de la historia, el rescate de Wall Street, que ha sido testigo de la transferencia de miles de millones de dólares de la riqueza social de la mayoría de la población a los bancos y los súper ricos. En segundo lugar, su legado será el montaje del Estado policial y la trituración de los derechos democráticos y constitucionales más básicos. Obama será recordado como un hombre alejado, desconectado de la dura realidad que aflige a millones de pobres y desempleados, víctimas de la desigualdad económica y social íntimamente ligadas al capitalismo que privilegia el aumento de las ganancias sobre el bienestar de la población y que él entusiastamente sigue promoviendo. Pero que se puede esperar de un hombre que disfruta de todos los privilegios de ser el presidente de la nación más poderosa del mundo, y por cuyas memorias, ya le están ofreciendo entre 17 y 20 millones de dólares. La respuesta no puede ser otra que, falsas promesas, como la pretendida reforma migratoria integral, a la que apenas le dedicó unos escasos segundos en su alocución.








Publicado por LaQnadlSol
CT., USA. 

miércoles, 29 de enero de 2014

CELAC, CITA EN LA HABANA

Como es predecible, el argentino Atilo Boron no se sale de su guión de propagandista burgués-revisionista –algo que es normal al «socialismo» del siglo XXI– y evita en sus líneas analizar en profundidad el verdadero carácter de la CELAC, sobre todo lo referente a sus posibilidades como organización multiclasista que en su seno guarda a una amplísima expresión de la burguesía regional, en su formato «progresista» y también en el retardatario. Considerando además que esta organización guarda un enorme paralelismo con otras estructuras precedentes de índole internacional que a su interior contaban con ese carácter antisocialista, o lo que era lo mismo y sigue siguiendo igual; organizaciones en las que priman un profundo carácter ecléctico  en lo ideológico –o sea, una mezcla de ideologías– entre las que destacan «lo no alineados» estimulado por el viejo revisionismo yugoslavo, o los «tercermundistas» salidos de la revisión maoísta etc.; cuyas más que dudosas teorías «honrarían» al movimiento comunista con la actual desorientación ideológica a la hora de analizar la geopolítica y este tipo de instituciones. Como hace años Enver Hoxha dijo:

«Todas estas denominaciones, que se refieren a las diversas fuerzas políticas que hoy actúan en el mundo, lejos de poner en evidencia; encubren el carácter de clase de estas fuerzas, las contradicciones fundamentales de nuestra época, el problema clave, que actualmente predomina a escala nacional e internacional, la implacable lucha que se desarrolla entre el mundo burgués imperialista por una parte, y el socialismo, el proletariado mundial y sus aliados naturales, por la otra. (...) Las denominaciones «tercer mundo», «países no alineados» o «en vías de desarrollo» crean entre las amplias masas que luchan por la liberación nacional y social, la ilusión de que se ha encontrado un abrigo donde protegerse de la amenaza de las superpotencias. Ocultan la situación real de la mayoría de estos países, los cuales, de una u otro forma, están vinculados tanto a las superpotencias como a las antiguas metrópolis coloniales y dependen política, ideológica y económicamente de ellas». (Enver Hoxha, Informe al VIIº Congreso del PTA, 1976)

Más allá de la caracterización que el autor hace sobre la organización, este no llega a vislumbrar que al interior de la CELAC, ya sea como institución o como foro o como se quiera, no es más que un club de países cuya totalidad –salvo honrosa excepción– están al servicio de un interese imperialista extra-regional, lo que por si deposita cualquier pretensión al interior de esa organización en manos de esos intereses: ¿Acaso Colombia no ha pretendido entrar en la OTAN? ¿Acaso México, Costa Rica, Chile, Honduras no está al servicio de EEUU con «cooperación» militar incluida? ¿Acaso Brasil no tiene pretensiones hegemónica imperialistas en la región? ¿Acaso Argentina no tiene una estrecha relación económica con corporaciones imperialistas como MONSANTO? ¿Acaso Perú no tienen una estrecha relación económica con el nazi-sionismo israelí? ¿Y el caso de la captación –prosternación en realidad– de capital chino por Nicaragua, Bolivia, Venezuela, etc? ¿Acaso buena parte de los integrantes no forma parte de la Alianza del Pacífico? ¿Acaso el primer socio comercial de la región no es el imperialismo estadounidense seguido de cerca por el europeo y el chino? Obsérvese que el mismo Atilo Boron se contesta cuando acepta que la unanimidad es la funcionalidad esencial de la organización, lo que de por si deja en manos de la influencia extranjera toda capacidad de acción y reacción de la organización como así quedó corroborado tras la retención del avión presidencial boliviano en suelo europeo.

Ver posibilidades de emancipación en un organización que guarda ese carácter solo tiene dos explicaciones: o se es un ingenuo de campeonato, o bien se pretende mantener en la inopia al lectora. Bitácora de un Nicaragüense


El documento:

Quién habría podido imaginar que el sueño bolivariano de Hugo Chávez de un organismo regional sin la presencia de EEUU y Canadá rendiría sus frutos?

No es un milagro, pero casi. Contra todos los pronósticos la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se va consolidando como institución “nuestroamericana” y está a punto de celebrar en La Habana su Segunda Cumbre de Presidentes. Decimos “milagro” porque ¿quién habría podido imaginar, hace apenas cinco años, que el sueño bolivariano de Hugo Chávez –sueño fundado en un impecable diagnóstico de la geopolítica mundial- por construir un organismo regional sin la presencia de Estados Unidos y Canadá rendiría sus frutos?

Para ello Chávez y quienes lo acompañaron en esta empresa patriótica tuvieron que vencer toda clase de obstáculos: la resignación de algunos gobiernos, la claudicación de otros, el escepticismo de los de más allá y la sistemática oposición de Washington, dato nada menor en la política de nuestros países. Eppur si muove, diría Galileo al contemplar la concreción de este proyecto bolivariano que por primera vez en la historia nuclea a todas las naciones de América Latina y el Caribe con la sola excepción-¡por ahora!- de Puerto Rico. Sin dudas, el fortalecimiento de la CELAC -como el de la UNASUR en el plano sudamericano- son muy buenas noticias para la causa de la emancipación de la Patria Grande.

La Casa Blanca intentó primero impedir el lanzamiento de la CELAC, realizado en Caracas en Diciembre del 2011 con la presencia de su incansable promotor y mentor, ya atacado por el cáncer que le costaría la vida. Al fracasar en su intento el imperio movilizó a sus aliados regionales para abortar –o por lo menos, posponer para un futuro indefinido- la iniciativa. Tampoco resultó. La siguiente estrategia consistió en utilizar algunos de sus incondicionales peones en la región como caballos de Troya, para malograr desde adentro el proyecto. No avanzó demasiado, pero consiguió que el primer gobierno que ejerció la presidencia pro témpore de la CELAC durante el 2012, el Chile de Sebastián Piñera, declarase por boca de Alfredo Moreno, su canciller, que “la CELAC será un foro y no una organización, que no tendrá sede, secretariado, burocracia ni nada de eso”.

¡Un foro!, es decir, un ámbito de amables e intrascendentes pláticas de gobernantes, diplomáticos y expertos que ni por asomo pondría en cuestión la dominación imperialista en Latinoamérica y el Caribe. Y la Casa Blanca también logró, a través del militante activismo de sus principales amigos de la Alianza del Pacífico, México, Colombia y Chile, que todas las decisiones de la CELAC debieran adoptarse por unanimidad. Parecería que la “regla de la mayoría” –tan cara a la tradición política estadounidense- sólo funciona cuando conviene; cuando no, se impone un criterio que de hecho le confiere poder de veto a cualquiera de los treinta y tres miembros de la organización. Pero esta es un arma de doble filo: Panamá u Honduras podrán vetar una resolución que exija poner fin al status colonial de Puerto Rico, pero Bolivia, Ecuador y Venezuela podrán hacer lo mismo ante otra que proponga requerir la colaboración del Comando Sur para combatir al narcotráfico.

El segundo turno presidencial de la CELAC, durante el 2013, recayó en Cuba, y el presidente Raúl Castro Ruz dio pasos importantes para desbaratar las maquinaciones del canciller chileno: se avanzó en la institucionalización de la CELAC y se creó el embrión de una organización que para esta próxima Cumbre pudo elaborar 26 documentos de trabajo, algo que ningún foro hace. Algunas propuestas, como la declaración de América Latina y el Caribe como una “Zona de Paz” serán objeto de un sordo debate porque no se trata sólo de evitar la presencia de armas nucleares en la región -¿cómo saber si ya no las hay en la base de Mount Pleasant, en nuestras Islas Malvinas?- sino también de utilizar el recurso de la fuerza para dirimir conflictos internos. Este tema hace subrepticia alusión a la tradición intervencionista de Washington en Latinoamérica y a la presencia de sus 77 bases militares en la región, cuyo propósito es exactamente ese: intervenir, cuando las condiciones lo aconsejen, con su fuerza militar en la política interna de los países de la región complementando la abierta intervención que ya Washington realiza en todos ellos. Recuérdese, para poner un ejemplo bien didáctico, el decisivo papel de “la embajada” para determinar el ganador de la reciente elección presidencial en Honduras. El tema, como se ve, será uno de los más urticantes y divisivos porque hay gobiernos, y no son pocos, que no sólo toleran la presencia de esas bases militares norteamericanas sino que, como Colombia, Perú y Panamá, las reclaman.

Otro tema potencialmente disruptivo es la aprobación de la propuesta venezolana de integrar a Puerto Rico a la CELAC -lo cual es absolutamente lógico teniendo en cuenta la historia y el presente de ese país, así como su cultura, su lengua, y sus tradiciones- pero que probablemente suscite reservas entre los gobiernos más cercanos a Washington para quien Puerto Rico es un innegociable botín de guerra. Una guerra cuya victoria les fue arrebatada a los patriotas cubanos y merced a lo cual con la apropiación de Cuba, Puerto Rico y las Filipinas, la Roma americana iniciaría su ominoso tránsito de la república al imperio. Se descuenta, en cambio, un apoyo unánime para el reclamo argentino en relación a las Islas Malvinas, al levantamiento del bloqueo a Cuba y para otras propuestas tendientes a reforzar los vínculos comerciales, políticos y culturales. Se sabe que Ecuador presentará una propuesta de repudio al espionaje que realiza los Estados Unidos y de desarrollo de una nueva red de comunicaciones en la Internet a salvo de la interdicción de Washington; y que es probable que se aprueben propuestas concretas en relación al combate a la pobreza y que se examinen alternativas para consolidar el Banco del Sur y, eventualmente, para crear una gran empresa petrolera latinoamericana, tema sobre el cual el presidente Chávez había insistido una y otra vez.

La transición geopolítica internacional en curso, y que se manifiesta en el desplazamiento del centro de gravedad de la economía mundial hacia el Asia-Pacífico; la declinación del poderío global de Estados Unidos; el irreparable derrumbe del proyecto europeo; la persistencia de la crisis económica estallada a fines del 2007 y que sólo parece acentuarse con el paso del tiempo y la permanencia de un “orden” económico mundial que concentra riqueza, margina naciones y profundiza la depredación del medio ambiente han actuado como poderosos alicientes para remover la inicial desconfianza que muchos gobiernos tenían en relación a la CELAC. El acuerdo logrado en Caracas en 2011 establecía que una troika se haría sucesivamente cargo de la presidencia durante los primeros tres años: comenzó Chile, siguió Cuba (ratificando el repudio continental al bloqueo estadounidense y su propósito de aislar a la Revolución Cubana) y al terminar esta Cumbre la presidencia se trasladará a Costa Rica. Este país, incondicional aliado de Washington, deberá afrontar unas decisivas elecciones el próximo 2 de Febrero, cuando por primera vez en décadas la hegemonía política de la derecha neocolonial costarricense estará amenazada por el ascenso de un nuevo y sorprendente actor político: el Frente Amplio.

La actual presidenta, Laura Chinchilla, por largos años funcionaria de la USAID, garantizaba con el triunfo del oficialismo la “domesticación” de la CELAC y el retorno al proyecto acunado por Sebastián Piñera y expresado con total descaro por su canciller. Pero todas las encuestas dan por sentado que habrá una segunda vuelta y allí el discurso y las propuestas bolivarianas del candidato del Frente Amplio, José M. Villata, podrían catapultarlo a la presidencia de Costa Rica. Por supuesto, al igual que ocurriera pocos meses atrás con las elecciones presidenciales en la vecina Honduras todo el aparato de inteligencia, manipulación mediática y financiamiento de los partidos amigos ha sido ya puesto en marcha por Washington, para quien una derrota de la derecha neocolonial costarricense sería un revés de amplias repercusiones regionales. Si tal cosa ocurriera la CELAC podría dar un nuevo paso hacia su definitiva institucionalización, algo que América Latina y el Caribe necesitan impostergablemente.


Por Atilio Boron

La Haine








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CT., USA.

LA ÉTICA DEL BANCO MUNDIAL

En Honduras, Guatemala y Chile,  el Banco Mundial tiene un historial terrible de complicidad con los brutales regímenes represivos que han gobernado esos países en décadas pasadas financiando la implementación de proyectos y políticas que han resultado en la muerte, desaparición y el desplazamiento forzoso de miles de sus habitantes.


LA ÉTICA DEL BANCO MUNDIAL


Por Nick Alexandrov

Financiando Escuadrones de la Muerte

La Oficina del Asesor en Cumplimiento / Ombudsman (CAO, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial, determinó el 10 de enero que el brazo de préstamos del sector privado del Banco, la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en ingles), violó "sus propias normas éticas" cuando  "prestó millones de dólares a una empresa hondureña de aceite de palma [Corporación Dinant] acusada de vínculos con asesinatos y desalojos forzosos", informó Nina Lakhani  en The Guardian. Si esto fuera verdad -si el Banco ha actuado realmente en contra de sus principios, durante décadas de constante acción- entonces la respuesta adecuada sería de celebración global. Pero el incidente IFC-Dinant es sólo el último capítulo de una historia miserable.

Consideremos, por ejemplo, el caso de Honduras en los años 90, cuando un "paradigma promovido por el Banco Mundial "impulsó" una masiva re-concentración de la tierra en el Aguán "-el valle donde Dinant opera-  "en las manos de unas pocas elites influyentes", escribe Tanya Kerssen en su excelente estudio, Grabbing Power (El acaparamiento de poder). Estos barones de la tierra, sobre todo el propietario de Dinant, Miguel Facussé, prosperaron cuando "el sector de las cooperativas del Aguán fue diezmada" y alrededor de tres cuartas partes de sus tierras fueron confiscadas. Los campesinos, de repente desposeídos, primero buscaron el recurso legal, que fracasó. Posteriormente, "protestaron y ocuparon tierras en disputa", escribe Annie Bird de Rights Action en un informe crucial, lo que provocó que las autoridades gubernamentales revisaran la legitimidad de la transferencia territorial apoyada por el Banco. Pero el golpe de junio 2009 finalizó esta evaluación. Cuatro graduados de la Escuela de las Américas (SOA) dirigieron la destitución de Manuel Zelaya del poder -"un crimen" que admitió un abogado militar hondureño de alto rango, él mismo un ex alumno de la SOA, y prueba "de que el gobierno de Obama tenía un débil compromiso con la democracia, derechos humanos, y el imperio de la ley de la misma manera que el anterior presidente de los EE.UU", explicó la académica británica Julia Buxton. Desde entonces, observa Bird, el 15º Batallón de Honduras, respaldado por Washington  "desde por lo menos el 2008", ha sido consistentemente identificado como el iniciador de los actos de violencia contra los movimientos campesinos", con las fuerzas de policía y los guardias de seguridad de Dinant sumándose a la matanza. El documento de la CAO estima en más de 100 la cantidad de asesinatos de campesinos desde enero de 2010.

Cuatro veces más guatemaltecos murieron en una masacre ocurrida más de tres décadas atrás -un capítulo más en la historia del Banco. Los masacrados, presumiblemente, no entendieron que no tenían ningún derecho especial sobre la tierra, que fue reutilizada para servir a las necesidades de la Hidroeléctrica Chixoy Dam, y despejada de cualquier humano que estorbara en el entorno. El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo apoyaron el proyecto, por primera vez, a finales de los 70, y luego -para silenciar a cualquiera que dudara- de nuevo, siete años más tarde, cuando "el terror de Estado alcanzó proporciones genocidas", escribe Nick Dearden del The Guardian. El salvajismo alcanzó su punto máximo cuando Ríos Montt, otro graduado de la SOA, gobernó de 1982 a 1983. Su política oficial “dirigida a masacrar a miles de campesinos indígenas", según el Archivo de Seguridad Nacional, tuvo éxito en este sentido, acabando con unas 600 aldeas mayas. Los funcionarios del Banco, por su parte, habían concluido a principios de los años 70 que las instituciones dominantes de Guatemala eran inherentemente corrompidas. Las opiniones de los funcionarios fueron "uniformemente críticas y a menudo mordaces, "revela la historia del Brookings  Institution a cerca del Banco Mundial, pero fallando en mencionar el papel fundamental del Banco en la perpetuación de las desigualdades en Guatemala. Y esta "evaluación", además, "no cambió durante toda la década". Fue un juicio adecuado sobre los regímenes que Washington respaldó después de arruinar el experimento democrático del país en 1954, año en que Jacobo Árbenz fue depuesto, pero también totalmente compatible con los préstamos sin interrupciones.

El dinero también fluyó en el Chile de Pinochet. "El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo ensalzaban a Chile como un modelo de responsabilidad", escribe Greg Grandin, "dándole  cuarenta y seis préstamos entre 1976 y 1986 por $ 3.1 mil millones", una década que fue testigo "de una espectacular transferencia de riqueza al sector privado", el traspaso fue facilitado por la campaña de terror estatal que los EE.UU defendió. En 1976, En Santiago, el secretario de Estado -y Nobel de la Paz- Henry Kissinger, personalmente aseguró a Pinochet que en Washington "simpatizamos con lo que usted está tratando de hacer aquí". Lo que el dictador estaba "tratando de hacer", de acuerdo al historiador Steve J. Stern, era promover el "policidio" al "establecer un régimen de violencia sistemática y miedo para que las viejas formas de entendimiento, la organización y la práctica de la política pudieran ser aniquiladas y reemplazadas por una forma de gobierno tecnocrático y autoritario". "Roosevelt perdió la guerra". Comentó el presidente guatemalteco Juan José Arévalo, el predecesor de Árbenz, en 1951, previendo el deslizamiento de su propio país hacia el policidio. "El verdadero ganador fue Hitler. "

Una encuesta rápida hoy en día de Honduras revela quienes son los ganadores allí. Tanya Kerssen cita a un campesino, entrevistado por el periodista Giorgio Trucchi: "Desde que nos quitaron nuestras tierras, la oferta de dinero en todo el Aguán ha disminuido dramáticamente", comenzó diciendo el hombre. "El desempleo y el subempleo aumentaron, al igual que el hambre y la desesperación. Ahora, los trabajadores ni siquiera tienen suficiente dinero para comprar comida para todo el mes”. Un problema relacionado, señala Peter J. Meyer en un informe del Servicio de Investigación del Congreso es, que "los fondos del gobierno mal utilizados" y una  "recaudación tributaria débil" han ayudado a la bancarrota del Estado de Honduras post-golpe, que ya no paga el salario a muchos de sus trabajadores. Es la esclavitud asalariada, sin los salarios, cuando enfermeras, médicos y educadores trabajan duro sin la esperanza de una indemnización adecuada. El Centro para la Investigación Económica y Política señaló recientemente que más del 43 % de los trabajadores de Honduras trabajó a tiempo completo en el 2012 por menos del salario mínimo, mientras que la tasa de pobreza extrema subió al 46 %. Y los asesinatos continúan. Annie Bird informa que el cuerpo de Juan Ramón Mejía fue “encontrado al lado de la carretera" en enero de 2010. En abril de 2010, José Leonel Álvarez Guerra, “recibió cinco disparos de dos sicarios en motocicleta que lo esperaban fuera de la casa de sus suegros, donde su esposa estaba alojada en los últimos días de su embarazo. Lo mataron delante de su esposa e hijos”. "Jacobo López Erazo “salió de su casa en la localidad de Quebrada Seca, aproximadamente a las 4 am para ir a trabajar", en julio de 2012, “pero al entrar en su vehículo varios asesinos le dispararon", y murió de inmediato.

Si el Banco fuera honesto acerca de sus "normas éticas", las fotografías de estas víctimas, sólo tres de docenas, habrían aparecido en la pancarta de "End Poverty" que cubría la fachada de su sede en Washington el año pasado. En lugar de ello, los transeúntes vieron imágenes de una sonriente enfermera, un concentrado trabajador de la construcción, niños curiosos -futuros siendo terminados, ahora mismo, para los hondureños que carecen de los derechos más básicos, gracias a las políticas del Banco.



Nick Alexandrov reside en Washington, DC.








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lunes, 27 de enero de 2014

“BONO: EN EL NOMBRE DEL PODER”

El escritor Harry Browne lanza el libro "Bono: en el nombre del poder". Representa el filantrocapitalismo, modelo de ayuda basado en la aceptación del neoliberalismo


EL LÍDER DE U2 ES "PORTAVOZ DE
LA ÉLITE OCCIDENTAL"


Por Carlos Paul

Para el periodista y escritor irlandés Harry Browne, autor del libro 'Bono: en el nombre del poder', si se hace un balance entre la ayuda humanitaria que ha auspiciado el cantante del grupo de rock U2 y las ganancias que a partir de ese altruismo obtienen los corporativos transnacionales, de los que el músico es también representante, "resulta que Bono ha hecho más daño del que parece, ya que se ha convertido en portavoz de la élite occidental, al defender la visión y el modelo económico neoliberal de personajes como George Bush, Tony Blair, Jesse Helms, Condoleezza Rice, Bill Clinton, Steve Jobs y Bill Gates, por nombrar algunos".

Puesto en circulación por el sello independiente Sexto Piso [México], con traducción de María Tabuyo y Agustín López Tobajas, 'Bono: en el nombre del poder' es una "rigurosa y detallada investigación" en la que el autor profundiza no en la calidad musical del cantante y líder de una de las bandas con más éxito de las recientes décadas, sino en lo que Harry Browne denomina "filantrocapitalismo", modelo de ayuda basado en la aceptación incondicional de las políticas neoliberales. Modelo del que, como otros ricos empresarios, Bono se ha beneficiado.

Según Browne, el libro “no es una condena a Bono, de lo que se trata es de cuestionar lo que éste representa como portavoz de un filantrocapitalismo. La idea es situarlo dentro de esas estructuras económicas neoliberales, aquellas que auspician campañas humanitarias que, con una mano dan y con otra quitan mucho más”.

Pagan impuestos en Holanda

La investigación del periodista irlandés, quien ha trabajado para periódicos como The Irish Times, Sunday Times, Irish Daily Mail y el Sunday Business Post, "va más allá de la celebridad y relata también cómo los miembros de U2 cambiaron su dirección fiscal a Holanda para pagar menos impuestos; cómo cuentan con una red de empresas que logró reportar pérdidas el año en el que U2 realizó la gira más taquillera en la historia del rock, y cómo Bono ha anunciado productos de Louis Vuitton y Apple, dos de la compañías responsables de la devastación del continente africano", entre otras cuestiones.

"No es nada personal, apuntó el autor, pero me temo que uno de los primeros pasos para buscar la justicia real es dejar de comprar el mensaje que nos están vendiendo".

De acuerdo con Diego Rabasa, director y editor de Sexto Piso, el trabajo fue muy riguroso: "85 por ciento fue investigación y 15 por ciento trabajo de campo". Browne habló con distintas personas, además de académicos y economistas.

Toda la documentación, afirma el editor, "es muy sólida". El volumen "refleja cómo los corporativos trasnacionales, tienen cada vez más influencia y poder a través de un supuesto altruismo, pero que en realidad encubre toda una operación financiera de alcances globales, como representantes de un neoliberalismo salvaje".

Harry Browne explica en dicho volumen que esas operaciones son como si un hombre "brinda ayuda humanitaria con la mano izquierda y con la derecha saquea a quienes auxilia".

Caso concreto, detalla Rabasa, “es una empresa textil que Bono y su esposa montaron en África para apoyar a los artesanos locales, pero como los costos eran muy altos, mandaron la maquila a China, para luego vender el producto como si hubiera sido fabricado en África.

"No es nada personal", reitera el autor. "La idea es situar a Bono y su figura dentro de esas estructuras de poder económicas neoliberales que auspician campañas humanitarias".


CALPU








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domingo, 26 de enero de 2014

¿LAS FARC-EP VAN GANANDO O PERDIENDO?

¿En qué quedamos entonces? ¿Las FARC van ganando o perdiendo? El problema, realmente, está en la misma manera de plantear la pregunta, que refleja una visión errónea del conflicto, como si fuera un enfrentamiento entre ejércitos, dejando de lado la compleja dimensión social de éste, así como su naturaleza irregular. Ambas visiones, aparentemente opuestas, están también íntimamente unidas al derivar más de un afán propagandístico que de un análisis objetivo de los hechos. Pese a la obsesión colombiana por el pensamiento maniqueísta, polarizante, la realidad del conflicto es bastante más compleja como para ser reducida en la fórmula simplista de “ganar o perder”.


¿EN QUÉ QUEDAMOS?
¿LAS FARC-EP VAN GANANDO O PERDIENDO?


Por José Antonio Gutiérrez D.

Dos versiones totalmente contradictorias, al menos en apariencia, circulan respecto a la situación militar de las FARC-EP en Colombia. Por una parte, el santismo y sus patrones en Washington plantean que, debido a los bombardeos aéreos, la guerrilla campesina está diezmada, desarticulada, patas para arriba (como diría el artículo reciente del Washington Post); en pocas palabras, derrotada [1]. Politólogos que posan de expertos del conflicto, pero que son en realidad propagandistas de oficio del ejército, repiten continuamente el libreto escrito por los generales. Por el contrario, el sector uribista plantea que esa era la situación hasta el 2010: desde entonces el movimiento guerrillero se habría recuperado “milagrosamente” de su embestida casi mortal debido a la pusilanimidad de Santos y que hoy estaría, en palabras del delirante Rafael Guarín, "ganando la guerra" [2]. Todos los días manosean estadísticas que demostrarían la capacidad de los insurgentes de golpear duramente al ejército: desde hace algunos años el ejército termina con unas 2.500 bajas anuales y el número de ataques, acciones ofensivas y ataques a infraestructura van también en alza sistemática. Y mientras durante el gobierno de Uribe Vélez los cadáveres de guerrilleros eran exhibidos con placer sádico en los medios, ahora a través de las redes sociales comparten las imágenes de soldados y policías mutilados en medio de acciones bélicas.

¿En qué quedamos entonces? ¿Las FARC van ganando o perdiendo? El problema, realmente, está en la misma manera de plantear la pregunta, que refleja una visión errónea del conflicto, como si fuera un enfrentamiento entre ejércitos, dejando de lado la compleja dimensión social de éste, así como su naturaleza irregular. Ambas visiones, aparentemente opuestas, están también íntimamente unidas al derivar más de un afán propagandístico que de un análisis objetivo de los hechos. Pese a la obsesión colombiana por el pensamiento maniqueísta, polarizante, la realidad del conflicto es bastante más compleja como para ser reducida en la fórmula simplista de “ganar o perder”.



Algunas precisiones sobre el estado del conflicto hoy 

Primero que nada, el conflicto colombiano no se resuelve en lo militar: es de carácter político, profundamente arraigado en cuestiones económicas, sociales, estructurales de la realidad colombiana. Por lo mismo, su solución no pasa por el campo de lo militar como un fenómeno aislado, sino por procesos sociales, de cambios estructurales, que alteren las raíces de la violencia política. Eso es, en resumen, la solución política. Ahí se equivocan de medio a medio los uribistas cuando creen que la cifra de policías o soldados muertos, por sí solas, acercarían a las FARC-EP al triunfo en sus propios términos.

Segundo, porque el nuevo cambio de tendencia en la guerra se comenzó a experimentar desde el segundo semestre del 2008 en adelante, es decir, a mitad del segundo período de Uribe Vélez. Desde entonces las acciones militares de la insurgencia vienen en alza y son cada vez más letales sobre las fuerzas armadas, con un efecto devastador sobre ellas en muchas partes, desmoralizándolas, exasperándolas, frustrándolas e impulsándolas a la retaliación ciega contra la población civil. El cambio de tácticas ha incluido francotiradores y una auténtica revolución en los explosivos mediante la creación de unidades tácticas de combate, comandos de élite como los “pisa suaves” y una mayor flexibilidad organizativa [3] . El Estado puede golpear a los insurgentes sólo desde miles de metros de altura, mediante bombardeos aéreos, que reciben una impresionante cobertura mediática, a diferencia de la situación muchísimo menos favorable de los soldados de a pie.

La ineptitud de los analistas para entender la nueva realidad del conflicto se refleja claramente cuando el cambio de táctica lo entienden como una "muestra de debilidad" y no como una adaptación exitosa a la nueva realidad del combate, particularmente, al enorme poderío aéreo desarrollado en Colombia gracias a la injerencia y la “inteligencia militar” de los EEUU. En entrevista concedida a la revista Semana, Camilo Echandía, personaje muy vinculado al gobierno de Uribe Vélez, por ejemplo, plantea que con los atentados explosivos, los guerrilleros farianos “no están atacando a la policía por medio de incursiones a una población, con destacamentos de hombres que tengan capacidad de destruir el puesto y resistir la acción de la fuerza pública por un tiempo, como lo hicieron las FARC en muchas ocasiones en el pasado. Son acciones explosivas que ponen al descubierto la carencia de capacidad de acción militar y de control territorial” [4] (opinión de la cual se hace eco el editorial del Espectador del 19 de enero) [5] . Precisamente el poderío aéreo y los modernos sistemas de inteligencia y satelitales de que dispone el Estado colombiano no permiten a los insurgentes grandes movilizaciones de tropas ni tomas guerrilleras de larga duración. Pero eso en una guerra irregular como ésta es irrelevante, pues la eficacia de la estrategia militar insurgente no se mide mediante ninguna de esas dos variables, sino por su capacidad de responder y golpear exitosamente al Estado y su patrocinador de Washington con sus propios medios artesanales.

La ilusión de la derrota militar de la insurgencia se cae por sí sola ante el peso de la evidencia, aún cuando las cifras oficiales estén claramente infladas –según el gobierno, habrían capturado más de 3.700 insurgentes en 2013, cifra a todas luces fantasiosa [6]. Como botón de muestra de la capacidad de golear de las FARC-EP, está la vergüenza que hicieron pasar a Santos en el norte del Cauca el 11 de Julio del 2012, al dejar en evidencia que no tiene el control de todo el territorio colombiano: tuvo que llegar a Toribío en helicóptero, pues todas las carreteras estaban tomadas por el 6º Frente de las FARC-EP, y dirigirse al país mientras silbaban balas por todas partes [7] . Tal vez esto no es exactamente una toma guerrillera, al estilo de Mitú, pero tampoco “fue el típico hostigamiento de dos o tres milicianos de civil que disparan un tiro o lanzan una pipeta y se camuflan en una casa. Fue un ataque protagonizado por grupos de guerrilleros uniformados que la fuerza pública no pudo repeler por tres días, ‘con 15 puntos de fuego’ contra el pueblo desde los cerros cercanos, según lo describió un oficial. Al menos uno de esos grupos, según los pobladores del lugar y varios militares que lo combatieron, tenía 30 integrantes.” [8] Este fue el contexto en el cual se dio paso, en unos meses, a las negociaciones de paz en La Habana.

El Estado, por el contrario, que ha buscado consolidarse militarmente en los territorios cuyo control ha arrebatado a la insurgencia, no consolida, es visto con recelo, desde hace un tiempo viene incluso perdiendo terreno ante el movimiento guerrillero que está hostigando constantemente. Es que en una guerra irregular como esta, la variable población/territorio, en relación a la cuestión del “control”, no es lineal.

Tercero, que pese a lo que plantean algunos analistas (que se basan exclusivamente en fuentes oficiales), las FARC-EP no está “patas para arriba” y descabezadas, como lo demuestra el reciente cese al fuego UNILATERAL decretado por los insurgentes por Navidad con el cual demostraron disciplina y control. El cese al fuego fue acatado a cabalidad, salvo algunas escaramuzas, pocas y sin mayor importancia, en su mayoría defensivas ante la demencial ofensiva militar [9] . Que lo hayan logrado mantener por un mes, con todo el rigor de la estrategia contrainsurgente colombiana redoblada, es algo asombroso. ¡Solamente León Valencia, funcionario oficioso al servicio del establecimiento, puede salir con el despropósito de recomendar a la insurgencia que decrete un cese al fuego (otra vez unilateral) todo este primer semestre de elecciones! [10] Una locura, si se toma en consideración la manera en que el gobierno reacciona a estos ceses al fuego. Para la insurgencia, hoy, abandonar la ofensiva militar donde la tienen y abandonar los hostigamientos donde no la tienen, sería una locura, sería pedirles que se dejen matar y bombardear de brazos cruzados. Valencia haría mejor, si realmente le importase la desgracia humana del conflicto con la cual se lucra como analista, en recomendar al gobierno de su amigo Santos negociar un cese al fuego bilateral.


 Entonces, ¿en qué quedamos? 

Primero, en que las FARC-EP no sólo no están derrotadas sino que han absorbido las lecciones de casi 15 años de Plan Colombia, y han adaptado exitosamente su estrategia al nuevo escenario de guerra. Las negociaciones con las FARC-EP, contrariamente a lo que plantea el mismo Santos, no son muestra de debilidad sino todo lo contrario. Nadie negocia con una guerrilla derrotada militar o políticamente. Si no, ¿por qué el Estado ignora negociar con el EPL? Ese movimiento guerrillero sí que está diezmado aunque en el Catatumbo ha constituido un importante bastión. Si el gobierno negociara con guerrillas debilitadas, habría partido negociando con ellos.

Segundo, que el conflicto no es sólo militar, sino social y armado. Por lo mismo, la apuesta revolucionaria de las FARC-EP va mucho más allá de lo que ocurre en el campo de batalla y el conflicto mismo es mucho más dinámico y complejo que las insurgencias alzadas en armas (FARC-EP, ELN, EPL). No puede analizarse de manera unidimensional el éxito de la insurgencia, como si una derrota militar fuera, mecánicamente, una derrota política o viceversa. El actual momento demuestra que las FARC-EP no han sido derrotadas ni en lo militar ni en lo político, y que ambos componentes deben ser entendidos dialécticamente. Mientras el gobierno se limita a rechazar las propuestas del movimiento guerrillero en la mesa de negociaciones, son los supuestos "narco-terroristas", los "bandidos sin ideología" los que han desarrollado toda una serie de propuestas que demuestran que tienen una visión de una Colombia alternativa y una capacidad importante para hablar al país. Lo que buscan es que el otro país, el que vive más allá de las comunidades, resguardos, zonas de colonización, del mundo rural, los escuche. Nada de esto se resuelve con las armas.


La pregunta de si las FARC-EP ganan o pierden en lo militar está, de entrada, mal formulada. Solamente tiene sentido desde la perspectiva de aquéllos que, sin nunca haber puesto a uno de los suyos en la línea de combate, se lucran del conflicto y se benefician con una guerra sucia declarada contra el conjunto del pueblo.

NOTAS:





Esta entrevista es a raíz del atentado de Pradera, atribuido, sin pruebas a las FARC-EP. Sobre el particular, puede revisarse un artículo previo en el que se cuestiona la adjudicación inequívoca al movimiento guerrillero de este atentado en base a las amenazas paramilitares sobre personas de la comunidad esa misma semana, http://anarkismo.net/article/26636

[5] Insistiendo (sin pruebas ni investigaciones periodísticas) que el atentado de Pradera fue obra de las FARC-EP, repiten las opiniones de Echandía, insistiendo en “la falta de capacidad de la guerrilla para acometer las acciones que antes hacía con más facilidad: invadir pueblos, tomárselos a la brava, ganarle en número y en capacidad militar a la fuerza del Estado. No es así hoy: ponen una bomba cerca de una estación de Policía a ver qué pasa. Sí, es claro, las Farc están disminuidas en número y potencia.” http://www.elespectador.com/opinion/editorial/claridad-articulo-469432




[9] Ver análisis de Yezid Arteta




 (*) José Antonio Gutiérrez D. es militante libertario residente en Irlanda, donde participa en los movimientos de solidaridad con América Latina y Colombia, colaborador de la revista CEPA (Colombia) y El Ciudadano (Chile), así como del sitio web internacional www.anarkismo.net. Autor de "Problemas e Possibilidades do Anarquismo" (en portugués, Faisca ed., 2011) y coordinador del libro "Orígenes Libertarios del Primero de Mayo en América Latina" (Quimantú ed. 2010).









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sábado, 25 de enero de 2014

LA MIMO VICEPRESIDENTA

A ella, la coronela del régimen de Otto Pérez Molina, militarista hasta el tope y prepotente hasta donde no va más, lo que le ardía, lo cáustico en sus ojos era su vanidad herida, su arrogancia bajada de sopetón con una simple puñada de cereal molido. Ella no lagrimeaba por que le ardieran los ojos, lloraba porque nunca, jamás, imagino que alguien pudiera hacerle eso a ella: mujer ahora rica con renuencia a rendir informes sobre sus ingresos, vicepresidenta de Guatemala.


LA MIMO VICEPRESIDENCIAL DE GUATEMALA


Por María de los Ángeles Roca

Bueno, nunca se sabrá cuántos guatemaltecos se rieron y cuántos se enfadaron cuando la vicepresidenta guatemalteca, Roxana Baldetti (censora de prensa, por cierto, durante la cortísima dictadura de Jorge Serrano Elías) fue víctima de unas osadas muchachas, lesbianas confesas y mariguaneras consumadas, las cuales decidieron por inciertas razones o simples impulsos, transformar a la señora Baldetti en un mimo de gravísima seriedad, sin sonrisa y sin movimientos histriónicos. Se pueden decir muchas cosas a favor o en contra de ella, pero lo que sí es insoslayable e irremediable, es que la puntada de humor de ese cenáculo de señores y señoras acartonadas, prestas a escuchar las palabras del presidente;  lo hizo ella, sin estar planificado en la agenda del informe presidencial. Su ancha cara, sus labios gruesos y sus grandes ojos lucieron divertidos, provocaron la risa al verlos extraviados en su blanqueada cara, como mimo francés, que sería una caracterización amable;  dado la grosería tan propia de esta mujer. Más bien parecía un muñeco tragabolas, de aquéllos fantoches boquiabiertos que se  instalan en los campos de feria para intentar meterles por la amplia boca unas pelotas de madera o de goma. A ella, la coronela del régimen de Otto Pérez Molina, militarista hasta el tope y prepotente hasta donde no va más; un golpe de ese calibre, implícito de total irrespeto a su alta investidura institucional, tal su condición de vicepresidenta de Guatemala;  le caló profundo. Y su hospitalización no fue, ciertamente, por la inexistente inflamación de sus ojos porque desde un principio la prensa reporto que el polvo lanzado era harina. No. Lo que le ardía, lo cáustico en sus ojos era su vanidad herida, su arrogancia bajada de sopetón con una simple puñada de cereal molido. Ella no lagrimeaba por que le ardieran los ojos, lloraba porque nunca, jamás, imagino que alguien pudiera hacerle eso a ella: mujer ahora rica con renuencia a rendir informes de sus ingresos, vicepresidenta de Guatemala y efectiva castradora de cuanto hombre, empleado o afiliado gira a su alrededor, incapaz de escaparse de su enorme fuerza gravitacional de prepotencia. Ella lo ha dicho: “No se me puede decir no”. 

Las cosas deben analizarse desde dos planos: el primero sería el atropello a su condición de mujer por otras mujeres y que salvaguardó a las feministas extremas de despotricar contra el varón si eventualmente éste hubiese sido el agresor. Pienso que su condición de mujer merecía respeto y esa acción debe ser condenada por ser totalmente inadecuada. Pero si nos vamos al plano de gobernante y política trapacera ¡qué merecido lo tenía! Son recurrentes sus abusos  -incluso atropelló a Peña Nieto con sus torpes declaraciones-, sus actos de intolerancia, sus ambiciones sin límites, su arrogancia y su rapidísimo enriquecimiento del cual no ha podido dar la debida cuenta, cuando nunca en realidad lo ha hecho. Esa cara de mimo, pues, es para la historia. Pues a muchos gobernantes les lanzan tomates o huevos, pero eso de blanquarle la cara a un alto magistrado de la nación es único en la historia de la vida política nacional e internacional.


Todo un record guiness.








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