El gobierno de los EE.UU y
la prensa occidental disfrutan acusando a China de producir cifras poco
confiables, sin embargo es ampliamente reconocido que no existe en el mundo
estadísticas económicas tan deliberadamente engañosas y de escasa confianza
como las de los Estados Unidos.
LAS DUDOSAS CIFRAS EN LAS
ESTADÍSTICAS ECONÓMICAS DE
LOS EE.UU.
El gobierno de los EE.UU y la prensa occidental disfrutan acusando a China
de producir cifras poco confiables, sin embargo es ampliamente reconocido que
no existe en el mundo estadísticas económicas tan deliberadamente engañosas y
de escasa confianza como las de los Estados Unidos. Sin embargo, una
característica más de la Gran Transformación fue la innovación del gobierno de
los Estados Unidos en la fabricación de estadísticas que elevaron la distorsión
económica a una forma de arte.
El desempleo es más del doble de lo declarado oficialmente,
La inflación más de tres veces, y el
PIB menos de dos tercios de las cifras publicadas.
Lo mismo ocurre con las estadísticas sobre salarios, vivienda y más.
Muchos investigadores han publicado estudios que demuestran que en casi
todas las áreas, las estadísticas económicas oficiales de los EE.UU están
severamente distorsionadas para pintar una imagen positiva muy alejada de la
realidad.
Como señaló un comentarista:
“Las cifras de empleos son fraudulentas, la tasa de desempleo es engañosa,
las medidas de la inflación están subestimadas y la tasa de crecimiento del PIB
está exagerada. Los estadounidenses viven en una matriz de mentiras”.
Con la complacencia de los medios de comunicación que controlan la
narrativa, pocos estadounidenses tienen idea del verdadero estado de su
economía o las consecuencias personales de estas manipulaciones estadísticas.
Producto Interno Bruto
No es necesario ser un economista para apreciar las dificultades en la
comparación de las tasas nacionales del PIB ni las posibilidades de engaño en
su compilación.
Como un ejemplo, si nuestros dos países y economías son idénticos pero el
suyo tiene una tasa de divorcios más alta, los honorarios legales y otros
costos del proceso de divorcio se agregarán a la producción económica de su
nación y su país tendrá un PIB más alto. Eso no significa que su gente sea más
rica ni que su país sea un mejor lugar para vivir. Del mismo modo, si su país
es tan intensamente contencioso como los EE.UU, todos esos miles de millones en
honorarios legales por demandas judiciales se agregarán a su PIB. Pero, de
nuevo, eso no significa que su gente sea más rica. De hecho, a excepción de los
abogados, todos son más pobres, y es casi seguro que no es un lugar mejor para
vivir.
Lo mismo sucede con la educación y la atención médica. Si mi país tiene un
sistema de salud patrocinado por el gobierno, y escuelas y universidades
públicas, sus bajos costos se registrarán en mis cálculos del PIB. Si su país,
como los EE. UU, cuenta con sistemas educativos y de atención de salud privados
y con fines de lucro, los costos mucho más altos se registrarán en las
estadísticas de su PIB como un reflejo de una producción económica mucho más
alta. Pero eso no significa que su gente sea más rica que la mía, y de hecho
son mucho más pobres porque deben gastar un alto porcentaje de sus ingresos en
atención médica y educación.
Si su país, como los Estados Unidos, gasta más de $ 1 billón en sus fuerzas
armadas cada año, estos gastos se incluirán en sus estadísticas nacionales y
esto solo haría que para nosotros fuera casi imposible competir sobre la base
del PIB. Pero todo ese gasto militar no enriquece a su pueblo; más bien, lo
empobrece, y todas esas matanzas no hacen de su país un lugar mejor que el mío,
incluso si lo hace para hacer que el mundo sea seguro para la democracia.
A partir de los ejemplos anteriores, debería ser evidente que hay muchas
categorías de transacciones que sirven para inflar en gran medida los números
del PIB, pero que no indican riqueza en una nación, y de hecho pueden ser
indicadores de pobreza.
Debería ser evidente que algunos sectores del PIB de una nación sirven para
enriquecer a unos cuantos individuos, mientras que la gran mayoría de la
población se vuelve más pobre. El cuidado de la salud es un ejemplo obvio,
donde los propietarios de compañías de seguros y farmacéuticas, hospitales y
clínicas con fines de lucro, son de hecho más ricos, mientras que prácticamente
toda la población es más pobre. Las fuerzas armadas son otro claro ejemplo, ya
que solo los fabricantes de armas y los banqueros se enriquecen después de una
guerra, mientras que a la población desposeída le tocará pagar el costo por
generaciones.
Del mismo modo, también debería ser obvio que una nación como Estados
Unidos que ha privatizado la mayor parte de la infraestructura física y social
tendrá un PIB más alto que un país como China, donde la infraestructura básica
es propiedad del gobierno.
El sistema penitenciario de los Estados Unidos es un buen ejemplo de un
servicio que le costaba a los contribuyentes $ 20 mil millones antes de ser
privatizado, y $ 80 mil millones después. Eso sirvió para incrementar el PIB en
$ 60 mil millones, sin embargo solo unas pocas personas se enriquecieron en el
proceso, mientras que millones quedaron empobrecidos y la sociedad sin experimentar
una mejora sustancial.
La contabilidad básica nos dice que si alguien recibe dinero, alguien más
debe haberlo pagado, porque el dinero realmente no crece en los árboles. En el
caso de la privatización, todas las personas deben pagar tarifas y recargos
mucho más altos a las empresas privadas de lo que pagaban antes al gobierno, y
son precisamente esos aumentos de las tarifas y recargos extraídos de la cuenta
bancaria de cada ciudadano los que crean el aumento del PIB.
También debería ser obvio que si China vendiera
sus hospitales y su sistema ferroviario de alta velocidad a inversionistas
privados (como desesperadamente quieren los estadounidenses que lo haga China),
el PIB, la tasa de pobreza y la disparidad de ingresos de China aumentarían
considerablemente. Cuando Kunming vendió su mejor hospital infantil a empresarios
privados, las tarifas cobradas a los pacientes ya estaban en camino de duplicarse;
el enorme incremento de esos costos aumentarán el PIB de China, pero miles de
familias en Kunming ahora serán más pobres.
El aumento de las tarifas por parte de las empresas privadas aumentará el
PIB, mientras que esa misma cantidad será exprimida del poder adquisitivo de
cada ciudadano y concentrada en unas pocas manos. Esta es aritmética de tercer
grado. No puede ser de otra manera.
De manera similar, la economía de los Estados Unidos está tan altamente
financiarizada que casi la mitad del PIB proclamado consiste simplemente en
asientos de libros que transfieren dinero de una cuenta a otra, esto de ninguna
manera es comparable a la producción real manufacturera o la provisión de
servicios reales. Cuando eliminamos aspectos de la financiarización de las
cuentas, el PIB real de EE.UU se reduce en casi un 50% y el ingreso nacional
per cápita se reduce a alrededor de $ 15,000.
De lo anterior, puede observarse que el tamaño del PIB de una nación puede
ser en gran parte irrelevante para la riqueza y la prosperidad de esa nación, y
que comparar naciones en base al PIB está lleno de dificultades y argumentos.
El PIB solía ser una medida simple de los bienes y servicios producidos en una
nación, y en algún momento en el pasado probablemente llegó a ser un indicador
preciso, pero poco a poco se convirtió en una forma de registrar el puntaje en
un juego de “el mío es más grande que el tuyo”. Por lo tanto, además de los
problemas reales descritos anteriormente, también tenemos a los EE.UU constantemente
tratando de modificar las reglas para aumentar su puntaje al concebir formas
cada vez más creativas para aumentar los números del PIB.
Una argucia ingeniosa del gobierno de los EE.UU es algo llamado “imputed
rent” (“renta imputada”) que significa que si usted es propietario de una casa,
el gobierno agrega al PIB la cantidad que habría tenido que pagar en alquiler
(pero no lo hizo), bajo el perverso criterio de que si usted no fuera el dueño
de esa casa, habría tenido que pagar este alquiler. Este solo detalle agregó
alrededor de $ 1.6 billones, o 15% al PIB de los EE.UU. Además, el PIB se
ajusta (a la baja) por la inflación, por lo que, como verá en un momento, los
EE.UU descaradamente tergiversa su tasa de inflación anual que infla
automáticamente su PIB en aproximadamente otros $ 2.3 billones, o alrededor del
20%. Estos dos elementos por sí solos indican que el PIB de los EE.UU está falsa
y artificialmente inflado en aproximadamente un 35%.
De acuerdo al esquema anterior de la renta imputada, usted como propietario
de una vivienda que vive en su hogar es tratado como si fueran dos personas,
como inquilino, que paga una renta "imputada" (cuento de hadas) y
como un propietario que administra una pequeña empresa que posee y alquila la
casa. Usted como inquilino, paga un alquiler simulado que ingresa en el PIB simulado,
y usted, como dueño, tiene un ingreso simulado por alquiler que se destina al
Ingreso Nacional per cápita simulado del país. Los economistas estadounidenses afirman
que esta "teoría de la renta imputada puede parecer más natural si uno se imagina
el caso extremo de una sociedad en la que todos producen sus propios alimentos
y construyen sus propias casas; sin imputación el PIB sería cero”. Los
economistas del gobierno de los Estados Unidos han producido otras innumerables
y confusas explicaciones sobre por qué esta renta imputada es apropiada y
realista. Si esto fuera cierto, el PIB y el Ingreso Nacional de la nación
también deberían aumentar por el hecho de que su casa es un restaurante y usted
un cliente, y también cuando tiene relaciones sexuales con su esposa en lugar
de ir a un burdel.
El ingreso per cápita
La cifra que vemos con más frecuencia en relación al ingreso promedio per
cápita de los Estados Unidos es de alrededor de $ 47,000, una cifra que procede
directamente de la tierra de las fantasías. Primero, la “renta imputada” que
mencioné anteriormente se ingresa no solo en el PIB sino también en las cifras
del ingreso nacional promedio, lo que significa que el ingreso de cada
propietario de vivienda está inflado por su inexistente “ingreso por alquiler”.
La eliminación de esta cantidad ficticia específica reduce el ingreso real per
cápita de los Estados Unidos a aproximadamente $30,000, o más o menos el mismo
nivel que Grecia o Eslovenia, un nivel que ha estado constantemente mermando
desde 2008. Otras cantidades ficticias lo reducen aún más.
Un inteligente participante en
internet comentó lo siguiente:
“Como muchas otras cosas sobre Estados Unidos, la riqueza de la nación y
los altos ingresos anuales son solo otro mito, y de repente mucha de la
discordante información que recibimos a cerca de los EE.UU empieza a tener sentido: las
historias documentadas sobre la galopante pobreza en toda la nación, los hogares
de clase media que tienen que depender
del crédito para mantener su nivel de vida en deterioro, jubilaciones
diferidas, quiebras".
Absolutamente correcto. Efectivamente, una minoría cada vez más pequeña de
la población de los Estados Unidos está prosperando, mientras que una creciente
mayoría vive en la pobreza y en los barrios marginales, está en bancarrota, no
puede encontrar trabajo, no puede permitirse el lujo de jubilarse, su
supervivencia diaria depende de las donaciones del gobierno, y ya no puede
darse el lujo de ir al médico. Pero la maquinaria propagandística persiste en
difundir una imagen falsa de una mansión que resplandece en una colina.
Tasa de inflación
Un autor señaló que:
"Si hoy en día la inflación en Estados Unidos se calculara mediante
los mismos métodos estadísticos utilizados antes de la década de 1980, la tasa
real sería casi un 10% más alta que la declarada hoy por el gobierno de los
Estados Unidos".
Y eso es correcto, pero este grave error en el cálculo del IPC (Índice de
Precios al Consumidor) resulta fraudulento en más de un nivel. Primero, engaña
seriamente a los estadounidenses en cuanto al estado de la economía, desviando
la culpa de la FED (Reserva Federal) y el gobierno hacia la gente. Después de
desatar la enorme destrucción económica a principios de la década de 1980, la
FED no quería que el público supiera como habían sido arruinados y saqueados, e
inmediatamente implementó la producción de estadísticas económicas cada vez más
fraudulentas, con mentiras que se han incrementado
año tras año.
Estas falsas estadísticas también implican un enorme fraude financiero, el
robo de innumerables miles de millones de dólares del pueblo estadounidense por
parte de su propio gobierno. La razón es que todos los pagos de la Seguridad
Social, asistencia social y alimentaria, y otros elementos están vinculados a
la tasa de inflación y se ha dispuesto que aumenten cada año para cubrir los aumentos reales en el
costo de vida. Pero dado que el gobierno de los EE.UU deliberadamente minimiza
la tasa de inflación en aproximadamente un 10%, todos los beneficios de la Seguridad
Social han sido subvalorados y los pagos reducidos por este monto, calculado
anualmente, por lo que la Seguridad Social, muchas pensiones y otros pagos
deberían ser aproximadamente un 70% más altos de lo que son hoy
En el cálculo de la inflación y el índice de precios al consumidor (IPC),
los estadounidenses han sido tan innovadores que han tenido que inventar
categorías separadas para encerrar todos sus cálculos fraudulentos. Aquí
tenemos algunos:
(1) Exclusiones:
Los funcionarios estadounidenses se dieron cuenta de que la forma más fácil
de reducir el IPC estimado, era sencillamente excluir cosas, por lo que
inventaron una medida que llamaron "inflación subyacente". Eso
debería significar las porciones principales o más importantes de los aumentos
de precios, los más críticos para los consumidores, pero no. La definición
estadounidense excluye precisamente estos elementos críticos como alimentos y
combustible, eliminando los elementos más importantes de las estadísticas de la
inflación, creando así una imagen totalmente falsa. Medir la inflación obviando
los alimentos y la energía es casi lo mismo que medir la inflación después de
restar toda la inflación.
(2) Sustitución:
Luego, los estadounidenses encontraron otra forma de excluir cosas, idearon
lo que denominaron un “efecto de sustitución”, lo que significa que cuando los
precios de la carne suban, el público dejará de comprar carne y comprará pollo.
Esa parte es cierta, pero lo ingenioso es su conclusión de que, dado que ya no
estamos comprando carne de res, pueden eliminarla de los cálculos de inflación.
Así que ahora, cuando el precio de algo sube, el Departamento de Trabajo de los
Estados Unidos simplemente lo elimina de los cálculos y lo sustituye por algo
más barato. ¡Ahí está! No hay inflación. Pero, por supuesto, todo es una gran
mentira. El US Farm Bureau mide el aumento de los precios de una canasta de
productos idéntica y la diferencia es grande: del 2007 al 2008, el Departamento
de Trabajo informó una inflación de solo 4.1%, mientras que la inflación real
reportada por el FB fue de 11.3%.
(3) Ponderación geométrica:
Otra argucia ingeniosa es reducir arbitrariamente la severidad de los
aumentos de precios cuando algunos precios están aumentando rápidamente, como
regularmente sucede con los precios del petróleo. El gobierno dictaminó que si
el precio de un artículo aumenta "demasiado rápido", la gente lo usará
menos, por lo que ante cualquier rápido incremento de precios, el gobierno de
EE.UU reduce su relevancia en el cálculo del IPC. Por ejemplo, la atención
médica representa aproximadamente el 17% del PIB, pero se le asignó una
ponderación de solo el 6% porque los costos reales de salud están aumentando.
Esto sólo reduce el IPC de EE.UU en varios puntos porcentuales. En los dos
casos anteriores, debe quedar en claro que el gobierno de los EE.UU no registra
los aumentos reales de precios -en otras palabras, la inflación real- sino que
registra un comportamiento ficticio del consumidor ante los fuertes aumentos de
precios.
(3) Hedónicos:
Esta maquinación realiza ajustes arbitrarios por supuestas mejoras de
calidad en bienes y servicios. Como ejemplo, un electrodoméstico puede haber
tenido un precio de $ 400 pero experimentó una pequeña mejora en un modelo posterior. Los funcionarios arbitrariamente
asumieron que la mejora equivalía a $ 150 y que ahora el precio del
electrodoméstico era de solo $ 250, y luego usaron esa cifra para calcular el
IPC, mostrando una disminución del 40% en los precios de los electrodomésticos,
cuando en realidad el precio no experimento ningún cambio. Este tipo de ajuste
ahora se aplica a casi el 50% de todos los elementos contenidos en el cálculo
del IPC de los EE.UU.
Desempleo
En julio de 2013, Mortimer Zuckerman escribió un artículo razonado e
informado para el Wall Street Journal, titulado “The Full-Time Scandal of
Part-Time America” o "El escándalo de la jornada completa en los Estados
Unidos de la jornada parcial" (1)
en el que, educadamente, demolió las estadísticas del desempleo del gobierno de
los Estados Unidos, al señalar que los casi 300,000 "nuevos empleos"
creados en junio de ese año eran en su mayoría humo, en el que los trabajos a
tiempo completo se desplomaron en más de 500,000, en tanto que el trabajo a
tiempo parcial aumentó en aproximadamente 800,000, una distinción que la
Oficina del Trabajo consideró indigna de mencionar. Los empleos mal pagados
ahora representan casi la mitad de todo el crecimiento del empleo y aun así,
menos del 60% de los estadounidenses tienen un trabajo de cualquier tipo. En un
mes, el gobierno de EE.UU enumeró una gran cantidad de nuevos empleos en el
comercio minorista, pero eso era claramente imposible sobre todo cuando los
principales minoristas como JC Penny, Macy's, Sears y las cadenas de tiendas de
dólar estaban en problemas y cerrando
locales, y los centros comerciales estaban tan desesperados por atraer
inquilinos que alquilaban espacios por día o por hora. Zuckerman señaló que
después de que la ley de atención médica de Obama ordenara la provisión de un
seguro médico a todos aquellos que trabajan más de 30 horas por semana, las
compañías inmediatamente redujeron las horas de los trabajadores a menos de 30,
a menudo dividiendo un trabajo de tiempo completo en dos trabajos de medio
tiempo, para evitar el costo de ese beneficio.
Dave Kranzler escribió que "el informe sobre el empleo de Estados Unidos es probablemente el
informe más fraudulento producido por el gobierno". (2) Todos los meses
desde 2008, a través de una serie de distorsiones, el gobierno de EE.UU ha
estado intentando engañar a la población sobre una "recuperación"
inexistente que, según afirma falsamente, ocurrió en 2009. A pesar de toda la
propaganda, la verdad es que la economía de EE.UU, todavía está en el fondo,
más o menos donde estaba en 2008, sin recuperación de ningún tipo y sin nuevos
empleos netos creados. La publicidad sobre la creación de 'trabajos en el
sector de servicios' y 'trabajos de atención médica' esconde el empleo mal
pagado para los empleados del comercio minorista y la atención domiciliaria
para las personas mayores, y las estadísticas de desempleo han experimentado el
mismo tipo de creatividad que el IPC: Si una categoría resulta problemática o
vergonzosa, el gobierno simplemente la omite de los cálculos.
El gobierno de los Estados Unidos no tiene reparos en manipular y
reorganizar números y categorías para producir resultados, por inexactos y
deshonestos que sean, que colocan a los Estados Unidos a la cabeza. En
noviembre de 2014, Glenn Kessler informaba en el Washington Post sobre la
afirmación de Obama ante los líderes del Congreso: “Mientras viajo a Asia para
la Cumbre del G-20, estoy en condiciones de afirmar que en realidad hemos
creado más empleos aquí en Estados Unidos que en cualquier otro país avanzado”,
una afirmación que por supuesto era falsa. (3) Su definición de naciones
avanzadas omitió a todas aquellas que realmente estaban creciendo en lugar de
retroceder, naciones como China, Rusia, Brasil, India, Indonesia y México. Quizás
su posición más deshonesta fue omitir el hecho de que el empleo a tiempo
completo profesional y de clase media para personas educadas ha desaparecido a
un ritmo alarmante, creando únicamente puestos de trabajo poco atractivos, de
salario mínimo y a tiempo parcial, con los cuales las familias no pueden
sobrevivir sin la asistencia social y cupones de alimentos. Kessler señaló que
la afirmación de que EE.UU ha creado 6 millones de "nuevos" empleos
se compara con China, que ha creado más de 50 millones de nuevos empleos desde
el 2010. Kessler finalizó su artículo con el comentario de que, "uno tiene
que maravillarse con los ingeniosos economistas en el La Casa Blanca que
lograron fragmentar los números para producir (estos 'hechos')”.
Jim Clifton, CEO de Gallup, en una entrevista con CNBC, calificó las cifras
del desempleo del gobierno de los Estados Unidos como "una gran
mentira", explicando que:
“Si usted trabaja un mínimo de una hora por semana y le pagan al menos $
20... usted no está siendo oficialmente considerado como desempleado. Si posee
un diploma en química o matemáticas y está trabajando 10 horas a tiempo parcial,
porque es todo lo que puedes encontrar... el gobierno no lo contabiliza”.
Para enfatizar aún más el peligroso estado de la economía y el panorama
laboral de los Estados Unidos en la actualidad, solo el 60% de los trabajadores
elegibles en los Estados Unidos tienen trabajo. Según las propias estadísticas
del gobierno, un 40% de todos los ciudadanos en edad laboral no tienen empleo,
pero los funcionarios aún insisten en una tasa de desempleo de solo el 6%. Para
sumar a la catástrofe laboral, se ha informado que el segmento de más rápido
crecimiento de la fuerza laboral en los EE.UU son las personas de 65 a 75 años
de edad, personas que deberían estar jubiladas pero que no pueden vivir de sus
escasas pensiones y una asequible atención médica y deben sacrificar su años de
retiro y volver a la fuerza laboral para sobrevivir.
Supongo que este comentario no estaría completo sin mencionar las cifras de
China, al menos desde el punto de vista estadounidense. Para cualquier país,
pero especialmente para China, las estadísticas económicas son aceptables si a
los estadounidenses les parecen las cifras, de lo contrario son "poco
confiables", la acusación asume el lugar de la prueba.
Mientras Vietnam, Laos y Camboya insisten en más de 5 millones de muertes
durante la guerra de Vietnam, los estadounidenses solo admiten un millón ya que
"las estadísticas vietnamitas son notoriamente poco confiables".
Tenemos el mismo problema con las estadísticas económicas de China: a los
estadounidenses no les parecen las cifras y, por lo tanto, descartan a los
especialistas en estadística de China como "no calificados" y sus
estadísticas como "poco confiables", otra vez las acusaciones asumen
el lugar de las prueba. Observemos aquí que la Reserva Federal de los EE.UU (y
otros notables economistas) llevaron a cabo sus propios análisis de las
estadísticas económicas de China y confirmaron que el crecimiento real del país
estaba en línea con las cifras oficiales.
Los especialistas de China producen sus datos estadísticos para los chinos, no para los estadounidenses,
por lo que no se molestan en explicar su metodología, dejando así a los estadounidenses
en la oscuridad, deseosos de tener acceso a los cuantiosos detalles de la
economía de China que no pueden derivarse fácilmente de los datos estadísticos
brutos. Y cuando los estadounidenses llaman, nadie responderá a sus preguntas,
por lo que acusan a los chinos de ser "poco confiables", de
falsificar los datos, de exagerar, de tener quizás "dos juegos de
libros" para que el gobierno pueda saber "lo que realmente está
sucediendo" con la economía. Según Mark Magnier del Wall Street Journal
(¿dónde más?), un nuevo conjunto de datos muy útiles ha “planteado nuevas dudas
sobre la confiabilidad de las propias estadísticas de China”, con el Citibank atentamente
colaborando con "Crecimiento probablemente exagerado", al igual que algunos
'investigadores' imparciales de occidente que
afirman que los números se inflaron en casi un 100%. De nuevo, las
acusaciones sustituyendo a las pruebas.
Pero el verdadero propósito de estos ataques fue dilucidado por un profesor
de economía de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, Carsten
Holz, un hombre que incluso escribió un artículo sobre "la calidad"
de las estadísticas del PIB de China, quien dijo que las estadísticas chinas
sufren “una atroz falta de transparencia”. Esa declaración se traduciría
libremente como “queremos saber más, pero no nos lo dirán porque (1) creen que
no es asunto nuestro y (2) piensan que encontraremos formas de usar sus datos
en su contra”. Correcto en ambos aspectos.
Notas