Tuve la oportunidad de saludarlo brevemente al
respetable sacerdote Víctor Ruano, una noche que me tocó dar el discurso
oficial de URNG un 29 de diciembre en el parque Rosendo Santacruz de la ciudad
de Jutiapa, hace como tres años. No lo conocía personalmente pero ya había oído
hablar de él. En el edificio de la Gobernación Departamental
nos sentamos en sillas distantes y no pudo intercambiar palabras, sin embargo,
valoraba desde ese tiempo su apoyo a las causas populares, principalmente la
lucha en contra de la minería dirigida en ese tiempo por fray Armando. Acompañé
algunas marchas convocadas por el religioso en Asunción Mita y respecto al
padre Víctor, le busco siempre los domingos en el diario para leer y apreciar
sus justas y cristianas opiniones. Tuve la misma impresión con él cuando tuve
el honor de conocer a monseñor Cabrera, obispo de Jalapa, en el lago de Güija, en un encuentro
trinacional (Guatemala, El Salvador y Honduras) donde se dieron a conocer las
gravísimas consecuencias ambientales y contra la vida humana de la práctica de
la minería a cielo abierto. Quedé, sinceramente, conmovido por el olor de
santidad, por su alta educación, por sus dotes de auténtico de pastor de
monseñor. Lo comenté con amigos y familia y hasta la fecha creo que este
venerable anciano de ojos claros es ejemplo de santidad: “Hay santos vivientes
en nuestra patria”, pensé. Hoy que leo sobre los vendepatrias del párroco de Jutiapa, me siento igualmente conmovido
e indignado. Este pueblo no es tonto. Que no vengan a decirnos que lo hecho por
el Ministro de Energía y Minas es un logro porque “generosamente” la minera nos
dará un 5% de regalías. Ya empezó el nuevo gobierno a hacer las cosas mal y de
algún modo se empieza tempranamente a marchitar la esperanza y columbrar nuevos
tiempos y espacios de lucha contra ese poderoso poder fáctico transnacional y
los desaciertos gubernativos. Pero afortunadamente hay hombres honestos,
valientes y dignos pastores como el padre Víctor, cuyas acciones y palabras se
deben seguir y respaldar. A continuación ofrecemos el artículo del padre Víctor
Ruano, cura párroco de Jutiapa. Luciano Castro Barillas.
VENDEPATRIAS
El clamor por el rechazo a la explotación minera,
si no se atiende, puede causar ingobernabilidad.
No tengo reparo alguno en calificar de
vendepatrias a los políticos, autoridades, empresarios y ciudadanos que apoyan
y defienden la explotación minera de metales en el país, así como se está
llevando a cabo y con la ley que la regula. Lo hago en nombre de los
participantes en las 58 consultas populares realizadas a la fecha, de las
múltiples manifestaciones en todos los rincones de la Nación , y de los más de
cinco mil que el domingo pasado en Jutiapa se manifestaron en contra de la
minería. Todos expresan un NO rotundo a esa actividad extractiva de metales. El
clamor por el rechazo a la explotación minera van in crescendo y puede ser causa de conflictividad social, si no se
escucha y atienden las demandas del pueblo.
Es una vergüenza que el general Otto Pérez
Molina y su equipo, autodenominado el gobierno del cambio, se arrastren como
esclavos sin dignidad ante los poderosos amos de las empresas mineras para que
les den “voluntariamente” unas cuantas regalías más, que no son sino unas pocas
migajas con las que les tapan la boca, mientras el pueblo y su entorno
ambiental quedan otra vez sometidos a la lógica del capitalismo salvaje de
corte transnacional y voraz.
Señores y señoras, ustedes que se llaman
“patriotas”, ¿es que no se dan cuenta que en cualquier lugar de Guatemala donde
se ha instalado una mina de metales se incrementan los conflictos sociales,
proliferan grupos armados, los vecinos entran en una dinámica de división y
confrontación y los campesinos se sienten provocados para vender sus tierras,
agudizándose así su extrema pobreza?
Esas regalías, que ustedes del gobierno actual
están mendigando, ni cosquillas le provocan a las empresas mineras, pues tanta
es la voracidad de los dueños del capital transnacional por explotar nuestros
recursos naturales que no les importa nada la creciente opinión de rechazo de
amplios sectores de la comunidad internacional, ni tampoco les importa lo que
pueda suceder con las personas, las familias y las comunidades vecinas al área
de explotación, que quedan en alto riesgo al estar en contacto con metales
pesados y expuestas a muchas enfermedades cancerígenas, de la piel y
respiratorias, especialmente de la gente más pobre. Al capitalismo le interesa
el lucro, no la persona.
Además, señores “patriotas”, está comprobado
que la minería de metales, en naciones pobres como las nuestras, que no cuentan
con una legislación adecuada que proteja y defienda a la persona humana y los
recursos naturales, siempre ha dejado una estela de desnutrición y miseria
espantosas. Pues las empresas mineras se instalan con prepotencia y engaños,
extraen inmisericordemente los minerales, destruyen todo signo de vida,
consumen escandalosas cantidades de agua y contaminan sus fuentes, van dejando
un panorama triste de pobreza, desolación y muerte en las tierras que nunca más
verán florecer su manto natural y su entorno humano.
Ustedes “patriotas”, al igual que sus
predecesores, no sean vendepatrias. Si en verdad son el gobierno del cambio,
promuevan la vocación forestal y agrícola del país y no aparezcan como edecanes
o mandaderos de las empresas canadienses y estadounidenses.
Víctor Ruano, párroco de la ciudad de Jutiapa, Guatemala
Publicado por: Marvin Najarro