sábado, 7 de enero de 2012

El espantajo


Joseph Goebbels, el ministro de propaganda nazi, dijo que  "una mentira repetida mil veces terminará siendo verdad". Acabará creyéndola  la gente.  Es de vital importancia para el Estado usar todo el poder a su alcance para reprimir la verdad, que es el enemigo mortal de la mentira y, por lo tanto, la verdad es el mayor enemigo del Estado. Desde hace mucho tiempo se ha venido repitiendo de manera constante, por todos los medios de comunicación, principalmente de los EE.UU y Europa, que Irán y su presidente Mahmud Ahmadineyad  son una amenaza para la paz mundial. Pero sobretodo se ha propagado, falsamente, que Irán constituye una “amenaza existencial” para el “Estado Judío", algo que ha sido desmentido por el mismo ex jefe de los servicios de inteligencia de Israel (MOSSAD), Meir Dagan, quien además dijo que una guerra con Irán, “era una de las mas estúpidas ideas.” Recientemente la cadena hispana de televisión Univisión, haciendo eco de esa propaganda desinformativa que emana de Washington, sacó al aire un dudoso, por no decir falso, documental en el cual se acusa a Irán, Venezuela y Cuba de estar planeando ataques cibernéticos desde México. No se necesita tener muchos dedos de frente como para no darse cuenta de tamaña mentira, pues como  se ha difundido ampliamente, son los Estados Unidos e Israel quienes están llevando a cabo una guerra cibernética contra el programa nuclear iraní. Además los iraníes, ampliamente reconocidos por su habilidad en el campo de la diplomacia y el espionaje, no serían tan estúpidos como para involucrarse en tan descabellada operación.

Otra de las falsedades que se ha echado a rodar y que ha crecido como una bola de nieve son las palabras atribuidas a Ahmadineyad, pronunciadas en un discurso, el 25 de octubre del 2005,  en el Ministerio del Interior de Teherán. Según se ha reportado por los medios de prensa occidental, Ahmadineyad dijo: “Israel debe de ser borrado del mapa.” En verdad y como ha sido ampliamente       refutado, http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=21188 Ahamdineyad  nunca menciono la palabra “mapa,” en esa ocasión, citando al fallecido Ayatollah Khomeini y dirigiéndose a aquellos que apoyan la causa Palestina, Ahmadineyad dijo: “El régimen sionista en Jerusalém se desvanecerá de las páginas del tiempo.”  Es esa cita, que originalmente fue pronunciada por el difunto Ayatollah y no el actual presidente de Irán (que ha sido distorsionada y de manera mal intencionada difundida) la que ha dado lugar a que Irán sea comparado con la Alemania Nazi y que a Ahmadineyad se le considere como un Hitler dispuesto a aniquilar en otro holocausto al pueblo judío. Si esto fuera así, ¿cómo se explica el hecho de que actualmente 25,000 judíos viven muy pacíficamente en Irán, rechazando las exhortaciones de los judíos israelíes y americanos para que abandonen Irán? ¿Cómo es posible que un país que no posee arsenal atómico alguno pueda ser una “amenaza existencial” para uno que como Israel posee aproximadamente 200 armas nucleares y que de paso cuenta con el apoyo incondicional de la mayor potencia militar de la historia? Como dije anteriormente, no se necesitan muchos dedos de frente como para no poder percibir de manera racional y lógica la falsedad de los argumentos que se esgrimen en contra de Irán y de Ahmadineyad.

A continuación, el profesor Luciano Castro Barillas, expone los efectos de la propaganda desinformativa sobre ciertos tipejos y grupúsculos que cegados por la intolerancia, la ignorancia y el fanatismo religioso no logran discernir un mínimo de verdad. Marvin Najarro
      






GARAVITO: UN PATÉTICO CASO  DE FUNDAMENTALISMO
ULTRADERECHISTA EN GUATEMALA



Por Luciano Castro Barillas



Hace tres días apareció este personaje con un reducido grupo de personas desplegando una manta de protesta frente al edificio del Ministerio de Relaciones exteriores en la capital de guatemalteca. Pertenece a una acomodada familia dentro de la cual hay un conocido pintor (Garavito). Se ha caracterizado por defender las posiciones políticas de la ultraderecha guatemalteca cerril, fascista y criminal. Anclado en la Guerra Fría y en el conflicto armado interno que vivió nuestro país durante 36 años se confiesa un anticomunista irreductible y de armas tomar. Ultramontano y loco de atar, este personaje nacional tiene muchas semejanzas políticas con el sherif Arpaio de Maricopa pues está revestido de extrema perversión política y con ausencia absoluta de sensibilidad social. Defiende las posiciones más extremas de la política nacional e internacional y también es racista, en un país con un 65% de población indígena. Respalda  las causas más innobles y es más militarista que los militares. Aparece invariablemente en los medios de comunicación con pistola al cinto y sus declaraciones reflejan un pensamiento cavernario e ignorante, al punto de afirmar que debe rechazarse inequívocamente la presencia del presidente iraní Ahmadineyad porque, sencillamente, es enemigo de Israel y que los guatemaltecos debiéramos –afirma- estar muy agradecidos con los sionistas  (pues los judíos como etnia desaparecieron en el año 70 d.c. después de la destrucción de Jerusalén por los romanos y su consiguiente dispersión por todo Europa) porque cuando los Estados Unidos decretaron el embargo en la venta de armas al ejército guatemalteco por las escandalosas masacres en contra de la población civil, fueron los israelíes (por la misericordia de Dios, pues este señor es muy católico) los que entregaron al ejército exterminador fusiles de asalto Galil y aviones de la marca Aravá para salvar al pueblo de Guatemala de los comunistas come niños.

Pero más allá de la existencia de personas como el señor Garavito, el mensaje claro de su raquítica movilización frente al Ministerio de Relaciones Exteriores es el hecho de que aún hay sectores en la sociedad guatemalteca que insisten en la polarización y en el mantenimiento de las rígidas estructuras antidemocráticas que siguen incubando, como nunca antes, las condiciones objetivas (para usar el vocablo de los insurgentes)  que originaron en su momento el conflicto armado interno. No es verdad que la lucha revolucionaria guatemalteca haya surgido como resultado de la Guerra Fría. Fue la realidad histórica nacional, el quebrantamiento de su democracia por fuerzas extranjeras y antipatrióticas nacionales la causa y motivo de una larga confrontación bélica entre hermanos. Como es normal y lógico en las filiaciones políticas revolucionarias, las identificaciones y relaciones se establecieron con países coincidentes ideológicamente (la Unión Soviética y Cuba). Pero de allí a que se diga que Nikita Jruschov y Fidel Castro vinieron a diseñar, organizar y dirigir la Revolución Guatemalteca hay una gran diferencia. Ya la Unión Soviética dejaba mucho que desear con su decadente revolución (1960) pues por esos años un congreso del partido proclamó, entre otras inconsecuencias revolucionarias, el principio de la coexistencia pacífica entre Estados con diferente régimen económico-social. En concreto  -o real politik-  esto quería decir que la patria de Lenin renunciaba al impulso y apoyo de la Revolución Mundial. De allí que para la época del resurgimiento de la lucha armada guatemalteca a partir de 1973, el gran obstáculo a salvar de las nuevas iniciativas revolucionarias era la posición retrógrada del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT) o Partido Comunista Guatemalteco que, ante toda expresión política nueva no vacilaba en  descalificarla de “aventurerista” o “trotskista”. Siendo así las cosas, no puede creerse que la Revolución Guatemalteca haya sido fruto de una decisión de Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética.

En fin, a la sociedad guatemalteca le falta mucho camino por recorrer y con semejantes posiciones ante la visita de un mandatario que, por cierto no es comunista sino nacionalista y antiimperialista (como Jacobo Arbenz), uno no puede menos que pensar que los caminos de la tolerancia quedan a trasmano en países como Guatemala.

Para concluir quiero contar una anécdota de Ahmadineyad cuando éste fue invitado por el presidente o rector de la Universidad de Columbia, Nueva York, para un intercambio con los estudiantes y los docentes. Ahmadineyad fue grosera y mal educadamente recibido por el rector universitario. Ahmadineyad dando muestras de aplomo, pero sobre todo de buena educación y excelente crianza, dijo con serenidad al auditorio, luego de escuchar al limpiabotas disfrazado de rector: “En mi país cuando invitamos a alguien a nuestra casa somos amables y respetuosos”.

No  comment !. No cree así, respetables lectores de La Cuna del Sol.






Publicado por: Marvin Najarro
Ct., USA.              

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