En 1961, 100 000 estudiantes
convocados por Fidel fueron a los campos de Cuba a alfabetizar. Eran niños y
adolescentes la mayoría de los estudiantes y maestros que enseñaban a leer y a
escribir
Publicado por La Cuna del Sol
¿CÓMO LOGRÓ CUBA EL
«MILAGRO» DE
LA ALFABETIZACIÓN EN SOLO UN
AÑO?
Por Yenia Silva Correa
Fidel declara la victoria de la Campaña de Alfabetización, el 22 de
diciembre de 1961. Foto: Archivo de Granma
Ningún escenario es mejor que la sala del Museo Nacional de la Campaña de
Alfabetización para hablar con su directora, Luisa Yara Campos Gallardo, quien
recuerda las palabras de Fidel en las que afirmaba que todo el mundo vendría a
preguntar cómo fue posible hacer en un año esta campaña, y asegura: «La génesis
de este museo (calle 29e No. 8610, Ciudad Libertad, Marianao, La Habana) está
en esa idea del Comandante. Aquí está todo lo que pueda interesar para
investigar tanto a los cubanos como al personal de otros países».
En 1961, 100 000 estudiantes convocados por Fidel fueron a los campos de
Cuba a alfabetizar. Luego de ofrecernos ese dato, Luisa Yara, como prefiere que
la llamen, hace una pausa para recalcar: «De estos 100 000 estudiantes el mayor
porciento tenía entre diez y 16 años. Eran niños y adolescentes la mayoría de
los estudiantes y maestros que enseñaban a leer y a escribir. El 52 % era de
sexo femenino. Eso quiere decir que la familia cubana entendió el mensaje del
Comandante».
Rememorando lo que vivía el país en aquellos primeros años de la
Revolución, nuestra entrevistada es categórica: «Si la familia cubana no toma
esa decisión, nosotros no hubiéramos podido en un año eliminar el
analfabetismo. Se desprendió de sus hijos ante una tarea revolucionaria,
confiaron en Fidel».
Además de alfabetizar, los jóvenes maestros –muchos de los cuales se
separaban por primera vez de la familia– trabajaban con los campesinos en las
labores agrícolas durante el día y en la noche daban clases. Aun así, no eran
suficientes para erradicar el analfabetismo.
«Por esa razón Fidel convoca a los trabajadores del país, 14 000 se
incorporan y el mayor porciento va para los campos de Cuba con un doble
objetivo: enseñar y trabajar con nuestras fuerzas armadas en la lucha contra
bandidos».
Durante la Campaña de Alfabetización los trabajadores formaron parte de las
brigadas Patria o Muerte, mientras los estudiantes integraban las brigadas
Conrado Benítez, que lleva el nombre del primer maestro voluntario asesinado
durante la campaña.
«Los maestros voluntarios surgen en abril de 1960. Fidel hace un llamado y
se incorporan alrededor de 3 000, que van a convertirse en asesores de estos
estudiantes y marchan a los campos de Cuba en septiembre de 1960. Ahí se
incorpora Conrado Benítez y el 5 de enero de 1961 lo asesinan».
El 23 de enero, durante la graduación del segundo contingente de maestros
voluntarios, Fidel informa del asesinato de un joven maestro voluntario:
Conrado Benítez, y con voz emocionada, exclama: «¡Después de muerto ese maestro
seguirá siendo maestro! (...). Ese maestro es el mártir, cuya sangre servirá
para que nosotros nos propongamos, doblemente, ganar la batalla que hemos
emprendido contra el analfabetismo (...). El mártir del Año de la Educación, el
mártir de los maestros».
La Campaña de Alfabetización comienza en enero de 1961, pero los primeros
estudiantes-maestros llegan a las zonas rurales a partir del 3 de mayo. En los
primeros meses de aquel año «se hizo un pilotaje que fue en Cayo Coco y en
Playa Girón, con estudiantes que pusieron en práctica la cartilla Venceremos y
el manual Alfabeticemos», afirma Luisa Yara.
Otro grupo fundamental fue el de los Alfabetizadores Populares en las
ciudades. «Ahí estuvieron las amas de casa, los jubilados y algunos estudiantes
que enseñaron aquí en la ciudad. Eso hizo posible que entre el campo y la
ciudad más de
234 000 personas fueron maestros que surgieron del pueblo. Fidel lo había
dicho: “Del pueblo van a surgir los maestros que necesitamos”. Unido a los 34
000 maestros que teníamos graduados, tuvimos 268 420 maestros dedicados a la
Campaña de Alfabetización», recuerda.
Profesora de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona y
autora de varios libros sobre la Campaña de Alfabetización, Luisa Yara no
alfabetizó, pero habla de aquella gesta memorable con la misma pasión con la
que quiere una madre a sus hijos.
TERRITORIO LIBRE DE
ANALFABETISMO
«Esa fue la primera revolución educacional en Cuba. Con los recursos
internos en el segundo año de esta Revolución, hacer esta obra tan humana no
era comparable con nada anterior.
«En ese año 61 hay tres hechos que para mí tienen una gran importancia: el
16 de abril nos convertimos en socialistas, a Playa Girón se fue a defender el
Socialismo, y para mí la tercera gran victoria fue habernos declarado libres de
analfabetismo».
Aprendieron a leer y a escribir más de 707 200 analfabetos; en tanto solo
quedaron 25 000 haitianos residentes en las zonas agrícolas de Oriente y
Camagüey, quienes no dominaban el idioma español, los impedidos físicos y
mentales, y las personas que, por su
avanzada edad o deficiente salud fueron declarados inalfabetizables.
El 22 de diciembre Cuba se declara territorio libre de analfabetismo en un
inolvidable acto en la Plaza de la Revolución ante una gran multitud de pueblo,
presidida por Fidel.
Aquel 22 de diciembre de 1961, las palabras de Fidel resumen esfuerzo:
«Ningún momento más solemne y emocionante, ningún instante de legítimo orgullo
y de gloria, como este en que cuatro siglos y medio de ignorancia han sido
derrumbados. Hemos ganado una gran batalla, y hay que llamarlo así –batalla–,
porque la victoria contra el analfabetismo en nuestro país se ha logrado
mediante una gran batalla, con todas las reglas de una gran batalla. (...) Esa
capacidad de crear, ese sacrificio, esa generosidad de unos hacia los otros,
esa hermandad que hoy reina en nuestro pueblo. ¡Eso es Socialismo!».
Los que fueron alfabetizados en febrero del año siguiente empezaron la
escuela, «comenzaron nuevas tareas: la batalla por el 6to. grado, la batalla
por el 9no. grado, poder estudiar y poder llegar a ser universitario. A partir
del 24 de febrero de 1962 comienza la etapa del seguimiento», expresa Luisa
Yara.
La Campaña de Alfabetización no solo posibilitó reducir el analfabetismo a
una mínima expresión en tan solo un año, sino también tendió un puente entre el
campo y la ciudad, enalteció valores como la gratitud, la solidaridad y el
internacionalismo.
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