martes, 8 de septiembre de 2020

La Guatemala de siempre: Ricardo Méndez-Ruiz-Terror, demandó a funcionarios judiciales honorables

Él ve en todo terrorismo, psicosis que alimenta su odio contra la humanidad, contra la democracia y sus dignos representantes en Guatemala.

 

LA GUATEMALA DE SIEMPRE:
RICARDO MÉNDEZ-RUIZ-TERROR, DEMANDÓ
A FUNCIONARIOS JUDICIALES HONORABLES


Por Luciano Castro Barillas
Escritor y analista político
La Cuna del Sol

Este viejo está trabado. Es un gran enfermo que pide a gritos asistencia psicológica, cuando no psiquiátrica. Pero su desequilibrio se le desliza peligrosamente por la pendiente de la locura criminal. De una sociopatía política inquietante, por su odio irreductible, inaplacable, contra la democracia y sus dignos representantes, que hay muchos, por cierto, en Guatemala. Él ve en todo terrorismo, psicosis que alimenta su odio contra la humanidad. Atrabiliario, bilioso, rencoroso, insolente y mentiroso; es el arquetipo perfecto para defender los intereses egoístas de la oligarquía guatemalteca. De esos que les llaman tontos útiles, como todas las personas de filiación derechista, entre otros, los pobres sin ubicación de clase, que son a última instancia los más bobos de los bobos.

Y tanto ha persistido de palabra y en acciones que se ha transformado, por obra y gracia de su testarudez y carácter recalcitrante, en un terrorista más. Conspira, engaña, recibe plata por su campaña antiterrorista de quién sabe qué fuentes, que indudablemente, tienen que ser matrices oscuras, porque, ¿quién en su sano juicio puede ser aliado de este loco?

Con su cara de viejo alfarero de Chinautla, refleja sus orígenes humildes. Pese a que su padre fue un coronel de grandes ambiciones. Un Coronel de Bolsillo, por su baja estatura, y que llegó a ser el ungido como candidato presidencial por la dirigencia oportunista de jóvenes patosos y holgazanes como Vinicio Cerezo (El Cachimbiro) y Alfonso Cabrera (Garfield, por sus ojos grandes y párpados caídos). No tuvo buenos resultados electorales por ser una figura política sin prestigio y porque la Democracia Cristiana Guatemalteca siempre fue un partido sin futuro. En el camino de su errancia politiquera fue objeto, su hijo, Ricardo Méndez-Ruiz-Terror; víctima de secuestro por fuerzas revolucionarias, conformadas en ese entonces solo por dos organizaciones: el Partido Guatemalteco de los Trabajadores, PGT, y las Fuerzas Armadas Rebeldes, FAR. Se divulgaron por medios escritos, radiales y televisivos sendos pronunciamientos de las fuerzas insurgentes y se pagó una importante suma económica para la liberación del entonces joven Ricardo, todavía con el cerebro no tan desajustado como en los últimos años.

Ahora resulta que el presidente de la Fundación contra el Terrorismo, tan dado a la figuración y siempre prestando sus buenos oficios a los oligarcas, demandó muy delicado y en extremo quisquilloso, al honorable juez, Miguel Ángel Gálvez, del Juzgado de Mayor Riesgo “B”, porque según este señor enjabonado de cabeza y barba, (…) hubo violación de inmediación procesal, el cual obliga a las partes a reunirse solo en un juzgado…, prejuzgando la visita del juez y del fiscal Sandoval, porque según él, Gálvez y Sandoval, incurrieron en una reunión ilegal, lo que no es cierto, pero entretanto, él figura con estas payasadas y le hacen seguro eco, resonancia delirante, las fuerzas reaccionarias de siempre, que se aprestan a ver cómo sale impune Alejandro Sinibaldi porque, con tantas mañas o actos de corrupción incurridos, por lógica no pudo realizarlas solo.

Temen los aliados y financistas de la Fundación contra el Terrorismo que Sinibaldi se descosa y comience a señalar a muchos empresarios exitosos. Es obvio ver las acciones cínicas y prepotentes de El Alfarero de Chinautla pues el 24 de agosto el Ministerio Público pidió la reserva parcial del caso, que contó con el respaldo del abogado defensor del imputado y el aval del juez Gálvez, con un único propósito: evitar que una publicación afecte el proceso. Sin embargo, el 4 de septiembre, El Alfarero de Chinautla publicó un tuit con imagen del oficio No. 432-2020 del Centro de Detención Preventiva para Hombres de delitos menores y faltas, anexo “B”, de la zona 18, con otra cosa que no sean las visitas diarias que se dan en esa cárcel y consta la visita del juez y el fiscal.

Ayer, 7 de septiembre, el juez pidió al MP que se investigue a El Alfarero y hoy, 8 de septiembre, el señor Ricardo Méndez-Ruiz-Terror; de manera insolente declara: “Bienvenida la denuncia del juez Gálvez, que es una respuesta a la denuncia que presenté ayer en su contra”… Bueno, de tal palo tal astilla. Así se pavoneaba el Coronel de Bolsillo ante civiles y conmilitones cuando él vivía: De no tener grandes cojones, sino chiquitos, eso sí, de oro puro.




Publicado por La Cuna del Sol

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