sábado, 20 de febrero de 2021

Si fuera un laboratorio narco, estaría funcionando

La verdad es que Honduras es un Estado fallido y, a menos que la política estadounidense en relación a ese país cambie radicalmente, muchos miles más se dirigirán al norte.

 

SI FUERA UN LABORATORIO NARCO,
ESTARÍA FUNCIONANDO


John Perry
Counter Punch

El día de su investidura, Joe Biden ordenó detener la construcción del muro de Trump en la frontera entre los EE.UU y Mexico. Unos días antes, 1500 millas al sur, una nueva “caravana” de al menos ocho mil migrantes hondureños había tomado camino hacia el norte, en parte con la esperanza de que para cuando intentaran ingresar a Texas, la promesa de Biden de suavizar la política de inmigración pudiera haber entrado en vigor.

Los obstáculos que dejó Trump todavía se interponen en su camino. Los acuerdos que firmó con Honduras y Guatemala llevaron a que la policía atacara y dispersara a los refugiados. Grupos dispersos todavía se dirigen hacia la frontera mexicana en Chiapas -"ahora nuestra frontera sur", según un funcionario de la era Trump- donde enfrentarán a las tropas mexicanas. Si logran llegar al Río Grande, se unirán a los 25.000 solicitantes de asilo hacinados en campamentos, y a la espera de ser procesados por los funcionarios fronterizos estadounidenses. Roberta Jacobson, la funcionaria de Biden encargada de formular su nueva política migratoria "segura, coordinada y humana", les ha pedido que sean pacientes y que no arriben nuevos inmigrantes.

¿Por qué la gente toma estos riesgos? La verdad es que Honduras es un Estado fallido y, a menos que la política estadounidense en relación a ese país cambie radicalmente, muchos miles más se dirigirán al norte. Desde el golpe militar de 2009 ha habido tres elecciones marcadas por la corrupción. La última, en 2017, en la que resultó reelegido Juan Orlando Hernández (JOH) cuando claramente había perdido, generó aún más represión. La persecución de los defensores de los derechos humanos no cesa, incluso después de la condena internacional por el asesinato de Berta Cáceres hace cinco años. Siete fueron asesinados en 2020 y cuatro jóvenes líderes de comunidades garífunas, secuestrados en una sola noche hace siete meses, continúan sin aparecer.

Los toques de queda durante la pandemia de Covid-19 parecen haber agravado la violencia cotidiana: once cadáveres aparecieron en las calles en una semana en el mes de enero; los cuerpos desmembrados son abandonados envueltos en plástico. Quizás el caso más emotivo ocurrió a principios de este mes: un médico y un estudiante de enfermería, que habían estado trabajando con pacientes de Covid, fueron arrestados por violar el toque de las 9 p.m. El médico fue liberado, pero la enfermera murió bajo custodia policial. Estallaron las protestas. Cinco personas fueron detenidas, torturadas por la policía y obligadas a confesar delitos que no cometieron.

En noviembre, dos huracanes azotaron a un país que no estaba preparado para ese tipo de fenómenos naturales, destruyendo 6,000 hogares y dañando seriamente otros 85,000 más. En diciembre, JOH estuvo  recorriendo instituciones financieras en Washington en busca de dinero. Recaudó más de $3 mil millones en ayuda para las víctimas del huracán, a pesar de la ampliamente publicitada corrupción en el desembolso de fondos donados anteriormente para hacer frente al Covid-19. Poco después de su visita, los fiscales federales de Nueva York, que hace un año establecieron que JOH había creado un narco Estado, presentaron documentos en un nuevo caso de drogas. Después de citar a JOH diciendo que "metería drogas delante de las narices de los gringos" inundando los Estados Unidos con cocaína, los fiscales lo acusaron de "malversar el dinero de la ayuda proporcionada por los Estados Unidos a través de organizaciones no gubernamentales fraudulentas". Un laboratorio de narcóticos hondureño, protegido por el ejército por orden de JOH, había estado enviando cientos de kilos de cocaína a Miami cada mes.

El caos masivo causado por las tormentas provocó un nuevo pico de infecciones por Covid-19: 1,100 casos nuevos en un solo día a mediados de enero, el más alto hasta ahora. Debilitado por la corrupción y la falta de fondos, el servicio de salud está colapsado. Al menos 75 médicos y decenas de enfermeras han muerto, muchos de ellos como resultado del hacinamiento de las salas y del mal equipamiento. "Tenemos que esperar hasta que alguien muera para darle su cama a otra persona", indicó un médico. Para llenar los vacíos, se ordenaron siete hospitales móviles en marzo pasado, pero solo dos funcionan correctamente. El jefe de la agencia que concertó el acuerdo por 47 millones de dólares, acusado de corrupción, tuvo que ser despedido. La gente salió a protestar bajo la consigna: "Si fuera un laboratorio narco, estaría funcionando".

La política de inmigración de Biden incluye el gasto de $ 4 mil millones en El Salvador, Guatemala y Honduras para abordar los problemas que estimulan la migración. Debería ser obvio, sobre todo por la evidencia acumulada por los fiscales de Nueva York, que el partido gobernante en Tegucigalpa no es apto para gobernar, incluso si JOH es reemplazado en las elecciones de noviembre. Pero los problemas son mucho más profundos que eso: todo el sistema de gobierno atiende las necesidades de las grandes empresas, a menudo empresas norteamericanas, ya que explota tanto la tierra como la mano de obra, destruye el medio ambiente y mantiene la segunda brecha más grande entre ricos y pobres en Latinoamérica. Gastar grandes cantidades para resolver esos problemas podría simplemente empeorarlos a menos que Biden realice los cambios fundamentales en la política de Estados Unidos que tanto Obama como su secretaria de Estado, Hillary Clinton se negaron a contemplar. Quizás conscientes de que esto no se logrará rápida o fácilmente, los funcionarios de Biden parecen haber solicitado discretamente a México y sus vecinos que continúen impidiendo las caravanas de migrantes, en el momento que se rumora que se está formando una nueva caravana.

Mientras tanto, JOH se enfrenta no solo al rechazo político sino a la posible extradición si Estados Unidos se vuelve en su contra. Se informa que está "tratando de encontrar la forma cómo transformarse de un aliado de Trump en uno de Biden". JOH tuiteó una foto en la que aparece con Biden en 2015: "Espero que podamos trabajar juntos", escribió, "como en el pasado".




Publicado por La Cuna del Sol

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