miércoles, 3 de noviembre de 2021

Si Alejandro Giammattei fuera ciudadano chino, no sé cuántas veces lo hubieran fusilado por corrupción

Cuando vemos lo que pasa en Guatemala y lo que hace el presidente Alejandro Giammattei me pregunto: ¿Cuántas veces hubiera sido fusilado este señor si fuera ciudadano chino? No cabe la menor duda que muchas.

 

SI ALEJANDRO GIAMMATTEI FUERA CIUDADANO CHINO,
NO SÉ CUÁNTAS VECES LO HUBIERAN FUSILADO
POR CORRUPCIÓN



Por Manuel Díaz Moncada
La Cuna del Sol

La legislación penal china es severísima en todo lo relacionado con la corrupción de los empleados públicos y el tráfico de estupefacientes. Si la corrupción es mínima y el tráfico de droga mínimo las penas no son tan duras, pero extremadamente duras para los estándares penales occidentales, por eso la razón de que ese tipo de delitos no son tan frecuentes pues, además de la policía con uniforme que se mueve por las calles, no hay sitio donde, ciudadanos comprometidos con la consolidación de la nueva primera potencia mundial; dejen de ser oídos y ojos para hacer del proceso chino una forma correcta de edificación del capitalismo. Es lo que hace actualmente China. Tomar todos los elementos progresistas del viejo régimen capitalista, que todavía los tiene en abundancia; e intenta crear las condiciones a futuro para dar el gran salto dialéctico, colocar las primeras piedras de la edificación socialista. ¿Y cómo pasa esto? ¿Os parece un disparate? Pues no.

Los grandes jerarcas de la edificación del socialismo fueron bastante ingenuos, ilusos. Porque una cosa es la teoría y otra es la práctica. Un asunto es lo que se dice y otro asunto muy distinto lo que ocurre en la vida, en la realidad. No se puede edificar un verdadero proceso socialista en ninguna parte del mundo en tanto no se tomen en cuenta las herencias históricas del capitalismo y las condiciones desfavorables en la escena internacional para las fuerzas del progreso histórico. Todo el siglo XX las fuerzas del progreso social y económico tuvieron una correlación de fuerzas desfavorables en el escenario mundial. Se imponían y ganaban las economías capitalistas o economías de mercado.

China muy inteligentemente ya no luchó contra las fuerzas negativas de la historia, sino que se puso a hacer lo propio, a darles a los capitalistas del mundo occidental cucharadas de su misma medicina. Se puso a competir e intentar con un costo de producción favorable por su alta densidad demográfica -su más grande activo o tesoro- donde más duele: bajar los costos de producción. Esto tuvo un enorme costo social hasta la fecha y creó, transitoriamente, unas clases sociales antagónicas, porque China tiene todavía muchos pobres y a la vez grandes millonarios y amplias capas medias. Pero todos, al final, tienen una pequeña parte del pastel. Esto ocurrió porque los chinos no permitieron el actuar misterioso de las fuerzas invisibles del mercado.

En China esas fuerzas no eran invisibles sino totalmente tangibles porque existía algo donde la extinta Unión Soviética perdió el rumbo: un Partido Comunista firme de que esa ruta es el único camino para crear el deseado socialismo. Que no está tan cerca cómo se imaginaría una persona ingenua. Faltan muchos decenios que situarán a China en su etapa de colocar la primera piedra de un socialismo real. Para eso el Comité Central del Partido Comunista Chino hizo lo impensable para los economistas de la burguesía: dar grandes líneas liberales pero a la vez centralizadas de política económica. Economía en todos los aspectos de la vida social, pensados y dirigidos por las mentes más lúcidas de ese estado que ahora es, con el disgusto de muchos, la Primera Potencia de la Tierra. Pero combatieron dura la corrupción.

Cuando vemos lo que pasa en Guatemala y lo que hace el presidente Alejandro Giammattei me pregunto: ¿Cuántas veces hubiera sido fusilado este señor si fuera ciudadano chino? No cabe la menor duda que muchas. Sin embargo, aquí en Guatemala no pasa nada. En China, la familia del corrupto ejecutado, corre con el pago de la bala que alojaron en la nuca del mañoso. ¡Malos esos comunistas!




Publicado por La Cuna del Sol

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