sábado, 5 de febrero de 2022

El candor ruso y las obligaciones naturales de Estados Unidos y Occidente

Ucrania es uno de los peores saldos que quedó a Rusia tras el desmantelamiento de la Unión Soviética y el problema debe ser solucionado sin dilación.

 

EL CANDOR RUSO
Y LAS OBLIGACIONES NATURALES
DE ESTADOS UNIDOS Y OCCIDENTE



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

Bueno, Putin es un abogado y me imagino que, a ese nivel e importancia mundial, tendría que distinguir entre una obligación natural y una obligación jurídica, porque francamente este hombre de Estado admirado por muchos y odiado por otro tanto, hace un reclamo a Estados Unidos y a los países occidentales europeos que no debería de hacerlo. Sencillamente porque se trata de un reclamo absurdo. No es válido lo que dice cuando afirma que fueron “estafados y engañados” por los Estados Unidos cuando, a partir del desmantelamiento de la Unión Soviética, la dirigencia capitalista mundial prometió no expandir la OTAN “ni una pulgada hacia el Este”. ¿Lo creyeron los rusos? No creo que sea así.

Lo que sucedió realmente s que la dirigencia soviética de esos años no pudo  -no tanto de que no quiso-  crear un instrumento jurídico obligando a los capitalistas a no extender hacia el Este de Europa la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN. No quisieron poner en peligro la “ayuda” para el proceso de transición de la sociedad soviética del socialismo al capitalismo. No tenían opciones. Y el servilismo y entreguismo fueron extremos por esos años. Todo sentido de dignidad nacional rusa se extravió y su presidente, Yeltsin, era el hazmerreír de los millonarios del mundo occidental, sobre todo cuando, borracho sobre una tarima, dio por bailar y provocar que, George Bush padre, se desternillara de risa ante el triste espectáculo de ese hombre.

Ante este tipejo los gringos y los europeos occidentales asumieron una obligación natural, obligaciones de palabra que pueden cumplirse o no cumplirse, dependiendo de la buena voluntad de quien hizo el ofrecimiento. Como era de esperarse, los Estados Unidos no cumplieron un ápice de lo prometido. 30 años después el canciller ruso, Lavrov dijo una gran verdad: “Hasta ahora conocemos el peso de sus palabras”. Y hoy para qué, dijo la lora, si ya me llevó el gavilán. ¿Qué sentido tiene para la dirigencia reclamar el cumplimiento de una obligación natural? ¿Acaso los capitalistas tienen palabra?

Al año y medio de haberse firmado el Pacto de No Agresión Ribentropp-Molotov, los rusos fueron invadidos en la operación hitleriana de nombre Barba Roja destinada a conquistar por los alemanes su “espacio vital”, a costa de robar territorio y recursos a las naciones vecinas. Tampoco un instrumento jurídico es garantía de cumplimiento en acuerdos asumidos con capitalistas o reaccionarios. Por ello, pienso, que Rusia no debe hacer esos reclamos absurdos y debe sí, seguir fortaleciendo militarmente sus fronteras y hacer lo que hacen actualmente con los ejercicios militares que van a empezar con Bielorrusia, exhibir el músculo que tienen y advertirles que una imprudencia va a significar que el Tío Sam y el Bull Dog inglés terminen con la nariz rota. Ucrania es Rusia y los problemas no cederán si acaso piensan eso los rusos. Procede la ocupación de todo el territorio de Ucrania para que ahora sí, tengan los gringos y sus medios de prensa de qué hablar.

Ucrania es uno de los peores saldos que quedó a Rusia tras el desmantelamiento de la Unión Soviética y el problema debe ser solucionado sin dilación. Ucrania debe estar integrada a Rusia porque su debilidad seguirá haciendo crecer su vulnerabilidad y permitiendo a los estados reaccionarios hacerse ilusiones con esta enorme porción de tierra y población controlada por ellos. Hay razones económicas como el asunto del gasoducto nuevo, pero esos problemas del gas son secundarios, al final. El problema es esencialmente político y debe ser tratado como se debe: con una efectiva diplomacia o con las armas, que por cierto, es el peor camino.




Publicado por La Cuna del Sol

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