lunes, 12 de septiembre de 2022

No vamos a lamentar el fallecimiento de la reina, explican las victimas del imperialismo británico

"Este es el legado de la Reina Isabel. Un legado de violencia y saqueo colonial. Un legado de segregación racial y racismo institucionalizado".

 

NO VAMOS A LAMENTAR
EL FALLECIMIENTO DE LA REINA,
EXPLICAN LAS VICTIMAS
DEL IMPERIALISMO BRITÁNICO



Brett Wilkins
Common Dreams

September 9, 2022

Mientras millones de británicos y admiradores de todo el mundo lloraban el jueves la muerte de la reina Isabel II, otros -especialmente en las naciones antiguamente colonizadas por el Imperio Británico- recordaban las "horrendas crueldades" perpetradas contra ellos durante el reinado de la monarca.

"Su legado es el colonialismo, la esclavitud, el racismo, el robo y el saqueo".

"No lloramos la muerte de Elizabeth, porque para nosotros su muerte es un recuerdo de un periodo muy trágico de la historia de este país y de África", declaró Julius Malema, jefe del partido de izquierda Luchadores por la Libertad Económica de Sudáfrica.

"Isabel subió al trono en 1952, reinando durante 70 años al frente de una institución construida, sostenida y que vive de un legado brutal de deshumanización de millones de personas en todo el mundo", prosiguió.

"Durante sus 70 años de reinado, ella nunca reconoció las atrocidades que su familia infligió a los pueblos nativos que Gran Bretaña invadió en todo el mundo", señaló Malema. "Gustosamente aceptó los beneficios de la riqueza que se obtuvo de la explotación y el asesinato de millones de personas en todo el mundo".

"La familia real británica se erige sobre los hombros de millones de esclavos que fueron enviados desde el continente para servir a los intereses de la acumulación de capital blanco racista, en cuyo centro se encuentra la familia real británica", añadió Malema.

Larry Madowo, corresponsal de CNN International en Kenia, dijo durante una emisión el jueves, que "el cuento de hadas es que la reina Isabel subió a las copas de los árboles aquí en Kenia como una princesa y bajó como una reina porque es cuando estaba aquí en Kenia cuando se enteró de que su padre había muerto y que ella iba a ser la reina".

"Pero eso también marcó el inicio de los ocho años posteriores, durante los cuales el... gobierno colonial británico reprimió brutalmente la rebelión Mau Mau contra la administración colonial", prosiguió. "Metieron a más de un millón de personas en campos de concentración, donde fueron torturados y deshumanizados".

Además de la tortura desenfrenada -incluida la castración sistemática de presuntos rebeldes y simpatizantes, a menudo con alicates-, las fuerzas británicas y sus aliados locales masacraron a civiles desarmados, desaparecerecieron a sus hijos, violaron sádicamente a las mujeres y mataron a palos a los prisioneros.

"Y así", añadió Madowo", en todo el continente africano ha habido gente que dice: 'No voy a llorar por la reina Isabel, porque mis antepasados sufrieron grandes atrocidades cometidas por su gente, que ella nunca reconoció del todo".

De hecho, en lugar de pedir perdón por sus crímenes y compensar a sus víctimas, el gobierno británico puso en marcha la Operación Legado, un esfuerzo masivo por borrar las pruebas de los crímenes coloniales durante el periodo de rápida descolonización de los años 50-70.

"Si la reina se hubiera disculpado por la esclavitud, el colonialismo y el neocolonialismo y hubiera instado a la Corona a ofrecer reparaciones por los millones de vidas arrebatadas en su nombre, entonces quizás haría lo humano y me sentiría mal", tuiteó el profesor de la Universidad de Cornell Mũkoma wa Ngũgĩ. "Como keniano, no siento nada. Este teatro es absurdo".

Aldani Marki, activista de la Organización de Solidaridad con la Lucha Yemení, afirmó que "la reina Isabel es una colonizadora y tiene las manos manchadas de sangre".

"En 1963 el pueblo yemení se rebeló contra el colonialismo británico. A su vez, la reina ordenó a sus tropas que reprimieran violentamente toda disidencia con la mayor ferocidad posible", tuiteó. "La principal medida punitiva de la colonia de Adén de la reina Isabel, fue la deportación forzosa de los nativos de Yemen al corazón del desierto de Yemen".

"Este es el legado de la Reina Isabel", continuó Marki. "Un legado de violencia y saqueo colonial. Un legado de segregación racial y racismo institucionalizado".

"La Inglaterra de la reina está librando hoy otra guerra contra Yemen junto con Estados Unidos, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos", añadió.

Melissa Murray, profesora jamaicano-estadounidense de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, dijo que la muerte de la reina "acelerará los debates sobre el colonialismo, las reparaciones y el futuro de la Commonwealth", ya que "el residuo del colonialismo ensombrece la vida cotidiana en Jamaica y otras partes del Caribe".

Numerosos observadores señalaron cómo el Imperio Británico saqueó unos 45 billones de dólares de la India a lo largo de dos siglos de colonialismo que provocaron millones de muertes, y cómo el Kohinoor -uno de los mayores diamantes tallados del mundo, con un valor estimado de 200 millones de dólares- fue robado de la India para ser incrustado en la corona de la reina madre.

"¿Por qué los indios lloran la muerte de la reina Isabel II?", se preguntó la economista india Manisha Kadyan en Twitter. "Su legado es el colonialismo, la esclavitud, el racismo, el pillaje y el saqueo. A pesar de tener oportunidades, ella nunca se disculpó por [la] historia sangrienta de su familia. Lo redujo todo a un 'episodio difícil del pasado' en su visita a la India. Maldad".

Un historiador indio tuiteó: "sólo hay 22 países que Gran Bretaña nunca invadió a lo largo de la historia".

"Los barcos británicos transportaron un total de tres millones de africanos al Nuevo Mundo como esclavos", escribió. "Un imperio que llevó la miseria y el hambre a Asia y África. No hay lágrimas por la reina. No hay lágrimas por la monarquía británica".

La reacción negativa al fallecimiento de la reina no se limitó al Sur Global. A pesar de la histórica reconciliación entre Irlanda y Gran Bretaña en este siglo, hubo celebraciones en Dublín -como atestigua una multitud que cantaba "Lizzie's in a Box" en un partido de fútbol del Celtic FC- y entre la diáspora irlandesa.

"Soy irlandesa", tuiteó la colaboradora de MSNBC Katelyn Burns, "odiar a la reina es un asunto de familia".

Los izquierdistas galeses también se sumaron a la acción. La Welsh Underground Network tuiteó una letanía de razones por las que "no vamos a estar de luto".

"No lloraremos por los miembros de la realeza que supervisaron la protección de conocidos pederastas en la familia", dijo el grupo.

"No lloraremos por los miembros de la realeza que supervisaron la destrucción activa de la lengua y la cultura galesas", añadieron los separatistas.

Resumiendo el sentir de muchos habitantes del Sur Global y de los defensores de la descolonización en todo el mundo, Assal Rad, director de investigación del Consejo Nacional Iraní Americano, tuiteó: "Si tienen más simpatía por los colonizadores y opresores que por las personas a las que oprimen, quizá deban evaluar sus prioridades".




Publicado por La Cuna del Sol

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