sábado, 19 de octubre de 2024

Un magistrado con cabeza de mazo judicial

Muy mal andamos en este país y su reconstrucción está costando tanto porque las fuerzas que debieran de colaborar para sacar adelante a Guatemala conspiran en su contra.

 

EL ESTÚPIDO INTERINO O EL CASO DE UN MAGISTRADO
CON CABEZA DE MAZO JUDICIAL



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

Un mazo es un martillo de madera que es utilizado para diferentes quehaceres, entre otros, sirve para enfatizar una resolución judicial o llamar al orden en una sala de audiencias. El mazo tiene que ser lo suficientemente duro de cabeza para que no se rompa ante los arrebatos del juez. En el lenguaje popular se le llama cabeza de mazo a una persona de poca inteligencia, dura de cabeza, dundo o tonto, simplemente. Dicho esto, el nuevo presidente del Organismo Judicial, señor Carlos Rodimiro Lucero Paz, trata de tapar el solo con un dedo en sus declaraciones a los medios de prensa diciendo que todo está bien al interior de los 13 magistrados que integran la Corte Suprema de Justicia, pero eso no es verdad, porque no pudo elegirse de manera definitiva al nuevo presidente de esa alta corte judicial y se necesitarán muchas sesiones para por fin acordar quien será el presidente de manera definitiva.

Es más de lo mismo y no podríamos los ciudadanos guatemaltecos esperar otra cosa. Las Comisiones de Postulación para los diferentes cargos judiciales no funcionan. Fueron echadas a perder por la corrupción desbocada de este país. Aspectos tan importantes como la honorabilidad son menos importantes que los grados académicos. La honorabilidad de las personas es poca cosa ante los doctorados y maestrías. No se puede ponderar con suficientes puntos la honorabilidad porque la honorabilidad, según los corruptos, es subjetiva. No existe como una realidad tangible. Sin embargo, en países donde las personas no están tan podridas, la honorabilidad es parte de la ética, o sea la teoría de la moral.

La moral es la práctica de la ética. Solo aquí en Guatemala los corruptos señalados de esta u otra anomalía dicen, para su propio beneficio, que la honorabilidad prácticamente no existe. ¡Tremenda cachaza y cara de suela la de estos guatemaltecos! Y la figura más ilustrativa de lo dicho es el actual presidente en funciones o interino del Organismo Judicial quien, ni lerdo ni perezoso, se encamino al Congreso de la República para ser juramentado como nuevo presidente de ese órgano del Estado.

No hay, digamos, “economía judicial” y notaria pérdida de tiempo, además de contrasentido, juramentar a un funcionario que va de paso, que está en el cargo de la manera más inconsistente. ¿Por qué eligieron presidente del Organismo Judicial al señor Lucero Paz? ¿Será porque rebalsa de tonto? Si no vea lo que ha dicho este desilustrado e iletrado sujeto, dirigiéndose a doña Consuelo Porras, Fiscal General y al presidente Bernardo Arévalo: (…) dense un fuerte abrazo, un estrechón de manos, busquen consensos. O sea que según esa cabeza de mazo, el enfrentamiento que hay entre el presidente y la fiscal es un pleito de muchachos que se dieron de trompadas en la calle y luego los mayores les aconsejan darse la mano y volver a ser amigos. ¿Cómo cree este doctor de la ley que todo lo hecho, todo lo malo hecho por la fiscal general, puede ser un asunto tan irrelevante? ¿Dónde queda el irrespeto al voto, a la decisión que tomaron los guatemaltecos en las elecciones? No se le faltó el respeto a Arévalo, se le faltó el respeto al Pueblo de Guatemala. ¿Y la persecución a las personas honorables de este país dónde queda?  ¿Y las criminalizaciones inventadas dónde quedan?

El licenciado Santiago Palomo, director de comunicaciones del gobierno, le dio la respuesta debida a este idiota: (…) que no era posible trabajar con alguien que no ha mostrado con sus hechos un cambio, trabajaremos con todos aquellos actores que están comprometidos con la justicia y la lucha contra la corrupción. ¿Es posible trabajar con alguien que no ha mostrado con sus hechos un cambio? El pueblo de Guatemala sabe que hay un compromiso para recuperar la confianza en el sistema de justicia y esa posición no ha cambiado. Las valientes decisiones del licenciado Santiago Palomo contrastan con las opiniones de esa viruta judicial que hoy funge como presidente de la Corte Suprema Justicia. Muy mal andamos en este país y su reconstrucción está costando tanto porque las fuerzas que debieran de colaborar para sacar adelante a Guatemala conspiran en su contra.




Publicado por La Cuna del Sol

No hay comentarios.:

Publicar un comentario