Muy mal andamos en este país y su reconstrucción está costando tanto porque las fuerzas que debieran de colaborar para sacar adelante a Guatemala conspiran en su contra.
EL ESTÚPIDO INTERINO O EL CASO DE UN
MAGISTRADO
CON CABEZA DE MAZO JUDICIAL
Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol
Un mazo es un martillo de madera que es
utilizado para diferentes quehaceres, entre otros, sirve para enfatizar una
resolución judicial o llamar al orden en una sala de audiencias. El mazo tiene
que ser lo suficientemente duro de cabeza para que no se rompa ante los
arrebatos del juez. En el lenguaje popular se le llama cabeza de mazo a
una persona de poca inteligencia, dura de cabeza, dundo o tonto, simplemente.
Dicho esto, el nuevo presidente del Organismo Judicial, señor Carlos Rodimiro
Lucero Paz, trata de tapar el solo con un dedo en sus declaraciones a los
medios de prensa diciendo que todo está bien al interior de los 13 magistrados
que integran la Corte Suprema de Justicia, pero eso no es verdad, porque no
pudo elegirse de manera definitiva al nuevo presidente de esa alta corte
judicial y se necesitarán muchas sesiones para por fin acordar quien será el
presidente de manera definitiva.
Es más de lo mismo y no podríamos los
ciudadanos guatemaltecos esperar otra cosa. Las Comisiones de Postulación para
los diferentes cargos judiciales no funcionan. Fueron echadas a perder por la
corrupción desbocada de este país. Aspectos tan importantes como la honorabilidad
son menos importantes que los grados académicos. La honorabilidad de las
personas es poca cosa ante los doctorados y maestrías. No se puede ponderar con
suficientes puntos la honorabilidad porque la honorabilidad, según los
corruptos, es subjetiva. No existe como una realidad tangible. Sin
embargo, en países donde las personas no están tan podridas, la honorabilidad
es parte de la ética, o sea la teoría de la moral.
La moral es la práctica de la ética. Solo
aquí en Guatemala los corruptos señalados de esta u otra anomalía dicen, para
su propio beneficio, que la honorabilidad prácticamente no existe. ¡Tremenda
cachaza y cara de suela la de estos guatemaltecos! Y la figura más ilustrativa
de lo dicho es el actual presidente en funciones o interino del Organismo
Judicial quien, ni lerdo ni perezoso, se encamino al Congreso de la República
para ser juramentado como nuevo presidente de ese órgano del Estado.
No hay, digamos, “economía judicial” y
notaria pérdida de tiempo, además de contrasentido, juramentar a un funcionario
que va de paso, que está en el cargo de la manera más inconsistente. ¿Por qué
eligieron presidente del Organismo Judicial al señor Lucero Paz? ¿Será porque
rebalsa de tonto? Si no vea lo que ha dicho este desilustrado e iletrado
sujeto, dirigiéndose a doña Consuelo Porras, Fiscal General y al presidente
Bernardo Arévalo: (…) dense un fuerte abrazo, un estrechón de manos, busquen
consensos. O sea que según esa cabeza de mazo, el enfrentamiento que hay
entre el presidente y la fiscal es un pleito de muchachos que se dieron de
trompadas en la calle y luego los mayores les aconsejan darse la mano y volver
a ser amigos. ¿Cómo cree este doctor de la ley que todo lo hecho, todo lo malo
hecho por la fiscal general, puede ser un asunto tan irrelevante? ¿Dónde queda
el irrespeto al voto, a la decisión que tomaron los guatemaltecos en las
elecciones? No se le faltó el respeto a Arévalo, se le faltó el respeto al
Pueblo de Guatemala. ¿Y la persecución a las personas honorables de este país
dónde queda? ¿Y las criminalizaciones
inventadas dónde quedan?
El licenciado Santiago Palomo, director de
comunicaciones del gobierno, le dio la respuesta debida a este idiota: (…)
que no era posible trabajar con alguien que no ha mostrado con sus hechos un
cambio, trabajaremos con todos aquellos actores que están comprometidos con la
justicia y la lucha contra la corrupción. ¿Es posible trabajar con alguien que
no ha mostrado con sus hechos un cambio? El pueblo de Guatemala sabe que hay un
compromiso para recuperar la confianza en el sistema de justicia y esa posición
no ha cambiado. Las valientes decisiones del licenciado Santiago Palomo
contrastan con las opiniones de esa viruta judicial que hoy funge como
presidente de la Corte Suprema Justicia. Muy mal andamos en este país y su
reconstrucción está costando tanto porque las fuerzas que debieran de colaborar
para sacar adelante a Guatemala conspiran en su contra.
Publicado por La Cuna del Sol
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