Actualmente la comicidad la
elevó de jerarquía y sin saber quizá mucho con quiénes se metía, puso en marcha
la broma de ser Presidente de Guatemala llevándola al extremo. No sé hasta
cuanto aguantará el señor Jimmy Morales ser la marioneta de los militares de
AVEMILGUA y cuánta presión le meterán en su gabinete, o cuánto riesgo está
dispuesto a soportar cuando los militares quieran que haga, tras bambalinas; lo
que ellos quieren.
JIMMY MORALES: LA ASUNCIÓN
AL PODER DE LA
IGNORANCIA, LA TEMERIDAD O
ACASO LA INGENUIDAD
Por Luciano Castro Barillas
Toda ignorancia es temeraria, imprudente,
impertinente, atrevida; tal caso del señor Jimmy Morales, comediante de poca
monta que no dijo NO cuando los militares tintos en sangre de AVEMILGUA lo sedujeron
con la idea de ser Presidente de
Guatemala, un cargo demasiado grande para su capacidad, porque según parece
sus extrañas especialidades en “estrategias y seguridad pública”
andan por el mismo rango profesional de las artes adivinatorias de Gregorio
Eulogio, brujo de la zona 18 que Donaldo Álvarez Ruiz se lo mandó a echar por
andar dándole paja al personal del Ministerio de Gobernación a los cuales les
advertía sobre la inminencia de su muerte, dado que Goyo Locho, decía ser “indígena
versado en artes mágicas y oscuros arcanos”, como la gran mayoría de
sacerdotes mayas de la actualidad, que han encontrado en las prácticas
ancestrales de los pueblos mayenses una buena manera de ganarse la vida sin
sudar mucho.
Jimmy Morales es de ese tipo de personas: voz
engolada, impostada, de locutor de amplia cháchara y poca sustancia que se
daría taco a taco con Chalo Hernández, aquél cutre conductor del Programa
Campiña que tuviera en la década de los 70 una amplia difusión y nutrido
público. Pero Jimmy no tuvo la jerarquía de Chalo Hernández como hombre de la
farándula, apenas si su personaje principal El Negro Pitaya, logró
ser medio conocido. Actualmente la comicidad la elevó de jerarquía y sin saber
quizá mucho con quiénes se metía, puso en marcha la broma de ser Presidente de
Guatemala llevándola al extremo.
No sé hasta cuanto aguantará el señor Jimmy
Morales ser la marioneta de los militares de AVEMILGUA y cuánta presión le
meterán en su gabinete, o cuánto riesgo está dispuesto a soportar cuando los
militares quieran que haga, tras bambalinas; lo que ellos quieren. No sé cuánto
los pueda desafiar para tener en buen resguardo su dignidad presidencial y
cuánto se le haya ido de sus cálculos a la peligrosa relación que se ha metido.
Allí estarán vigilándolo, poniéndolo ¡firmes! o marcando el paso, estos oscuros
y sanguinolentos sujetos como Soto Salán, Ovalle, Quilo Ayuso, Miranda Trejo,
López Serrano y el innombrable Pedro García Arredondo que desde su condena de 70
años de cárcel y desde su celda le hace un guiño a los de AVEMILGUA, transido
de emoción, pensando que alguna probabilidad de salir de la cárcel se
presentará, habida cuenta que Guatemala es un país imprevisible donde los
peores desaciertos y metidas de pata confieren personalidad, madurez y mucho
pegue.
Para los de AVEMILGUA la efusión de sangre no
está agotada con la represión ejercida durante los años más cruentos del
conflicto armado interno que vivió nuestro país por más de 36 años, ellos
viejitos malvados con las patas llenas de cayos; reclaman su cuota de
adrenalina con una miserable gotita de sangre que llegue a sus lenguas de
Nosferatus, el vampiro. Jimmy Morales, el tonto, no sabe exactamente con
quiénes se metió y no le quedará otra que hacer de tripas corazón o de lo
contrario tendrá dos caminos: salir de la presidencia dentro de dos años porque
será un gobierno y un gabinete de locura o bien porque resulte difunto o
sencillamente no aguante el paso que con voz cantante llevará Quilo Ayuso, el comandante
de la mara en enero de 1916: “Lo lanzaron del avión, / y el paracaídas no
se abrió, / ¡ay, ay, ay… qué golpe tan sabroso el que sintió”.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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