Es asunto de reír o llorar. Somos radicales los guatemaltecos, conste,
pero con una extraña, atípica y extravagante radicalidad, que nos lleva a
acercarnos, casi de nalgas, a la imbecilidad.
Por Luciano Castro Barillas
Es asunto de reír o llorar. Somos radicales los
guatemaltecos, conste, pero con una extraña, atípica y extravagante
radicalidad, que nos lleva a acercarnos, casi de nalgas, a la imbecilidad.
Elegimos a los pillos y a los idiotas. El Tonto Morales fue subido por los
pícaros pilotos argentinos al Pampa III, esos pequeños mosquitos que nadie los
compró y cuya inversión aeronáutica estuvo precedida de sospechas desde el
gobierno de Néstor Kirchner, que nada hizo e investigó de la mafia que se movía
alrededor de la construcción de los mosquitos.
Mucho dinero del pueblo argentino de un avión,
que a lo sumo, puede asumir acciones de reconocimiento, pues su posibilidad de
artillarlos los derrumbaría a ellos mismos. No pueden interceptar nada,
absolutamente nada, pues disparándoles con un mínimo fusil antiaéreo, el G-3
alemán, se vienen abajo sin tocar tablita. Yo conozco y usé personalmente el G3
y sé de su poder. Es otra compra corrupta de nuestro sinvergüenza presidente
que, igual que Chávez, enterados los cubanos de su admiración y reconocimiento
de la patria de Martí de parte del ingenuo y decente Chávez, le colocaron al
cinto la espada de Martí para hacerlo creer el honor conferido. Las sonrisas irónicas de Raúl
Castro fueron más que evidentes. Vea ese video.
Aquí no hay infundios de por medio y verá que
fue una auténtica burla y de veras, que disculpen los camaradas cubanos, pero
fue una acción vil, todo para congraciarse con el fluir ilimitado del petróleo
venezolano. 36 años de militancia revolucionaria me permiten visualizar mejor
estas cosas y no apañarlas. Yo no soy incondicional de nadie. He vivido mi vida
apegado a mis principios. Agradamos y desagradamos con nuestras posiciones y
opiniones, pero al final, lo que importa es la libertad que tengamos de nuestro
derecho constitucional, reaccionario, de libertad de expresión. Es nuestra
desagradable ley, pero algo de bueno tiene.
Vamos caminando, eso sí, a la conculcación de
esas libertades básica. Pero en tanto nuestro pueblo ignorante siga creyendo
que los empresarios y el pensamiento empresarial sintetizado en CACIF siga
proveyendo a las masas ignorantes de desinformación, poco, pero muy poco,
podemos hacer. Reaccionarán, es posible cuando literalmente estén muriendo de
hambre y, ni aun así, tendrán capacidad de comprender, de ver, que los
capitalistas y sus tecnócratas serviles, son los que crean la dependencia
económica y financiera en el mundo entero.
Que se den cuenta que los villanos son los
capitalistas y no los revolucionarios. Pero de grandes tonterías se ha
edificado siempre la civilización humana, por lo tanto, hay pocas esperanzas.
Allí podéis ver a los representantes del capitalismo: todos trúhanes,
mezquinos, codiciosos, basura bañada en oro, en fin, pero basura.
Publicado por La Cuna del Sol
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