domingo, 31 de marzo de 2024

Decadencia del imperio y costosas fantasías

Estados Unidos y Europa subestimaron gravemente lo que Rusia podía y haría para imponerse militarmente en Ucrania. La victoria rusa -al menos hasta ahora, tras dos años de guerra- ha resultado decisiva. Esa subestimación se debió a una incapacidad compartida para comprender o asimilar la cambiante economía mundial y sus implicaciones.

 

DECADENCIA DEL IMPERIO Y COSTOSAS FANTASÍAS



Richard D. Wolff
Counterpunch

Cuando Napoleón se enfrentó a Rusia en una guerra terrestre europea, los rusos montaron una defensa decidida y los franceses fueron derrotados. Cuando Hitler intentó lo mismo, la Unión Soviética respondió de forma similar, y los alemanes perdieron. En la Primera Guerra Mundial y durante la guerra civil posrevolucionaria (1914-1922), primero Rusia y luego la URSS se defendieron con mucha más efectividad contra dos invasiones de lo que los invasores habían calculado. Esa historia debería haber servido de advertencia a los dirigentes estadounidenses y europeos para disminuir los riesgos de enfrentarse a Rusia, especialmente cuando ésta se ha sentido amenazada y decidida a defenderse.

En lugar de cautela, las creencias erróneas provocaron juicios desacertados por parte del Occidente colectivo (las naciones del G7: Estados Unidos y sus principales aliados). Esas equivocaciones surgieron en parte de la negación generalizada por parte del Occidente colectivo de su relativo declive económico en el siglo XXI. Esa negación también dio lugar a una notable ceguera ante los límites que el declive imponía a las acciones globales del Occidente colectivo. Las ideas erróneas también se derivaron de una infravaloración de la actitud defensiva de Rusia y de sus alianzas resultantes. La guerra de Ucrania ilustra claramente tanto el declive como las costosas ilusiones que fomenta.

Estados Unidos y Europa subestimaron gravemente lo que Rusia podía y haría para imponerse militarmente en Ucrania. La victoria rusa -al menos hasta ahora, tras dos años de guerra- ha resultado decisiva. Esa subestimación se debió a una incapacidad compartida para comprender o asimilar la cambiante economía mundial y sus implicaciones. Al minimizar, marginar o simplemente negar el declive del imperio estadounidense frente al auge de China y sus aliados de los BRICS, Estados Unidos y Europa pasaron por alto las implicaciones de ese declive. El apoyo de los aliados de Rusia, combinado con su determinación nacional para defenderse, ha derrotado hasta ahora a una Ucrania fuertemente financiada y armada por el Occidente colectivo. Históricamente, los imperios en declive suelen provocar negaciones y delirios que enseñan a sus pueblos "duras lecciones" y les imponen "duras elecciones". En eso estamos ahora.

El declive económico del imperio estadounidense constituye el contexto mundial en curso. El PIB colectivo, la riqueza, los ingresos, la cuota del comercio mundial y la presencia en los niveles más altos de las nuevas tecnologías de los países BRICS superan cada vez más a los del G7. Ese incesante desarrollo económico enmarca también el declive de las influencias políticas y culturales del G7. El programa de sanciones masivas de Estados Unidos y Europa contra Rusia después de febrero de 2022 ha fracasado. Rusia recurrió especialmente a sus aliados de los BRICS para escapar rápida y convincentemente a la mayoría de los efectos previstos en esas sanciones.

Las votaciones en la ONU sobre la cuestión del alto el fuego en Gaza reflejan y refuerzan las crecientes dificultades a las que se enfrenta la posición de Estados Unidos en Oriente Medio y en todo el mundo. Lo mismo ocurre con la intervención de los Houthis obstaculizando la navegación en el Mar Rojo y lo mismo ocurrirá con otras futuras iniciativas árabes e islámicas de apoyo a Palestina contra Israel. Entre las consecuencias que se derivan de la cambiante economía mundial, muchas funcionan para minar y debilitar el imperio estadounidense.

La falta de respeto de Trump hacia la OTAN, es en parte una expresión de decepción con una institución a la que él puede culpar de no haber logrado detener el declive del imperio. Trump y sus partidarios denigran abiertamente muchas instituciones que una vez se consideraron cruciales para dirigir el imperio estadounidense a nivel mundial. Tanto el régimen de Trump como el de Biden atacaron a la corporación china Huawei, se han comprometido con guerras comerciales y arancelarias, y han subvencionado fuertemente a corporaciones estadounidenses competitivamente en desventaja. Se está produciendo nada menos que un giro histórico desde la globalización neoliberal hacia el nacionalismo económico. Un imperio estadounidense que antaño abarcaba el mundo entero se está reduciendo a un bloque meramente regional enfrentado a uno o más bloques regionales emergentes. Gran parte del resto de las naciones del mundo -una posible "mayoría mundial" de los habitantes del planeta- se está apartando del imperio estadounidense.

Las agresivas políticas económicas nacionalistas de los dirigentes estadounidenses desvían la atención del declive del imperio y facilitan así su negación. Pero también causan nuevos problemas. Los aliados temen que el nacionalismo económico estadounidense ya haya afectado o vaya a afectar pronto negativamente sus relaciones económicas con Estados Unidos; el "America first" no sólo va dirigido a los chinos. Muchos países se están replanteando y reconstruyendo sus relaciones económicas con Estados Unidos y sus expectativas sobre el futuro de esas relaciones. Del mismo modo, importantes grupos de empresarios estadounidenses están reconsiderando sus estrategias de inversión. Aquellos que invirtieron fuertemente en el extranjero como parte del frenesí de la globalización neoliberal del último medio siglo están claramente temerosos. Prevén costos y pérdidas por el viraje hacia el nacionalismo económico. Su reacción le resta impulso a ese cambio de dirección. A medida que los capitalistas de todo el mundo se adaptan de manera práctica a la cambiante economía mundial, también riñen y discuten sobre la dirección y el ritmo del cambio. Eso inyecta más incertidumbre y volatilidad en una economía mundial ya de por si bastante desestabilizada. A medida que el imperio estadounidense se desmorona, el orden económico mundial que una vez dominó e impuso también cambia.

Los eslóganes "Make America Great Again" (MAGA) han explotado políticamente el declive del imperio estadounidense, siempre en términos cuidadosamente vagos y generales. Lo simplifican y lo distorsionan dentro de otro conjunto de aberraciones. Trump, promete repetidamente, que pondrá fin a ese declive y lo revertirá. Castigará a los culpables: China, pero también a los demócratas, liberales, globalistas, socialistas y marxistas, a los que agrupa en una estrategia de construcción de bloques. Rara vez se presta atención seria al declive económico del G7, ya que hacerlo implicaría criticar severamente las decisiones de los capitalistas, impulsadas por la obtención de beneficios económicos, como causas cruciales del declive. Ni republicanos ni demócratas se atreven a hacerlo. Biden habla y actúa como si la riqueza y el poder de Estados Unidos dentro de la economía mundial no hubieran disminuido desde la segunda mitad del siglo XX (la mayor parte de la vida política de Biden).

Seguir financiando y armando a Ucrania en la guerra contra Rusia, al igual que respaldar y apoyar el maltrato de Israel a los palestinos, son políticas basadas en la negación de un mundo que ha cambiado. Como también lo son las sucesivas oleadas de sanciones económicas, a pesar de que cada una de ellas no ha logrado sus objetivos. El uso de aranceles para mantener los vehículos eléctricos chinos (mejores y más baratos) fuera del mercado estadounidense sólo perjudicará a los estadounidenses (a través de precios más elevados de los vehículos eléctricos chinos) y a las empresas (a través de la competencia global de las empresas que compran los automóviles y camiones chinos más baratos).

Tal vez el mayor y más costoso de los delirios que se derivan de la negación de años de decadencia sea el de las próximas elecciones presidenciales. Los dos principales partidos y sus candidatos no ofrecen ningún plan serio para hacer frente al imperio en declive que pretenden liderar. Ambos partidos se turnaron para presidir el declive, pero negarlo y culpar al otro es todo lo que ofrecen en 2024. Biden ofrece a los votantes una alianza como recurso para esconder que el imperio está en declive. Trump promete vagamente revertir el declive causado por el mal liderazgo demócrata al que su elección pondrá fin. Nada de lo que hacen los dos partidos principales implica admisiones y evaluaciones sobrias de una economía mundial transformada y de cómo cada uno planea hacer frente a ello.

Los últimos 40 o 50 años de la historia económica del G7 han sido testigos de redistribuciones extremas de la riqueza y la renta hacia arriba. Esas redistribuciones funcionaron como causas y efectos de la globalización neoliberal. Sin embargo, las reacciones internas (divisiones económicas y sociales cada vez más hostiles y volátiles) y externas (aparición de la actual China y los BRICS) están socavando la globalización neoliberal y empezando a cuestionar las desigualdades que la acompañan. El capitalismo estadounidense y su imperio aún no pueden afrontar su declive en medio de un mundo cambiante. Las fantasías a cerca de conservar o recuperar el poder proliferan en la cúspide de la sociedad a la par de las delirantes teorías de la conspiración y la búsqueda de chivos expiatorios políticos (inmigrantes, China, Rusia) que abundan en la parte más baja.

Mientras tanto, los costos económicos, políticos y culturales aumentan. Y en cierto modo, como en la famosa canción de Leonard Cohen, “Everybody Knows” (“Todo el mundo lo sabe”).

 

Este artículo ha sido elaborado por Economy for All, un proyecto del Independent Media Institute.

 

Richard Wolff es el autor de Capitalism Hits the Fan y Capitalism's Crisis Deepens. Es además fundador de Democracy at Work.




Publicado por La Cuna del Sol

sábado, 23 de marzo de 2024

Semana Santa en Guatemala

Hoy que empezó oficialmente el descanso de Semana Santa en algunas dependencias oficiales como el malhadado Congreso de la República de Guatemala o el Ministerio de Educación en sus diferentes niveles, el ambiente luce menos sobrecargado. Más tranquilo, más reposado y menos trepidante como lo es la vida en las pequeñas ciudades de un país llamado Guatemala.

 

SEMANA SANTA EN GUATEMALA:
UN REMANSO DE TRANQUILIDAD ENTRE LA LOCURA
DE LOS POLÍTICOS NACIONALES



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

Hoy que empezó oficialmente el descanso de Semana Santa en algunas dependencias oficiales como el malhadado Congreso de la República de Guatemala o el Ministerio de Educación en sus diferentes niveles, el ambiente luce menos sobrecargado. Más tranquilo, más reposado y menos trepidante como lo es la vida en las pequeñas ciudades de un país llamado Guatemala. Aquí casi todo luce mal: la economía, la seguridad (pese a las estadísticas oficiales del Ministerio de Gobernación que afirma que hay una lucha frontal contra la delincuencia), la salud, con medicamentos cuyos precios ahora sí son inalcanzables para la mayoría de los ciudadanos, el sistema educativo en sus diferentes niveles que nos da como resultado de un ciclo de 11 o 12 años, muchachos, casi todos; incompetentes. Pero eso sería lo de menos, no da seres humanos sin ninguna pericia, eso sí, mal educados en todos los sentidos: no ven el trabajo como un valor, ni la gentileza como una actitud permanente.

Aquí los jóvenes son atorrantes sin remedio que quieren vivir bien sin trabajar y nadie, como en nuestros años de jóvenes, va a la panadería a comprar una bolsa de pan porque eso es denigrante para sus distinguida personas. Y algo que pone los pelos de punta de la mala educación: es ofenderlos gravemente si se les pide coger una escoba y barrer. Eso sí que no es con ellos, ni tampoco arreglar sus camas luego de levantarse de dormir a las ¡once de la mañana! ¿Tendrá futuro este país con esa clase de personas? No lo creo. Están prestos para reproducirse dejando una descendencia peor que ellos.

Por eso estos días la gente se refugia en sus casas, no porque les guste el recogimiento y la meditación, sino porque los quetzales se han vuelto un bien muy escaso. Ya no se puede ser realista en este país o con sentido de clase. Las personas de los sectores populares no calzan zapatos modestos solo de marca, aunque muchas veces no se sabe si son adquiridos con grandes sacrificios por madres consentidoras o se los han robado. Es común ver a personas de los sectores populares en coches de alta gama, pero resulta que a los días son capturados por la policía porque los autos son adquiridos por medios ilícitos.

Sumado a la delincuencia común está la delincuencia de cuello blanco y la delincuencia política. Los políticos, sobre todo, son delincuentes debidamente entrenados en malas artes. Casi no hay quien se salve y lo mínimo que puede ocurrir como falta o colisión de la ética es que son oportunistas. Sujetos sin ideales que se suben a cualquier coche que insinúe la mínima posibilidad de salir adelante. Los principios en países como Guatemala se van extraviando porque se consideran los ideales, el ideario de alguien, como una virtual pendejada. La cima de la mala educación son los políticos. Dan miedo. Aterra oírlos hablar y exponer sus ideas.

Gore Vidal, un escritor norteamericano, siempre se preguntó porque en los Estados Unidos siempre llegan al poder los individuos de la peor categoría. Para un ejemplo están Biden y Trump. Eso se aprendió en Guatemala, que un político no es un hombre de Estado sino un pillo de siete suelas que le quita a cualquiera el calzoncillo sin quitarle el pantalón. Así es la fauna politiquera de Guatemala, con los peores ejemplos aquí en Jutiapa. Por eso la Semana Santa es una manera de respirar un aire menos enrarecido, más limpio. No queremos los guatemaltecos saber nada de ellos por estos diez días. ¿Y para qué? No hacen la mínima falta. Nadie los extraña y nadie derramará una lágrima si algún politiquero deshonesto de Guatemala fallece. De veras, es un gran alivio no saber de ellos.




Publicado por La Cuna del Sol

sábado, 16 de marzo de 2024

Consuelo Porras propuesta como "heroína nacional" de Guatemala

El diputado Edgar Reyes Lee, no teniendo mejores ideas, seguramente, tuvo según él un arrebato intelectual y pensó que su propuesta de declarar a Consuelo Porras como heroína nacional de Guatemala le haría un diputado muy aplaudido. Todo lo contrario.

 

CONSUELO PORRAS PROPUESTA POR EL DIPUTADO
EDGAR REYES LEE COMO “HEROÍNA NACIONAL”



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

¿Cómo podríamos llamar a la propuesta que hiciera el diputado Edgar Reyes Lee, del partido político Vamos la semana que hoy termina en el Congreso de la República? ¿Insensatez? ¿Insania mental? ¿O simplemente testarudez ideológica y política de un reaccionario recalcitrante? No es ignorante ni bobo. Es un pícaro redomado, sobrino de El Chino Lee, ex alcalde de facto puesto en la alcaldía capitalina por Efraín Ríos Montt, El Energúmeno de la iglesia Evangélica “Verbo”.

No teniendo mejores ideas, seguramente, tuvo según él un arrebato intelectual y pensó que su propuesta de declarar a Consuelo Porras como heroína nacional de Guatemala le haría un diputado muy aplaudido. Todo lo contrario. Las redes sociales se desbordaron diciéndole entre otras linduras que era todo un hijo de la gran puta de ano ancho como su mentor Alejandro Giammattei.

Claro, semejantes groserías apenas las soporta un texto decente, pero es necesario mencionarlas porque Edgar Reyes Lee no se merecía otra cosa. ¿A quién se le ocurre que semejante propuesta va a ser bien recibida? La señora Porras es la mujer más malquerida del territorio nacional desde el momento en que no quiso respetar el voto de la gran mayoría de guatemaltecos y en cuyo empeño se llevó tras de sí al poco agraciado señor Curruchiche y la señorita o señora, nada fea por cierto, Cintia Monterroso. Ya no podemos esperar más de los diputados de la derecha de Guatemala que, no siendo confrontados por el amparo del poder económico y político, hacen y dicen lo que les venga en gana.

Las derechas, en su prepotencia, siempre se lucen como personas de mala educación: no dan los buenos días, tardes o noche a ninguna persona. Se creen intocables y son intratables, a menos que tú les propongas una pillada don medie el buen dinero para que sean todos ojos y oídos y sonrisas de contento. Así funciona esta gente. No obstante, tiene una peculiaridad todo ese trato brusco con las personas. Enmascara algo vergonzoso: son unos cobardes que solo pelean en su patio y en montón. Se asustan con poco estos cobardes. Pero descubra usted su flanco de debilidad y los montoneros éstos se le lanzarán sin piedad. Por ello cuando Curruchiche dijo que a él “le daba risa” las sanciones de la Unión Europea no quiso decir otra cosa que estaba sintiendo miedo.

Igual sucedió la semana que hoy termina con El Gordo Panqueque, el señor Allan Rodríguez que luego de tratar como quiso a los vecinos de la colonia popular Betania tildándolos de terroristas y mareros, ellos, los vecinos de Betania, le respondieron que no tuviera un jerónimo de duda de que, cuando se hiciera necesario, volverán a salir a las calles a erigir barricadas y crear gordos problemas, como el aludido diputado. Pero el más ruin y cobarde de todos es el inválido Giammattei. Investido de prepotencia presidencial ha tratado mal a cuanta persona no coincide con su pensamiento político cochambroso y aparte del robo del erario nacional nos dejó unas veinticinco familitas neonazis ucranianas afincadas en la capital y el departamento de Izabal. Sobre la basura nacional que tenemos en abundancia nos trae más porquería de Ucrania… Esos extranjeros racistas deben ser vigilados porque no tardarán en estar coludidos con la derecha nacional para impulsar desaguisados.

Para estupideces basta Edgar Reyes Lee, el proponente de Consuelo Porras como Heroína Nacional pues nos ha salvado del comunismo mediatizando al nuevo poder del partido Semilla. Grandes locos e ignorantes éstos, no cabe la menor duda.




Publicado por La Cuna del Sol

sábado, 2 de marzo de 2024

Consuelo Porras: el gran incordio nacional

Se da por descontado que la poca agraciada señora vaya a contribuir a la edificación del sistema de justicia, al que ha orillado a la venalidad, la corrupción y la desatención. Excepto si se trata de perjudicar a las personas progresistas, democráticas de este país, donde la ley acciona de manera pronta y cumplida.

 

CONSUELO PORRAS:
EL GRAN INCORDIO NACIONAL



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

Para quienes no están familiarizados con esta palabra, por ser personas de cuarenta años hacia atrás, un incordio es un tumor purulento y voluminoso que no es venéreo. Sale en ocasiones en el ano, en el área del esfínter, y es sumamente doloroso e imposibilita a las personas de poder caminar. Se le conocen también como bubas, bubones o “nacidos” para el caso de Jutiapa. Es una palabra vernácula de uso muy frecuente en las comunidades rurales y de manera figurativa también se le llama a una persona o cosa que molesta; incómoda o agobiante, tal el caso de la señora Consuelo Porras, Fiscal General de Guatemala, que se ha constituido a lo largo de su mandato en una persona de gran perjuicio para la endeble democracia guatemalteca.

Se da por descontado que la poca agraciada señora, que es fea con todas las letras; vaya a contribuir a la edificación del sistema de justicia, al que ha orillado a la venalidad, la corrupción y la desatención. Excepto si se trata de perjudicar a las personas progresistas, democráticas de este país, donde la ley acciona de manera pronta y cumplida. Ha apañado, cuando no consentido, a militares genocidas, a funcionarios de alta corrupción [tan solo para citar un ejemplo] como el ex ministro del extinto Partido Patriota de Otto Pérez Molina; Alejandro Castillo Sinibaldi, cuya insolencia desbordada ha sido tolerado por la señora Fiscal. Por cierto, este reconocido ladrón que tiene abierto expediente en Brasil por el caso Odebrecht, nunca fue llevado a las audiencias judiciales, como corresponde a cualquier imputado que está sujeto a un proceso judicial, con los grilletes debidamente instalados en sus muñecas; porque no quería darle gusto que sus enemigos lo vieran reducido a lo que es: un gran ladrón. Adujo un problema médico y no sé cuánto daría de dinero por el dictamen médico para usar un cabestrillo. Así hay ladrones, de repente resulta que tienen un poco de pudor.

Ahora bien, la señora fiscal ahora sí empezó a sentir que no es tan invulnerable como ella se lo ha imaginado. Juan Guerrero, Secretario General de la Presidencia y Julio Saavedra, Procurador General de la Nación, interpusieron una querella contra la señora Consuelo Porras para despojarla de su derecho de antejuicio y procesarla por incumplimiento de deberes, fundamentados en el Artículo 165 (Reformado) de la Constitución Política de la República de Guatemala que expresa lo siguiente: declarar si a lugar o no a formación de causa contra el Presidente y Vicepresidente de la República, Presidente y Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, del Tribunal Supremo Electoral y de la Corte de Constitucionalidad, Ministros y Viceministros de Estado cuando esté encargados del Despacho; Secretario de la Presidencia de la República, subsecretarios que los sustituyan, Procurador de los Derechos Humanos, Fiscal General y Procurador General de la Nación. Juan Guerrero, el Secretario General de la Presidencia, agregó ante los medios de prensa que se impulsaba esta acción “para reencauzar el Estado de Derecho que tanto le hace falta al Ministerio Público”.

La lucha conforme avance el proceso llegará al ámbito del Congreso de la República donde dos cuartas partes del total de 160 diputados decidirán la suerte de la señora Porras. ¿Qué le ha hecho pensar a esta señora que nunca sería alcanzada por la mano de la justicia? Me imagino que se mal aconseja sola y con esa jerga leguleya de la ley que no cumple ha llegado a ser la persona más odiada y malquerida de Guatemala dado que las personas que anhelan un país mejor están enteradas que esta señora es, al momento, la ruina y la polilla de Guatemala.




Publicado por La Cuna del Sol