La condena por genocidio del
ex dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt ha puesto el respecto por los
derechos humanos en Guatemala en una encrucijada, invalidar el dictamen como
una primer opción y la otra ampliar la investigación a los cómplices de Ríos
Montt en Guatemala y en los Estados Unidos. Hace unos pocos días la Corte de
Constitucionalidad tomó la primera opción, invalidar la sentencia. El siguiente
artículo es la segunda parte de la entrevista que le hiciera Dennis J. Bernstein
al periodista Allan Nairm, publicada en fecha 20 de mayo por el website de la
revista Consortium News.
LA JUSTICIA GUATEMALTECA
EN LA ENCRUCIJADA
Por Dennis J. Bernstein
El periodista Allan Nairn, quien ha cubierto la historia del genocidio en
Guatemala desde la década de los 80, estuvo en la corte durante el reciente
veredicto y le comentó a Dennis J. Bersntein en esta entrevista que en este
momento hay dos batallas que están teniendo lugar. Aquellos que lucharon para
que se condenara a ríos Montt –muchas veces arriesgando sus propias vidas- están
presionando para que se amplié la investigación, para que se enfoque en otros
asesinos en masa apoyados por los EEUU en la década de los 80, incluyendo al
actual presidente, general Otto Pérez Molina.
Y por otra parte, está la poderosa oligarquía militarista de la extrema
derecha guatemalteca, con sus manos ensangrentadas de las mismas matanzas de
las que se culpa a Ríos Montt, que luchan porque su condena sea anulada por una
corte superior en Guatemala.
Además existe la cuestión de la complicidad de los Estados Unidos en las
atrocidades cometidas contra los derechos humanos en Guatemala durante la
administración Reagan y, más recientemente, la decisión de invitar a uno de los
generales de más alto rango de Ríos Montt para que estudiara en Harvard
University’s Kennedy School.
Segunda Parte
DB: Estábamos Hablando de
Rigoberta Menchú. La historia de su familia no es ajena a los
horrores –un ejemplo extremo- pero no alejada de los horrores de los que estamos
hablaando cuando hablamos de esta maquinaria asesina apoyada por los Estados
Unidos.
AN: Si, su familia –algunos miembros de su familia
fueron quemados vivos o sus cuerpos nunca fueron encontrados. Esta ha sido la
vida para las personas en las áreas rurales, en particular la gente indígena. Los
asesinatos ocurrieron por años y años y años.
Todo se remonta a 1954 cuando el gobierno democráticamente elegido en Guatemala
fue depuesto por un golpe de Estado orquestado por la CIA. Los militares
gobernaron ininterrumpidamente a lo largo de la década de los 80, asesinando y
masacrando a placer.
Hoy en día, aun y cuando Guatemala tiene un sistema electoral, nuevamente
un militar, el general Otto Pérez Molina, está a cargo del gobierno. Él era el
comandante local en el área de la región ixil, el lugar de las masacres por las
que se sentenció a Ríos Montt. Durante ese tiempo, en el medio de las masacres,
me encontré con él. …
Sus soldados –tenientes, sargentos y cabos- describían como solían ir a los
poblados con listas que les eran proveídas por la inteligencia militar de la
G2, listas negras de personas que eran sospechosas de ser colaboradores de la
guerrilla o críticos del ejército. Ellos relataban como solían estrangular a
las personas con lasos, abrir a las mujeres con machetes, dispararle a las
personas en la cabeza frente a sus vecinos, usar aviones de EEUU, helicópteros
y bombas de 50 kg para atacar a la gente que huía a las montañas.
Estos son los hombres del actual presidente, describiendo como, bajo
órdenes, ellos hacían esto. Él es actualmente el hombre a cargo del gobierno de Guatemala, y el
veredicto lo tiene muy preocupado. El permitió que el juicio prosiguiera. En el
sistema judicial guatemalteco, el fiscal general actúa con mucha más autonomía
política de los medios de prensa que el fiscal general de EEUU, por lo tanto es
más difícil para el presidente controlar lo que hace el fiscal general.
La actual fiscal general de Guatemala es muy honesta, con un buen sentido de
la responsabilidad legal. Sin embargo, Pérez Molina tiene todavía mucha
influencia. El permitió que el juicio tuviera lugar en el entendido de que
únicamente se enfocaría en Ríos Montt y su codefendido, el general Rodríguez
Sánchez, en el juicio no se mencionaría a Pérez Molina. Básicamente, él estaba
dispuesto a sacrificar a Ríos Montt.
Pero para la sorpresa de todo el mundo, a la mitad del juicio, un testigo,
un ex soldado; nombró a Pérez Molina y dijo que el había ordenado atrocidades.
Yo estaba programado para testificar una semana después de lo sucedido, pero a
causa de todo esto, se me impidió tomar el estrado porque Pérez Molina estaba
furioso de que su nombre se hubiera revelado en el juicio. Había temor de que si
tomaba el estrado, el cancelaria el juicio completamente.
Efectivamente así sucedió, aun y cuando no testifiqué y el nombre de Pérez
Molina no se volvió a mencionar, el juicio fue suspendido de todas maneras
porque la oligarquía y el ejército comenzaron a darse cuenta que si el juicio
se prolongaba demasiado, con los testigos relatando las masacres del ejército,
eso les dañaría políticamente –les estaba causando un tremendo daño con el
público, entonces decidieron suspenderlo.
El juicio estuvo muerto por dos semanas, pero fue resucitado debido a las
protestas de los activistas guatemaltecos, organizaciones internacionales de
los derechos humanos, y de algunas personas en el Congreso de los EEUU que
intervinieron y ejercieron presión. El juicio fue entonces reanudado y se le
permitió llegar a un veredicto.
Pérez Molina está muy temeroso de que lo pueda pasar. En la noche después
del veredicto el dio una entrevista en
CNN en Español donde fue presionado por Fernando del Rincón a cerca de las
entrevistas que tuvo con migo durante el periodo de las masacres a mediados de
la década de los 80, y de su papel en las mismas. Tan pronto como Rincón empezó
a preguntar a cerca de eso la señal desde el palacio presidencial a CNN se
interrumpió.
En los estudios de CNN hubo desconcierto. La señal permaneció interrumpida
por varios minutos. Cuando la señal retornó, Pérez Molina había
recuperado la cordura, con vehemencia el empezó a refutar la pregunta, rehusándose
a dar una respuesta. Al final, dijo el, usted tiene que entender que los
guerrilleros habían reclutado a familias enteras como colaboradores –ellos
tenían a mujeres y niños como colaboradores. Parecía que estaba dando una razón
para el asesinato de familias.
Después de que terminó la entrevista –en ese momento me encontraba en
Guatemala- me puse a ver la segunda parte de la misma. El acceso a la entrevista en el website de CNN había
sido bloqueado en Guatemala, pero algunas personas se las ingeniaron para
grabarla y la subieron a You Tube. La polémica entrevista con Pérez Molina obtuvo
más de 20,000 visitas en cuestión de horas, lo que en el caso de Guatemala es
una gran cantidad. Fue una sensación. Todo el mundo hablaba de eso. Luego,
inexplicablemente esas entrevistas en You Tube desaparecieron.
La última noche di una entrevista en el mismo programa de CNN en Español.
Sé que gente en Guatemala han intentado subirla a You Tube. Veremos cuanto
tiempo duran ahí. Evidentemente, Pérez Molina, está muy preocupado a cerca de todo
esto.
DB: En este momento ¿qué
clase de evidencia podría surgir a cerca de la relación de EEUU con la
maquinaria asesina guatemalteca?
AN: Todo empezó desde arriba. [Ronald] Reagan personalmente respaldó a
Ríos Montt, se reunió personalmente con él y lo llamó un hombre de gran
integridad personal, dijo que estaba siendo calumniado sobre derechos humanos.
Los EEUU tenían personal norteamericano trabajando dentro de la G2, la unidad
de inteligencia militar que se encargaba de seleccionar a sus objetivos para
ser asesinados y desaparecidos. La CIA tenía en su nómina de pagos a muchos de
los oficiales de alto rango de ejército y a su liderazgo. El agregado militar
de EEUU en Guatemala proporcionaba asesoramiento al ejército.
El coronel George Menas me informó que el ayudó en esa época a
desarrollar la estrategia de las batidas que envió al ejército a todas esas
aldeas en las montañas. Él dijo que había sido desarrollada conjunta mente con
un tal general Benedicto Lucas García, y que los ataques habían sido parte de
la sistemática estrategia de Ríos Montt.
Los Estados Unidos tenían a un Boina Verde asignado ahí a quien entrevisté y a
quien inclusive acompañé en una maniobra. Él estaba entrenando a los
militares guatemaltecos en, según sus propias palabras, como “destruir
pueblos”. Los EEUU proporcionaba armas, bombas, granadas, aviones, helicópteros
–y lo que a ti se te ocurra.
Los EEUU también hicieron los arreglos para que Israel participara y se
convirtiera en el principal abastecedor de equipo militar al ejército de
Guatemala, en particular rifles de asalto -el rifle automático Galil. Esto fue
debido a que la administración estaba en problemas con el congreso, el cual no
estaba de acuerdo con muchos de los planes para ayudar al ejército de Guatemala,
entonces decidieron pasar por alto al congreso utilizando directamente al
gobierno de Israel. Esa táctica se inició con la administración Carter. Fue [National
Security Advisor Zbigniew] Brzezinski quien ayudó a montar esa
estrategia. Mientras los crímenes continuaban, los EEUU estaban apoyando a los
militares Guatemaltecos de múltiples maneras.
Esa clase de acciones que respaldan un crimen son ellas mismas un crimen.
Es similar a lo que dijo el presidente George W. Bush sobre el terrorismo –si
armas a un terrorista, eres un terrorista. En eso, pienso que él está en lo
correcto. ¿Si le das armas a un genocida, en qué te convierte eso? Esto
ciertamente llevaría a la formulación de cargos criminales en tu contra. Las cortes de EEUU deberían
formular cargos criminales contra estos oficiales de EEUU que todavía
sobreviven, como es el caso de Elliott Abrams, uno de los principales
diseñadores de las políticas para Centro América de la administración Reagan.
Hubo docenas de otros funcionarios muy importantes en el gobierno de los
EEUU participando en la formulación de políticas para la región al tiempo que
se estaban cometiendo estos crímenes. No sabemos la magnitud de la complicidad
de EEUU porque (aunque existen algunos
documentos de EEUU que se ha hecho públicos bajo el Acta de Libertad de
Información, Freedom of Information Act) todavía existen una gran cantidad de
documentos que permanecen clasificados, entre los que se incluyen comunicaciones
entre Ríos Montt y su ejército así como comunicaciones dentro del ejército
guatemalteco, interceptadas por la Agencia de Seguridad Nacional de los EEUU.
Una cosa interesante que salió a luz durante el juicio, después de dar su
testimonio los testigos, fue que un número substancial de ellos relataron haber
huido a las montañas y ser bombardeados, atacados y ametrallados
desde aviones y helicópteros de EEUU. Durante el momento de estos hechos yo
sabía de algunos casos en que esto estaba pasando, pero según el testimonio de
los testigos, estos ataques desde aviones y helicópteros de EEUU fueron más
frecuentes de lo que suponíamos en ese momento. Esto es un ejemplo de cómo
todavía nosotros no sabemos toda la historia –cuan vasta fue la complicidad de
los EEUU en estos crímenes.
DB: Tu elaborastes una
historia sobre Héctor Gramajo, el general que sirvió en el ejército bajo Ríos
Montt y fue una figura clave en las matanzas del altiplano. El obtuvo una
maestría en Harvard Kennedy School. Le hice una llamada a la persona encargada
de las relaciones publicas en ese lugar y le pregunte si el sabía que los
estudiantes eran compañeros de clase de un asesino en masa. La respuesta fue,
“Yo no sé a cerca del asesino en masa, pero parece que a los estudiantes les
cae bien”. Esto sugiere una lamentable amistad, en relación a lo que sucedió.
AN: Si. La red de colaboración entre los Estados
Unidos –no solo del gobierno, sino además de otras instituciones poderosas- y
los asesinos en masa en Guatemala, como en muchos otros países, es muy extensa.
El general Gramajo fue uno de los generales de más alto rango bajo Ríos Montt y
fue uno de los responsables de esas masacres. Él fue traído a Harvard en donde
se le preparó para la presidencia, después de Harvard el retornó a
Guatemala y participó en las elecciones para presidente.
Mientras estaba en Harvard, en su toga de graduación, se le hizo saber de
una demanda en su contra. Varios de los que trabajamos para el Center for
Constitutional Rights estuvimos en capacidad de ayudar a montar una demanda en
contra de Gramajo, bajo la Alien Tort Claims Act (Ley de Reclamación por
Agravios contra Extranjeros), una demanda civil, porque en este país no se
puede interponer una demanda criminal.
Es posible interponer una demanda bajo esta ley la cual recientemente ha sido drásticamente
restringida por una resolución de la Corte Suprema de Justicia del juez
Roberts, por lo que ahora resulta más difícil usar esta ley de lo que era en la
década de los 90.
Bajo esta demanda civil, Gramajo tenía que enfrentar juicio en una corte
federal de los EEUU por su papel en las masacres y en crímenes contra la
humanidad. La corte le ordenó pagar una compensación monetaria por daños,
por valor de 11, 12 o 13 millones de dólares. Él no se presentó, ni
tampoco pagó el dinero, el salió del país y retornó a Guatemala. El caso
dañó sus posibilidades de ser presidente. Esto es un buen ejemplo de cómo
Harvard, sabiendo perfectamente quien era él, le brindó la
oportunidad de estudiar en ese lugar.
Pero esto pasa todo el tiempo. Ríos Montt trabajó personalmente con una
iglesia evangélica que tuvo sus orígenes en los EEUU, llamada la Iglesia del
Verbo. La primera vez que entreviste a Ríos Montt fue en el palacio
presidencial, un par de semanas después de capturar el poder, y él dijo, “Yo
voy a conseguir un billón de dólares de Pat Robertson”. Dudo que Pat Robertson
le haya dicho eso, pero eso es lo que Ríos Montt dijo, y ambos trabajaron muy
cercanamente. En ese entonces él tenía el respaldo del congresista Jack Kemp.
Hoy en día el principal portavoz político de Ríos Montt es su hija, quien
está casada con un ex congresista de EEUU proveniente de Illinois, ella es una
ex miembro del congreso de Guatemala, y estaba considerada como una futura
candidata presidencial. Ríos Montt no es lo que parece, un monstro aislado que
permanece fuera de la órbita de los estados Unidos.
Algunas informaciones de prensa lo describen de esta manera –Estados Unidos
es el virtuoso observador, atento a lo que Ríos Montt hizo y diciendo estamos
conmovidos por estas terribles cosas que pasaron y apoyamos el juicio. No. Ríos
Montt era el hombre de Washington. Ellos lo han abandonado ahora como a muchos
otros en el pasado, Noriega, Gaddafi, Saddam, Marcos y varios más. Pero
incuestionablemente él fue el hombre de Washington, y no solo Washigton, también
de otras instituciones de la elite.
DB: Allan Nairn, muchas gracias por tu trabajo. Pase
lo que pase, este ha sido ya un caso significante, un caso que sienta un
precedente para los derechos humanos, y particularmente para la gente indígena.
Traducido del inglés por Marvin Najarro
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.