sábado, 24 de agosto de 2024

En Guatemala los letrados mafiosos están al acecho

Los “letrados iletrados” de Guatemala solo son máquinas de hacer dinero, insensibles, brutales y vulgares.

 

CASI IMPOSIBLE QUE EN GUATEMALA
SE CONSTITUYAN UNAS CORTES HONORABLES
PUES LOS LETRADOS MAFIOSOS ESTÁN AL ACECHO



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

El estado de Derecho en Guatemala son unas palabrejas sobadas, desgastadas y desacreditadas. Tan ininteligibles en la práctica como el idioma sefardí (español antiguo) del siglo XV que todavía se habla minoritariamente en Israel. La expresión Estado de Derecho la esgrimen todos los abogados en su lenguaje ritual de leguleyos de las mil mañas. Esa oración “Estado de Derecho en Guatemala”, es la pobre argumentación de personas que no conocen de justicia, pero sí mucho de “leyes”, de códigos, de extremismos legales; tal si fueran los ISIS del Medio Oriente. Son los peores tipejos investidos de la alta dignidad y confianza que les confiere el Estado Guatemalteco para ejercer su profesión liberal de abogados y notarios.

Desde el siglo XVI en España se acuñó una copla popular, muy ilustrativa de esta clase de personas dedicadas a impartir justicia si son jueces y de procuración de justicia si son abogados. Dice así: “(…) hoy condenará la Audiencia, / a un ladrón principiante, / que no robó lo bastante, / para probar su inocencia.  Esta copla lo dice toda en cuatro versos. Ahíta de realidad y sabiduría popular que la vivimos los guatemaltecos, sobre todo, en este mundo donde reinan los malvados y los decentes que desafían al poder corrupto son encarcelados. Así ha sido siempre. Por eso banqueros y abogados fiadores en la Alta Edad Media que no cumplían sus obligaciones redituales eran, sencillamente, ahorcados en las plazas públicas. ¿Cuántos abogados tendrían que ahorcarse en Guatemala en los tiempos que corren?

Esta crónica negra se sigue escribiendo con puntualidad todos los días en Guatemala. Los “letrados iletrados” de Guatemala solo son máquinas de hacer dinero, insensibles, brutales y vulgares. En esta semana que hoy termina las Comisiones de Postulación terminaron de recibir los expedientes de los interesados en ocupar esos cargos en la Corte Suprema de Justicia y Cortes de Apelaciones (magistrados menores). Hay más de 600 expedientes y la jornada de recepción fue agotadora, con todo y que las instalaciones de la Universidad Rafael Landívar son amplias, el ambiente estaba atiborrado. ¿Qué hubiera pasado si esa actividad se hubiera realizado en los pasillos de la Torres de Tribunales de Justicia donde el espacio era notoriamente insuficiente? Pero allí debía hacerse según los abogados imbéciles que desconfiaban hasta del sacerdote rector de la Universidad Rafael Landívar, padre Miquel Hernández.

Hubo necesidad que el actual presidente de la Corte Suprema de Justicia declarara públicamente que el edificio de la Torres de Tribunales no reunía las condiciones para dicho evento. Los problemáticos tuvieron que tragarse sus palabras y regañadientes aceptar esa realidad. Desde allí empezó a perder impulso el Pacto de Corruptos y todo ahora, sobre todo al Ministerio Público, le viene cuesta abajo. Van en una lenta caída libre e impactarán con mucha fuerza en el suelo de manera inevitable.

Las fuerzas políticas se siguen recomponiendo en el Congreso de la República y ahora no le temen a doña Consuelo sino a lo que les pueda pasar con la elección de Kamala Harris, señora que por cierto conoce muy de cerca la realidad de Guatemala por sus constantes viajes al país. Y al parecer los lazos de amistad no son tan fuertes con la fiscal general porque, cual buque haciendo aguas, las ratas quieren largarse y dejar a la señora casi sola al frente del timón. Rafael Curruchiche, El Feo, aspira a ser Magistrado de la Corte de Apelaciones y lo propio hace Cintia Monterroso, la que allanó ilegalmente las instalaciones del Tribunal Supremo Electoral para llevarse documentación privativa de las autoridades electorales. Lo mismo hace Leonor Morales Lazo, que enderezó las acciones con el Partido Semilla y logró neutralizarlo en su acción política. Y el colmo de esta crónica negra la cierra el cónyuge (¡qué huevos!) de doña Consuelo Porras, el militar y abogado, señor Gilberto de Jesús Porres.

Puede ser que se estén dando a la fuga, pero puede que no. Que se trate de un ardid, de una estratagema para copar también con sus fuerzas oscuras las Cortes de Guatemala. Tienen a su favor entre otras gentes a Estuardo Gálvez, El Ñato, ex rector vil de la Universidad de San Carlos cuyas ambiciones ilimitadas por el dinero no le dan sosiego a su vida. Los resultados de las elecciones de cortes son realmente imprevisibles, pero el resultado que sea está bajo la sombra de la señora Harris. Todas las ratas están en una jaula y van a empezar a morderse y si es posible devorarse en un canibalismo brutal. Esa espera no será tan larga porque tienen la presión de la Corte de Constitucionalidad que intenta jugar un buen papel ante la Espada de Damocles que están sobre sus cabezas por lo dicho de la señora Harris.




Publicado por La Cuna del Sol

sábado, 17 de agosto de 2024

El principio del fin…

Sus palabras amañadas la golpearon y ahora parece que ya no podrá seguir protegiendo a la señora de Giammattei y significa su principio del fin como fiscal con los 111 diputados en rebeldía que pueden muy bien ahora modificar la Ley del Ministerio Público y sacarla a empellones del Ministerio Público. Aquí se cumple al pie de la letra aquél viejo refrán popular: (…) no hay mal que dure cien años ni enfermo que lo resista.

 

EL PRINCIPIO DEL FIN: EL LUMPEN POLÍTICO
APRENDIENDO A TORCERLE EL BRAZO
A LA FISCAL GENERAL DE GUATEMALA



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

¡Qué tiene Fidel, que los yankis no pueden con él! Esta famosa muletilla revolucionaria se entonaba con gran emoción y convicción en los primeros años de la Cuba Revolucionaria y Socialista por todos los jóvenes de América Latina, ante los constantes acosos de los Estados Unidos contra Cuba, acciones subversivas que no podían cristalizarse con el éxito y que hacían quedar mal una y otra vez a la CIA, al departamento de Estado y a los agentes del Servicio Secreto, guardaespaldas muy presumidos y que dicho sea de paso no son tan secretos. Estos tontos de fácil identificación no se despojan de sus gafas contra el sol y su traje y zapatos negros.

Hoy se ha dado un inesperado giro con los hechos políticos de la semana que hoy termina en Guatemala. 111 diputados del Congreso de la República de Guatemala, de dos o tres diputados recuperables, decidieron insubordinarse a la férrea férula de la señora Consuelo Porras, Fiscal General de Guatemala que ha tenido cohibidas a todas las instituciones del Estado y principalmente a los diputados del Congreso de República que disponen de una cola de tusa muy fácilmente inflamable. A casi todos los diputados les tenía pisada la cola y amenazaba de encausar penalmente a estas nobles criaturas si se le ponían al brinco y no hacían lo que ella les indicaba. Pero de repente los astros se alinearon para favorecer al pueblo de Guatemala.

Se sabía algo de las negociaciones o quizá conversaciones con el presidente para la Ampliación Presupuestaria de 14 mil millones de quetzales que le permitiera al gobierno hacer inversiones sociales y cumplir las obligaciones de pago que tiene el Estado con organismos internacionales de crédito y pagos también de la deuda interna, en quetzales, en el caso de los bonos colocados en diversas instituciones.  En un principio la desinformación sobre la ineficacia del Estado funcionó y era común escuchar a los ciudadanos su decepción por el gobierno de Bernardo Arévalo. Pero toda maldad tarde o temprano se revierte y la difamación propalada alcanzó a los promotores del desgobierno, los diputados, que fueron requeridos por sus electores en todo el país que sus acciones parlamentarias los estaban perjudicando y que si se trataba de ineptos ellos también estaban en la lista y no solo el Ejecutivo presidido por Arévalo.

Puestos entre la espada y la pared y haciendo de tripas corazón, encontraron un consenso mínimo pero no menos importante para decirle un ¡basta ya! a la señora Porras. A eso contribuyó como fuerza externa el equilibrio del Partido Demócrata en Estados Unidos con el Partido Republicano e hizo caer de capa caída a la ultraderecha guatemalteca que ahora ya no está segura del triunfo del señor Donald Trump, que hubiera significado quitar todos los respaldos políticos y económicos para Guatemala.

La verdad es que la democracia endeble y subsidiada de Guatemala no se ha desbaratado por el apoyo políticos de los demócratas estadounidenses. Se hablaba ya de un Golpe de Estado tradicional, militarista, para diciembre en el país. Las cosas ocurrieron no como se pensaban y hoy la derecha fascista vociferante y altanera está de capa caída. Para ajuste de penas la Superintendencia de Administración Tributaria, SAT, hizo una denuncia aparatosa contra el entorno de corruptos: Se descubrió un formidable fraude fiscal que llega hasta los 800 millones de quetzales y lo lidera la señora Miguel Martínez, esposa del ex presidente Alejandro Giammattei. La fiscal general ya no puede encubrir al mafioso de Miguelito y a las 24 horas de presentada la denuncia por el honorable superintendente, señor Marco Livio Díaz (quien por cierto lloró ante el desamor de estos tipejos para Guatemala).

La fiscal general ha pregonado que los casos que no atiende son porque no se ha presentado ninguna denuncia como si los delitos graves que en Guatemala ocurren pueden perseguirse de oficio sin necesidad de denuncia. Sus palabras amañadas la golpearon y ahora parece que ya no podrá seguir protegiendo a la señora de Giammattei y significa su principio del fin como fiscal con los 111 diputados en rebeldía que pueden muy bien ahora modificar la Ley del Ministerio Público y sacarla a empellones del Ministerio Público. Aquí se cumple al pie de la letra aquél viejo refrán popular: (…) no hay mal que dure cien años ni enfermo que lo resista.




Publicado por La Cuna del Sol

sábado, 10 de agosto de 2024

Boxeo entre diputados granujas…

Muchos guatemaltecos le expresamos nuestro agradecimiento al diputado Aguirre (del partido Cabal) por haberle cerrado la boca, aunque sea por unos cuantos segundos, al diputado Allan Rodríguez, cabeza visible como Consuelo Porras, de la corrupción en Guatemala.

 

BOXING CONTAC
ENTRE DIPUTADOS GRANUJAS
DEL CONGRESO DE GUATEMALA



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

Muchos guatemaltecos le expresamos nuestro agradecimiento al diputado Aguirre (del partido Cabal) por haberle cerrado la boca, aunque sea por unos cuantos segundos, al diputado Allan Rodríguez, cabeza visible como Consuelo Porras, de la corrupción en Guatemala. Recibió este gordo mafioso tal andanada de puñetazos que tuvieron que levantarlo del suelo sus guarda espaldas bastante desorientado, casi al punto del nockaut técnico. Pero tuvo, este amo y señor del sobrepeso, arrestos para decirle al diputado Aguirre que “¡te voy a echar a la fiscal!”. Profirió improperios y amenazas y su error fue de cálculo.

De donde él es originario nadie osa desafiarlo. Es casi un señor feudal: prepotente, abusivo, de incuantificable riqueza mal habida y a lo mejor todavía cobra a sus súbditos derecho de pernada. Acostumbrado a que lo que él dice se hace. Realmente es omnipotente en Totonicapán y tiene un base clientelar, de voto cautivo indígena, que da miedo. Fluye la canasta básica para todos sus allegados y cuando no es así hay aportes en efectivo. Tiene como única oposición política a los indígenas de Totonicapán organizados en “Los 48 Cantones”. Nadie ha podido políticamente contra él y se yergue a perpetuidad, inconmovible, como una maciza roca en alta mar.

Las razones del pleito de estos bellacos fue el presidente Bernardo Arévalo. El gordo Rodríguez acusaba al diputado Aguirre de haber tenido un encuentro con el presidente donde, dada su febril imaginación y mañas, asumió que estaban asegurando el voto para la iniciativa de ley de la Ampliación Presupuestaria. Ello significaba darle al régimen de Semilla un respiro ante tanto acoso institucional que lo tiene prácticamente sin oxígeno político.

El gordo Rodríguez tiene la misión de los poderes facticos de quebrantar este modesto esfuerzo de democratización. Luce bien pagado y se encuentra sumamente molesto porque sus empresas constructoras no han recibido un encargo del Estado. Arévalo no les ha dado tampoco dinero para promover la creación de leyes, ni ha repartido contratos para que anden saludando con sombrero ajeno en sus respectivos distritos. Esa es la razón de fondo. Con Arévalo no se puede negociar en la oscuridad, como a ellos siempre les gustó a lo largo de estos veinte años y acostumbrados a una vida de dispendio y ostentación, claro, la actual coyuntura política no es de su agrado.

Es fuerte su razón, su sinrazón, para fraguar un Golpe de Estado. De hecho, el golpe de Estado Técnico está dado porque tienen maniatado al gobierno en todas sus acciones políticas, pero no les basta con eso. Quieren todo. Al 100%. Están enloquecidos por el poder y la codicia y como la perspectiva que las fuerzas reaccionarias de Estados Unidos encabezadas por Donal Trump se hagan con el triunfo electoral, se han ido moderando con lo cobarde que es la gente de derecha. Muy dados al pleito montonero, cuando ven que los hechos van saliendo de otra manera y no como se lo habían imaginado, se desenvalentonan, se les mete el miedo y se quedan expectantes como buitres. Así son los derechistas de todo el mundo, bastante cobardes. Pero en fin, de lo que se saca de verdad es que el señor Luis Aguirre expresó lo siguiente, refiriéndose a Allan Rodríguez: “Lo senté a puros vergazos porque es una mierda”.




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viernes, 2 de agosto de 2024

La vocación de alfombra de Bernardo Arévalo…

Esa faceta del presidente Arévalo no la conocía. Sabía de su inconsistencia política, de su ambigüedad, de su dificultad para asumir compromisos francos y decididos con la “democracia real”, no con el tipo de democracia auspiciada por los Estados Unidos y la Unión Europea.

 

LA VOCACIÓN DE ALFOMBRA DE BERNARDO ARÉVALO,
PRESIDENTE DE GUATEMALA



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

Esa faceta del presidente Arévalo no la conocía. Sabía de su inconsistencia política, de su ambigüedad, de su dificultad para asumir compromisos francos y decididos con la “democracia real”, no con el tipo de democracia auspiciada por los Estados Unidos y la Unión Europea. Lo aprendido es que todo tiene su precio. Que todo se paga. Que nadie da gratis y que las perspectivas para la democracia en Guatemala, para mejorar la vida de los sectores populares, es sombría.

Con el triunfo de Maduro en Venezuela, Bernardo Arévalo se fue envuelto en el paquete despreciable de Argentina ¡cómo si no!, Ecuador, Costa Rica, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y República Dominicana. No le bastó con ir en el mismo envoltorio, se posicionó en la cresta de la ola.

Los señalamientos de la derecha de América Latina, Estados Unidos y sus títeres europeos era lo esperado. Estos ilusos fueron inducidos a pensar en un posible triunfo electoral por la propaganda de los medios masivos de comunicación de Occidente. Y no tanto ilusos, ellos querían resultados adversos al chavismo. Pero sí hay algo preocupante y que debiera de analizarlo muy bien el régimen de Maduro: el triunfado no es arrollador, pues el 51% del chavismo superó apenas por 7 puntos (44%) a las fuerzas lideradas por Corina Machado, rabiosa anticomunista y que presume de dos bolas más grandes que un par de cocos.

Hay muchas cosas que no han estado bien en Venezuela, sin embargo, las condiciones de vida del pueblo venezolano son incomparables con las de Guatemala. En Venezuela no se vive la miseria de los guatemaltecos. La vida es dura, nada fácil, en la tierra de Bolívar, pero lo de Guatemala es terrible. Quizá por ello el presidente Arévalo desde temprano ha renunciado a sus ideales reformadores ante la imposibilidad de enfrentar a una derecha delirante y cínica como la guatemalteca (aunque todas las derechas son iguales).

Arévalo, creo, se está resignando a ser un simple administrador de la crisis histórica guatemalteca. Administrar lo mejor que se pueda la crisis de la sociedad guatemalteca en los tres años y medio que quedan de gobierno (si es que su gobierno no se derrumba antes), porque es bastante seguro que el tanteo político y la sensatez no le indique otra cosa que hacer eso: un simple administrador, no un presidente real, con poder, con decisión, aunque tenga que enfrentarse, ahora sí, a una derecha desembozada en su totalidad y ya sin disimulos. Yo diría que si quieren pleito frontal habría que encararlos, no temerles, no dejarse intimidar; pero Arévalo no es de esos. Se deja pegar una y otra vez, independiente su tamaño, su porte de peso completo. Y no le darán nunca un golpe de Estado por otra sencilla razón: ya está sometido.

Su canciller, un viejo burócrata en la esfera diplomática, no le ayuda sino lo echa a perder o muy seguramente los dos se echan a perder, porque constitucionalmente quien dirige la política exterior de nuestro país es el presidente. Parecen que los dos se dan paja ya en la intimidad de su vieja relación como asalariados y lameculos. Ya no me merece ningún respeto este presidente ni su régimen mediocre, pues el último clavo de su ataúd lo puso con la declaración sobre el triunfo de Maduro y la convocatoria a la OEA ¿para hacer qué? Al final, Venezuela no necesita de la OEA como Guatemala y el papel histórico del departamento de colonias de la OEA parece que lo ha olvidado nuestro flamante doctor en sociología.

Arévalo va perdiendo apoyo popular (ya los 48 Cantones le retiraron su apoyo) y ahora con lo de Venezuela aún más. Pero no le importan sus electores, los que votaron viendo en él una figura democrática. Se va, peligrosamente, quedando solo, y que no piense que ahora meterán las manos al fuego por él lo que se movilizaron espontáneamente a mediados de 2023. Tendrá que defenderse solo, según parece. Subordinarse a las fuerzas oscuras.

El colmo de hace 48 horas es que la Fiscal General, la señora Porras, presentó ante la Corte de Constitucionalidad un recurso para retirarle la inmunidad y claro está, meterlo al bote con todo y sus ministros. Que espera este señor presidente. Solo él sabe a qué atenerse, pero de lo que sí estoy seguro es que no sabe hacer uso del poder del que está investido por la voluntad del pueblo de Guatemala. ¡Despertad! dicen los Testigos de Jehova. Lo mismo le podemos decir al señor Arévalo.




Publicado por La Cuna del Sol