sábado, 30 de marzo de 2013

SEMANA SANTA NEOLIBERAL



Mientras las y los guatemaltecos, católicos o no, viven afligidos su Semana Santa con la cabeza agachada y los ojos cerrados, el Presidente Otto Pérez Molina, en pleno feriado de Miércoles Santo, entregó el Puerto Quetzal (el puerto marítimo más importante del país) en usufructo para 25 años a la Empresa Portuaria Quetzal, subsidiaria de una empresa española. El sindicato de trabajadores y sectores organizados del país, desde hace varios meses, estuvieron resistiendo a este acto de privatización, pero el despojo se consumó en pleno feriado de Semana Santa.
De esta manera, Guatemala, quien ya cedió tierras, ríos, playas, bosques, minas, servicios públicos, etc. a las corporaciones privadas, quedará enclaustrada y atrapada bajo el dominio marítimo de una empresa extranjera. Igual o peor de lo que le ocurrió con la prepotente y nefasta historia de la empresa bananera norteamericana en el siglo pasado.





EL ÉXTASIS DEL VIERNES SANTO NEOLIBERAL


Ollantay Itzamná

Las principales ciudades se encuentran revestidas de telas de color morado y blanco. Adornados con carteles gigantes en las que sus representantes políticos les desean bendiciones por Semana Santa. Una marea humana vestido con hábitos de color morado, blanco y negro inundan las calles y plazas de las ciudades alfombradas de flores y aserrín de colores con motivos religiosos.

Gigantescas estatuas de yeso y madera recorren por las ciudades, en inmensas andas barrocas, sobre los hombros de compungidos penitentes que llevan sobre sus cabezas el capirote (cucuruchos) en señal de penitencia pública. Cada procesión avanza lento al ritmo de melodías de agonía de las bandas de música. Todo el país se concentra en estas festividades dolorosas. La Semana Santa es el feriado nacional más largo del año. Desde la televisión, los periódicos, las radio emisoras y las iglesias se inculcan con ímpetu la mansedumbre, la obediencia, el dolor, la humildad y el despojo como las virtudes sublimes de un cristiano penitente.

Despojo despiadado y aniquilamiento selectivo de dirigentes sociales

Mientras las y los guatemaltecos, católicos o no, viven afligidos su Semana Santa con la cabeza agachada y los ojos cerrados, el Presidente Otto Pérez Molina, en pleno feriado de Miércoles Santo, entregó el Puerto Quetzal (el puerto marítimo más importante del país) en usufructo para 25 años a la Empresa Portuaria Quetzal, subsidiaria de una empresa española. El sindicato de trabajadores y sectores organizados del país, desde hace varios meses, estuvieron resistiendo a este acto de privatización, pero el despojo se consumó en pleno feriado de Semana Santa.

De esta manera, Guatemala, quien ya cedió tierras, ríos, playas, bosques, minas, servicios públicos, etc. a las corporaciones privadas, quedará enclaustrada y atrapada bajo el dominio marítimo de una empresa extranjera. Igual o peor de lo que le ocurrió con la prepotente y nefasta historia de la empresa bananera norteamericana en el siglo pasado.

Simultánea a la aplicación del neoliberalismo recargado, el Estado implementa una sistemática política de criminalización, persecución, encarcelamiento y/o asesinato selectivo de dirigentes/as de organizaciones sindicales, sociales e indígenas que se resisten al calvario neoliberal.

Entre febrero y marzo del presente año fueron asesinados 5 dirigentes sindicales e indígenas que exigían el cumplimiento de derechos laborales y/o se oponían a proyectos mineros. En este momento, varios dirigentes sociales guardan cárcel preventiva, otros tantos son amenazados, perseguidos e investigados, sólo por oponerse a más despojos o exigir la devolución de lo robado.

El crimen neoliberal y el silencio de las iglesias

Cuando los ricos saquean y roban, lo llaman negocio para el progreso. Pero, cuando los empobrecidos intentan recuperar lo que les robaron, los persiguen y asesinan como a delincuentes.

En esta Guatemala que se vanagloria de ser cristiana, cada 80 minutos se asesina a bala a una persona en algún rincón del país, de los cuales más del 95% de casos queda en la impunidad. El 90% de las tierras de cultivo son acaparadas por neo latifundistas que representan menos del 2% de la población nacional, mientras casi el 70% de guatemaltecos sobreviven en el empobrecimiento. Cerca del 50% del total de niños/as menor de cinco años sufre desnutrición. ¿Por qué será que éstas y otras calamidades anticristianas no son denunciadas por los predicadores en Semana Santa?

Hace cinco siglos llegaron los pordioseros buscando riquezas por estas tierras. Nos obligaron a abandonar nuestras espiritualidades de la Vida. Nos dijeron que el bautismo nos traería civilización si acaso a cambio les cedíamos los bienes de la Madre Tierra. Se quedaron con todo, y cambio nos dieron miseria, Biblia y cucuruchos para cargar en hombros a sus ídolos blancos y barbudos que en nada se parecen a los personajes bíblicos, hebreos rebeldes de piel cobriza como nosotros/as.

El Jesús bíblico predicó la rebeldía y la liberación integral del ser humano. Organizó un movimiento socio religioso de liberación. Fue asesinado por el Imperio por subversivo y por blasfemo. Pero, estas verdades bíblicas no se predican en las iglesias. Más por el contrario, se censura la virtud de la rebeldía y se predica/promueve el vicio de la mansedumbre-resignación como la virtud sublime, hasta el límite de convertirnos en un tumulto compungido de providencialistas con cucuruchos que caminan hacia el cadalso, como lo hacían en la Edad Media los heréticos penitentes condenados a la pena capital. ¿Por qué será?

Por estas y otras traiciones, Jesús de Nazareth asesinado por el Imperio romano no resucitará en Guatemala, mientras los fariseos neoliberales continúen despojando y asesinando a los Cristo que se insubordinan y organizan para defender sus derechos y los derechos de la Madre Tierra.

El Domingo de Resurrección sólo ocurrirá en Guatemala si acaso las y los guatemaltecos nos atrevemos a abandonar nuestra actitud de penitentes eternos de Viernes Santo.

Podemos cargar, en andas de plata, por otros quinientos años, a ídolos blancos, barbudos y sangrantes (que representan a nuestros verdugos), pero éstos serán siempre la premonición del sufrimiento y de la muerte de nuestro pueblo. El milagro de la resurrección de la Vida ocurrirá cuando nos atrevamos a desafiar las mentiras que nos impusieron como verdades, y a confiar y creer en nuestra capacidad creativa. Debemos asumir que nadie en este mundo ha nacido para ser penitente eterno.










Publicado por LaQnadlSol
CT., USA, Auff!

jueves, 28 de marzo de 2013

¿ESTÁ EL “CACHORRO” CAPRILES EN LA MIRA…



(…) esto no  es sorpresa, es decir, que el líder de la oposición  venezolana este, según lo ha informado Nicolás Maduro, en la mira de los asesinos de los Estados Unidos. Esto no es sorpresa dado que la historia de Capriles y sus profundos vínculos con EEUU desempeñándose en posiciones claves en las operaciones de EEUU para desestabilizar y usurpar el gobierno venezolano, incluyendo su participación en el golpe de Estado que derrocó temporalmente a Chávez, el ataque a la embajada de Cuba en Venezuela y el posterior asesinato del fiscal que estaba investigando estos eventos, lo convierten en alguien a quien el gobiernos de los Estados Unidos necesita mantener en silencio.





¿ESTÁ  EL “CACHORRO” CAPRILES EN LA MIRA DE
SUS ADIESTRADORES EN WASHINGTON?


Después de las declaraciones televisadas emitidas por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en las que dio a conocer el descubrimiento por parte de los cuerpos de seguridad venezolanos, de un complot de los Estados Unidos para asesinar al candidato de la oposición Henrique Capriles Radonski, inmediatamente la mayoría de los medios de prensa norteamericanos catalogaron la información como una ridícula teoría conspirativa propagada por el gobierno venezolano con miras a crear confusión y sacar ventaja de una supuesta amenaza imperialista. En sus declaraciones Maduro, sin dar mayores detalles, dijo: “Hemos detectado planes de la extrema derecha, ligada a los grupos de (ex miembros de la administración Bush) Roger Noriega y Otto Reich, para atentar contra la vida del candidato presidencial de la oposición”. Otto Reich y Noriega son dos oscuros personajes que en diferentes etapas de su trayectoria al servicio de los diferentes gobiernos de los Estados Unidos y la CIA han participado activamente en la elaboración y ejecución de planes desestabilizadores contra gobiernos considerados como un obstáculo a los intereses norteamericanos en Latinoamérica.

De acuerdo a Jonh Robles (Global Research, marzo 15, 2013), esto no  es sorpresa, es decir, que el líder de la oposición  venezolana este, según lo ha informado Nicolás Maduro, en la mira de los asesinos de los Estados Unidos. Esto no es sorpresa dado que la historia de Capriles y sus profundos vínculos con EEUU desempeñándose en posiciones claves en las operaciones de EEUU para desestabilizar y usurpar el gobierno venezolano, incluyendo su participacion en el golpe de Estado que derrocó temporalmente a Chávez, el ataque a la embajada de Cuba en Venezuela y el posterior asesinato del fiscal que estaba investigando estos eventos, lo convierten en alguien a quien el gobiernos de los Estados Unidos necesita mantener en silencio.

Lo anterior, según Roble, significa que Henrique Capriles está en serias dificultades con sus benefactores y antiguos  manejadores norteamericanos, quienes podrían, por muchas razones, estar siguiéndole los pasos para eliminarlo. Una de tales razones podría ser el hecho de que él está enormemente endeudado en varios niveles con los Estados Unidos quienes han financiado su campaña como líder de la oposición desde sus inicios. De acuerdo a cables diplomáticos hechos públicos por Wikileaks y documentos fuertemente redactados del Departamento de Estado, en un intento por aminorar el impacto de las revelaciones de Wikileaks, la relación de Capriles con Washington se remonta al mismo momento de su creación como líder de la “oposición” contra el oficialismo de Caracas.

 Además existen especulaciones, dentro de los confines de la investigación en curso sobre la muerte de Hugo Chávez, de que él pueda saber demasiado a cerca, hasta que no se pruebe lo contrario, del asesinato del recientemente fallecido Hugo Chávez. Capriles tiene un largo historial de tratar secretamente con el gobierno norteamericano, ha viajado constantemente a los Estados Unidos en donde se ha reunido con líderes del congreso y otros oficiales y es sospechoso en la muerte del fiscal venezolano Danilo Anderson que investigaba la participación de varios individuos sospechosos de participar en el golpe de Estado del 2002, así como en los ataques a la embajada de Cuba durante ese mismo periodo de tiempo. Aun par los estándares de la CIA, Capriles es valioso, el típico ejemplo del líder títere implantado por la CIA en los países Latinoamericanos.

Según otras informaciones divulgadas, la fundación  del partido de Capriles, Primero Justicia, fue llevada a cabo bajo la supervisión y financiación de la USAID  a través del National Endowment for Democracy (NED) y el International Republican Institute (IRI) cuyos expertos de la extrema derecha diseñaron, después del visto bueno de USAID, la plataforma política de partido de Capriles, estrategias de comunicación y fueron instrumentales en el apoyo y financiación de grupos ideológicos de extrema derecha tal es el caso del partido de Capriles. También se ha divulgado que USAID ha supuestamente proporcionado más de 5 millones de dólares en financiamiento a la extrema derecha venezolana bajo el pretexto de “apoyar la democracia” en violación de la ley venezolana del 2010 de Soberanía Política y Autodeterminación Nacional, algo por lo que USAID es bien conocida y es una de las razones por las que ha sido expulsada de muchos países incluyendo a la Federación Rusa.



Los detalles de la relación entre Capriles y el gobierno de los Estados Unidos que han sido publicados en varios cables por Wikileaks dejan al descubierto de manera contundente la naturaleza y la dimensión del accionar norteamericano en su tarea para instalar a sus propios títeres en aquellos países que ellos desean controlar. En uno de esos cables diplomáticos con fecha, martes 21 de marzo del 2006, marcado como clasificado y bajo el título de: “Mayor Capriles – This May Be My Last Trip”, Alcalde Capriles - Este puede ser mi último viaje, se deja muy en claro que los vínculos de Capriles con el gobierno de EEUU llegan hasta los más altos niveles.

El cable muestra a Capriles reuniéndose con el embajador en Caracas y con el Oficial de la Consejería Política, sospechoso de ser una posición encubierta de la CIA en el país … El cable menciona que Capriles tenía intenciones de visitar Nueva York y Washington para platicar con oficiales de la rama ejecutiva y legislativa, como también, con representantes internacionales de organizaciones de los derechos humanos … él estuvo viajando regularmente a los EEUU para recibir instrucciones y sin duda  financiamiento, y la informacion que el tenia era lo suficientemente sensitiva e importante como para reunirse privadamente con el embajador de EEUU en la oficina de la embajada. De acuerdo a los cables Capriles se reunió además con el entonces, Assistant Secretary of State Thomas Shannon, el US National Security Council Senior Director, Dan Fisk  y “otros” sin nombrar.

Los cables de Wikileaks conectan a Capriles con el ataque a la embajada cubana, se menciona que fue filmado escalando las paredes de la embajada de Cuba y amenazando al embajador cubano en Venezuela. Tambien muestran a Capriles como uno de los principales sospechosos en el asesinato del fiscal venezolano Danilo Anderson quien investigaba los hechos relacionados con el golpe de Estado del 2002 y en el que Capriles fue una figura clave. Antes de su muerte Danilo Anderson había enviado a prisión a Capriles bajo cargos de “violación de principios internacionales, violencia privada y abuso del cargo” en conexión con el ataque a la embajada cubana.

No hay duda que Carriles sabe lo suficiente como para comprometer seriamente a los Estado Unidos y además está estrechamente ligado a los agentes que buscan con sus acciones desestabilizadoras derrocar al gobierno de Venezuela, por lo tanto un intento de asesinato por parte de los EEUU no sería más que arreglar el desperfecto. Curiosamente Capriles después de será advertido por la autoridades venezolanas del complot en su contra para asesinarlo, tomando una página prestada del libro de los complots dela clase pro Yanqui guatemalteca (caso Rosemberg durante el gobierno de Álvaro Colom) dijo que si a él  le sucedía algo, el culpable seria Nicolás Maduro.



En Washington se esperaba con grandes expectativas  la muerte de Hugo Chávez, bajo la creencia de que muerto el líder de la Revolución Bolivariana, se acabaría el fervor revolucionario del pueblo venezolano, pero no contaban con el hecho del masivo contagio y de que la revolución está profundamente enquistada en amplios sectores del pueblo de Venezuela. Era necesario entonces crear un mártir entre la oposición y nadie mejor que el inconveniente “cachorro” Capriles, pues al fin y al cabo él ya ha cumplido, como muchos otros antes que él, su tiempo de fiel traidor al servicio de los intereses imperialistas y que mejor manera que, en la actual coyuntura política del país, deshacerse de él, y de paso crear la condiciones que favorezcan la caída del gobierno venezolano.

Los imperios instigan la traición y el entreguismo, no tienen amigos, solo enemigos y lacayos a su disposición, pero entre los suyos saben mucho de lealtad y honor y desprecian a aquellos que en su desmedida ambición están dispuestos hasta vender a su propia madre. La historia reciente es muy aleccionadora a este respecto y, ahí tenemos el ejemplo del antiguo general siendo enjuiciado en estos días sin que su amo al  que él sirvió con demencial denuedo mueva un solo dedo por él.









Publicado por LaQnadlSol
CT., USA, Auff!

martes, 26 de marzo de 2013

EL HOMBRE DE WASHINGTON…




 “La Salvadorización de Iraqk, es el título de un artículo publicado en el 2005 por el New York Times, en el Peter Maass, explora como las estrategias que los Estados Unidos estaba usando en Irak habían sido perfeccionadas en sus intervenciones en las “guerras sucias” de Centro América. Con las nuevas evidencias que han salido a luz, que demuestran el vínculo directo entre los “escuadrones de la muerte” de El Salvador y de Irak y la de asesores militares norteamericanos como el teniente coronel James Steele, escogido por Donald Rumsfeld y el general David Petraeus para que hiciera lo que mejor sabe hacer, términos eufemísticos como “intervenciones” quedan en la total bancarrota. Todas las imputaciones que hacen testigos de Irak y de EEUU aparecen en un reciente documental del Guardian/BBC Arabic, el cual fue motivado por la información contenida en los documentos filtrados por el soldado Bradley Manning.  En el documental del Guardian se ofrecen abundantes historias de horror provocadas por las técnicas de contrainsurgencia utilizadas en Iraq. En Irak como en El Salvador esta complicidad con las fuerzas paramilitares locales, no rindió resultados, sino que dio lugar a una ola de violencia escandalosa y al abuso de los derechos humanos.
 


EL HOMBRE DE WASHINGTON TRAS LOS
BRUTALES ESCUADRONES DE LA MUERTE


Por Varios autores

Global Research, March 13, 2013

Autores : Mona Mahmood, Maggie O’Kane, Chavala Madlena, Teresa Smith, Ben Ferguson,Patrick Farrelly, Guy Grandjean, Josh Strauss, Roisin Glynn, Irene Baqué,Marcus Morgan, Jake Zervudachi y Joshua Boswell.


La guerra sucia desde El Salvador hasta Iraq


En 2004, mientras la guerra de Irak iba de mal en peor, EE.UU. designó a un veterano de las guerras sucias de Centroamérica para ayudar a establecer una nueva fuerza para combatir la insurgencia. El resultado: centros secretos de detención, tortura y una espiral hacia la carnicería sectaria.

Un exclusivo campo de golf se encuentra al fondo de una espaciosa casa de dos pisos. Sobre el césped yace una manguera verde. Las persianas de tablillas grises de madera están cerradas. Y, como en las otras casas de lujo vacías en este conjunto residencial cerrado cerca de Bryan, Texas, nada se mueve.

El coronel retirado Jim Steele, cuyas condecoraciones militares incluyen la Estrella de Plata, la Medalla de Servicio Distinguido en la Defensa, cuatro Legiones de Mérito, tres Estrellas de Bronce y el Corazón Púrpura, no está en casa. Tampoco está en la sede de sus oficinas en Ginebra, donde aparece como director ejecutivo de Buchanan Renewables, una compañía energética. Los esfuerzos para localizarle en la oficina de su compañía en Monrovia son inútiles. Le dejamos mensajes. No hay respuesta.

Durante más de un año, The Guardian ha estado tratando de contactar con Steele, de 68 años, para preguntarle por su tarea durante la guerra de Irak como enviado personal del Secretario de Defensa de EE.UU. Donald Rumsfeld a los Comandos Especiales de la Policía de Irak: una temible fuerza paramilitar que mantuvo una red secreta de centros de detención en todo el país donde torturaban a los sospechosos de rebelarse contra la invasión dirigida por EE.UU., para extraerles información.

En el décimo aniversario de la invasión de Irak las afirmaciones sobre los vínculos estadounidenses con las unidades que acabaron acelerando la caída de Irak en la guerra civil presentaron la ocupación estadounidense bajo una luz nueva y aún más controvertida. La investigación fue provocada hace más de un año por millones de documentos militares de EE.UU. descargados en Internet y sus misteriosas referencias a soldados estadounidenses a los que se había ordenado que ignoraran la tortura. El soldado Bradley Manning, de 25 años, se enfrenta a una condena de 20 años, acusado de filtrar secretos militares.

La contribución de Steele fue esencial. Fue el personaje encubierto estadounidense tras la recolección de inteligencia por parte de las nuevas unidades de comando. El objetivo: parar en seco una naciente insurgencia suní sacando información a los detenidos.

Era un papel a la medida de Steele. El veterano se hizo famoso en El Salvador casi 20 años antes como jefe de un grupo estadounidense de consejeros de las fuerzas especiales que entrenaban y financiaban a los militares salvadoreños para combatir la insurgencia guerrillera del FNLM. Esas unidades gubernamentales se ganaron una temible reputación internacional por sus actividades como escuadrones de la muerte. La propia biografía de Steele describe su trabajo como “entrenamiento de la mejor fuerza de contrainsurgencia” en El Salvador.

Steele habló al con el doctor Max Manwaring, autor de El Salvador at War: An Oral History: “Cuando llegué aquí había una tendencia a concentrarse en indicadores técnicos… pero en una insurgencia hay que concentrarse en aspectos humanos. Eso significa que la gente hable contigo”.

Pero el armamento de una parte del conflicto causado por EE.UU. aceleró la caída del país en una guerra civil en la que murieron 75.000 personas y un millón de personas más, de una población de 6 millones, se convirtieron en refugiados.

Celerino Castillo, agente especial sénior de la DEA (Administración de Represión de Drogas de EE.UU.) que trabajó junto a Steele en El Salvador, dice: “Primero oí que el coronel James Steele iba a Irak, pensé que iban a implementar lo que se conoce como la “Opción Salvador en Irak” y es exactamente lo que sucedió. Y me horroricé porque sabía las atrocidades que iban a ocurrir en Irak, ya que sabía que habían ocurrido en El Salvador”.

En El Salvador Steele entró con David Petraeus. Petraeus, que entonces era un joven mayor, visitó El Salvador en 1986 y se dice que incluso vivió en la casa de Steele.

Pero mientras Petraeus ascendía a la cima, la carrera de Steele sufrió un golpe inesperado por su implicación en el affaire “Irán-Contra”. Como piloto de helicóptero, con licencia para volar jets, dirigía el aeropuerto desde el cual los consejeros estadounidenses transferían ilegalmente armas a las guerrillas derechistas de la Contra en Nicaragua. Aunque la investigación que tuvo lugar en el Congreso acabó con las ambiciones militares de Steele, se ganó la admiración del entonces congresista Dick Cheney quien participaba en el comité y admiraba los esfuerzos de Steele para combatir a los izquierdistas en Nicaragua y El Salvador.

A finales de 1989, Cheney estuvo a cargo de la invasión estadounidense de Panamá para derrocar a su antiguo hijo predilecto, el general Manuel Noriega. Cheney escogió a Steele para que se hiciera cargo de la organización de una nueva fuerza policial en Panamá y fuera el principal contacto entre el nuevo gobierno y los militares de EE.UU.

Todd Greentree, quien trabajó en la embajada de EE.UU. en El Salvador y conocía a Steele, no se sorprendió de la forma en éste volvió a aparecer en otras zonas de conflicto. “No en vano se llamaba ‘guerra sucia’; de modo que no es ninguna sorpresa ver a individuos vinculados con ese tipo de guerra y que conocen sus pros y sus contras, reaparezcan en diferentes puntos en conflictos similares”, dice.

Una generación después, y al otro lado del mundo, la guerra de EE.UU. en Irak iba de mal en peor. Era 2004, los neoconservadores habían desmantelado el aparato del partido baasista y eso fomentó la anarquía. Un levantamiento, sobre todo suní, estaba ganando terreno y causaba grandes problemas en Faluya y Mosul. Hubo una violenta reacción contra la ocupación por EE.UU. que costaba más de 50 vidas estadounidenses al mes en 2004.

El ejército de EE.UU. se engrentaba a una insurgencia guerrillera no convencional en un país del que sabía poco. Ya se hablaba en Washington DC de la utilización de la opción salvadoreña en Irak y el hombre que podía encabezar esa estrategia ya se encontraba en el lugar.

Poco después de la invasión de marzo de 2003, Jim Steele se encontraba en Bagdad como uno de los más importantes “consultores” de la Casa Blanca, enviando informes a Rumsfeld. Sus memorandos eran tan apreciados que Rumsfeld los transmitía a George Bush y a Cheney. Rumsfeld hablaba de él en términos elogiosos. “Ayer tuvimos una discusión con el general Petraeus y hoy recibí una información de un hombre llamado Steele que ha estado allí trabajando con las fuerzas de seguridad y a decir verdad ha hecho un maravilloso trabajo como civil”.

En junio de 2004 Petraeus llegó a Bagdad con instrucciones de entrenar a una nueva fuerza policial iraquí que hiciera hincapié en la contrainsurgencia. Steele y el coronel en activo James Coffman presentaron a Petraeus un pequeño grupo endurecido de comandos policiales, muchos de ellos supervivientes del antiguo régimen, incluido el general Adnan Thabit, que fue condenado a muerte por un complot fracasado contra Sadam y le salvó la invasión estadounidense. Thabit, seleccionado por los estadounidenses para dirigir los Comandos Especiales de la Policía, estableció una estrecha relación con los nuevos consejeros. “Se convirtieron en amigos míos. Mis consejeros, James Steele y el coronel Coffman, eran de las fuerzas especiales, de modo que aproveché su experiencia… pero la persona principal con la que solía tener contacto era David Petraeus”.

Con Steele y Coffman como sus hombres de primera línea, Petraeus comenzó a canalizar dólares de un fondo multimillonario hacia lo que se convertiría en Comandos Especiales de la Policía. Según la Oficina de Contabilidad del Gobierno de EE.UU., recibieron una parte de un fondo de 8.200 millones de dólares pagados por el contribuyente estadounidense. La suma exacta que recibieron es confidencial.

Con el casi ilimitado acceso de Petraeus a dinero y armas y la experiencia en el terreno de la contrainsurgencia de Steele, el escenario estaba preparado para que los comandos emergieran como una fuerza aterradora. Un elemento adicional completó el cuadro. EE.UU. había prohibido el acceso de miembros de las violentas milicias chiíes, como la Brigada Badr y el Ejército Mahdi, a las fuerzas de seguridad, pero al llegar el verano de 2004 levantó la prohibición.

Miembros de milicias chiíes de todo el país llegaron “en masa” a Bagdad para unirse a los nuevos comandos. Eran hombres ansiosos de combatir a los suníes: muchos buscaban venganza por décadas de brutal régimen de Sadam, apoyado por los suníes, y una posibilidad de tomar represalias contra los violentos insurgentes y el terror indiscriminado de al Qaida.

Petraeus y Steele desencadenaron esa fuerza local contra la población suní, así como contra los insurgentes, sus adeptos y cualquiera que tuviera la mala idea de interponerse. Fue una contrainsurgencia clásica. Tal vez desencadenó el letal genio sectario. Las consecuencias para la sociedad iraquí fueron catastróficas. En el clímax de la guerra civil, dos años después, aparecían 3.000 cuerpos al mes en las calles de Irak, muchos de ellos víctimas civiles inocentes de la guerra sectaria.

Pero fueron las acciones de los comandos en los centros de detención las que suscitan las preguntas más inquietantes para sus patrocinadores estadounidenses. Desesperados por conseguir información, los comandos establecieron una red de centros secretos de detención a los que llevaban a los insurgentes para sacarles la información.

Los comandos utilizaban los métodos más brutales para obligar a hablar a los detenidos. No existe evidencia de que Steele o Coffman participaran en las sesiones de tortura, pero el general Muntadher al Samari, exgeneral del ejército iraquí que trabajó con EE.UU. después de la invasión para reconstruir la fuerza policial, afirma que sabían exactamente lo que estaba sucediendo y suministraban a los comandos listas de personas a las que debían arrestar. Dice que trató de detener la tortura pero que fracasó y huyó del país.

“Estábamos almorzando con el coronel Steele y el coronel Coffman, se abrió la puerta y el capitán Jabr estaba allí torturando a un prisionero. Él [la víctima] estaba colgado cabeza abajo y Steele se levantó y simplemente cerró la puerta. No dijo nada, para él era algo normal.”

Dice que había entre 13 y 14 prisiones secretas en Bagdad bajo control del Ministerio del Interior y utilizadas por los Comandos Especiales de la Policía. Afirma que Steele y Coffman tenían acceso a todas esas prisiones y que visitó una en Bagdad con ambos.

“Eran secretas, nunca declaradas. Pero los mandamases estadounidenses y la dirigencia iraquí lo sabían todo sobre esas prisiones. Las cosas que ocurrían en ellas: perforaciones, asesinatos, tortura. La peor forma de tortura que he visto en mi vida”.

Según un soldado del 69 Regimiento Blindado desplegado en Samarra en 2005, que no quiere identificarse, “Era como los nazis… como la Gestapo, básicamente. Ellos [los comandos] torturaban esencialmente a cualquiera que les pareciera sospechoso, cualquiera que supiera algo, que formara parte de la insurgencia simplemente la apoyara, y la gente lo sabía”.

The Guardian entrevistó a seis víctimas de la tortura como parte de esta investigación. Un hombre, que dice que estuvo detenido durante 20 días, dijo: “No se podía dormir. Desde la puesta del sol, comenzaban a torturarme a mí y a los demás prisioneros.

“Querían confesiones. Decían: ‘Confiesa lo que has hecho’. Cuando decías: ‘No he hecho nada. ¿Queréis que confiese algo que no he hecho?’, decían ‘Sí, así lo hacemos. Los estadounidenses nos dijeron que llevemos la mayor cantidad posible de detenidos para mantenerlos atemorizados’”.

“No confesé nada, aunque me torturaron y me arrancaron las uñas de los pies”.

Neil Smith, un médico de 20 años que trabajaba en Samarra, recuerda lo que decían soldados rasos en la cantina. “Lo que se sabía perfectamente en nuestro batallón, definitivamente en nuestro pelotón, era que eran bastante violentos en sus interrogatorios. Golpeaban a la gente, les daban choques eléctricos, los apuñalaban, no sé qué más… suena como cosas bastante horribles. Si enviabas a un tipo lo iban a torturar y tal vez a violar o lo que fuera, humillado y deshumanizado por comandos especiales a fin de obtener cualquier información que desearan”.

Ahora vive en Detroit y es un cristiano renacido. Habló con The Guardian porque dijo que ahora considera un deber religioso declarar públicamente lo que vio. “No pienso que la gente en casa, en EE.UU., haya tenido la menor idea de lo que hacían los soldados estadounidenses allí, la tortura y ese tipo de cosas”.

A través de Facebook, Twitter y medios sociales The Guardian logró contactar con tres soldados que confirmaron que entregaban detenidos a los comandos especiales para que los torturasen, pero ninguno, excepto Smith, estuvo dispuesto a que lo fotografiaran.

“Si detenemos a alguien y se lo entregamos al al Ministro del Interior le colgarán de los testículos, le electrocutarán, le golpearán, le violarán con una botella de  botella de Coca Cola o algo parecido”, dijo uno de ellos.

Abandonó el ejército en septiembre de 2006. Ahora, con 28 años, trabaja con refugiados del mundo árabe en Detroit, enseñando inglés a recién llegados, incluidos iraquíes.

“Supongo que es mi manera de decir que lo siento”, dijo.

Cuando The Guardian/BBC Arabic plantearon preguntas a Petraeus sobre la tortura y su relación con Steele recibieron en respuesta una declaración de un funcionario proóximo al general en la que decía: “El historial del general (retirado) Petraeus, que incluye instrucciones a sus propios soldados… refleja su clara oposición a cualquier forma de tortura”.

“El coronel (retirado) Steele fue uno de miles de consejeros de las unidades iraquíes que trabajaban en el área de la policía iraquí. No había una frecuencia establecida de las reuniones del coronel Steele con el general Petraeus, aunque el general Petraeus lo vio en numerosas ocasiones durante el establecimiento y los despliegues iniciales de la policía especial en los que el coronel Steele jugó un papel significativo”.

Pero Peter Maass, que entonces informaba en el New York Times y entrevistó a ambos, recuerda de manera diferente la relación entre ellos: “Hable con los dos, uno sobre otro, y quedó muy claro que estaban muy cercanos en términos de su relación de comando y también en cuanto a sus planteamientos e ideología sobre lo que había que hacer. Todos sabían que era el hombre de Petraeus. Incluso el propio Steele se definía como hombre de Petraeus”.

Maass y el fotógrafo Gilles Peress obtuvieron una audiencia singular con Steele en una biblioteca convertida en centro de detención en Samarra. “Lo que oí fue a prisioneros gritando toda la noche”, dijo Peress. “Uno sabe cuándo un joven capitán estadounidense dice a sus soldados, no se acerquen, no se acerquen a esto”.

Dos hombres de Samarra que estuvieron encarcelados en la biblioteca hablaron con el equipo de investigación de The Guardian. “Nos ataban a un asador o nos colgaban del techo por las manos y nuestros hombros se descoyuntaban”, nos dijo uno de ellos. El segundo dijo: “Me aplicaron electricidad. Me colgaron del techo. Tiraban de mis orejas con tenazas, me pateaban en la cabeza, me preguntaban por mi mujer, diciendo que la llevarían al mismo lugar”.

Según Maass en una entrevista para la investigación: “El centro de interrogación era el único sitio de la mini zona verde de Samarra que no me permitieron visitar. Sin embargo, un día, Jim Steele me dijo: ‘hey, acabamos de capturar a un yihadista saudí, ¿Quere entrevistarlo?’”

“No me llevaron al área principal, a la sala principal, aunque de reojo pude ver que allí había muchos prisioneros con las manos atadas a la espalda, me condujeron a una oficina lateral a la habían llevado al saudí y había sangre real que corría por el lado del escritorio.

Peress se hace cargo de la historia: “Estábamos en una pieza de la biblioteca entrevistando a Steele, miré por ahí y vi sangre por todas partes. Él (Steele) oyó el grito del otro tipo al que torturaban mientras hablamos, había manchas de sangre en la esquina del escritorio frente a él”.

Maass dice: “Y mientras tenía lugar esa entrevista con el saudí, y Jim Steele también estaba en la pieza, oímos esos gritos terribles, alguien gritando Alá, Alá, Alá. Pero no era una especie de éxtasis religioso o algo parecido, sino gritos de dolor y terror”.

Uno de los supervivientes de la tortura recuerda que Adnan Thabit “entró a la biblioteca y dijo al capitán Dorade y al capitán Ali que fueran prudentes con los prisioneros. No descoyunten sus hombros. El motivo era que había que haceles intervenciones quirúrgicas cuando salían de la biblioteca”.

El general Muntadher huyó después de que asesinaran a dos colegas cercanos tras convocarlos al ministerio y se hallaran sus cuerpos en un vertedero. Se fue de Irak a Jordania. En menos de un mes, dice, Steele se pudo en contacto con él. Steele estaba ansioso por encontrarlo y sugirió que fuera al hotel de lujo Sheraton de Amman donde residía Steele. Se encontraron en el vestíbulo a las 8 de la tarde y Steele estuvo hablando con él durante casi dos horas.

“Me preguntaba por las prisiones. Me sorprendieron sus preguntas y le recordé que eran las mismas prisiones en las que los dos solíamos trabajar. Le recordé que una vez, cuando abrió la puerta, el coronel Jabr estaba torturando a uno de los prisioneros y él no hizo nada. Steele dijo: ‘Pero recuerdo que regañé al oficial’. Y le dije: ‘No, no lo hizo, no regañó al oficial. Ni siquiera dijo al general Adnan Thabit que ese oficial estaba cometiendo abusos de los derechos humanos con esos prisioneros’. Y guardó silencio. No hizo ningún comentario ni respondió. Me sorprendió.”

Según el general Muntadher: “Quería saber específicamente si tenía alguna información sobre él, James Steele. ¿Tenía pruebas contra él? Fotografías, documentos: cosas que demostraran que hizo cosas en Irak; cosas cuya revelación le preocupaba. Era el propósito de su visita.

“Estoy dispuesto a enfrentarme al tribunal internacional y jurar que altos oficiales como James Steele presenciaron crímenes contra los derechos humanos en Irak. No impedían que sucedieran y no castigaron a los perpetradores”.

Steele, el hombre sigue siendo un enigma. Abandonó Irak en septiembre de 2005 y desde entonces se ha dedicado a negocioa energéticos con el grupo de compañías del petrolero texano Robert Mosbacher. Hasta ahora ha permanecido donde le gustar estar, lejos de la atención de los medios. Si no fuera porque Bradley Manning filtró millones de documentos militares de EE.UU. a Wikileaks, que revelaron los presuntos abusos de EE.UU. en Irak, podría haberlo logrado. Las secuencias e imágenes de su persona son escasas. Un videoclip de solo 12 segundos aparece en una investigación de una hora en la televisión sobre su trabajo. Muestra a Steele, entonces un veterano de 58 años en Irak, dudando, incómodo cuando ve que pasa una cámara.

Se aleja del lente, mira preocupado de reojo y luego se aparta de la vista.

Vídeo:

Una investigación de 15 meses de The Guardian y BBC Arabic revela que el coronel estadounidense retirado James Steele, veterano de las guerras por encargo de EE.UU. en El Salvador y Nicaragua, jugó un rol clave en el entrenamiento y supervisión de comandos especiales de la policía que dirigieron una red de centros de tortura en Irak. Otro veterano de las fuerzas especiales, el coronel James Coffman, trabajó con Steele y dependía directamente del general David Petraeus, a quien enviaron a Irak para organizar los servicios de seguridad iraquíes.


Equipo de investigación: Mona Mahmood, Maggie O’Kane, Chavala Madlena, Teresa Smith, Ben Ferguson, Patrick Farrelly, Guy Grandjean, Josh Strauss, Roisin Glynn, Irene Baqué, Marcus Morgan, Jake Zervudachi y Joshua Boswell





Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens










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lunes, 25 de marzo de 2013

POR CULPA DE UN BRITÁNICO...



En la primera semana del juicio contra del general Efraín Ríos Montt acusado de genocidio y crímenes contra la humanidad cometidos durante la guerra civil en Guatemala, y como lo han reportado al minuto los diferentes medios de prensa que cubren los pormenores del juicio, la defensa del general, a pesar de todas sus maniobras dilatorias y entorpecedoras hasta el momento, no ha tenido éxito en poner en entredicho a los testigos de la parte acusadora que han declarado en el juicio en contra del ex dictador. Los testimonios de los testigos han sido unánimes en cuanto a acusar como los principales victimarios al ejército guatemalteco y al propio Ríos Montt. Es indudable que la parte querellante, el Ministerio Publico y todas las organizaciones y grupos de lo derechos humanos han realizado, con muchas dificultades, un tremendo trabajo en la recabación y compilación de testimonios y de todo el material necesario para presentar un caso solido que garantice el éxito del caso criminal presentado contra Ríos Montt y el otro acusado, el ex jefe de inteligencia Mauricio Rodríguez Sánchez.

Como en todo conflicto armado en donde se han cometido infinidad de atrocidades contra gente inocente siempre quedan ocultos testimonios de testigos presenciales, que por las razones que sean prefieren callar, antes que exponerse públicamente. . Este podría ser el caso de alguien quien bajo el nombre de Phil Burbidge, un supuesto estudiante de antropología británico, dejó un comentario en la página web montada por el Open Society Justice Iniative exclusivamente para seguir lo pormenores del juicio a Ríos Montt y a Rodríguez Sánchez. El comentario fue dejado el 20 de marzo, 2013 a la 1:55 am, en un artículo de opinión escrito por el ex jefe del Tribunal Internacional de Justicia, Luis Moreno Ocampo.



POR CULPA DE UN BRITÁNICO BARBADO


On March 20, 2013 at 1:55 am, Phil Burbidge said:

En 1976, yo estaba en Guatemala visitando sitios arqueológicos para una investigación que estaba haciendo sobre la herencia Maya, cuando tuve que ir a un pequeño y conocido lugar a un día y medio de caminata al norte de Nebaj en el Norte. Como la carretera terminaba en Nebaj, me dispuse a caminar temprano en la mañana  y antes de que el sol se ocultara encontré un pequeño caserío, donde los habitantes, aunque hablaban muy poco español, fueron muy amables y hospitalarios con migo, me dieron un tazón de sopa de maíz, y me dejaron dormir en una cabaña donde ellos guardaban leña para el fuego, por lo que yo estuve muy agradecido. El siguiente día, salí temprano rumbo a la ruinas, en donde pase otra noche, y el siguiente día tomé el mismo camino de vuelta, pero cuando llegue al lugar en donde estaba el pequeño caserío, no pude encontrarlo, y todo lo que pude encontrar fue un pedazo de terreno arrasado y quemado y un montón de tierra semejante a un montículo funerario.

Me quedé perplejo, y me senté bajo un árbol tratando de comprender lo que había sucedido ahí, de pronto me di cuenta que entre la maleza detrás del árbol estaba una pequeña y marchita anciana sollozando con una tristeza que rompía el corazón. Le di de beber algo de agua y un pañuelo para que se limpiara las lágrimas, y ella balbuceó algunas palabras en Quiche o Mam y señas que fue todo lo que pude entender, que los militares habían llegado y asesinado a todos los hombres del caserío, quemado todas las casas, y después de haber enterrado a todos los cuerpos en una fosa común, y llevarse a todas las mujeres y niños, arrasaron el caserío completamente.

La pequeña anciana no podía caminar más que unos cuantos pasos; entonces decidí caminar de regreso a Nebaj y le dejé a ella agua y unos panecillos, en el pueblo busqué al curandero local y le dije de la suerte de la pequeña anciana para que fueran por ella. Luego después me fui al hotelucho a descansar y a la media noche fui despertado por el hijo del curandero, quien me dijo que me fuera para Guate en el bus de las 5 a.m., pues los militares me estarían buscando.

Sucedió que la razón por la cual los militares habían asesinado a todos y arrasado con la aldea era porque ellos le habían dado refugio a un “subversivo”, i.e. Yo, un joven británico barbado estudiante de antropología, y el hecho de que había descubierto su crimen, me puso en peligro de también ser asesinado.

Puse pies en polvorosa, y salí de Guatemala varias semanas más tarde sin mencionarle a nadie esta tragedia, sintiéndome absolutamente fatal, y ahora 36 años más tarde, todavía me persiguen los cargos de consciencia. Me acabo de enterar que han logrado procesar  Ríos Montt, el cabecilla de una muy malvada pirámide militar.











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domingo, 24 de marzo de 2013

LA GUERRA DEL PAPA RATZINGER



En un cable de la embajada del 6 de mayo de 2007 relacionado con la visita del Papa Benedicto XVI a Brasil, la embajada de EE.UU. en ese país discute extensivamente el tema (2). Por ejemplo, bajo el encabezamiento “La ‘amenaza’ de la Teología de la Liberación”, la embajada escribe:

Otro importante problema contextual de la visita es el desafío a la Iglesia tradicional representado por la Teología de la Liberación. El Papa Juan Pablo (con la ayuda del actual Papa cuando era el Cardenal Ratzinger, hizo grandes esfuerzos para acabar con este análisis marxista de la lucha de clases. Había llegado a ser promovido por una cantidad significativos de clérigos y gente común católica, quienes en un compromiso político aprobaban a veces la violencia “por cuenta del pueblo”. La forma más ortodoxa de la Teología de la Liberación que se ponía de parte de los pobres y oprimidos había experimentado una lectura reduccionista que el Vaticano quería corregir. Rebelión





LA GUERRA DEL PAPA RATZINGER A
LA JUSTICIA SOCIAL


Por Ken Klippenstein


Una entrevista con el ex sacerdote Mattew Fox.

Mattew Fox es un ex sacerdote quien, como mucha gente sabe, fue silenciado y luego después expulsado por el papa Benedicto XVI por sus políticas progresistas. Él es el autor del libro The Pope’s War, (La guerra del papa) el cual detalla las políticas reaccionarias del papa Ratzinger y de su escandalosa titularidad por todos conocida.

Ken Klippenstein: ¿Cómo fue el periodo de Bergoglio en Argentina?

Mattew Fox: Su record en relación a la junta militar es terrible. No hay evidencia de que el haya confrontado a los militares del todo. Hay alguna evidencia de que dos de sus sacerdotes fueron torturados  por la junta militar. La gente  en Argentina dice que él  los denunció con los militares. No sé si eso sea cierto, pero ellos están siendo muy críticos con él. Una de las cosas peculiares a cerca de su historial es que ya casi en los 70 años de edad él fue a Alemania y obtuvo un doctorado. Eso es inusual para un cardenal. Pienso que parte del viaje era que el entrara en un contacto más íntimo con el ala germánica de la Iglesia Católica, la más extrema de la derecha. La derecha que nos dio a Ratzinger [el papa Benedicto XVI]. Pienso que lo estaban preparando para este trabajo. Él fue marinado en la versión germana derechista de la Iglesia.

Su biógrafo dijo que este hombre no es una persona del tercer mundo; él no es un sacerdote del tercer mundo. Pienso que esa es una declaración muy importante. La idea es que él está representando al tercer mundo, pero la verdad es que él es el típico caso de los cardenales y obispos que ellos han estado nombrando en Sur América por 42 años. Opus Dei y Comunión y Liberación son únicamente a cerca de obedecer al papa y nada más.

KK: Usted ha relatad que la jerarquía de Iglesia Católica y la CIA han tenido un rol conjunto en oponerse a la Teología de la Liberación, un movimiento espiritual Latinoamericano que enfatiza la justicia social. ¿Podria explicar acerca de esto?


MF: Dos meses antes de que Reagan fuera juramentado como presidente, hubo una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en Santa Fe para discutir una cuestión: ¿Cómo podemos destruir la [Teología de la] Liberación en América Latina? Ellos dijeron, “No podemos destruirla, pero podemos dividir a la Iglesia”. Entonces ellos fueron tras el papa, el jefe de la CIA, William Casey (quien era un católico de la extrema derecha y, probablemente un miembro del Opus Dei) hizo 29 viajes al Vaticano con portafolios llenos de dinero cash para entregárselos al papa a cambio de que él se encargara de perseguir a la teología de la liberación en América Latina. Esta es una historia sobre la cual profundizo en mi libro, The Pope’s War. Ellos han reemplazado a los obispos y cardenales de la Teología de la Liberación con obispos y cardenales del Opus Dei y la Comunión y Liberación, incluyendo a este nuevo papa –él es de la Comunión y Liberación. De ellos también escribo en mi libro. Ellos son parte de un culto neofascista (el cual los dos últimos papas respaldaron completamente desde Italia). Con ellos todo es obediencia, obediencia, obediencia y nada más. Esa es su teología: Simplemente obedecer al papa. Yo espero que el nuevo papa pueda romper con ellos, pero esa es su tribu. Él les volteo la espalda a las comunidades basadas en la Teología de la Liberación, rehusó apoyarlas, y en su lugar se vinculó con la Comunión y Liberación, lo cual es muy alarmante.

KK: ¿Hasta el presente se le sigue declarando la guerra a la Teología de la Liberación?

MF: Si.

KK: ¿Cuál es la importancia política de la Teología de la Liberación?

MF: La teología de la Liberación se originó de las enseñanzas y valores del Vaticano II, que dice que la iglesia es la gente, no la jerarquía. Hay en ella una opción preferencial por los pobres. El Vaticano con la complicidad de la CIA y del gobierno de Estados Unidos se dio a la tarea de destruir este movimiento. En muchas maneras lo han logrado. La CIA se inventó que la Teología de la Liberación era marxista, por lo tanto se estaba combatiendo al marxismo. Esa mentira repetida una y otra vez por la CIA, echó raíces en la mente de muchas personas de los medios de prensa de Norte América  pues sirve a los intereses de la agenda de la prensa capitalista y de otras corporaciones.

KK: ¿Entonces usted caracterizaría la represión militar de Estados Unidos a la Teología de la Liberación como extensión de la Amenaza Roja?


MF: Definitivamente ellos no querían otra Cuba en Nicaragua, Argentina, etc. Por lo que se volvió una excusa para hacer cualquier cosa. Los EEUU estacionaron navíos fuera de la costa de Brasil para defender a su dictador. Y luego por supuesto usted tiene el caso de Chile, en donde Allende, un presidente democráticamente electo, fue depuesto por la CIA, y un dictador, Pinochet; tomó el poder. El papa Juan Pablo II personalmente seleccionó como su Secretario de Estado (el Segundo puesto de mayor importancia en el Vaticano) al embajador en Chile, Angelo Sodano, quien era muy cercano a Pinochet. Pinochet le dio a Sodano un premio especial, él estaba muy complacido con él. Este tipo dirigió el Vaticano por 22 años.

KK: ¿Por qué la Iglesia Católica no toleraba la Teología de la Liberación?

MF: Mucha de esa intolerancia viene de los obispos y financistas alemanes del ala derecha. Ellos estaban muy preocupados de que Sur América se volviera comunista, lo cual encajaba perfectamente con la narrativa del Departamento de Estado de Reagan. Además, la Iglesia alemana es la más dominante en el Catolicismo porque es la que aporta la mayor cantidad de dinero a Roma. En Alemania, los impuestos subsidian a la Iglesia Católica sin importar si usted es parte de ella o no.

Entonces usted tiene a la CIA y al ala derecha alemana queriendo eliminar a la Teología de la Liberación. Hay fuerzas geopolíticas trabajando aquí, y por supuesto fuerzas económicas: El capitalismo no quiere ser rivalizado por el socialismo ni por ninguna otra alternativa. Un buen ejemplo sería Chávez. En la prensa norteamericana es muy difícil que usted encuentre algo a cerca de sus logros. Él no era perfecto, pero el hizo muchas cosas buenas por los pobres de Venezuela.

KK: ¿Diría usted que la Teología de la Liberación contradice los principios del capitalismo?

MF: Si, definitivamente. Los aristócratas y los oligarcas pueden gobernar un país entero [con el capitalismo], por eso es que la Teología de la Liberación es peligrosa.

KK: ¿Cómo participo el Vaticano en las guerras sucias de EEUU en América Central?



MF: Hubo un buen número de obispos quienes se coludieron con los gobiernos y los militares, de la misma manera que lo hicieron bajo los Nazis.




Traducido del inglés por Marvin Najarro





Ken Klippenstein, reside en Madison, Wisconsin, en donde edita el website de izquierda, whiterosereader.org. Él puede ser contactado a reader246@gmail.com









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