viernes, 30 de mayo de 2014

Todas las claves: ¿a qué espera Rusia para intervenir en Ucrania?

Rusia sigue hoy celebrando la victoria de la selección de hockey, la incorporación de Crimea, los JJ.OO., el Foro económico de San Petersburgo etc., pero no está trabajando como le correspondería en la situación del sureste de Ucrania. No se ve ninguna ofensiva política ni diplomática.


TODAS LAS CLAVES: ¿A QUÉ ESPERA RUSIA
PARA INTERVENIR EN UCRANIA?


Traducido del ruso por Íñigo Aguirre para laRepública.es

De la mano del Teniente General Leonid Ivashov, uno de los vicepresidentes de la Academia de Asuntos geopolíticos rusa, analizamos punto por punto todas las claves del conflicto ucraniano y la posición de Rusia.

Los combates en el sureste no cesan y da la impresión que Poroshenko no se va a detener ante nada, hasta arrasar todo el Donbass…

 Poroshenko, valiéndose de toda esa incapacidad y responsabilidad jurídica de los responsables, va a intentar, recurriendo al uso masivo de la fuerza, aplastar el levantamiento del sureste y su aspiración a la independencia, aplastarlo por la vía violenta, sin reparar en la sangre, víctimas, destrucción y demás. ES el momento más propicio para la Junta: Poroshenko no ha asumido el cargo de presidente, y todos esos Yatseniuk, Turchinov, Avakov, como gente de paso que son, pueden cargar con todo, con la responsabilidad de esas decisiones, aunque no queda del todo claro, quién precisamente es el que está adoptando esas decisiones en esta operación. Todos están cubiertos por la ilegitimidad, por eso están dispuestos a llegar hasta el final, con tal de aplastar esa aspiración de independencia de una serie de regiones.

¿Por qué, como muchos piensan, Rusia se mantiene pasiva, qué sería necesario que hiciese, desde ya mismo?

Rusia sigue hoy celebrando la victoria de la selección de hockey, la incorporación de Crimea, los JJ.OO., el Foro económico de San Petersburgo etc., pero no está trabajando como le correspondería en la situación del sureste de Ucrania. No se ve ninguna ofensiva política ni diplomática. Hace tiempo que se debía haber exigido una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU, proponer una resolución para la creación de una zona de exclusión aérea, sobre el cese de la violencia, exigir la creación de una comisión del Consejo de Seguridad; lo mismo habría que hacer en la OSCE y demás organismos internacionales.

Hace tiempo ya que el fascismo ucraniano debería haber recibido una valoración jurídica dese las instancias internacionales. Al mismo tiempo, considero, que Rusia hoy, por boca del presidente o del ministro de Exteriores debería anunciar un ultimátum como el siguiente: “si en el plazo de 24 horas no cesan los bombardeos y el asesinato de civiles inocentes, Rusia iniciará el proceso de reconocimiento de independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, con todas las consecuencias que de ello se derivan”. Además, es imprescindible prestar ayuda humanitaria a la región, movilizar a organizaciones como la Cruz Roja, la Unesco, etc.

Es decir, la ofensiva diplomática debe ir en todas las direcciones, con respaldo en la fuerza militar.

¿A qué se refiere cuando habla de fuerza militar?

Introducir tropas en el sureste, es algo que por supuesto no se puede, pero retirar nuestras tropas de la frontera, con tanta descoordinación, cuando el presidente dice una cosa y el ministerio de Defensa otra, tampoco se puede. Estamos retrocediendo bajo el empuje de los fascistas. Son nuestros territorios y estamos en nuestro derecho a crear grupos, a permitir a las agrupaciones de civiles, de oficiales, sobretodo de cosacos, que puedan formar destacamentos de voluntarios, organizarlos y prepararlos para enviarlos a la región. Podemos prestar respaldo político a las fuerzas de las milicias populares y a los nuevos gobiernos de esas repúblicas. Se pueden hacer muchas cosas; demostrar poderío militar, pasar a la ofensiva política y diplomática, prestar ayuda humanitaria. Es nuestra obligación.

¿Es posible la formación de un corredor humanitario para el envío de ayuda humanitaria, para la salida de refugiados, de niños, y lo más importante, para el envío de armas a las milicias?

El corredor humanitario es algo que se debía haber organizado hace tiempo conjuntamente con la Cruz Roja, la OSCE y demás organizaciones humanitarias internacionales. Crear un corredor exclusivamente humanitario, por el que poder evacuar a los refugiados, a los heridos, prestar ayuda, víveres, medicamentos y todo lo que pueda necesitar la población. Hace tiempo que estábamos obligados a hacer eso. En cuanto al envío de armas y vehículos militares, hay que reconocer la independencia de esas dos repúblicas y acto seguido firmar acuerdos de colaboración mutua en cuestiones de seguridad con una y otra república, con todas las consecuencias que de ello emanan.

¿Se puede establecer alguna analogía entre la situación del sureste y los bombardeos de Yugoslavia?
Indudablemente hay muchas semejanzas con el propio Kosovo, solo que en aquel caso, los norteamericanos y la OTAN bombardearon a los serbios, mientras que nosotros lo tenemos prohibido. Yo por supuesto estoy en contra de bombardeos precisos contra núcleos de población, como bombardearon en su día a la población de Yugoslavia, pero infringir ataques selectivos contra la aviación del ejército ucraniano, contra las posiciones de Banderistas y sus vehículos blindados, es algo que bien se podría hacer. Que se vea como un acto de operación humanitaria. Son ellos en Occidente los que acuñaron esos términos: “intervención humanitaria”, “operación humanitaria”…Por eso considero posible golpear contra objetivos militares.

Mientras no hagamos “entrar en razón” a ese fascismo de Occidente y a esos Banderistas que están en el poder en Kiev, no vamos a conseguir nada. Todas esas declaraciones de protesta, esas peticiones o exigencias de cesar los bombardeos, tienen  la misma eficacia que si le hubiéramos pedido a Hitler en el 41, mediante notas que no bombardease Smolensk, que no bombardease las ciudades etc.

¿Significa eso que el sureste por sí solo, sin la ayuda de Rusia no podría hacer frente a la Junta?

Si de correlación de fuerzas hablamos, desde luego la camarilla de Kiev cuenta con gran ventaja. Superan a las milicias en todos los parámetros. El espíritu combativo de la milicia de las Repúblicas Populares es superior, pero en todo lo demás salen perdiendo. Las leyes de la guerra dictan que por muy alto que sea el espíritu de combate, no pueden atacar tanques con palos. Por eso si Rusia ahora no interviene de un modo decidido, no cabe duda, que los fascistas, los Banderistas, van a acabar sometiendo a la resistencia. Hay que pensar, que hoy se está formando una brigada conjunta polaco-ucraniano-lituana, y mañana en Donetsk y Lugansk habrá sistemas DAM, y aviones de la OTAN aparcados junto a nuestras fronteras; y luego vamos a comernos los codos diciendo que todo eso no está bien.

Nuestra pasividad raya con la connivencia con el crimen que se está cometiendo contra el Estado ruso y la población rusoparlante.

Ha aparecido un nuevo foco de inestabilidad en Abjasia, donde en apenas un día, se ha producido un golpe de Estado con la participación de no se sabe muy bien que “oposición”. ¿Quiénes son y por qué  en su opinión está pasando eso ahora en Abjasia?

Para poder hablar de lo que ocurre en Abjasia, habría que entender qué es lo que quiere Rusia de Abjasia. Sí, en el 2008, obramos de un modo razonable e incluso decidido, pero después lo abandonamos todo, pusimos nuestras tropas, creamos una base y en eso termina nuestra presencia. Ahora parece que solo interesa hacer negocios, ver cómo sacar beneficios. ¿Dónde quedan la geopolítica, la estrategia política, los problemas de seguridad de la Federación Rusa? Nos detuvimos y dejamos que Abjasia siguiese bullendo en su cazuela política y social. Por eso lo que está pasando en Abjasia es algo inesperado para nosotros.

Está claro que Ankvab, después de Serguei Bagapsh ha llegado con otros objetivos, con otro equipo, con el apoyo de otros negocios. Y nosotros lo hemos dejado correr sin más para ver como hoy distintos grupos influyentes, apoyados por distintos grupos de población, se pelean entre ellos. Debemos definirnos y ponerle a Abjasia una condición: u organizan un referéndum para convertirse en un sujeto de la Federación de Rusia, o vais a ser independientes del todo. E evidente que se necesita ese referéndum y estoy convencido de que la mayoría de la población de Abjasia se mostraría favorable al ingreso en la Federación de Rusia. Aunque sea como sujeto independiente; después de todo a comienzos de los 90, estaban dispuestos incluso a formar parte de la región de Krasnodar.


Así que ellos también necesitan decidirse y dejar de mirar hacia Washington para ver qué dice el tío Sam y si les amenaza con el dedito.

¿Da la impresión de que tras la masacre de Odesa, el golpe en Abjasia y por cómo calientan los ánimos con los tártaros de Crimea, Occidente pretendiese expulsarnos del Mar Negro?

Nuestros ineptos funcionarios, que se dedican a la seguridad de Rusia y a su política exterior, deberían haber entendido hace tiempo, que Occidente nunca ha sido nuestro amigo, ni nuestro socio confiable. Los EEUU y una parte considerable de Europa Occidental, hace tiempo que nos tiene en su lista de principales oponentes y permanentemente están en guerra con nosotros. Incluso en los años de la Gran Guerra Patria, sabíamos que no nos estaban ayudando así como así, que equipando y armando a cambio de oro a nuestros soldados, ellos estaban ayudándose a sí mismos, defendiendo sus intereses y sus territorios. Es algo que debemos comprender. Occidente, los EEUU, van a estar permanentemente, en todas direcciones en guerra con nosotros. Pronto perdimos la esperanza de que la guerra fría se hubiera acabado con el comunismo. Hay una eterna confrontación geopolítica que nos han impuesto.

Por eso allí donde ven un punto débil, ellos van a insuflar sin falta recursos financieros y organizar operaciones especiales, para que esa grieta se convierta en un abismo. No tardaremos en ver la actividad de la “quinta columna” en Crimea. Van a tratar de agravar el conflicto en Abjasia, trabajando con los turcos, para, si no expulsarnos del Mar Negro, cuando menos debilitarnos. Están los planes del oligarcado hebreo mundial y  la élite anglosajona también alberga sueños en relación a Crimea y toda la costa,  así que veremos esos planes desarrollarse.

¿Significa eso que Occidente nos está cercando en un anillo enemigo?

Solo pueden rodear a aquellos que se muestran débiles y no adoptan pasos decididos. Tenemos hoy un potencial enorme. Putin lo demostró, aunque parece que después se ha tranquilizado. Ese salto hacia Oriente, en Shanghái, la firma de contratos en la esfera gaso-petrolera, la celebración de maniobras marítimas conjuntas en esas mismas fechas, etc. Y China se alegra de acoger a una Rusia, ante la que Occidente ha levantado un muro de sanciones, porque Rusia se ha visto hoy en el primer plano de la confrontación con los EEUU y China se muestra bastante firme cubriéndonos las espaldas. Mientras que en el espacio de la región asiática del Pacífico, es precisamente China la que aparece en un primer plano, y nosotros tras sus espaldas. Es un vínculo acertado. Pero ahora es el momento de pasar a la ofensiva. Allí donde hoy no atacamos, y nos quedamos esperando, a la defensiva, sin falta acabarán rodeándonos, que es lo que estamos viendo ahora.







Publicado por LaQnadlSol
CT., USA. 

jueves, 29 de mayo de 2014

Las similitudes entre Cuba y Eritrea

Tanto Cuba al igual que Eritrea son países pequeños, independientes, socialistas y revolucionarios. Ambos países tienen un fuerte compromiso con la salud y  la educación de sus pueblos, son únicas en sus regiones geográficas en su negativa a aceptar las demandas de imponer  la "democracia" estilo occidental sobre sus pueblos, pero lo que es probablemente la similitud más importante es que los gobiernos de los dos países  llegaron al poder a través de la lucha armada, a través  "del cañón de un arma de fuego".


LA CUBA DE ÁFRICA 


Por Thomas C. Mountain

Lo que podemos aprender de Eritrea

¿La Cuba de África? El auténtico periodista  Andre Vltchek, que escribe para CounterPunch, fue la primera persona que escuché utilizando la expresión y me puse a pensar en el pequeño país del este africano de Eritrea al que él se refería.

Las similitudes son sorprendentes. Tanto Cuba al igual que Eritrea son países pequeños, independientes, socialistas y revolucionarios. Ambos están sufriendo bajo las sanciones de los EE.UU y ambos han sido maliciosamente acusados de apoyar el "terrorismo" por los guardianes de la Pax Americana.

Cuba y Eritrea han sido duramente golpeadas por el cambio climático precipitado por la industrialización occidental, con Cuba siendo golpeada cada vez más por los huracanes y Eritrea, situada en el extremo oriental del Sahel de África, plagada de sequías que baten records.

Ambos países tienen un fuerte compromiso con la salud y  la educación de sus pueblos siendo el sistema de salud pública de Cuba la envidia de sus vecinos y Eritrea a la vanguardia en la prevención de la mortalidad a causa de la malaria y el VIH/SIDA en África.

Cuba y Eritrea son únicas en sus regiones geográficas en su negativa a aceptar las demandas de imponer  la "democracia" estilo occidental sobre sus pueblos. Cuba es el único país en América Central y América del Sur que no celebra "elecciones" y Eritrea es el único país de África que no lo hace.

Pero lo que es probablemente la similitud más importante es que los gobiernos de los dos países  llegaron al poder a través de la lucha armada, a través de "el cañón de un arma de fuego". Esto los pone a ambos en las filas de un puñado de esos países que liberaron con éxito a sus pueblos en el siglo 20.

Muchos lo intentaron pero pocos tuvieron éxito, comenzando con la victoria de lo que se convirtió en la Unión Soviética en la guerra civil rusa. Esto fue seguido dos décadas después por la revolución china bajo la estrategia de "guerra popular" de Mao Tse Tung. Luego vino Vietnam, siguiendo la misma doctrina de la "Guerra Popular" bajo el liderazgo de Ho Chi Minn. Posteiormente vino la Revolución Cubana, bajo el liderazgo de Fidel Castro en la versión corta de la "Guerra Popular".

La última lucha armada exitosa por la liberación nacional en el siglo 20, fue la guerra de independencia del pueblo de Eritrea de 30 años de duración que vio la primera derrota militar de una potencia colonialista a manos de un país africano, resultando en la independencia.

Hoy Cuba y Eritrea se enfrentan a retos muy graves, tanto en lo militar como en  lo económico. Las sanciones destinadas a paralizar sus economías y dañar a su gente han golpeado duramente a ambos países. Ambos países se enfrentan a las amenazas militares, ya sea directamente por los EE.UU o vía sus subsidiarios.

Y de particular importancia es el hecho de que ambos países están siendo dirigidos por un liderazgo veterano y están luchando para desarrollar  una estrategia que descubra la próxima generación de líderes que se encarguen de mantener a sus países en el camino del desarrollo que conduzca a lo que el presidente de Eritrea, describió como "una Eritrea rica sin eritreos ricos”.

Cuba fue liberada hace más de medio siglo y Eritrea celebrará esta semana sus 23 años de  independencia. Conforme el papel de la Pax Americana  como la única superpotencia es desafiado cada vez más, los modelos de conducta que Cuba y Eritrea representan son cada vez más una amenaza ideológica para el "tigre de papel", que podría describir cómo los EE.UU es visto con suma frecuencia en el mundo de hoy.

Si el planeta va a sobrevivir a la catástrofe del cambio climático que estamos enfrentando, parecería que un cambio radical y revolucionario es necesario. Tal vez sea hora de empezar a examinar lo que se puede aprender de dos pequeños países que han estado en la vanguardia de la resistencia a la creciente amenaza de la fuerza devastadora del calentamiento global que el mundo enfrenta.




Thomas C. Mountain es activista y educador revolucionario de toda la vida, desde el 2006 ha estado viviendo y escribiendo desde Eritrea.







Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

miércoles, 28 de mayo de 2014

La graciosa entrevista de Yoani Sánchez a Joe Biden

14ymedio no me parece ya un sitio medio humorístico sino humorístico y medio. El último chiste de la publicación apareció nada menos que en una entrevista con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, a quien Yoani Sánchez le pregunta si es cierto que Estados Unidos va a invadir a Cuba.


LA GRACIOSA ENTREVISTA DE
YOANI SÁNCHEZ A JOE BIDEN


Por M. H. Lagarde

No he escrito nada sobre el muy pregonado diario de Yoani Sánchez 14ymedio porque lo de “medio” siempre me sonó a “medio humorístico”, especialmente luego de leer aquel chiste a manera de presentación en donde la bloguera -que hace unos años visitaba a la SINA furtivamente y que ahora viaja como turista a la Casa Blanca-, afirmaba que dicho sitio “independiente” no tendría compromiso ideológico ni político de ningún tipo.

Una semana después, mis expectativas han sido rebasadas. 14ymedio no me parece ya un sitio medio humorístico sino humorístico y medio. El último chiste de la publicación apareció nada menos que en una entrevista con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, a quien Yoani Sánchez le pregunta si es cierto que Estados Unidos va a invadir a Cuba.

“Le puedo dar la más simple de las respuestas, y la respuesta es no. Tal como dijo el Presidente Obama”, responde tajante el vicepresidente.

Por su ingenuidad, tanto la pregunta como la respuesta dan risa.

Mucho más interesante y noticioso habría sido que el vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden le hubiera respondido algo así por estilo:

“Sí, claro que invadiremos Cuba, pero otra vez estamos esperando que esté nuevamente la fruta madura. Para eso hemos inventado a mercenarias como tú, que primero deben satanizar mediáticamente a Cuba con la política editorial dictada por nuestros servicios de inteligencia. Se trata de repetir en Cuba el esquema de las revoluciones de colores que tanto éxito dieron a nuestro predecesor George W. Bush en las repúblicas ex soviéticas. También tenemos como variantes el caso sirio o el libio, o el experimento que realizamos ahora mismo en Venezuela. Recuerda, mi estimada mercenaria Yoani, que somos herederos de una historia de honestidad como de la que hizo gala Adlai Stevenson cuando desfachatadamente negó en la OEA que Estados Unidos apoyó la invasión de Girón a Cuba o la del general Collin Power que justificó en la ONU la invasión a Irak”.

Todo parece indicar que, en la inmensa corriente de la guerra mediática contra Cuba, lo que aportará el humorístico y medio diario de la bloguera  “independiente” será este tipo de entrevistas graciosas con funcionarios de alto nivel del gobierno estadounidense.

El próximo entrevistado bien pudiera ser el director de la Agencia Central de Inteligencia, a quien lo más probable es que, la ahora periodista, le pregunte si es cierto eso que dice la propaganda castrista de que ella es agente de la CIA.

Ya pueden imaginarse la respuesta que le dará el señor Brennan.








Publicado por LaQnadlSol
CT., USA. 

martes, 27 de mayo de 2014

La ecuación «2, 2, 2, 1» del Pentágono reconoce a Rusia y China como pesos pesados

Una conferencia del Jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos acaba de mostrar que las fuerzas armadas estadounidenses se niegan a entrar en guerra con Rusia y reconocen que pudieran verse en situación de inferioridad de aquí a 10 años. El general Martin Dempsey tiene, por consiguiente, intenciones de utilizar la próxima década para evitar que Estados Unidos pierda su superioridad militar sobre el resto del mundo. Sus palabras muestran la extraordinaria contradicción existente entre la política neoconservadora de provocación –tendiente a arrastrar a Rusia a la guerra en Ucrania– y la verdadera situación de las fuerzas armadas de Estados Unidos.


LA ECUACIÓN «2, 2, 2, 1» DEL PENTÁGONO RECONOCE
A RUSIA Y CHINA COMO PESOS PESADOS


Por Alfredo Jalife-Rahme

Una de las consecuencias de las sanciones de Occidente a Rusia es la profundización de los lazos de Moscú con China y con la India, que toma un giro dramático con el uso de la carta geoenergética por el presidente Vladimir Putin [1].

Una gran parte de los locuaces cuan pugnaces "civiles" de la clase política de Estados Unidos –no se diga sus desinformadores multimedia– no están actualizados como sus militares, quienes manifiestan un profundo respeto balístico hacia Rusia y China.

El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, general Martin Dempsey, impartió la conferencia «Defensa disruptiva: seguridad dinámica en la era de las nuevas tecnologías» en The Atlantic Council –think tank con sede en Washington, vincu­lado al Partido Republicano y a la OTAN–, 6 días antes de la trascendental visita del 20 y 21 de mayo del zar geoenergético global Vladimir Putin a Shanghai [2].

En su relevante intervención, Martin Dempsey sentenció que «Rusia y China son hoy dos pesos pesados globales», que «influyen en las decisiones estratégicas sobre los desafíos globales en seguridad». ¡Ni más ni menos que el nuevo orden geoestratégico tripolar esbozado en «Bajo la Lupa» [3] !


El máximo general de carrera de Estados Unidos reveló el «nuevo paradigma de seguridad» de su país mediante la ecuación nemotécnica «2, 2, 2, 1», que significa: «2 pesos pesados (Rusia y China); 2 pesos medianos (Irán y Norcorea); 2 redes (al-Qaeda y el crimen trasnacional organizado) y 1 sistema (ciberseguridad)».

Aduce que la red de al-Qaeda y sus afiliados va desde Afganistán, Pakistán, atraviesa la Península Arábiga, la parte oriental de Siria, la región occidental de Irak, Yemen, Somalia, norte de Africa y África occidental, pasando por Nigeria.

Estados Unidos «usa diferentes instrumentos de poder –diplomáticos, económicos y militares– según trate con una nación-Estado o con un peso mediano que aspira a tener mayor influencia de lo permitido y que puede ser canalla de vez en cuando». Expresó que las dos redes no estatales no responden al mismo tipo de presión que las «naciones-Estado».

En momentos en que el ejército de Estados Unidos se ha vuelto muy tecnodependiente de la ciberseguridad, considera el general que existen dos temas que le preocupan al respecto:
- 1) la falta de preparación de Estados Unidos ante un ciberataque, en particular, al sector financiero; y
- 2) la «corrupción de los datos (precisión, navegación y tiempo)», que ocasiona la pérdida de confianza en los sistemas operativos.

Por cierto, China es una potencia nada desdeñable en «ofensiva cibernética» [4].

Juzga que en la perspectiva militar la «corrupción de los datos» es «más alarmante que la negación de los datos».

Elaboró que cada actor, sea adversario o potencial adversario, requiere un abordaje diferente ya que cada uno «responderá en forma muy diferente a los diversos tipos de presión».

Dos características fundamentales del nuevo militarismo de Estados Unidos son la «agilidad» y la «innovación».

Martin Dempsey anunció que se encontrará en Bruselas en una reunión de la OTAN [5], en sincronía con la visita histórica de Putin a China, y estima que el atlantismo se encuentra en una «crítica encrucijada» debido a la situación en Ucrania, por lo que debe «reconsiderar» su «flanco sur» (Portugal, España, Italia y Grecia), que está íntimamente ligado al Medio Oriente y el norte de África, cuyos «temas (sic) podrían cambiar profundamente la vida de Europa, no sólo en la parte sur sino también en el norte y en su parte central».

A mi juicio, pareciera que Europa peligra por todos lados. ¿Se habrán percatado de la fantasmagórica espada de Damocles de al-Qaeda en Alemania y Francia? [6]

En referencia a una pregunta sobre la situación en Ucrania, el general Dempsey adujo que le compete a la OTAN, quien debe estar «más preocupada», mientras que Estados Unidos «usa el instrumento de poder económico en forma diferente» como «persuasión y castigo».

Se detecta que el general no se encuentra muy convencido en cuanto a las sanciones económicas después de haber convocado a un grupo de economistas que no supieron explicarle cuáles eran los riesgos inherentes para aplicarlas como «instrumento de poder» cuando Estados Unidos «tiene una clara imagen de la capacidad de las fuerzas militares de Rusia» con el «agregado de Putin» (su sicología), ya que «una gran proporción de la población rusa está dispuesta a enderezar (sic) las desviaciones de la fase temprana de la pasada década del siglo XX».

Sobre la aportación teórica de los economistas consultados, comenta que «si vamos a usar los instrumentos (sic) de poder en forma diferente en el futuro, entonces debemos recalcular nuestros modelos de riesgo».

Juzga que la más «persuasiva descripción» que tiene de Vladimir Putin es su «deseo por un legado personal y el bienestar económico de Rusia».

El máximo general de Estados Unidos tenía en mente los nuevos instrumentos militares no convencionales de Rusia, capaces de disuadir a cualquiera.

Ante una pregunta de Leandra Bernstein, de la agencia de prensa rusa Ria Novosti, el general Dempsey comentó que Estados Unidos «no debe regresar a una guerra fría con Rusia», ya que existe un «mayor número de temas en los que Estados Unidos colabora con ellos [o sea, con los rusos]: el futuro del Ártico, acciones antinarcóticos, contra la piratería y en el espacio», por lo que se debe «buscar un común denominador».

Aduce que el peor escenario con Rusia es el retorno a la guerra fría y el despliegue de fuerzas en el Báltico y Polonia, debido a los sucesos en Ucrania, al unísono de otras «disrupciones en geopolítica».

Arguye que la «globalización» no ha tenido los mismos efectos que la estrategia de la guerra fría, que fue «muy estable»: contención hasta que la Unión Soviética cambió por voluntad propia.

Después de su conferencia el general Martin Dempsey se reunió con su homólogo chino, con quien luego estuvo el siguiente día entero en la Universidad de Defensa Nacional. ¡A tomar nota!

Martin Dempsey deja atrás el pasado cuando «nuevos instrumentos (¡supersic!) se requieren para manejar dinámicamente un mayor ambiente de compleja seguridad» –eco del ensayo en Quadrennial Defense Review de 2004– y teme que Estados Unidos «no pueda innovar lo suficientemente rápido ante los nuevos desafíos».

Pese a la inestabilidad política, Martin Dempsey considera que Estados Unidos tiene plazo hasta 2025 y que aún «no necesita realizar cambios disruptivos», ya que «tiene un ejército notablemente bueno para conflictos grandes y pequeños» y que el recorte presupuestal para disminuir los costos del Pentágono –en soldados, sus excesos y su infraestructura– tiene como finalidad «innovar con una mayor agilidad en las fuerzas de despliegue de avanzada» que provean una «presencia dinámica donde más se requiera en ultramar».

Ahora el ejército de Estados Unidos necesita «hacer menos con menos, pero no menos bien», por lo que debe «pensar seriamente cómo jerarquizar».

Llamó la atención que el general no abordara el controvertido «pivote» de Obama para cercar a China y que sólo se enfocara en Rusia, con la que no desea ir tan lejos como los daltónicos economistas con ínfulas de verdugo citados a su oficina del Pentágono.


[1] «Visita de Putin a China: próximo acuerdo histórico de venta de gas ruso», por Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada, 14 de mayo de 2014.

[2] «Disrupting Defense», por el general Martin Demsey, The Atlantic Council, 14 de mayo de 2014.


[4] «Las cinco armas chinas de mayor peligro para Estados Unidos.», Russia Today, 15 de mayo de 2014.

[5] «La OTAN empuja la Unión Europea a una nueva guerra fría», por Manlio Dinucci, Il ManifestoRed Voltaire, 26 de mayo de 2014.

[6] « Carta abierta a los europeos atrapados tras la cortina de hierro israelo-estadounidense », por Hassan Hamadé, Red Voltaire, 24 de mayo de 2014.







Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

lunes, 26 de mayo de 2014

Tres meses y contando

Es de cínicos proponer o urgir, y de ilusos esperar, que en el máximo plazo de tres meses los trogloditas republicanos de la cámara de representantes aprueben una reforma migratoria cuando desde un inicio y después de ser aprobado  el proyecto en el senado, hace ya casi un año, se negaron a hacerlo.


TRES MESES Y CONTANDO


Para el presidente Obama la cuestión de la reforma migratoria es desde hace rato un asunto concluido, no habrá legalización, o “amnistía para criminales” como prefieren calificarla los republicanos. En una de sus ultima intervenciones públicas el presidente ha dicho quedan entre 2 ó 3 meses para que los republicanos de la cámara se pongan serios y trabajen aceleradamente en la aprobación del proyecto de reforma migratoria, antes del inicio de la campaña electoral del medio término en noviembre 4 del 2014. Pero aparte de exhortar a los republicanos, que por razones políticas o debido a sus sentimientos totalmente antiinmigrantes, no quieren prácticamente saber nada del asunto, el presidente Obama ante unos 40 oficiales de policía reunidos en la Casa Blanca también dijo que los simpatizantes del proyecto de reforma tenían una ventana de tiempo muy “estrecha”, para lograr que se hiciera algo sustancial en el congreso, antes de que la campaña electoral entrara en su fase más acelerada.

Por otra parte y de acuerdo al USA Today, el presidente proyectó el tema de la inmigración como un asunto de aplicación de la ley, al indicar ante los oficiales de policía invitados que un renovado sistema de inmigración sería muy bueno para la aplicación de la ley pues les facilitaría a los oficiales detener a los “criminales” que  intentan cruzar la frontera o explotar a una vulnerable fuerza de trabajo. Según el citado diario, el presidente dijo que “el estatus quo dificulta que nuestras agencias encargadas de la ley y el orden hagan su trabajo”.

Aquí no hay ninguna sorpresa, está claro que para el “deportador en jefe” la inmigración es una cuestión que debe manejarse de acuerdo a un criterio legal que criminaliza primero -perfil racial-  y luego detiene y expulsa a aquellos extranjeros considerados en su totalidad como criminales  o aliens, ilegales, extraños y peligrosos sujetos que representan una amenaza para el “american way of life”.  Quizás ahora que se está cerrando la ventana -o ya estaba cerrada desde antes- estemos presenciando el verdadero rostro de la política migratoria de Obama; no de razones humanitarias, de sacar de la oscuridad a los oscuros de siempre, sino de la aplicación de la ley –Secure Communities.

Es de cínicos proponer o urgir, y de ilusos esperar, que en el máximo plazo de tres meses los trogloditas republicanos de la cámara de representantes aprueben una reforma migratoria cuando desde un inicio y después de ser aprobado  el proyecto en el senado, hace ya casi un año, se negaron a hacerlo. Raya en el descaro proponer que en tan corto tiempo los republicanos tengan tiempo de estudiar y discutir un mamotreto de 1,600 páginas que al parecer nadie ha leído y, de repente como por arte de magia, se pongan de acuerdo entre ellos y con Obama y se dediquen a trabajar frenéticamente, con las elecciones y el total dominio del congreso en sus cabezas, para aprobar en el último minuto la tan anhelada reforma migratoria integral; francamente esto suena ridículamente irrisorio. Como también suena irrisorio y es una desfachatez, que Obama haya dicho recientemente que la reforma puede ser aprobada si los demócratas obtienen una victoria contundente en las elecciones de noviembre, cuando se da por seguro que seran barridos por los republicanos.

Todo lo sucedido durante y después de la publicitada campaña por la reforma migratoria iniciada por Obama al comienzo de su segundo mandato, no fue más que un puro circo político montado por los demócratas. Para el hombre de la elevada y engañosa retorica era necesario, como recompensa por el apoyo recibido, crear entre sus partidarios liberales y entre la comunidad latina sobre todo, la ilusión de que estaba cumpliendo con una promesa hecha en el apremio de la campaña electoral. Una promesa que como tantas otras no han pasado de ser eso, promesas nada más.

Obama en más de una ocasión ha criticado a los cínicos, aquellos que desde antes de su llegada a la presidencia no creían en su discurso de cambiar la forma de hacer política y terminar con décadas de divisionismo y paralización en Washington que él argumentaba, eran la razón por la que se tenían los mismos problemas y se escuchan las mismas promesas cada cuatro años. Pero los cínicos tenían razón y Obama no los ha defraudado. Irónicamente aquella frase alucinante del cambio en el que podemos creer bajo su gobierno ha resultado, en la misma paralización y falsas promesas que el criticaba como síntomas de la ineficiencia de Washington, solo que esta vez son parte de su repertorio

En el tema de la inmigración indocumentada y de la reforma migratoria propiamente hablando, Obama no ha actuado con sinceridad, él cínicamente las ha priorizado como una maniobra para mantener apaciguados a los votantes latinos. Su enfoque ha sido más en hacer cumplir las leyes migratorias sobre todo en lo que se refiere al control fronterizo, la detención y deportación  de indocumentados.

Hablando a este respecto un ex funcionario del gobierno de Obama que trabajó en el Departamento de Seguridad Nacional durante los primeros años de su presidencia, no pudo ser más enfático a cerca de las intenciones del gobierno de Obama, al declarar  que “hubiese sido mejor para la administración dejar en claro sus intenciones de hacer cumplir la ley y respaldarlas con firmeza, en lugar de voluntariamente adoptar cualquier posición que políticamente pareciera conveniente  en un momento dado”. Aquí vale la pena destacar la suspensión temporal de las deportaciones para jóvenes del Dream Act, precisamente en la víspera de su reelección que dejó muy en claro las contradicciones de la política migratoria de Obama, pues en varias ocasiones había dicho que no podía suspender las deportaciones de manera unilateral.

Obama siempre ha dicho que los EE.UU es un país de leyes y que él debe cumplirlas. Ha mencionado que las deportaciones están enfocadas en los criminales, pandilleros, expendedores de drogas y terroristas,  pero bajo su gobierno es a los inmigrantes indocumentados a quienes se ha deportado en números record.

A estas alturas está claro que el asunto de la reforma migratoria nunca formó parte de la agenda de Obama. Cuando se aproximaba el final de su primer año de gobierno se hizo patente que en sus planes para el segundo año y en los subsiguientes, el asunto de la inmigración no estaba incluido, sin embargo, descaradamente continuó con sus promesas a la población latina de encontrar formas de aliviar las penurias de los inmigrantes indocumentados, cuando en realidad lo que sucedía era el incremento de las deportaciones.  No hubo un esfuerzo serio por parte de su gobierno en encontrarle una solución a un problema de carácter humanitario que por virtud de las fuerzas políticas y económicas que se benefician del actual estatus quo se ha convertido en una cuestión que probablemente nunca sea solucionada, no porque sea complicado legalizar a millones de trabajadores indocumentados, sino porque el actual estado de cosas es preferible en términos económicos y políticos.

Los inmigrantes indocumentados, aunque se propague lo contrario, son una poderosa fuerza económica que como mano de obra barata y como consumidores son generadores de enormes beneficios para la economía nacional, pero resulta mejor tenerlos en condición de ilegalidad, deportables -decenas de miles seran deportados cada año al tiempo que otros tantos ingresaran ilegalmente renovando constantemente el ejército de mano de obra barata desechable- expuestos a la explotación y excluidos de cualquier beneficio laboral, que otorgarles un mínimo de estabilidad  a su actual condición de ilegalidad. Los políticos tanto republicanos como demócratas, en un país en constante campaña electoral, siempre tendrán en la inmigración indocumentada  una poderosa herramienta con la cual jugar, unas veces para instigar el sentimiento antiinmigrante y xenofobia entre sus partidarios y otras para ganar votos con falsos discursos pro inmigrantes como ya lo ha demostrado el propio presidente Obama.

Ahora que prácticamente se ha cerrado toda posibilidad de legalizar la situación migratoria de millones de indocumentados, vale la pena reflexionar un poco a cerca del papel desempeñado por el llamado liderazgo latino y las organizaciones pro inmigrantes, ambos aliados del partido Demócrata, en la cuestión del proyecto de reforma migratoria.

Por mucho tiempo fueron testigos de las maquinaciones presidenciales por mantener altos porcentajes de favorabilidad entre la población hispana, una y otra vez durante las celebraciones del Mes de la Herencia Hispana el presidente les repetía la misma cantaleta de que él estaba interesado en la aprobación de la reforma migratoria, mientras que por otro lado incrementaba drásticamente el número de deportados. Cada vez que se le increpaba su inhabilidad para detener las deportaciones contestaba con su respuesta habitual de “no puedo hacer nada a cerca de eso” o “la culpa es de  los republicanos”. Repetidas veces el presidente dijo que no podía actuar unilateralmente para legalizar a los indocumentados actualmente en el país y luego repentinamente, en la víspera de su reelección, dio un giro total y les otorgó un alivio temporal contra las deportaciones a los jóvenes elegibles bajo el DREAM Act y quienes, casualmente hicieron campaña a favor del partido Demócrata. Sin embargo, los líderes hispanos incluso con todo este despliegue de cinismo por parte del presidente fueron incapaces de percibir, o prefirieron conscientemente ignorarlo, de que no eran tomados en serio y que únicamente estaban siendo utilizados como piezas manipulables en el juego electoralistas de los demócratas y del presidente Obama.  

Ciertamente el histórico número de deportados y el fracaso de la reforma migratoria no seran parte del legado de Obama. Será, sin embargo, el sentimiento de engaño que perdurara entre sus más ardientes partidarios hispanos que tarde comprendieron que durante todo ese tiempo fueron engatusados por el presidente en uno de los temas que toca al corazón de su dignidad. Quizás en un futuro no lejano y con toda esta desastrosa experiencia a cuestas la comunidad latina al fin lograra hacer valer su verdadero peso político con programas y líderes auténticos y organizaciones auténticamente democráticas que en verdad representen sus intereses y que no se presten o se hagan cómplices del juego y el engaño  de los dos partidos tradicionales, que únicamente ven a la comunidad latina en términos de votos, no de personas reales, con necesidades y aspiraciones reales.







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domingo, 25 de mayo de 2014

La nueva alianza, el 4º veto y la catálisis siria de un nuevo orden político mundial

Mientras el presidente ruso y el chino estaban reunidos a bordo de un buque de guerra para dar la orden de iniciar las terceras maniobras marítimas conjuntas, los representantes de ambos países en el Consejo de Seguridad de la ONU utilizaban el veto por cuarta vez con objeto de defender la República Árabe Siria respecto de una nueva agresión atlantista.


LA NUEVA ALIANZA, EL 4º VETO Y LA CATÁLISIS SIRIA
DE UN NUEVO ORDEN POLÍTICO MUNDIAL


Por Manibal y Tamer Sarkis.

Mientras el presidente ruso y el chino estaban reunidos a bordo de un buque de guerra para dar la orden de iniciar las terceras maniobras marítimas conjuntas, los representantes de ambos países en el Consejo de Seguridad de la ONU utilizaban el veto por cuarta vez con objeto de defender la República Árabe Siria respecto de una nueva agresión atlantista. Lo que se estaba fraguando era un plan, liderado por Francia y secundado por lacayos árabes varios, con el que remitir al Tribunal Penal Internacional el “contencioso” “sirio” (aunque no se sabe quién es ya lacayo de quién: la burguesía monopolista gala rota hoy entorno a las directrices saudíes sus propios planes de exportación de capitales, sobre todo en concepto de inversiones infraestructurales viarias).

La oposición a tal constancia tentativa atlantista ha puesto ya a ondear una con otra las banderas rusa y china. Es éste un hecho crucial, en tanto que representa un salto cualitativo en la deriva de polarizaciones mundiales. La dialéctica objetiva de oposiciones no deja de imprimir una tendencia obvia, inercial, casi natural (“El gran enemigo de mi Enemigo Principal es mi amigo”; “Conociendo a mis enemigos, distingo a mis amigos”). Pero lo reseñable es esta subjetivación del movimiento objetivo, materializada en el mismo plano simbólico. Hegel decía que, en la marcha de la historia, el espíritu, como objetivación periódica y provisional de la Idea, se piensa a sí mismo y obtiene el concepto, quedando así predispuesto para su auto-superación racional (Aufheben). Bien: esas banderas le están comunicando al Mundo que la Idea se ha hecho concepto. Empieza una dialéctica consciente entre ambas potencias por afectarse recíprocamente y por sintetizarse en relación al Enemigo Principal. Auto-superándose a sí mismos los polos eurasiáticos, el nuevo actor sintético está ya cambiando el Mundo.

En lo inmediato y lo visible (phenomenon), el veto conjunto ruso-chino rechaza los planes imperialistas contra la RAS y, esta vez, los objetivos enemigos son tan distintos como distinto es el significado del veto. Tres son los objetivos atlantistas: 1º. Contestar la trayectoria victoriosa decisiva contra el terrorismo mercenario, creando un ambiente de confusión contra el Estado sirio y re-afirmando la Agenda destructiva del sistema político de la RAS. 2º. Poner en aprieto a Rusia, en lo moral y lo político, mediante la elaboración de un proyecto de condena a las supuestas “dos partes enfrentadas”, tipificando a estos “actores” como “criminales de guerra”, y tratando de llevarlos al Tribunal doméstico de los atlantistas (Tribunal Penal de La Haya), en nombre de la “Universalidad de la Justicia”. 3º. Convertir al Presidente Bashar Al-Assad, candidato a las elecciones presidenciales sirias del próximo 3 de junio, en perseguido por “la Justicia”.

En la noche de la mistificación, que toma forma de cinismo abierto en el periodo de declive anglo-sionista, todos los gatos son pardos. Tanto el Director político de la defensa de un país agredido, como sus agresores pagados o retardatarios, serían todos “criminales de guerra” a ojos de estos nominalistas contemporáneos, pues todos habrían derramado sangre. Cabe recordar la parábola del filósofo clásico griego, lanzada contra el nominalismo al uso en su entorno ateniense: la espada, observada por separado y en su composición física, presenta idénticas características, pero la espada del héroe no es la del villano. Es, en cambio, su única antagonista posible. Podemos añadir que en el alba y en el crepúsculo vemos el mismo sol hinchado y ambarino. Y sin embargo el sol del ocaso lleva a la noche mientras el sol del aurora trae un nuevo día. La prensa y la propaganda incitan a nuestros sentidos a percibir oscuridad y sólo oscuridad, pero nosotros jamás vamos a confundir las seis de la mañana con las seis de la tarde. Los sirios salimos de un tiempo difícil y extremo. A los sirios empieza ya a alumbrarnos el nuevo día pos-ofensiva, mientras los medios imperialistas silencian las inmediatas elecciones presidenciales, bloquean el derecho a voto de los sirios en Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, y declaran ilegal la formación de colegios electorales en esos países por parte de los sirios residentes o de sus Embajadas. Están tapando el sol con el dedo. El hecho mismo de la proscripción electoral denota su propia carencia de apoyo social sirio exterior, más allá de su curia traidora de estómagos agradecidos. El Pueblo en Siria es el Pueblo fuera de sus fronteras. Pronto, y gracias a la nueva correlación de fuerzas mundial que la victoria siria está poniendo en catalización abierta, el mentiroso no se engañará más que a sí mismo.









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sábado, 24 de mayo de 2014

La lucha por el poder en Ucrania y la estrategia de EE.UU por la supremacía global

Las ambiciones de Estados Unidos por la supremacía mundial cada vez abarcan partes más grandes del mundo. En el curso de la lucha por la presidencia de Ucrania, los intereses estadounidenses y rusos  han chocado de una manera y nitidez que recuerdan vívidamente el período de la Guerra Fría. Tras el sangriento conflicto en los Balcanes y el sometimiento forzoso de Irak, Ucrania y la propia Rusia amenazan con convertirse en el escenario de luchas violentas.


HISTORIA: LA LUCHA POR EL PODER EN UCRANIA Y LA
ESTRATEGIA DE EE.UU POR LA SUPREMACÍA GLOBAL


Por Peter Schwarz

Originalmente publicado en Global Research el 26 de diciembre del 2004

En 1997, el ex asesor de seguridad de EE.UU Zbigniew Brzezinski publicó un libro titulado El Gran Tablero de Ajedrez, que atrajo mucha atención y que trataba de la estrategia de Estados Unidos por la supremacía mundial. Por tablero de ajedrez, Brzezinski daba a entender Eurasia, la enorme masa de tierra que comprende dos continentes y que contiene la mayor parte de la población mundial.

De acuerdo con la tesis central del libro, "la capacidad de Estados Unidos para ejercer la primacía global" depende de si Estados Unidos puede impedir" el surgimiento de una potencia euroasiática dominante y antagónica".  Brzezinski luego concluyó que: "Eurasia es este el tablero de ajedrez en el que la lucha por la primacía global continúa disputandose".

Uno debe recordar estas líneas en el curso del estudio de los acontecimientos de las últimas semanas en Ucrania. Si Viktor Yushchenko -un hombre de orientación occidental atado a los EE.UU por un sinfín de lazos políticos y económicos- tiene éxito en llegar a la presidencia, entonces los EE.UU ocuparía un lugar de importancia estratégica, posiblemente una posición decisiva en el tablero mundial de Brzezinski.

Si uno considera la política exterior de Estados Unidos hacia Rusia en su totalidad en los últimos 15 años, entonces uno encuentra una constante notable. Independiente de los altibajos de las relaciones bilaterales -en algunos momentos cercanos, en otras ocasiones tensos- los EE.UU han trabajado sistemáticamente para controlar la colección de estados surgidos de la desintegración de la Unión Soviética. Durante más de cuatro décadas, la Unión Soviética se había constituido en el obstáculo más importante a la dominación del mundo sin restricciones por parte del imperialismo estadounidense- ahora los EE.UU se esfuerzan en asegurar que bajo ninguna circunstancia pueda Rusia alguna vez jugar un papel remotamente comparable.

La primera guerra de Irak en 1991 ha socavado ya en gran medida la influencia de Moscú en el Medio Oriente. El mismo proceso tuvo lugar en los Balcanes tras la guerra contra Serbia en 1999. En el 2001, en el contexto de la invasión de Afganistán, los EE.UU estableció bases militares por primera vez en las antiguas repúblicas soviéticas y surgió como una presencia en Asia Central. Desde entonces, Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán y en cierta medida Azerbaiyán se han aliado a los EE.UU. Hace un año, ayudaron a elevar al poder a un régimen rabiosamente pro-occidental en Georgia. En Europa, la mayoría de los miembros del antiguo Pacto de Varsovia, incluyendo las antiguas repúblicas soviéticas del Báltico, se han unido a la OTAN y la Unión Europea. En caso de que Ucrania decida ahora mudarse al campo occidental, Rusia sería en gran parte aislada.

En su libro de hace siete años, Brzezinski ya se había referido en este respecto a la relevancia de Ucrania. Su secesión, escribió, reduciría drásticamente las opciones geopolíticas de Rusia. "Incluso sin los Estados bálticos y Polonia, una Rusia que mantenga el control sobre Ucrania podría todavía tratar de ser el líder de un asertivo imperio euroasiático.... Pero sin Ucrania y sus 52 millones de eslavos, cualquier intento por parte de Moscú para reconstruir el imperio euroasiático era probable que dejara a Rusia enredada en conflictos prolongados con los no eslavos, motivados religiosa y nacionalisticamente, la guerra con Chechenia quizás simplemente sea el primer ejemplo".

El sitio web de noticias de Stratfor, que tiene estrechos vínculos con el aparato de inteligencia estadounidense, revivió este análisis tras la reciente lucha por el poder en Ucrania. En un análisis de los últimos acontecimientos, Stratfor concluye que la secesión de Ucrania no sólo debilita a Moscú con respecto a la política exterior, sino también, "sin Ucrania, la supervivencia política, económica y militar de Rusia se pone en cuestión". El informe de Stratfor continúa: "decir que Rusia está en un punto de inflexión es una gran subestimación. Sin Ucrania, Rusia está condenada a un deslizamiento doloroso en la obsolescencia geopolítica y en última instancia, tal vez incluso la no-existencia”.

Con casi 50 millones de habitantes, Ucrania es con mucho, después de Rusia, el más grande de los Estados sucesores de la Unión Soviética. Rusia tiene cerca de tres veces más habitantes. Ucrania está conectada a Rusia no sólo por una larga historia común, que se remonta al Rus de Kiev en el siglo noveno, pero también por estrechas relaciones económicas. Rusia es, con mucho, su principal socio comercial. Durante los últimos 300 años, la mayor parte de la actual Ucrania fue territorio nacional ruso o soviético, o ambas cosas. Durante este período  un intercambio considerable de la población se llevó a cabo. Diecisiete por ciento de la población de Ucrania es de ascendencia rusa y casi la mitad de la población habla ruso. La industria pesada de la Ucrania oriental que se desarrolló bajo el régimen soviético, está estrechamente relacionada con su equivalente ruso. La disolución de estos vínculos tendría consecuencias negativas para ambos países.

Un factor adicional es la importancia estratégica de Ucrania. El ochenta por ciento de las exportaciones de gas y petróleo ruso a Europa -su principal fuente de divisas- fluye a través de las tuberías ucranianas. La base principal de la flota rusa del Mar Negro, Sebastopol, también se encuentra en el territorio nacional ucraniano.

"No haría falta una guerra para dañar significativamente los intereses rusos, simplemente un cambio en la orientación geopolítica de Ucrania. Según Stratfor, una Ucrania occidentalizada no sería tanto una daga apuntando al corazón de Rusia, sería como un martillo neumático en funcionamiento constante". Una consecuencia posible, según el servicio de noticias, es una política exterior más agresiva por parte de Rusia, así como también poderosas perturbaciones internas en el curso de la cual "millones de personas podrían morir."

Los paralelos con los Balcanes son evidentes aquí. La desintegración de Yugoslavia dejó al país en ruinas, sacudido por las continuas tensiones y odios étnicos que estallan regularmente en violencia. Los regímenes corruptos con conexiones con el crimen organizado predominan, y la pobreza severa y el desempleo son generalizados. Alemania y los EE.UU hicieron considerables esfuerzos para promover la caída de Yugoslavia, mediante el apoyo a la independencia de Eslovenia, Croacia y Bosnia. Los mini-estados, que resultaron de la desintegración de Yugoslavia, son incapaces de existir económica o políticamente independientes, pero pueden, sin embargo, ser manipulados y controlados a su antojo por las grandes potencias.

La guerra contra lo que quedaba de Yugoslavia sirvió para aplastar finalmente la última estructura política que quedaba en la región que conservaba una cierta independencia -a pesar del carácter reaccionario político del régimen de Milosevic. Es característico que el movimiento, que eventualmente la Unión Europea y el régimen de los EE.UU llevó al poder en Belgrado, ahora sirve como un modelo para la oposición en Kiev.

Afirmando su influencia sobre Ucrania

Durante mucho tiempo, el objetivo de la política exterior de Estados Unidos ha sido la de introducir una cuña entre Rusia y Ucrania y llevar a este último dentro la OTAN. (No voy a tratar aquí el papel de las potencias europeas; eso requiere su propio artículo). En 1997, Brzezinski se refirió en su libro a "la creciente inclinación de América, especialmente en 1994, en asignar una alta prioridad en ayudar a Ucrania a mantener su nueva libertad nacional”.

En enero del 2003, el embajador de EE.UU en Kiev, Carlos Pascual, dio una conferencia en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington sobre las relaciones ucraniano-estadounidenses. Ahí el planteó la pregunta: "¿Debe Ucrania pertenecer a la comunidad euroatlántica?" Y sin reservas respondió afirmativamente.

John Herbst, quien reemplazó a Pascual como embajador en septiembre de 2004, hizo la misma observación en su audiencia de confirmación ante un comité del Senado de los EE.UU. El manifestó que “garantizar la integración de Ucrania en la comunidad euroatlántica" era un objetivo fundamental de la política exterior.

Herbst prometió: "Si soy confirmado, voy a dar prioridad en hacer lo que pueda para asegurar que las autoridades de Ucrania permitan la igualdad de condiciones para los candidatos a la presidencia y que los preparativos para las elecciones y los comicios mismos se lleven a cabo de una manera libre y justa . Tener un proceso electoral que reúna los requerimientos de la OSCE [Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa] y un resultado que refleje la voluntad del pueblo es vital para el éxito de la ambición de Ucrania de unirse a la OTAN y de un mayor acercamiento a la Unión Europea".

La ironía de estas observaciones apenas puede habérsele escapado a los senadores reunidos. En el momento de la audiencia, Herbst representaba los EE.UU como embajador en Uzbekistán, cuyo presidente, el autocrático y dominante, Islam Karimov, un ex secretario del Partido Comunista, mantiene relaciones de amistad con Washington. A pesar del hecho de que las elecciones de Uzbekistán no se corresponden en lo más mínimo con las normas de la OSCE y de los partidos de la oposición han sido prohibidos durante 10 años, Karimov recibe varios cientos de millones de dólares anuales de los Estados Unidos. A cambio, él puso una base militar a disposición de los EE.UU para su guerra contra el vecino Afganistán. Cuando Herbst poco después de la audiencia del Senado dejó su puesto en Tashkent, Karimov le concedió la "Orden de la Amistad", mientras que el embajador saliente elogió al presidente como "una persona con mucha fortaleza y sabiduría".

Si bien las referencias de Herbst a elecciones "libres y justas" no eran más que una retórica vacía, su promesa de interferir con todas sus fuerzas en las elecciones de Ucrania fue pronunciada con total seriedad. En los últimos dos años, el gobierno estadounidense ha gastado más de 65 millones de dólares para ayudar a que la oposición ucraniana llegue al poder. Esto se ha confirmado en los últimos días por  representantes gubernamentales. Millones adicionales llegaron de donantes privados como la Fundación Soros, y los gobiernos europeos.

Naturalmente, estos fondos fluyeron directamente a los partidos políticos. Como insiste el gobierno de EE.UU, los fondos se pusieron a disposición para servir, en general, a la "promoción de la democracia". Es un secreto a voces que estos fondos beneficiaron casi exclusivamente a la oposición. El dinero fue a los institutos y organizaciones no gubernamentales que asesoran a la oposición a la que asisten con los instrumentos técnicos más modernos y tambien en técnicas de publicidad y entrenan a colaboradores electorales. Las visitas pagadas por el líder opositor Yushchenko a los políticos estadounidenses también fueron financiadas con estos fondos. También financiadas de la misma manera fueron las encuestas de opinión de los votantes, que luego se utilizaron como prueba de fraude electoral por el bando gobiernista.

Además de ejercer una influencia amplia en las elecciones, estos fondos también sirven para profundizar la corrupción. Incluso si se excluye el soborno directo, tales sumas de dinero en un país donde el salario mensual promedio es entre $30 y $100 deben tener un efecto corruptor. Cualquiera que tenga acceso a los medios financieros disponibles para la oposición es capaz de ascender socialmente. Yushchenko fue capaz de beneficiarse personalmente de este proceso. Él ocupa un puesto en el consejo de supervisión del Centro Internacional de Estudios de Política, un think tank financiado por fondos del gobierno estadounidense.

Como se preparó el cambio de poder en Ucrania

Mientras que los EE.UU han buscado durante mucho tiempo remover  a Ucrania de la esfera de influencia rusa, su apoyo a la oposición en torno a Viktor Yushchenko y Yulia Tymoshenko tiene un origen más reciente. Más precisamente, esta oposición sólo se desarrolló cuando surgieron graves tensiones entre el gobierno de los EE.UU y el  presidente por mucho tiempo de Ucrania, Leonid Kuchma.

Kuchma, quien reemplazó a Leonid Kravchuk en 1994 como presidente, estaba muy dispuesto a trabajar en estrecha colaboración con los EE.UU y la Unión Europea. Él cooperó plenamente con el Fondo Monetario Internacional, se expresó a favor de la adhesión a la Unión Europea e incluso presentó una solicitud formal en mayo 2002 para el ingreso en la OTAN. Ucrania también envió sus propias tropas a Irak para apoyar la ocupación estadounidense del país.

Kuchma, sin embargo, se vio siempre obligado a mantener un difícil acto de equilibrio. Por una parte, trabajó en contra de la desintegración de Ucrania en una región del este orientada hacia Rusia y la parte occidental del país que se inclinaba a Occidente -una amenaza que flotaba en el aire de forma continua después de que Ucrania se estableció como país independiente. Por otro parte, él tenía que tener en cuenta la fuerte dependencia económica del país con respecto a Rusia. En particular, el suministro de energía de Ucrania que depende casi por completo del petróleo y el gas rusos.

Kuchma dejó absolutamente en claro, sin embargo, que estaba decidido a mantener la independencia de Ucrania, que es el garante de la riqueza de la élite nacional. La disolución de la Unión Soviética, que había sido sellada por el predecesor de Kuchma,  Kravchuk, junto con el presidente ruso Boris Yeltsin y del bielorruso Stanislav Shushkevich a finales de 1991, creó las condiciones para la concentración de la riqueza social en manos de unos pocos clanes de oligarcas. Esta política de "privatización desenfrenada" se extendió por toda Ucrania y Rusia durante la década de 1990 y fue apoyada sin reservas por las grandes potencias.

Kuchma está estrechamente relacionado con el clan oligarca de su ciudad natal, Dnipropetrovsk, la cual es liderada por su yerno Viktor Pinchuk. Pinchuk es considerado como el jefe de los clanes oligarcas de Donetsk y es el segundo hombre más rico del país después de Rinat Akhmetov.

El líder de la oposición, Viktor Yushchenko, permaneció fielmente al lado de Kuchma durante el período de la privatización. En 1993, asumió el cargo de presidente del banco central de Ucrania y actuó como el contacto en el país para las finanzas internacionales. En 1999, fue nombrado primer ministro por Kuchma. La segunda figura destacada de la oposición, Yulia Tymoshenko, sería la siguiente en ocupar un alto cargo en el gobierno del clan Dnipropetrovsk de Kuchma. Ella fue miembro del gobierno de Yushchenko y se hizo de millones de dólares a través del negocio del gas natural.

Kuchma despidió a Yushchenko en abril de 2001. Su política de apertura del país al capital internacional mediante la reforma del sector energético se encontró con la resistencia de los clanes oligarcas en el este del país. Después de una solución temporal, Kuchma finalmente nombró al heredero del clan de Donetsk, Viktor Yanukovich, como primer ministro.

Sin embargo, los EE.UU continúo con su política de cooperación a todos los niveles con Kuchma y Yanukovich. En el otoño de 2003, los dos hombres visitaron los EE.UU. Kuchma se reunió con el presidente George W. Bush, mientras que Yanukovich fue recibido por el vicepresidente Dick Cheney y otros altos funcionarios. Un año antes, una reunión de ministros en Praga había acordado un calendario para la admisión de Ucrania en la OTAN.

Sin embargo, aparecieron las tensiones que finalmente empujaron a Kuchma más cercanamente en la dirección de Moscú y fueron cruciales en la decisión de los EE.UU de brindar un apoyo sustancial al candidato de la oposición.

En primer lugar, estaba el llamado caso Kolchuga. Hace dos años Washington acusó a Kuchma de certificar personalmente las ventas del sistema de alerta temprana Kolchuga a Irak.

En contraste con los sistemas de radar convencionales, el sistema de alerta temprana de Ucrania trabaja de manera pasiva y no puede ser localizado por los aviones que ha detectado. Con un alcance de 800 kilómetros, se considera como el más eficaz de su tipo. Las baterías de defensa iraquíes habrían sido capaces de detectar los aviones estadounidenses que se aproximaban sin dar a conocer su propia ubicación.

Apoyándose en las acusaciones de Estados Unidos, un juez de Kiev inició una investigación sobre las actividades de Kuchma, bajo sospecha de corrupción, abuso de poder y tráfico de armas a Irak. El juez recibió el apoyo de la oposición ucraniana. Sin embargo, la Corte Suprema intervino para detener el procedimiento.

Kuchma siempre rechazó las acusaciones hechas por el gobierno de EE.UU, y no se ha encontrado prueba alguna de que el sistema Kolchuga fue suministrado a Irak. Sin embargo, las relaciones entre Ucrania y los EE.UU se deterioraron en 2002, como resultado del affaire. Durante el año siguiente Kuchma intentó una vez más mejorar las relaciones enviando tropas ucranianas a Irak -una decisión que enfrentó una amplia oposición popular.

Petróleo y gas

Un segundo punto en disputa es el control y uso de los oleoductos y gasoductos de Ucrania. Para Rusia, Ucrania es el país de tránsito más importante para sus exportaciones de petróleo y gas. Las grandes tuberías, construidas desde la década de 1970, que une los yacimientos de petróleo y gas soviéticos y  Europa occidental, se desplazan a través de territorio ucraniano. Por su parte, los EE.UU y la Unión Europea han buscado desde hace algún tiempo establecer una ruta de transporte de petróleo de la región del Caspio que no pase por Rusia, utilizando a Ucrania para este propósito.

Una tubería se ha construido que se extiende desde Odessa a Brody, conectando el Mar Negro con la frontera de Polonia. El petróleo del mar Caspio ahora se puede bombear a través de Georgia hasta el Mar Negro, y después de un breve tránsito por mar directamente a las refinerías polacas, y de allí a Europa. Tanto Rusia como el cuello de botella que representa el estrecho del Bósforo se pasan por alto en el camino.

El oleoducto de 674 kilómetros de longitud se completó en mayo de 2002, con el apoyo de la filial de Halliburton, Kellogg Brown, y desde entonces ha permanecido vacío. El oleoducto está a la espera del petróleo de la región del Caspio, así como del oleoducto que conecta en Polonia, que todavía tiene que ser construido.

Finalmente, el gobierno ucraniano negoció con las compañías petroleras rusas sobre el uso del oleoducto en la dirección inversa. El petróleo ruso por lo tanto podría ser enviado de Odessa  a través del Mar Negro y ser exportado al mercado mundial. Durante un período de cinco meses, una sección del oleoducto se utilizó realmente para este propósito. Entonces las campanas de alarma comenzaron a sonar en Washington. Cheney presionó personalmente a Yanukovich durante su visita a Washington para negarse a aceptar el uso de la tubería en la dirección opuesta. En febrero de este año, el gabinete en Kiev finalmente aprobó una resolución apropiada. Desde entonces, el oleoducto ha sido inoperante.

La influencia de las compañías energéticas rusas en Ucrania también es vista con preocupación por parte de Washington. Hace dos años, el embajador Carlos Pascual criticó duramente a la compañía Gazprom (que tiene vínculos con el Estado ruso) en una reunión del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. Uno tiene la impresión, dijo, que las empresas rusas obtuvieron posibilidades de inversión "sin tener que pagar la totalidad del valor de los activos en los que están invirtiendo, lo cual no es bueno para Ucrania."

Herbst continuó: "Hay un par de ejemplos recientes que, en mi opinión, son una desventaja estratégica para Ucrania, sobre todo en el sector del gas y el petróleo. En el reciente acuerdo firmado entre Gazprom y Naftogaz [compañía de gas y petróleo nacional de Ucrania] sobre el desarrollo de un consorcio internacional, ese acuerdo... establece específicamente que ambas empresas conjuntamente, deben decidir sobre las propuestas de gestión para un consorcio internacional para el control del sistema internacional del tránsito de gas de Ucrania. En otras palabras, Gazprom tiene un veto sobre lo que Ucrania quiere hacer en la gestión de su sistema de transporte de gas. Gazprom no puede estar más feliz: Esta ha sido una de las cosas que han estado tratando de conseguir desde 1992".

No puede haber ninguna duda de que los intereses de Washington estarán mejor protegidos por Yushchenko que por Yanukovich, que es apoyado por Moscú. Además, Yushchenko ha hecho hincapié en su apego a los valores de "el imperio de la ley" y la economía de libre mercado -abreviatura de seguridad y garantías para los fondos de inversión extranjeros.

Los conflictos entre las grandes potencias

Las ambiciones de Estados Unidos por la supremacía mundial cada vez abarcan partes más grandes del mundo. En el curso de la lucha por la presidencia de Ucrania, los intereses estadounidenses y rusos  han chocado de una manera y nitidez que recuerdan vívidamente el período de la Guerra Fría. Tras el sangriento conflicto en los Balcanes y el sometimiento forzoso de Irak, Ucrania y la propia Rusia amenazan con convertirse en el escenario de luchas violentas.

Los intereses europeos, pero sobre todo los alemanes, también se ven directamente afectados por el cambio de poder en Ucrania, y, a largo plazo, los dos grandes poderes asiáticos en ascenso, China e India, también están involucrados. Además de los criterios puramente geoestratégicos, otra cuestión tan importante para la economía mundial del siglo XXI se encuentra en el corazón de este conflicto –el control de las fuentes de suministro mundial de petróleo y gas. En este sentido, la importancia de las disputas libradas en Ucrania recuerdan los conflictos que estallaron en Europa a principios del siglo XX por el control de los recursos minerales.

Si se tiene en cuenta el hecho de que la Unión Europea recibe casi el 20 por ciento de su petróleo y el 44 por ciento de sus importaciones de gas de Rusia, con el 80 por ciento de estos productos que pasan a través de gasoductos ucranianos, entonces, la importancia del equilibrio de poder en Ucrania para el desarrollo económico futuro de Europa se hace evidente.
Como es bien sabido, los conflictos por las reservas de minerales en bruto de Lorraine y el carbón de la cuenca del Ruhr contribuyeron en gran medida al estallido de la Primera Guerra Mundial. La situación con respecto a la energía internacional y las rutas de transporte es igualmente explosivo en la actualidad. Por el momento, los conflictos siguen llevándose a cabo en el plano político, caracterizado por las maniobras y cambios tácticos. Pero todas las condiciones para una nueva escalada están presentes. La estrategia de Estados Unidos por la supremacía amenaza con sumir a la humanidad en una vorágine que hará que la actual guerra en Irak parezca relativamente benigna.


Traducido del inglés por Marvin Najarro


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