lunes, 29 de julio de 2019

Bienvenidos Al Tercer País Seguro

Ya se sabe que acá gusta mucho que los ex-cancilleres, cámaras empresariales, opinólogos de la tele, etc., metan pasión al tema, pero la realidad es que el tercer país seguro o como le pongan al acuerdo, va y es inevitable. Recordemos que las cortes, congreso y clase política reciben instrucciones en inglés.


BIENVENIDOS AL TERCER PAÍS SEGURO


Por: Carlos Fernández del Cid

Enrique Degenhart Asturias, actual Ministro de Gobernación ha concretado la firma de un acuerdo con Estados Unidos relativo a “la cooperación respecto al examen de solicitudes de protección.” El escenario para el acuerdo firmado, fue nada menos que la misma Oficina Oval. Degenhart ha suscrito junto al Secretario Interino de Seguridad Nacional del gobierno norteamericano, Kevin K. McAleenan, bajo la mirada vigilante del mismo Donald Trump, el polémico acuerdo.

No me detendré en el mismo, porque en los próximos días verán diferentes lecturas y análisis del documento de marras. Me tomaré la libertad de proyectar un escenario probable ante dicho suceso que tiene la atención mediática del país.

En principio, es muy factible que los refugios para los solicitantes de “asilo” que provengan de El Salvador y Honduras, terminen siendo colocados en las cercanías de dichas fronteras. No tiene sentido para el Gobierno de Guatemala, sumarle presión a la frontera con México, en donde las condiciones de miles de migrantes en estos momentos son críticas. No hay suficiente alimento, agua, útiles, enceres de limpieza personal, salubridad, seguridad, etc. Las condiciones en la frontera se están tornando insostenibles para México y Guatemala, ni que decir de lo que ocurre en la frontera de México con los Estados Unidos, ya los medios se han encargado de reproducir escenas por demás dramáticas.

Por otra parte, el Acuerdo Regional Migratorio de Libre Movilidad para los centroamericanos conocido como CA-4, quedará parcialmente detenido, porque no es el mismo criterio que aplica para los centroamericanos que vienen por tierra en vehículos en viajes de placer, negocios o tránsito, que los desplazados en caravanas. Quienes se desplacen en buses, tendrán que “demostrar” el legítimo motivo del viaje. Esto hará el proceso migratorio en las fronteras lento y tortuoso para quienes las traspasan de manera regular por motivos ajenos al destino final USA.

Insisto, los refugios serán colocados cerca de las fronteras de Guatemala y Honduras y eso situaría el escenario de crisis humanitaria, en los mimos países donde se origina la migración por no decir en las mismas narices de los gobiernos antes mencionados. En términos concretos los norteamericanos cambiaron las reglas del juego para solicitar “asilo”, porque miles de peticiones son colocadas en territorio estadounidense y el acuerdo de marras, obliga a los solicitantes a esperar donde sean expulsados/trasladados por las autoridades migratorias norteamericanas. En la frontera sur con México el escenario posiblemente será diferente por obvias razones para los guatemaltecos y quizá para los migrantes de otros países.

Acá el tema es en el corto plazo, más allá de las acciones legales que seguramente se interpondrán y que es poco probable que tengan efecto para “retrotraer” el acuerdo, porque las cortes y el congreso, se terminarán plegando a los intereses norteamericanos, el problema será con las relaciones bilaterales con Honduras y El Salvador. Guatemala ha corrido el cerco simbólicamente hacia esas fronteras. Siempre habrá grupos de migrantes que “burlen” esos límites, pero aún llegaren a la frontera con USA y pidan refugio, serán regresados a México o Guatemala.

Ya se sabe que acá gusta mucho que los ex-cancilleres, cámaras empresariales, opinólogos de la tele, etc., metan pasión al tema, pero la realidad es que el tercer país seguro o como le pongan al acuerdo, va y es inevitable. En realidad, esos análisis y acciones legales, que insisto vendrán, serán estériles. Recordemos que las cortes, congreso y clase política reciben instrucciones en inglés.

La pregunta es: ¿Guatemala tendrá la capacidad de negociar condiciones de financiamiento con USA para contener la crisis que se avecina? Es probable que aún con su ineptitud, los norteamericanos terminen vía sus agencias de ayuda financiera, inyectando importantes cantidades de dinero en varias vías, sean ONG de desarrollo, ONG sociales y las mismas agencias de Gobierno guatemalteco. La crisis no es tan “mala”, cuando hay pisto de por medio y los norteamericanos lo saben. También es justo decir que no hay cosa más bonita que criticar y analizar la realidad del país en talleres en hoteles de las zonas 9 y 10 de ciudad de Guatemala e incluso, en seminarios internacionales. Viajar es vivir dice el adagio.

Mientras tanto, Guatemala ha concretado un acuerdo con la administración Trump, que le coloca una medalla que lucirá en la campaña electoral en ciernes. Los demócratas no se quedarán atrás y seguramente, harán lo propio para intentar detener el mencionado “acuerdo de cooperación respecto al examen de solicitudes de protección” y de esta manera, intentar arrancar el logro de las manos de Trump. Olvidan los demócratas que Trump no ha pasado una sola reforma migratoria y que todas las vigentes, han sido aprobadas por ambas bancadas en diferentes períodos presidenciales. Trump no ha hecho más que usar las leyes vigentes para conseguir sus fines. Como dice el refrán, nadie sabe para quién trabaja.

Mientras tanto, se viene una semana de acciones y recursos legales. Veremos hasta donde llega el combustible social, porque el retiro de visas a quién se oponga es inminente y el discurso de la soberanía alcanza, hasta donde el próximo escándalo reviente en esta finca.

Permítanme darles la bienvenida al “tercer país seguro”.






Publicado por La Cuna del Sol

domingo, 28 de julio de 2019

¿Por qué no vuelven las movilizaciones del 2015 en Guatemala?

Lo que es evidente es que la corrupción, como gran calamidad social, mueve pasiones y enciende protestas, sirviendo para no atacar las causas de fondo de la pobreza y la exclusión social, que no son otras que el sistema capitalista. La corrupción es simplemente un efecto de esa estructura de base.


¿POR QUÉ NO VUELVEN LAS MOVILIZACIONES
DEL 2015 EN GUATEMALA?


 Por Marcelo Colussi
   
Durante algunos meses en el año 2015 Guatemala vivió una situación especialísima. Algo inédito en toda su historia, que incluso no se había dado de esa forma, con tanta fuerza, en el momento más alto de su politización y avance del campo popular durante la Revolución de 1944.

Luego de años de desmovilización, de letargo político, más aún: de miedo y parálisis en ese ámbito producto de una sangrienta represión en estas últimas décadas (245 mil muertos durante el conflicto armado interno, mensaje de terror que actualmente está presente: “no meterse en babosadas”), más los planes de capitalismo salvaje (neoliberalismo) que intentaron terminar con toda expresión de protesta, se rompió ese largo sueño de desinterés y apatía. La población, más allá de todas las consideraciones que puedan hacerse al respecto, despertó. Eso permitió ver el profundo malestar existente en la sociedad en su conjunto.

De todos modos, fue un despertar dudoso, llamativo. Sin dudas existía un malestar latente en la sociedad (malestar que continúa al día de hoy), el cual pudo dispararse con una pequeña chispa; para el caso, el hacer públicos determinados hechos de corrupción. Pero ese malestar, tan grande como pasajero, debe ser analizado con precisión. ¿Por qué el calor que se desató en aquel entonces, aparentemente con fuerza volcánica, se disipó luego no abriendo paso a una profundización del descontento?

Ahora puede quedar más claro que lo sucedido en el 2015, aunque fue muy emotivo movilizando efectivamente a muchos sectores, era una jugada preparada como pieza maestra de laboratorio, donde la población clasemediera urbana fue la elegida por la geoestrategia de Washington como ratita de laboratorio para “sacar a la calle” (¡a tocar vuvuzelas y cantar el himno nacional, y de ahí no pasar!), y practicar políticas que luego se aplicarían en Brasil y en Argentina. Políticas que, para la Casa Blanca, por cierto fueron muy efectivas.

En otros términos: la supuesta lucha contra la corrupción (“supuesta”, dado que la corrupción no terminó ni va a terminar) se evidenció como algo que moviliza mucho, es efectiva (efectista), toca arraigados sentimientos morales y permite una reacción casi visceral de la población. De ahí que, luego de la experiencia piloto de Guatemala, el gobierno estadounidense pudo utilizarla para crear climas propicios para quitarse de encima los gobiernos “díscolos” de Brasil (Lula y Dilma Roussef) y Argentina (Cristina Fernández). Lo que es evidente es que la corrupción, como gran calamidad social, mueve pasiones y enciende protestas, sirviendo para no atacar las causas de fondo de la pobreza y la exclusión social, que no son otras que el sistema capitalista. La corrupción es simplemente un efecto de esa estructura de base.

Puede verse ahora que en el 2015 hubo mano de la embajada estadounidense, como agenda preparatoria del Plan para la Prosperidad de Centroamérica que vendría luego (cosa que no sucedió finalmente, al cambiar el gobierno demócrata con la aparición del republicano Donald Trump).

Luego de décadas de inmovilismo político, de desmovilización y desmotivación por los problemas sociales, ese resurgir popular, masas de gente en la calle y un ácido sentimiento anti-gobierno, pudo haber despertado expectativas de cambio más profundo. ¿Por qué no esperarlas, si es que se sigue pensando que “la historia no terminó”, como ampulosamente se quiso hacer creer algunos años atrás con la caída del campo socialista europeo? Por supuesto que estas movilizaciones motivaron sanas esperanzas de cambio, de ahondamiento de las protestas, de agendas más politizadas. Pero no hay organización popular muy consistente aún (la represión del pasado dejó ese efecto), no hay izquierda que pueda liderar ese descontento.

Preguntémonos al respecto: ¿cayó el corrupto binomio Pérez-Baldetti por la movilización ciudadana? Sí y no. Además de la gente en la calle presionando, había una movida política palaciega (para eso vino en su momento el vicepresidente estadounidense, mientras el embajador Todd Robinson tenía un papel preponderante en la iniciativa), utilizándose el descontento ciudadano para amplificar la protesta y mostrándolo como espontáneo. También la gente abrió algo más los ojos con todo eso. Sin dudas, el calor político del 2015 permitió algunos cambios; por ejemplo, la aparición de una nueva AEU en la Universidad de San Carlos, y la politización de grupos juveniles que habían permanecido en silencio durante largo tiempo. Pero la situación de injustica social permanece, y la corrupción, por supuesto, no terminó.

La cuestión sería: ¿cómo hacer para mantener ese espíritu rebelde e ir más allá de la corrupción? Ojalá quienes lean esto tomen la pregunta como provocación para encontrar las respuestas. ¿Por qué no seguir protestando por?:

Los salarios de hambre (el salario mínimo cubre apenas un tercio de la canasta básica)

La nueva medida gubernamental que permite la contratación por tiempo parcial (explotación llevada al límite)

Las empresas mineras que siguen operando sin permisos

El robo de ríos por las empresas hidroeléctricas

La virtual esclavitud en las empresas maquiladoras (inclúyase call centers)

Las condiciones de trabajo paupérrimas y de sobre-explotación de los obreros cañeros en la Costa Sur

Las tropas de Estados Unidos acantonadas en el país

El racismo que sigue condenando a la mitad de la población (“Seré pobre pero no indio”)

El patriarcado, que condena igualmente a la mitad de la población

El doble discurso hipócrita (no se acepta el matrimonio homosexual, pero la calle está llena de personas trans que ofrecen servicios sexuales para “machos” dizque heterosexuales)

El analfabetismo que sigue habiendo (15% de la población)





Publicado por La Cuna del Sol

miércoles, 24 de julio de 2019

La propaganda oculta del terror en la segunda vuelta electoral de Guatemala

A 15 días del balotaje electoral, resulta que los salvadoreños nos están invadiendo. Que sus maras vienen en escuadrones con sed de sangre, despavoridos, huyendo de Bukele, para matar a los jutiapanecos. Que ante este tremendo clima de inseguridad que vivimos, porque hay pandilleros en cada esquina, se necesita un hombre fuerte, otra mano dura, como presidente.


LA PROPAGANDA OCULTA DEL TERROR
EN LA SEGUNDA VUELTA ELECTORAL DE GUATEMALA


Por Luciano Castro Barillas

El gobierno del inefable Jimmy Morales está en sus últimos meses de gobierno (digamos) pues más bien sería de desgobierno, como una patera en el Mar Mediterráneo, literalmente haciendo aguas toda la quilla, de popa a proa, sin embargo, las ratas se aferran para no caer al agua y ahogarse, pensando que Donald Trump les lanzará un salvavidas. Creyendo que si entregan a nuestro país sin condiciones les beneficiará ampliamente. Como que no han aprendido el viejo dicho, sobado de viejo, que afirma que los Estados Unidos no tiene amigos, solo intereses. Es inevitable que esta gente servil e indigna, cuando ya no sean útiles para los intereses electorales imperiales del actual inquilino de la Casa Blanca, serán desechados, de tremendo puntapié, como cuando Neymar o Cristiano Ronaldo anotan sus goles fuera del área.

El entreguismo por ser tan feo y tan inmoral se paga más temprano que tarde, creyeron que podían negociar impunidad a escondidillas. De manera furtiva, el maestro de la mentira y el engaño, el Fogo guatemalteco, Jimmy Morales; ha tenido de la manera más recatada, oculta, escondida; las cláusulas del Acuerdo por medio del cual Guatemala sería el Tercer País Más Seguro, para los Estados Unidos, no para nosotros los guatemaltecos que nos hundiríamos juntos a los migrantes sudamericanos, caribeños y centroamericanos en el caos social, sin infraestructura para una larga espera de un documento o visa para entrar legalmente a los Estados Unidos, la cual nunca será extendida.

Tendrían los pobres guatemaltecos que compartir los pocos alimentos de que disponen, cuando un equipo de personas muy imaginativas y muy generosas tomaran el camino del más grande basurero de Centro América, el basurero de la zona 3 o Relleno Sanitario, para compartir esos desperdicios con los exigentes argentinos o chilenos. Y de dormir, pues igualmente de terrible: tendrían por camas las losas frías de cualquier calle o las del anfiteatro que serían las más seguras en sus choques valientes con los miserables guatemaltecos. Y para la higiene, pues ni pensarlo. Harían sus necesidades fisiológicas en las calles y le mandarían los envueltitos, como tamalitos de maíz chapín, a Donal Trump y sus asesores.

Señor Donald, los guatemaltecos no podemos. Nuestra realidad social y económica es apabullante. Nos ha doblegado totalmente su mundo capitalista con su codicia y su egoísmo. Usted tendrá que ver que hace con ese problema migratorio. No es nuestro problema. Tenemos suficientes como para intentar ayudar a la superpotencia militar, política y económica del mundo. Solo un idiota como el presidente que eligieron muchos guatemaltecos es capaz de hacer semejante desaguisado. A él no le importa un comino nuestra Patria. A él no le importa nada. Es un hombre totalmente desestructurado, que como dicen los muchachos; “todo se la pela”. Él es un desvergonzado sin el mínimo decoro, sin la mínima dignidad. Claro, aquí no cacarea ni Cacif ni ningún derechista la intervención extranjera. De veras, qué luego se les olvidó ese reclamo hecho tan puntualmente a Naciones Unidas.

Ahora, a 15 días del balotaje electoral, del repechaje, porque ninguno de los dos candidatos merecen la pena; resulta que los salvadoreños nos están invadiendo. Que sus maras vienen en escuadrones con sed de sangre, despavoridos, huyendo de Bukele, para matar a los jutiapanecos. Que ante este tremendo clima de inseguridad que vivimos, porque hay pandilleros en cada esquina, se necesita un hombre fuerte, otra mano dura, como presidente. Se necesita a una señora que tiene cara de hombre y que no sé cómo se llama, porque esa doña si de veras es yuca. Es la nueva Macistes, la mujerona esa apreciada tanto por Jorge Ubico y que según cuentan tenía unas semillas vitales del tamaño de dos aguacates de Chimaltenango. Son los artilugios del Cacif, son sus triquiñuelas ya conocidas cuando tienen intereses supremos, a la par de los militares oscuros que nos seguirán gobernando casi inevitablemente.

Convengamos que la derecha no es nada creativa y los guatemaltecos quizá menos inteligentes porque ya se los están baboseando por enésima vez. Manos duras quiere el pueblo ingobernable y mano súper dura la delincuencia. Las manos duras afamadas como Ríos Montt, Pérez Molina y Lucas García resultaron temblonas, con mal de Parkinson. Aquí en Jutiapa no hay ningún terror, solo el que se inventan las fake news locales, las bolas, los rumores y los ahuevamientos innecesarios. Aquí no hay ningún terror, solo el que quieren infundir los que claman por las ejecuciones extrajudiciales y quieren ganar las elecciones. Por eso están atacando a la Procuraduría de Derechos Humanos, a la Corte de Constitucionalidad y a todo pensamiento democrático. Ya basta de violencia, de propuestas de ese tipo. Destrúyanse entre ustedes, pero, por favor, no nos jalen a nosotros, porque CACIF, la oligarquía, son los peores consejeros. Tal como dijo el poeta Roque Dalton: “Va uno de bruto a pedirle consejo al guaro”.






Publicado por La Cuna del Sol

martes, 23 de julio de 2019

Darwinismo social y «destino manifiesto»

Existen doctrinas filosóficas que generan estados de espíritu, para decirlo de alguna manera, corrientes espirituales no estrictamente adscritas a su núcleo teórico. Una de ellas es el positivismo, en el cual se enmarca el darwinismo social


DARWINISMO SOCIAL Y «DESTINO MANIFIESTO»


Por Enrique Ubieta Gómez

La foto es elocuente. Jordan B. Peterson mira fijo a la cámara. Cuidadosamente peinado, un inexplicable mechón de pelo cae sobre su frente, para contradecir la imagen del hombre preocupado por su apariencia. Está seguro de que lo sabe todo, de que en todo lleva razón. El título de su libro lo anuncia: Doce reglas para la vida. Así se presenta, en una reveladora imagen. Pero la periodista (sí, es una mujer, que al parecer comparte sus criterios) del diario español El Mundo, afirma algo inquietante: «Este sicólogo clínico canadiense se ha convertido en una figura de culto entre los ‘millennials’, sobre todo masculinos». Antes ha colocado la etiqueta de marketing: «El intelectual más odiado por la izquierda». La entrevista es de 2018.

Todo en Peterson es sistémico, desde su pose de vendedor de felicidad, hasta su engreimiento de falso profeta. Cree en las jerarquías que establece la naturaleza (en eso es muy burgués, no recurre a la autoridad divina), y él, claro, se sitúa en la cima. Confieso que nunca antes había escuchado su nombre, pero sin duda, es modélico. Peterson, en pleno siglo XXI, es un furibundo darwinista social. Los seres humanos actúan, dice, como las langostas:

«Los machos tratan de controlar el territorio, las hembras de seducir a los machos más fuertes y exitosos».

Elitista, machista, cínico, su discurso recupera todos los desechos tóxicos de la pasada centuria. «La izquierda en general considera que las jerarquías son malas –dice–. Es normal: las jerarquías producen ganadores y perdedores. (…) La izquierda tiene derecho a preocuparse. A lo que no tiene derecho –porque es científicamente falso– es a culpar de la desigualdad al capitalismo, a Occidente o al presunto patriarcado. Ocurre también con la riqueza. (…) Pero no es culpa de nadie. Es un fenómeno enraizado en la naturaleza». Peterson es, o cree ser, un auténtico ganador. Ha localizado un nicho de mercado que el capitalismo promueve: la mediocridad. Su fanfarronería solo atrapa a los tontos.

No merece respuesta. Sin embargo, vale la pena reflexionar sobre el revivido darwinismo social, tan ajustado a la mentalidad del individualismo burgués: el más apto vence, y tiene derecho a explotar a los demás. Me preocupa, sobre todo, porque el capitalismo no solo lo usufructúa como forma individual de vida, sino también como doctrina de Estado. Sí, hablo del imperialismo estadounidense, ungido en las aguas «benditas» del Destino Manifiesto. Y, desde luego, del autoproclamado (está de moda el término) emperador. Peterson engaña a los tontos que el sistema produce. Gana dinero con ello. Pero Donald Trump puede desatar guerras, provocar la muerte de miles de seres humanos, también de jóvenes estadounidenses.

Existen doctrinas filosóficas que generan estados de espíritu, para decirlo de alguna manera, corrientes espirituales no estrictamente adscritas a su núcleo teórico. Una de ellas es el positivismo, en el cual se enmarca el darwinismo social. En determinadas épocas aquel reaparece con fuerza, acompañado de cierto hálito cientificista. Son épocas oscuras, y en ellas, las ciencias sociales, como decía Martí, parecen «insectear» por lo concreto.

Que los políticos norteamericanos acepten como válida la regla de que la fuerza otorga el derecho, que puedan mentir, sancionar, confiscar el dinero ajeno –incluso amenazar a familiares de gobernantes extranjeros con su secuestro en terceros países, o con la confiscación de sus bienes, como haría la mafia siciliana o neoyorkina–, castigar con medidas económicas o bloquear a otros pueblos, con el fin de doblegarlos, asestar golpes «quirúrgicos» (el lenguaje de la medicina que salva vidas, para hablar de la muerte) o invadir a otras naciones para apoderarse de sus recursos naturales y reacomodar el tablero de la geopolítica, es muy peligroso. No aceptan que un Estado soberano pueda nacionalizar sus recursos, y sin embargo, asumen que todos debemos aceptar el robo que hacen e incluso anuncian, de los nuestros.

Pueden sustituir lo verdadero por lo verosímil, construir escenarios falsos de paz o de guerra de carácter permanente, según convenga. Pero hay algo perturbador: la manera en que manejan los hilos de la buena voluntad de su propio pueblo, cómo manipulan sus sentimientos de justicia para sojuzgar a otros pueblos. El estadounidense común puede llegar a creer que una guerra de conquista es una guerra de liberación, y sus soldados se sentirán frustrados cuando los nativos por «liberar» no los reciban con flores. Una franja de esa población, incluso, acepta con orgullo que su país sea el más fuerte, y haga uso de esa fuerza. Los medios y los políticos se encargan de reafirmarlo: para ellos, ser antimperialista es ser antiestadounidense.

Es paradójico que una nación, después de haber expulsado a los colonialistas, emprenda de inmediato una cruzada colonizadora de nuevos territorios. En los libros oficiales de historia se describen como territorios deshabitados, o casi. Hollywood explica, por ejemplo, en atractivas imágenes, que los invasores «buenos» vencían o aislaban en guettos a los indios «malos». También recolorea, sin visos de culpa, la usurpación de más de la mitad del territorio mexicano. La violencia de esos emprendedores ­fundacionales (que buscaban oro con la misma fiereza que los europeos siglos antes) ha generado una entretenida saga de películas de cowboys.

Obama prefería olvidar la historia, sobre todo, que la olvidemos. A veces, una tímida mención reconocía lo que eufemísticamente llamaba «errores» o «visiones diferentes»; por ejemplo, haber mantenido a Nelson Mandela en su famosa lista de terroristas internacionales, incluso después de haber sido excarcelado y reconocido oficialmente como héroe; en cambio, miles de cubanos pelearon en Angola contra el ejército invasor del apartheid e hicieron posible el fin de ese régimen. O haber apoyado a los más sangrientos dictadores latinoamericanos, a los Somoza, Duvalier, Trujillo, Batista, Bánzer, Stroessner, Pinochet o Videla. «Pequeños errores» que se basaban en la necesidad de sobreponer los intereses estadounidenses a los derechos humanos.

Lo dijo Obama en La Habana: «Hemos desempeñado diferentes papeles en el mundo», y también: «Hemos estado en diferentes lados en diferentes conflictos en el hemisferio». No podría haber elogio mayor para Cuba. Claro que existe una historia gloriosa de luchas por los derechos llamados civiles, que puede hallarse en obras marginales como la del gran historiador Howard Zinn. Es la historia de las luchas obreras en Estados Unidos. Pero no es esa la que se enseña en las escuelas y se lleva al cine. El gobierno de Trump, más transparente, ha reivindicado sin sonrojos la Doctrina Monroe. Nuevos personajillos son ahora sus procónsules: los Macri, los Bolsonaro, los Duque, los Piñera. Serán barridos por la historia, y antes, por sus pueblos. La violencia revolucionaria no es consustancial al espíritu revolucionario, es, a veces, la única respuesta que nos dejan a la violencia de la dominación, que es estructural en el capitalismo. La paz solo es posible donde no existen dominados y dominadores.

Los comics reflejan la imagen que el imperialismo construye de sí mismo. El superhéroe (la supernación) defiende el status quo, salva a los elegidos sin reparar en los muertos «colaterales», incluso a veces «salva» a quienes no han pedido ni quieren ser «salvados», divide el planeta en buenos y malos; acata solo la Ley supranacional que defiende los intereses de su pequeña comunidad. Puede ­llamarse Superman, o simplemente Rambo. ¿Cuántas horas pasa Donald Trump frente a su espejo mágico?, «dime, ¿habrá otro más fuerte, más inteligente que yo?». Se contempla y ve a Superman. No es el espejo, son sus ojos. Gesticula, entorna la mirada, aprieta los labios; en cada tuit mañanero, como un semidios, imparte condenas y absoluciones. Es menos sofisticado que Peterson, pero hace más daño.

La izquierda debe reconocer el hecho de que la violencia de género, la racial o étnica, o la ecológica (también se ejerce violencia sobre la naturaleza) y cualquiera de las multiplicadas fobias sociales, si bien no están supuestas, como alguna vez se pensó, en la violencia de clase, tampoco son ajenas a ella, ni pueden ser pensadas como fenómenos autónomos, capaces de ser solucionados por sí mismos; la izquierda debe entender que la violencia imperialista expresa la esencia de un sistema que nació y creció de la explotación del mundo colonial y neocolonial, y de sus propios trabajadores. La estrategia de los defensores de la violencia, es fragmentar su comprensión, hacer que nuestros jóvenes la combatan en sus manifestaciones no estructurales. Es necesario construir vasos comunicantes entre los frentes de lucha porque todos son importantes, y la izquierda no puede darle la espalda a ninguno de ellos, pero tampoco puede detenerse o aislarse en alguno de ellos. El enemigo final siempre es el capitalismo.

La violencia es quizá un legado atávico que la Humanidad puede y debe extirpar como tendencia social, y no puede ser justificada o aceptada como «natural». José Martí lo expresó así: «Los tiempos no son más que esto: el tránsito del hombre-fiera al hombre-hombre. ¿No hay horas de bestia en el ser humano […]? Ahora se necesitan más que nunca templos de amor y humanidad que desaten todo lo que hay en el hombre de generoso y sujeten todo lo que hay en él, de crudo y vil».

Es cierto que la comprensión de la violencia social (y su justificación moral) tiene condicionamientos históricos; la Humanidad en su desarrollo descubre nuevas manifestaciones antes desapercibidas. Pero hay una corriente histórica que justifica el ejercicio de la fuerza en los Estados poderosos, desde la más remota Antigüedad, pasando por la Roma imperial, hasta el imperialismo estadounidense. El terrorismo de Estado es tanto o más abominable que el de sectas o individuos, porque entraña la distorsión de una responsabilidad social superior.

Sin embargo, la leyenda del pequeño David, vencedor del gigante Goliath, demuestra que la fuerza no es solo un hecho físico o material. La Supernación fue derrotada en Cuba. También en Vietnam. Será derrotada en Venezuela. Como dice el cantautor uruguayo Quintín Cabrera, «lo que el yanqui necesita, es una aumentada dosis de jarabe vietnamita». Trump se retuerce, rojo de furia, rojo, como el carapacho de una langosta. Pero no pierde la compostura, ciego de ira, o de impotencia, sigue el consejo de Peterson: «Haced como las langostas: caminad erguido, con los hombros hacia atrás».






Publicado por La Cuna del Sol

sábado, 20 de julio de 2019

El “fenómeno” Thelma cabrera o el partido intransigente de Guatemala

Fenómeno Thelma Cabrera. No es así, es simple ociosidad mental de los “analistas” políticos nacionales que tienen con mucha frecuencia ataques, episodios de ociosidad mental porque no están vinculados a la lucha callejera del pueblo.


EL “FENÓMENO” THELMA CABRERA
O EL PARTIDO INTRANSIGENTE DE GUATEMALA


Por Luciano Castro Barillas

Hablar de los resultados electorales de la candidata presidencial por el partido político de izquierda, Movimiento por la Liberación de los Pueblos, MLP, como un “fenómeno” es decir mucho. Es elevar a nivel de especulación teórica, filosófica,  una simple transferencia de votos de la señora Thelma Aldana para doña Thelma Cabrera. Fue la recomendación política que dio la ex Fiscal General a sus correligionarios y simpatizantes por la confabulación de los pillos del Pacto de Corruptos de no permitirle participar ante la posibilidad de su arrollador triunfo en las elecciones del 2019, pese a sus pocas luces ideológicas que la llevaron a perder buena cantidad de votos de las fuerzas democráticas por su postura antivenezolana y apoyo al golpista Juan Guaidó, en una contradicción no solo ética sino política, porque no puede preciarse nadie aquí y en cualquier tiempo de ser una persona democrática  y una mujer u hombre de derecho respaldando a una figura manejada por el imperio norteamericano.

La señora Aldana hubiese sido la nueva y formidable presidenta de la República de Guatemala y no se hubiera dado el descerebrado planteamiento político de hablar de “el fenómeno Thelma Cabrera” pues la esencia y el fenómeno como categorías filosóficas son de tanta profundidad y nada simples en el intercambio dialéctico. Si fuera así de sencillo, dijo Marx, (…) si la esencia de las cosas y la forma en que esa esencia se manifiesta (los fenómenos) coincidieran inmediatamente sería innecesaria cualquier ciencia. Quizá los palurdos analistas políticos de Guatemala o los incondicionales entienden como fenómeno la palabra anormalidad o atípico, que tampoco lo es.

Desde hacer varios años vienen participando en el escenario político nacional indígenas para cargos de elección popular, como el vicepresidenciable Juan León quien por sus inconsistencias políticas después de las elecciones y sumándose al bando oportunista del Frente Democrático Nueva Guatemala, FDNG, o Partido del Muñequito. Rigoberta Menchú por su lado, con una precariedad de votos de espanto, quien confundió la fama con el prestigio, que es poco en Guatemala, y no por racismo, sino por su sectarismo e inconsecuencia y ahora su vanidad. Le queda de reducto político el prestigio que goza a nivel internacional y de allí para otro lado o para adelante, no hay nada, de nada.

La señora Thelma Cabrera y su grupo fundacional, los CODECA (brazo campesino que fuera de URNG y del que se escindió no por controversias ideológicas o políticas, sino porque el partido no quiso respaldarlos y acompañarlos en el robo de electricidad so pena de ser cancelado al incurrir en una ilegalidad) tuvieron un triunfo ficticio pues el cuarto lugar ocupado es resultado del desplazamiento de votos del partido Semilla y como no solo se trata de hacer un periodismo de opinión sino de argumentaciones consistentes, digo lo siguiente: obtuvo un solo diputado y ni un alcalde pese al porcentaje de votos respetable que obtuvo en las urnas.

El resultado del Cuarto Lugar solo es del voto presidencial o sea el voto del partido Semilla. Ellos pudieron únicamente llevar al Congreso un diputado y esa es su fuerza real, los votos obtenidos para diputados y posiblemente para alcaldes, pues ilustra suficiente un resultado electoral en el municipio de El Asintal, departamento de Retalhuleu. Su esposo no pudo ganar ni siquiera allí la alcaldía. Ambos son originarios de ese municipio.

Fenómeno Thelma Cabrera. No es así, es simple ociosidad mental de los “analistas” políticos nacionales que tienen con mucha frecuencia ataques, episodios de ociosidad mental porque no están vinculados a la lucha callejera del pueblo. Por eso resultan pensando esas boberías resultado, quizá, del exceso teórico o insuficiencia teorética. ¡Jummm!, dijo mi tío, pegándole un fuerte jalón a su puro y dijo: “Los del MLP no es un partido radical porque les gusta mucho la plática, es un partido intransigente”.






Publicado por La Cuna del Sol

jueves, 18 de julio de 2019

"Política hawk" en atuendo de financiarización

Al sancionar al "mundo" y jugar irresponsablemente con la hegemonía del dólar y el sistema de Bretton Woods, los Estados Unidos finalmente lo perderán todo. Luego enfrentará la desagradable experiencia de tener que pagar, con algo de valor real, por todo lo que consume. Causará gran conmoción.


"POLÍTICA HAWK" EN ATUENDO
DE FINANCIARIZACIÓN


Alastair Crooke

La fórmula de "presión máxima", Make America Great Again, no va a funcionar, por la sencilla razón de que está consumiendo el "capital" de Estados Unidos a una tasa torrencial. No restaurará la base manufacturera de Estados Unidos, ni tampoco Estados Unidos recuperará su hegemonía política. Conduce a una polarización generalizada. Todo el mundo ahora entiende de lo que se trata MAGA: obtener cualquier ventaja que pueda acumularse en beneficio de los EE.UU, mientras que todos los demás pagan el precio y recogen las pérdidas. Incluso los europeos lo han "entendido". El trumpismo carece de "dimensión" más allá de lo mercantil. Sin embargo, si pudiera caracterizar la "soberanía" cultural como algo más que una mera "política anti-identitaria", e intolerante, podría encontrar una sostenibilidad más amplia.

Tal como se presenta, la estrictamente definida política de MAGA, simplemente está erosionando tanto el capital político de los Estados Unidos, como el privilegio incomparable de los Estados Unidos de poder consumir a un nivel de vida más alto que otros a través de la moneda de reserva de los EE.UU, ‘la tarjeta de crédito’, que no requiere la liquidación por parte de los Estados Unidos de los saldos de su adeudo en dólares. Al sancionar al "mundo" y jugar irresponsablemente con la hegemonía del dólar y el sistema de Bretton Woods, los Estados Unidos finalmente lo perderán todo. Luego enfrentará la desagradable experiencia de tener que pagar, con algo de valor real, por todo lo que consume. Causará gran conmoción.

Es cierto que el sistema global necesitaba urgentemente una reorganización, y la iconoclasia de Trump ha sido, por así decirlo, hasta cierto punto, una fuerza creativa-destructiva que abre el camino para sembrar algo nuevo. Pero el impulso "perturbador", sino existe una abundancia de equilibrio que pueda traer alguna síntesis o armonía definitiva, puede convertirse en un categórico choque de trenes.

Por ahora, no se ve a ninguna figura en torno al presidente Trump que tenga la intuición, o el “aplomo” político, para sacar al presidente de los Estados Unidos de su "rincón". Por el contrario, un desastre en la política exterior, y en última instancia, también en la política monetaria (ya que la "Fed" sigue alimentando la burbuja financiera, mientras que la economía real se desmorona), parece estar por venir. La presión máxima no ha cosechado sus anticipados dividendos políticos, en su lugar está aumentando peligrosamente las tensiones globales.

La política exterior de Trump se ha centrado -y se ha visto severamente afectada- por su profunda antipatía hacia Irán. Está situada en el vértice de su política del Gran Israel y en su tweet de 2018 de que "cualquier persona que haga negocios con Irán NO hará negocios con los Estados Unidos". Estoy haciendo un llamado por la PAZ MUNDIAL, ¡nada menos! ” (Las mayúsculas son de Trump).

El daño colateral resultante de la obsesión de que Irán representa la "fuerza del mal ", y si es derrotado, la PAZ MUNDIAL está de alguna manera asegurada, se está extendiendo: la negativa de Rusia a pivotar contra Irán representa la principal razón para el deterioro de las relaciones entre Trump y el presidente Putin. La cuestión de Irán está separando a Europa de América. Se ha convertido en un impedimento importante en la relación con China (ya que China requiere seguridad energética y no está preparada para unirse al boicot). Y la política de los Estados Unidos en relación a Irán puede resultar en un daño económico global (si el riesgo del petróleo aumenta). Hay agitación en el Medio Oriente, e Irán se ha convertido en el pretexto burocrático universal de los Estados Unidos del por qué las fuerzas estadounidenses deben mantenerse estacionadas en los conflictos regionales. (Se requieren allí para "contener a Irán").

La política de Trump en relación a Irán, según Daniel Larison en The American Conservative, es una del cambio de régimen en todo menos en su nombre, y Trump ha firmado todo lo que lo que tenga que ver con ello. Trump no tiene problemas para emprender una guerra económica contra Irán, y le ha dado a los halcones prácticamente todo lo que quieren. La política de Trump en Irán es "la política hawkish" (militarista) en acción, y si es un desastre, eso se debe a que la "política hawkish" estaba garantizada para ser precisamente eso... El presidente está obsesionado con las armas nucleares porque su Asesor de Seguridad Nacional ha estado por meses promoviendo incesantemente la mentira de que Irán busca armas nucleares, y él y otros asesores han logrado convencer (engañar) a Trump de otra mentira: que el JCPOA "permite" que Irán adquiera armas nucleares ".

Y de acuerdo a Larison, esta es la razón:

"Los halcones de Irán [durante mucho tiempo] se han opuesto al acuerdo porque [nunca] quisieron que Irán se beneficiara del alivio de las sanciones... los halcones de Irán... [mantienen] la excusa de que quieren un "mejor acuerdo"[porque ellos] pasaron los 15 años anteriores al JCPOA, exagerando sobre una posible arma nuclear iraní, a menudo describiéndola absurdamente como una "amenaza existencial". Durante la mayor parte de este siglo, muchos halcones no callaron sobre la necesidad de una acción militar preventiva contra las instalaciones nucleares de Irán. La cuestión nuclear fue su pretexto para el conflicto, y sintieron disgusto cuando el acuerdo nuclear eliminó ese pretexto... Entonces, en lugar de eso, tenemos las interminables críticas sobre los "defectos" del acuerdo que no son realmente defectos, y la descarada alteración de los parámetros, que requiere un acuerdo de no proliferación para resolver todos los problemas regionales [todos] al mismo tiempo.

"Trump ha abrazado estas mentiras [y] las ha repetido varias veces. Irán no puede negociar con una administración que afirma que el acuerdo nuclear "les permite" tener armas nucleares. Los iraníes saben que no, y por eso tienen que asumir que ningún acuerdo que ellos firmen será aceptable para la administración. Efectivamente, el último punto de discusión de la administración de que Irán debe aceptar renunciar a todo enriquecimiento confirma que Estados Unidos está insistiendo en una concesión que Irán nunca va a otorgar. Trump no quiere hablar con Irán como lo hizo su antecesor. Quiere que Irán capitule. Ese ha sido siempre el objetivo de la "máxima presión". La política de Trump hacia Irán es definitivamente una política hawkish, y es por esa razón que está produciendo resultados tan terribles para los Estados Unidos e Irán".

Entonces, ¿por qué los halcones han sido tan vehementes en su oposición a la normalización de las relaciones con Irán? Se debe a que la normalización desplazaría el equilibrio estratégico de aquellos Estados que favorecen la armonización con Israel hacia los llamados Estados de la resistencia que nunca lo han hecho (en su opinión). El primer ministro Netanyahu ha insistido todo el tiempo en que a Irán nunca debe ofrecérsele un alivio a las sanciones: considera que las sanciones de EE.UU son el arma para forzar la expulsión de Irán de Siria.

Es esta postura intransigente la que está detrás del fracaso de la reunión tripartita de asesores de seguridad nacional de Estados Unidos, Israel y Rusia, a fines de junio. Netanyahu había propuesto anteriormente a Putin que él (es decir, Israel) representara el "pasaporte" para abrir puertas en Washington DC; que con el respaldo de Israel, Netanyahu podría lograr el fin de las sanciones de EE.UU a Rusia, pero solo si el Sr. Putin acordara poner fin a los vínculos de Rusia con Irán y aislar a Teherán.

El presidente Putin respondió con la oferta de que, si EE.UU levantaba las sanciones contra Irán y retiraba sus fuerzas de Siria, Rusia haría todo lo posible para que Irán saliera de Siria. Entonces los intereses estadounidenses e israelíes, serían "tenidos en cuenta" en un acuerdo político sirio.

En resumen, Netanyahu esperaba que la trilateral de Jerusalén sentara las bases para un compromiso claro por parte de Rusia de romper las relaciones con Irán, y que después de su reunión con Putin, esto fuera presentado en el G20 de Osaka como el "gran logro" de Trump. No sucedió.

En el evento, Netanyahu rechazó fríamente cualquier levantamiento de las sanciones a Irán (argumentando que las sanciones representaban un fuerza real sobre la presencia de Irán en Siria), y la trilateral no solo fracasó en su objetivo estratégico, sino que el representante ruso en la trilateral, Nikolai Patrushev, mientras en buenos términos con Israel, no renegó de Irán. Todo lo contrario: negó que Teherán sea una amenaza para la seguridad regional. “Rusia está con Irán, contra Israel y Estados Unidos. Un alto funcionario ruso apoya la afirmación de Teherán de que un avión no tripulado estadounidense fue derribado en el espacio aéreo iraní, defiende los derechos de las tropas extranjeras a permanecer en Siria a pesar de la oposición israelí ", concluyó un diario israelí.

Y, en consecuencia, la cumbre de Osaka entre Trump y Putin tampoco fue bien: Trump simplemente le entregó a Putin una lista de las demandas de los Estados Unidos. Putin sonrió como una esfinge, pero no respondió.

Pero veamos esto: la política de la Casa Blanca en relación a Irán no es más que el "carruaje" que va la cabeza dirigiéndose hacia una curva cerrada en el Circo Massimo (Circo Máximo), y hacia un posible "choque en cadena". Muy cerca se encuentran las relaciones entre Estados Unidos y Rusia; el carruaje de la guerra comercial con China, y en la cola, la rezagada guerra comercial con Europa. Mucho más grave -para todos nosotros- sería si las relaciones entre Estados Unidos y Rusia se estrellaran contra el muro del estadio. Y estamos cerca de que eso ocurra: el incidente con el sumergible ruso que causó la pérdida de catorce vidas (cuyos detalles prefieren guardar en silencio), y la carta de la OTAN que insiste en que los sistemas de misiles de crucero basados en tierra, los 9M729 de Rusia, violan el Tratado INF y deben ser destruidos, todo crea un escenario de relaciones gravemente deterioradas.

¿Por qué Trump arriesga tanto en una antigua disputa en el Medio Oriente? ¿Por qué desairar a Putin con el asunto de Irán? Tal vez Trump se haya convencido a sí mismo del argumento de que Irán es de hecho una fuerza del mal, en el sentido bíblico. Pero sucede que su conversión a esta ideología también sienta cómodamente con sus intereses inmediatos:

La semana pasada tuvo lugar en Washington DC la cumbre de los Cristianos Unidos por Israel. Miles de cristianos evangélicos de todo el país asistieron al evento, en el que Mike Pence, Mike Pompeo (ambos evangélicos), John Bolton, Jason Greenblatt y su embajador en Israel, David Friedman, tomaron la palabra. El tema, por supuesto, fue la amenaza iraní.

El periódico israelí Haaretz señala:

“Los evangélicos, la columna vertebral de los Cristianos Unidos por Israel, son un bloque de votantes clave para Trump y los republicanos. Alrededor del 80 por ciento de los evangélicos blancos votaron por Trump en 2016, lo que lo ayudó a conseguir victorias en varios Estados en disputa. El consenso entre los analistas políticos de los Estados Unidos es que el presidente necesitará un apoyo similar o mayor entre los evangélicos para ganar un segundo mandato el próximo año.

"La semana pasada, el sitio web de noticias Axios informó que la campaña de reelección de Trump" está desarrollando un plan agresivo en todos los Estado para movilizar a más votantes evangélicos de los que lo apoyaron la última vez". Esto incluirá, según el informe,"las campañas de inscripción de votantes en iglesias en Estados en disputa como Ohio, Nevada y Florida", que promoverán los logros de Trump en temas importantes para los votantes evangélicos".

¿Y cuál es el interés primordial para estos votantes evangélicos? Avanzar hacia la materialización (bíblica) del Gran Israel como una profecía cumplida. Y esta es la cuestión sin esclarecer: a medida que Irán intensifica sus acciones en respuesta a las presiones, y mientras Estados Unidos aprieta con más fuerza, ¿qué hará Trump?

"En este momento", señala Ben Caspit, un destacado comentarista israelí, "Trump está influenciado por sus asesores cercanos (principalmente John Bolton y Mike Pompeo) que han adoptado una postura agresiva y no les asusta la idea de tener que involucrarse militarmente(al menos la participación aérea) frente a Teherán. Pero el presidente de los Estados Unidos también tiene otros mentores (algunos políticos y otros del mundo de los medios de comunicación) que argumentan que participar en una aventura militar en la víspera de las elecciones reduciría en gran medida las posibilidades de que Trump sea reelecto".

Sin embargo, Caspit "reconoce" el peso de los evangélicos: "En los últimos tres años, Israel ha transformado este repositorio evangélico en un tremendo activo electoral-diplomático-estratégico, en relación con la administración de Trump. Netanyahu y su embajador en Washington, Ron Dermer, tienen una gran influencia sobre los predicadores evangélicos. La relación entre Israel y esta facción mesiánico-cristiana estadounidense se ha profundizado... [incluso hasta el punto de rivalizar con AIPAC]"

"Una cosa es segura", concluye Caspit: "En este momento, las consideraciones y los análisis en Israel alrededor del tema de Irán son completamente diferentes a los que prevalecieron en el verano de 2012... De una forma u otra, cualquiera que haya pensado que el tema de un posible ataque israelí contra Irán ha sido desde hace mucho tiempo desechado de la agenda es bienvenido para que se ponga al día: está de vuelta”.






Publicado por La Cuna del Sol

sábado, 13 de julio de 2019

Rápidos y furiosos: Donald Trump, Jimmy Morales y el ejército de Guatemala están fuera de control

Nuestro presidente y nuestros generales (tos de por medio y fuerte carraspera) vuelven a dar muestra de que les faltan algunos años para estrenar sus cerebros.


RÁPIDOS Y FURIOSOS: DONALD TRUMP, JIMMY MORALES
Y EL EJÉRCITO DE GUATEMALA ESTÁN FUERA DE CONTROL


Por Luciano Castro Barillas

Bueno, el negocito de los aviones Pampa III no pudo tener lugar, porque el procedimiento de compra no era el regulado por las leyes guatemaltecas. Se creó un artificio legal para darle viabilidad jurídica a las adquisiciones de las dos aeronaves, con el propósito de darse por adelantado sus aguinaldos de fin de año  nuestro honrado presidente y Ministro de la Defensa Nacional. Salivaban ante la idea de echarse el último moquito (soborno en Guatemala) de dos millones de dólares cada uno; poca cosa y mínima compensación por el sacrificio hecho por ellos en estos cuatro años que han servido a los malagradecidos guatemaltecos.

En los meses finales de su desgobierno se ilusionaron que les quedaría la mano bien aceitada de billetiza millonaria mal habida. Nuestro presidente y nuestros generales (tos de por medio y fuerte carraspera) vuelven a dar muestra de que les faltan algunos años para estrenar sus cerebros. Presiones de Trump o servilismo extremo, vaya usted a saber, pero son presiones directas o diferidas de Donald Trump que, entre otras cosas, les exige más aplicación ante el boyante trasiego de estupefacientes que llegan de América del Sur rumbo a Miami.

El moquito se lo echaron a perder a Macri y sus oficiales corruptos de confianza y por ello el disgusto del gobierno argentino  y de que, sí o sí, Guatemala tiene que comprarles esa chatarra cuyos aviones no se ha vendido ni uno solo fuera de Argentina en 35 años, preconizando Macri que los oficiales argentinos son hombres de honor (ja, ja, ja) y que este par de bobos echaron a perder todo como todos unos boludos que son y lo peor, no volverá a venir a Guatemala ningún equipo de fútbol por semejante tarugada de estos raros especímenes de Centro América, con lo que ama, idolatra y le hacen feliz al presidente guatemalteco  y a su hijo el deporte de los puntapiés. 

De veras ¡qué mundo más loco este! y cómo llegan al poder personajes de esa calaña como los tres individuos aludidos. Tan distante los argentinos de Guatemala y tan cerca en sus respectivas mañas. Hay toda una tragedia familiar por lo ocurrido con los argentinos y los más grave, el disgustó que le causarán a Donald Trump por no hacerle bien los mandados.

Todos estos señores son rápidos, furiosos, insensatos, patosos, chapuceros y gánsteres de pacotilla porque en toda movida siempre terminan siendo descubiertos. Las acciones ante la Corte de Constitucionalidad dieron sus frutos pues, al Contralor General de la Nación no le quedó otra que resolver que las compras de los avioncitos Pampa III era totalmente irregular. ¡Desgraciados periodistas!, dijo Jimmy Morales a su retorno a Guatemala, bastante triste por los billetes que se le esfumaron de las manos.






Publicado por La Cuna del Sol

viernes, 12 de julio de 2019

La frontera de la muerte

En la frontera, un territorio de nadie, con muro o sin muro, la muerte, como destino final, está al acecho de vidas, aspiraciones y sueños para fulminarlos de golpe. 


LA FRONTERA DE LA MUERTE



Es una descripción terrible pero muy real, muy apta para describir la frontera sur de los EE.UU, una de las más más transitadas del mundo, sino la más transitada, por miles de migrantes que a diario intentan cruzarla ilegalmente para poder llegar a la tierra prometida. Es el destino que aguarda a muchos de aquellos seres humanos que desafían o arriesgan todo al cruzarla. La frontera donde todo muere, los sueños, la esperanza, la vida misma. Un joven padre y su pequeña niña, sus cuerpos inertes, sin vida, son los mudos testigos de esa terrible realidad.

Eran dos inmigrantes indocumentados procedentes de un agujero de los descritos con desdén por el supremo jefe del Norte –de uno de los tantos agujeros que se esparcen por la geografía terrestre y que no son el producto o la creación de fuerzas o voluntades extraterrestres. Son de este mundo, de diseños y voluntades que mercantilizan y explotan insaciablemente todo aquello que les signifique cuantiosos beneficios económicos, sin reparar por un momento en las terribles consecuencias de su ambición desmedida. En su defensa dirán que es el orden natural de las cosas, que siempre habrá ganadores y perdedores, en fin se trata de un sistema que premia al más apto, al más fuerte y castiga al débil de voluntad.

Ellos eran dos inmigrantes indocumentados, sin visado, cuyo único delito era ser pobres que soñaban con una vida mejor en la tierra de la abundancia y el despilfarro, donde la pobreza existente no se asemeja a la de los agujeros al sur de la frontera. A la del Triángulo Norte, donde las grandes desigualdades sociales y económicas, la pobreza, la marginalización y la violencia crónicas son parte inseparable del diario vivir de una gran mayoría de personas que negados de un mínimo de bienestar y dignidad en sus vidas, sin opciones en un sistema estructurado para ignorar sus necesidades y existencia, no tienen más alternativa que la ruta de la emigración al Norte opulento en busca de una mejor vida para ellos y los suyos. Pero en la frontera, un territorio de nadie, con muro o sin muro, la muerte, como destino final, está al acecho de vidas, aspiraciones y sueños para fulminarlos de golpe. 

Esa dolorosa escena de los cuerpos sin vida del joven padre y su pequeña hija, es una muestra muy clara, no solo, de lo trágico implícito en la migración indocumentada, sino del cinismo y oportunismo de aquellos que buscan afanosamente beneficiarse política y económicamente de quienes, en busca de una mejor vida en tierras extrañas, terminan convirtiéndose en inmigrantes “ilegales” con todos los riegos que esa designación implica. Pero sin duda lo más sobresaliente de todo esto es que pone al descubierto las consecuencias nefastas de las políticas económicas implementadas a todo lo largo y ancho de la región, no para salir del subdesarrollo y la pobreza, como a menudo se dice, sino para acrecentar la brecha económica entre los que tienen y los que nada tienen; entre el Norte opulento y  soberbio que impone su voluntad y el Sur pobre y en total estado de sumisión.  

Bajo esas condiciones, es imposible que miles de personas no tomen la decisión de salir de sus países y arriesgar sus vidas en busca de mejores horizontes. Las condiciones de pobreza generalizada en el campo y las ciudades son los grandes estímulos que provocan las masivas oleadas de migrantes hacia el norte, y mientras esas condiciones permanezcan inalterables, la migración y la muerte continuaran siendo cosa de todos los días, no importa cuántos planes de la Prosperidad o Marshall se busque implementar  o cuanto se fortifique la frontera con muros y militares. La frontera será mortal, pero no infranqueable, sobre todo cuando es desafiada por la desesperación y el anhelo de miles por una vida mejor; un derecho que no se le puede negar a ningún ser humano.






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miércoles, 10 de julio de 2019

Los infatigables abusos de Donald Trump contra los países del mundo, incluido Guatemala

La temporada electoral le dispara la locura a muchas revoluciones por segundo y siendo un personaje imprevisible, impulsivo y de poco análisis, no vislumbra las terribles consecuencias que puede desencadenar sus acciones,


LOS INFATIGABLES ABUSOS DE DONALD TRUMP
CONTRA LOS PAÍSES DEL MUNDO,
INCLUIDO GUATEMALA


Por Luciano Castro Barillas

Actualmente, ya no sorprende nada de las actuaciones desorbitadas de Donald Trump, el procónsul del imperio norteamericano. Vino para destruir la institucionalidad nacional, pero sobre todo la internacional, a través del chantaje, la mentira, el abuso y la amenaza de agresión. La temporada electoral le dispara la locura a muchas revoluciones por segundo y siendo un personaje imprevisible, impulsivo y de poco análisis, no vislumbra las terribles consecuencias que puede desencadenar sus acciones, sobre todo amenazando a potencias nucleares como Rusia o China. En una confrontación de este tipo nadie sale ganando. Es la humanidad entera la perdedora.

México, víctima inmediata ve cernirse sobre ella la amenaza de aranceles del 25% de su acero, lo que equivale a llevar a la ruina a las acerías y al desempleo a miles de trabajadores. México realmente está impotente, no puede apelar a su dignidad, porque hacerlo significa confrontar a este loco mandatario y ser objeto de más sanciones y hundir, no cabe duda, a más ramas de la industria y menos empleo, menos crecimiento y más migración de los desesperados hacia los Estados Unidos. Esa es la lógica, la dinámica de la contraeconomía del siglo XXI promovida por Trump.

Los logros de la economía norteamericana son un espejismo que, en cualquier momento se viene abajo como castillo de naipes. Por eso busca la guerra contra Irán a toda costa, pues es la manera de crecer económicamente de una economía pervertida. Las elecciones lo tienen apurado y trata de mostrar músculo como primera potencia que fue, pero alguno de sus incondicionales le han dicho NO, como el caso de Alemania que no quiso enviar tropas a Siria en estos días. Inglaterra, ante la crisis diplomática actual tendrá que liberar al supertanquero iraní retenido en el estrecho de Gibraltar (por cierto en aguas internacionales) pues haberle llamado el embajador británico en Estados Unidos incompetente al vanidoso presidente de los Estados Unidos, ha sido lo peor que le pudo haber pasado. Su primer aliado, al parecer, no lo es del todo. Sus habituales réplicas no se hicieron esperar y algo peor, las dos cámaras de diputados, la de los Lores y los Comunes, se solidarizaron con el diplomático de  vieja trayectoria. En otras palabras, fueron leales y solidarios con su embajador, no con Donald Trump.

Lo que hace Guatemala es igualmente canalla. Le exigió al gobierno vasallo mejorar no solo el control de migrantes sino mejorar el control del tráfico de estupefacientes que vienen de América del Sur. Pero sin ayudar en nada. Sin comprarle ese par de avioncitos Pampa III y el buque, que sería un mísero aporte financiero si se compara a los generosos desembolsos de 2 billones de dólares que hace con el gobierno sionista de Israel.

A Guatemala, país que ahora ocupa el PRIMER LUGAR en desnutrición infantil en el continente americano ¡cuánto daño le hace este desembolso! Y cuánta controversia le genera a la vida institucional, cuánta inestabilidad y cuánto desgobierno, más del que ya hay. El colmo sería que los avioncitos Pampa III no los utilicen precisamente para interceptar aeronaves de narcotraficantes, sino todo lo contrario; que se utilicen los Pampa III para escoltar a las naves repletas de cocaína para que lleguen a puerto seguro. Esto, realmente, va más allá de lo imaginable.






Publicado por La Cuna del Sol