viernes, 31 de octubre de 2014

Cambios decisivos en el sistema global

El viejo centro del mundo en torno del G5 apura su decadencia amenazando imponer el mayor desastre civilizacional y ecológico de la historia en tanto que sus oponentes periféricos buscan resistir a una avalancha que los desborda.


CAMBIOS DECISIVOS EN
EL SISTEMA GLOBAL


Por: Jorge Beinstein
Aporrea

Entre ilusiones y guerras desesperadas contra el tiempo

El FMI ha informado recientemente que en 2014 a nivel global el primer Producto Bruto Interno (medido a paridad de poder de compra) ya no es el de los Estados Unidos sino el de China. Según esa información en 2014 China representa el 16,4 % del Producto Bruto Mundial contra 16,2 % de los Estados Unidos. En 1980 Estados Unidos representaba el 22,3 % y China solo 2,3 %. En el año 2004 Estados Unidos todavía parecía estar ubicado en una cima difícil de alcanzar con el 20,1 % del Producto Bruto Mundial y China crecía pero llegaba al 9,1 % (menos de la mitad del PBI estadounidense). En diez años más se equilibró la balanza y de acuerdo al pronóstico del FMI la diferencia a favor de China aumentará en los próximos años.


Los datos suministrados por el FMI muestran no solo la expansión china sino también (principalmente) la declinación de los Estados Unidos cuyo poderío económico relativo global fue retrocediendo año tras año desde el inicio del siglo actual. La respuesta de su elite dirigente fue seguir con el proceso de financierización que la había encumbrado al mismo tiempo que degradaba al sistema industrial y acumulaba deudas mientras que para proteger y prolongar sus privilegios parasitando sobre el resto del mundo exacerbó su tendencia militarista. Lo que se había iniciado en la última etapa del gobierno de Clinton se agravó con la llegada de George W. Bush y lo hizo aún más bajo la presidencia de Obama . Las guerras se fueron sucediendo y extendiendo, la crisis financiera de 2008 no calmó la euforia belicista, por el contrario la acentuó y las bajas tasas de crecimiento productivo que siguieron, las amenazas de default, el aumento de la marginalidad social, las pérdidas de mercados externos y otras calamidades dejaron vía libre al autismo imperial. Nos encontramos ante la reacción desesperada de un sistema drogado embarcado en una loca fuga hacia adelante, los lobos de Wall Street convergen con los militares hitlerianos de la OTAN al timón de un inmenso Titanic que alberga al conjunto del G5 (Estados Unidos+Alemania+Francia+Japón+Inglaterra).

No se trata solo de China superando a los Estados Unidos, siguiendo los datos del FMI en 2014 el BRICS  ha alcanzado al G5 (cada uno representa aproximadamente el 30 % del Producto Bruto Mundial) y lo estaría superando en 2015.


El militarismo es asumido por la clase dominante norteamericana como la “solución” a sus problemas buscando así someter a sus aliados-vasallos de la OTAN, acorralar a Rusia y a China, sumergir en el caos a países de todos los continentes y así tomar posesión de una amplia variedad de recursos naturales de la periferia, desde el petróleo y el gas hasta llegar al coltan, al litio o al oro. Esa andanada de agresiones comienza a transformarse en un súper boomerang que golpea a la cabeza del imperio acosado por deudas y amenazas inflacionarias y recesivas.

Por otra parte no hay desacople, la Unión Europea y Japón se hunden junto a su amo. Tampoco se salvan los capitalismos “emergentes” de la periferia y aunque a corto plazo sacan ventajas del debilitamiento del centro del mundo a mediano plazo esos países van quedando atrapados en la decadencia global. Sus principales clientes comerciales son precisamente las economías capitalistas centrales declinantes mientras que la trama financiera (equivalente a veinte veces el Producto Bruto Mundial) envuelve a todas las burguesías centrales y periféricas, neoliberales y estatizantes, pobres y ricas.

Tanto Rusia como China seguidas por un amplio espectro de países periféricos han conseguido gracias a los controles e intervenciones económicas de sus estados preservar durante un cierto tiempo sus mercados internos y sus estructuras productivas, pero las economías de China, India y Brasil se desaceleran y en consecuencia se aceleran sus contradicciones internas y Rusia ya ha entrado en recesión (suave por ahora). 

El viejo centro del mundo en torno del G5 apura su decadencia amenazando imponer el mayor desastre civilizacional y ecológico de la historia en tanto que sus oponentes periféricos buscan resistir a una avalancha que los desborda. Tratan de integrarse pero ocurre que cada potencia emergente ha basado su prosperidad reciente en las demandas de los mercados centrales en crisis que a través de complejas arquitecturas financieras y comerciales pudieron mantener en funcionamiento sus economías inundando al planeta con dólares sobrevaluados que les permitían comprar producciones periféricas a bajo costo. Pero ahora y en el futuro previsible para seguir funcionando (en realidad para prolongar su agonía) necesitan bajar aún más los costos periféricos hasta llevar el proceso al nivel de saqueo. Por su parte los periféricos  no pueden prescindir de esos mercados centrales, no tienen como remplazarlos completamente ni a corto ni a mediano plazo.

Un horizonte de guerras y crisis se va instalando de manera irresistible.


Asistimos actualmente a una doble carrera contra el tiempo. En primer lugar la de Occidente y Japón que buscan someter en unos pocos años al resto del mundo para saquear sus recursos naturales y exprimir velozmente lo que reste de sus mercados internos. Sus estrategas consideran que de ese modo podrían reducir los costos de sus empresas, preservar sus ganancias y sostener a los mercados internos imperiales o por lo menos desacelerar su declinación. Aunque el logro de esas metas choca con resistencias periféricas (estatales y populares) que el Imperio no ha podido hasta ahora anular, además su decadencia económica y política reduce año tras año la eficacia de dichos proyectos.

Por su parte los capitalismos emergentes también desarrollan una guerra contra el tiempo aunque a un plazo más largo que se va acortando. En torno del BRICS, las integraciones eurasiáticas, latinoamericanas, etc. buscan desarrollar mercados comunes que remplacen a los mercados occidentales declinantes generando de ese modo una dinámica capaz de salvarlos del desastre global motorizado por Occidente e incluso arrastrando a este último más adelante hacia una nueva prosperidad. Pero esa ilusión enfrenta problemas de casi imposible solución. Los emergentes periféricos necesitan tiempo para reconvertirse y  adaptarse a los mercados de reemplazo internos y externos, si los capitalismos centrales se derrumban a corto plazo los emergentes sufrirán el impacto de esa retracción y entrarán en un período de crisis explosivas. Para que los capitalismos centrales no se derrumben a corto plazo prolongando una suerte de declinación controlada sería necesario que los mismos preserven sus privilegios monetarios (hegemonía del dólar) y comerciales pero eso solo es posible a costa de la estabilidad económica y política de los capitalismos emergentes. Doblegando a Rusia, China, Irán y sus aliados y amigos periféricos podrían entonces saquear libremente al conjunto de la periferia. Occidente lograría una suerte de aterrizaje suave con lo que el planeta ingresaría en una era de decadencia general prolongada.  

Dicho de otra manera: para no caer los emergentes necesitan que Occidente demore, desacelere su caída y para que ello ocurra Occidente necesita saquear a la periferia, hacer caer a los emergentes. De todos modos si Occidente llega a tener éxito y sumerge en el caos al resto del mundo seguramente ese caos provocará el quiebre de sus propias sociedades.

En realidad ambas carreras contra el tiempo tienden a converger en un proceso común de crisis, sus ritmos diferenciados de desaceleración del crecimiento económico comienzan a acercarse, (Brasil y Rusia por ejemplo se estancan actualmente igual que Inglaterra o Japón) integrándose a un espacio universal de crisis políticas, financieras, militares, sociales, locales, regionales, etc., es decir a la trama compleja de la decadencia del capitalismo como sistema mundial. Las esperanzas de superación de la crisis desde el interior del sistema se van diluyendo, Occidente no recupera sus glorias definitivamente perdidas y desde la periferia no llega la regeneración, el rejuvenecimiento del capitalismo.

Algunos años antes de la Comuna de París Proudhon describía a la Francia decadente de su tiempo de la siguiente manera: “Todas la tradiciones están gastadas, todas las creencias anuladas, en cambio el nuevo programa no aparece, no está en la conciencia del pueblo, de ahí lo que yo llamo 'la disolución'. Es el momento más atroz en la existencia de las sociedades” [1]. Como sabemos unos pocos años después, desde lo más profundo del desastre emergió la Comuna de París (1871), insurgencia efímera pero decisiva que iluminó las rebeliones del siglo XX. 

El horizonte negro que nos ofrece esta civilización contrasta con la increíble vitalidad demográfica, tecnológica y social en general que demuestra la humanidad lo que anuncia choques, confrontaciones, alternativas que deberían ir más allá de los límites deteriorados del sistema.


[1]     Citado en Pierre Olivier, “La Commune”, Ch. 1, Gallimard, Paris, 1939.






Publicado por LaQnadlSol
USA.

jueves, 30 de octubre de 2014

Un silencio ensordecedor

¿Dónde están los medios corporativos estadounidenses en la desaparición de 43 normalistas de una escuela normal rural en Iguala, Guerrero, México? ¿Dónde está la cobertura completa? ¿Dónde están los llamados a  Enrique Peña Nieto a dimitir?


UN SILENCIO ENSORDECEDOR


Por Andrew Smolski

¿Objetividad?

¿Dónde están los medios corporativos estadounidenses en la desaparición de 43 normalistas de una escuela normal rural en Iguala, Guerrero, México? ¿Dónde está la cobertura completa? ¿Dónde están los llamados a  Enrique Peña Nieto a dimitir? O, al menos, ¿dónde están los llamados para que renuncie Aguirre, el gobernador de Guerrero? ¿Dónde están los comentaristas tergiversando y etiquetando al gobierno mexicano de la manera que les viene en gana, sin importar si eso se basa en hechos reales? Los medios corporativos estadounidenses mantienen en un silencio perturbador.

Comparemos este silencio con la cobertura de Venezuela no hace muchos meses. Cuarenta y tres personas de todos los bandos del conflicto murieron durante más de dos meses de violentos enfrentamientos entre la oposición, los partidarios del chavismo y las fuerzas de seguridad del Estado. La cobertura prácticamente no cesaba las 24 horas del día. Los comentaristas estuvieron etiquetando a Maduro de dictador y pidiendo su cabeza. La cobertura fue demasiado simplificada y diseñada para impulsar la posición del gobierno de Estados Unidos de que el chavismo tiene que irse, sin ninguna mención del hecho de que Maduro o el PSUV han sido elegidos, o que esto debe ser decidido por medio de un referéndum y no sólo a través de las protestas.

La diferencia en la cobertura de los dos casos representa un claro ejemplo de las prioridades imperiales en los medios corporativos. Los estudiantes mexicanos son “víctimas indignas” para los medios corporativos de Estados Unidos. Los estudiantes no encajan perfectamente en una narrativa que apoya las ambiciones imperialistas. En realidad, debido a que la escuela rural normal es un centro de enseñanza de “izquierda”, los estudiantes son probablemente considerados desviados por gran parte de los medios corporativos de EE.UU, y por lo tanto, objetivos “legítimos” del Estado mexicano. Por lo tanto, la cobertura, como lo fue la muerte del arzobispo Oscar Romero de El Salvador en la década de los 1980, es mínima y pasiva.

Mientras que, por el contrario, Venezuela se convirtió en tema muy debatido por cada medio de comunicación importante, a pesar de que no hubo ejecución/secuestro de civiles por parte del Estado en colusión con los sanguinarios cárteles de la droga, sino un conflicto interminable iniciado por una oposición muy hostil, que es parte de una larga campaña de diez años de duración para derrocar al PSUV del poder que ya tenía en su haber el intento de golpe del 2002.

Para los medios de comunicación corporativos estadounidenses los opositores venezolanos son “nobles víctimas”, cuya narrativa encaja perfectamente en el marco de las ambiciones imperiales de Estados Unidos, en su intento por hacer de América Latina su patio trasero una vez más. También son “dignos”, ya que son en su mayoría blancos, miembros de las clases media y alta y vacacionan en Miami. Esto es a diferencia de los normalistas, que son predominantemente campesinos indígenas, un grupo que sólo obtiene cobertura paternalista, si acaso.

Así que, vamos a sopesar estos dos casos.

El caso de México es un descarado crimen de Estado contra sus ciudadanos, con las autoridades locales y estatales que tienen conexiones con cárteles de la droga y la policía y los militares que también están implicados. El crimen se llevó a cabo en contra de estudiantes pacíficos que no tenían armas, aunque sí se apoderaron de un autobús, que no es nada nuevo para ellos y nunca ha dado lugar a lesiones físicas. Uno de los estudiantes fue dejado en la calle con la cara desollada y sin ojos. Hasta el momento, el gobierno de México ha dicho que los estudiantes secuestrados/asesinados perjudican la inversión extranjera y dio sus “sinceras condolencias”.

El caso de Venezuela fue un conflicto entre grupos políticos rivales que representan diferentes intereses de clase, raciales / étnicos en el que la gente de todos los bandos murieron en el transcurso del conflicto y todos con toda probabilidad cometieron  crímenes. Esas protestas continuaron durante un par de meses, a pesar de que al gobierno venezolano se le consideró por los medios corporativos de Estados Unidos de ser absolutamente autoritario en el manejo de las protestas. Hasta la fecha, el gobierno venezolano  ya mantuvo un diálogo abierto con todos los miembros de la oposición que querían hablar con él y ha hecho concesiones políticas.

El primero es un delito mucho más grave que el segundo. Además, la reacción del gobierno en el primer caso es desalmada, en comparación con la reconciliación ofrecida por el gobierno venezolano. Sin embargo, la atención -si ha habido alguna- que ha recibido el primer caso ha sido  escasa, mientras que en el segundo era inevitable durante su periodo más intenso. Tan solo unas pocas conclusiones pueden extraerse de esto.
Así que, por favor, díganme otra vez cuan objetivos son los medios de comunicación. O tal vez en otro evento de premiación los expertos de los medios corporativos estadounidenses pueden decirnos cuan éticos son


Nota al margen:

Esto no es nuevo; malabarismos  se realizan regularmente con el fin de hacer que Enrique Peña Nieto parezca como si él está tratando de detener el derramamiento de sangre. Esto es escandaloso en vista de cómo EPN es implicado en la violenta represión policial en San Salvador Atenco, Estado de México, México que sucedió mientras Peña Nieto era  gobernador. Esa represión llevó a dos muertes y 207 episodios de trato cruel, incluyendo 26 casos de asalto sexual contra las mujeres. La Comisión de Derechos Humanos de la Nación dijo que se dio preferencia a la fuerza por parte del gobierno, en lugar de la diplomacia, lo que condujo a las violaciones de los derechos humanos. El New York Times dedicó un párrafo al acto atroz que no menciona a Enrique Peña Nieto ni una sola vez.






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USA.

martes, 28 de octubre de 2014

Nueva declaración de José Rubén Zamora sobre la desalentadora corrupción en Guatemala

Para los guatemaltecos conscientes de la realidad política y social de Guatemala, nada más desalentador que la descarada y generalizada corrupción del gobierno del Partido Patriota dirigido por un grupo de militares reaccionarios y civiles plenamente identificados con su política antipatriótica, signada por el saqueo de los esmirriados recursos de una nación deliberadamente empobrecida por desaprensivos sujetos disfrazados de políticos, donde a cambio de hacer pagar los impuestos debidos a quienes evaden sus contribuciones, pese a sus escandalosas y generalmente mal habidas riquezas; no meten el hombro para sacar a Guatemala de la abismo en que ha caído. Se roban, pues, los politiqueros, los pocos ingresos que bien podrían canalizarse en mejorar los hospitales, escuelas y comida, porque el pueblo de guatemalteco vive no insuficiencia alimentaria. No señores, aquí el pueblo sufre  hambre, por eso los robos, asaltos, extorsiones crecen día a día y no habrá poder de ningún tipo que lo resuelva en tanto no se modifican los aspectos estructurales. Guatemala no necesita trabajo de imagen, como propusiera el obeso y bien comido barrigón embajador de Guatemala Julio Ligorría Carballido. Guatemala necesita cambios no trabajos de imagen, ante los perturbadores hechos que expone este extraordinario periodista, don José Rubén Zamora.


OBLIGADA HOJA DE RUTA


Por José Rubén Zamora, periodista guatemalteco

A menos de 15 meses del traspaso programado de la administración pública, el desafío de los guatemaltecos está orientado, como en los gobiernos anteriores, a controlar daños, esta vez del gobierno de Pérez y Baldetti, y prepararnos para que con el consiguiente gobierno, gane quien gane, estemos los guatemaltecos expuestos a menos abusos de poder, excesos de corrupción escandalosa y extravagancias de los gobernantes, sus familiares y amigos;  que más parecen y se comportan como plagas voraces e insaciables de pirañas, termitas y sanguijuelas.

En cuanto a este gobierno, es fundamental evitar que contraigan más deuda interna y menos aún deuda externa. Todo apunta a que buscarán a contratar deuda externa, que media vez estuviese aprobada estuviese aprobada por el Congreso, les permitiría emitir Letras de Tesorería para realizar colocaciones en la banca privada, a tasas de usura, como un crédito puente, por un par de meses, tiempo suficiente para el desembolso de los cuantiosos recursos externos provenientes de uno de los irresponsables e inmorales organismos financieros internacionales que, sin inmutarse, ha venido financiando la repugnante orgía de corrupción que tiene lugar en Guatemala.

Debemos rechazar categóricamente mayores niveles de endeudamiento, cuyo impacto en el país es dudoso y solo ha venido a engordar los bolsillos sin fondo de los mandatarios, funcionarios, familiares, allegados y amigos y esa comunidad podrida y asquerosa de contratistas y proveedores del Estado, que todos conocemos como los “los ricos emergentes”.

Asimismo, debemos de luchar de manera inclaudicable para que el poder Ejecutivo y sus operadores, Juan Rodríguez y Gustavo Herrera, que tienen en común el asalto millonario del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, sus conocidos nexos con el narcotráfico y sus destrezas y habilidades para el lavado, saquen sus manos sucias del Poder Judicial. Debemos denunciar y evitar que las presiones de Pérez y su grupo sobre los magistrados de la Corte de Constitucionalidad, terminen en una componenda que siente en el trono del Poder Judicial las Cortes amañadas, incapaces y títeres de los poderes políticos que hemos tenido en la etapa democrática.

Es urgente e imprescindible que organicemos un grupo de abogados brillantes, que nos ayuden a encontrar la ruta eficaz para que les sean retirados sus derechos de antejuicio a Otto Pérez Molina y a Roxana Baldetti, para que junto a los delincuentes Juan Rodríguez y Gustavo Herrera, sean perseguidos y juzgados por perpetrar el asalto al Poder Judicial, en el que siguen empecinados.

Tampoco podemos permitir la elección de un Contralor de Cuentas que esté al servicio de la cleptocracia y que solo llegue al puesto a garantizar la impunidad de los delincuentes y ladrones que nos han gobernado.

Estamos obligados a realizar una alianza social y política para combatir la previsible corrupción que se anticipa para el 2015, pues no podemos permitir que dejen al país en trapos de cucaracha y para lograr garantizar e incluso profundizar la transparencia y justicia electoral.

Al nuevo gobierno debemos exigirle una Reforma Constitucional que nos garantice la independencia del Poder Judicial, de los otrow poderes del Estado y más aún de los poderes paralelos; la autonomía política y financiera de la Contraloría de Cuentas, de suerte que exista en Guatemala una verdadera y rigurosa rendición de cuentas, la autonomía e independencia de la banca central, el indispensable equilibrio fiscal, el fin de privilegios y las exclusiones, la independencia política y financiera del Ministerio Público, pues la única garantía del fin de la impunidad.

Los retos y desafíos están planteados: los guatemaltecos tenemos la palabra.






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USA.

lunes, 27 de octubre de 2014

Brasil: victoria pírrica y después

El alivio ofrecido por el veredicto de las urnas en el día de ayer será de poca duración. A Dilma le esperan cuatro años durísimos, y otro tanto se puede decir acerca de Lula, su único posible sucesor (al menos hasta el día de hoy). Una de las lecciones más ilustrativas es la ratificación de la verdad contenida en las enseñanzas de Maquiavelo cuando decía que por más que se le hagan concesiones los ricos y poderosos jamás dejarán de pensar que el gobernante es un intruso que ilegítimamente se inmiscuye en sus negocios y en el disfrute de sus bienes. Dilma corre el riesgo de ser asfixiada por rivales cuya extrema belicosidad se hizo patente en la campaña electoral y que no parecen muy dispuestos a esperar otros cuatro años para llegar al gobierno.


BRASIL: VICTORIA PÍRRICA Y DESPUÉS


Por: Atilio Borón

Difícil y angustiosa victoria de Dilma en el balotaje de ayer, la más estrecha jamás habida en la historia brasileña, según consignan varios periódicos en sus portales. En el balotaje del 2006 Lula derrotó al candidato del PSDB Geraldo Alckmin por más de veinte puntos: 61 a 39 por ciento. En el 2010 Dilma doblegó en la segunda vuelta al también tucano José Serra por unos doce puntos: 56 versus el 44 por ciento. Ayer derrotó a Aécio por apenas tres puntos: 51.6 a 48.4 por ciento. Angustiosa e incierta no tanto por la escasa diferencia con que derrotó a su rival como por las agónicas tres semanas de campaña en donde, por momentos, el PT aparecía condenado a emprender un humillante regreso al llano luego de doce años de gobierno. Y si esto estuvo a punto de ocurrir fue más a causa de errores propios que de los méritos de su muy conservador oponente.

Como lo hemos señalado en numerosas oportunidades, los pueblos prefieren el original a la copia. Y si el PT hizo suya -en sus grandes líneas, aunque no en su totalidad- la agenda neoliberal de la derecha brasileña nadie puede sorprenderse que en una coyuntura tan complicada como la actual un significativo sector de la ciudadanía hubiera manifestado su predisposición a votar por Aécio. Es cierto que hubo algunas heterodoxias en la aplicación de aquella receta, la más importante de las cuales fue la creación del programa Bolsa Familia. Pero en lo tocante a las orientaciones económicas fundamentales la continuidad de la tiranía del capital financiero y su reverso, la fenomenal deuda pública del gobierno federal, unida al raquitismo de la inversión social ( ¡aproximadamente una décima parte de lo que paga por concepto de intereses de la deuda pública a los banqueros!), la deliberada despolitización y desmovilización popular que marcaron la gestión del PT desde sus inicios más el retraso en el combate a la desigualdad y en atender a problemas como el transporte público -entre tantos otros- que afectan al bienestar de las clases y capas populares (en especial a sus grupos más vulnerables como los afrobrasileños, los marginales de la ciudad y el campo, la juventud) terminaron por empujar al PT al borde de una catastrófica derrota. Contrariamente a lo que sostienen algunos de sus publicistas el “posneoliberalismo” todavía no se ha asomado en el Planalto.


El alivio ofrecido por el veredicto de las urnas en el día de ayer será de poca duración. A Dilma le esperan cuatro años durísimos, y otro tanto se puede decir acerca de Lula, su único posible sucesor (al menos hasta el día de hoy). Una de las lecciones más ilustrativas es la ratificación de la verdad contenida en las enseñanzas de Maquiavelo cuando decía que por más que se le hagan concesiones los ricos y poderosos jamás dejarán de pensar que el gobernante es un intruso que ilegítimamente se inmiscuye en sus negocios y en el disfrute de sus bienes. Son, decía el florentino, insaciables, eternamente inconformistas y siempre propensos a la conspiración y la sedición. La tremenda ofensiva desestabilizadora lanzada en las últimas tres semanas por los capitalistas brasileños desde la Bolsa de Valores de Sao Paulo, por el capital financiero internacional (recordar las más que notas arengas de The Economist, y el Wall Street Journal, entre otros) y la potente artillería mediática de la derecha brasileña (red O Globo, Folha, O Estado de Sao Paulo y revista Veja, principalmente) es aleccionadora, y demuestra los equívocos en que cae un gobierno que piensa que cediendo terreno a sus demandas logrará al fin contar si no con la lealtad al menos con la tolerancia de los poderosos.

Dilma corre el riesgo de ser asfixiada por rivales cuya extrema belicosidad se hizo patente en la campaña electoral y que no parecen muy dispuestos a esperar otros cuatro años para llegar al gobierno. Por eso la hipótesis de un “golpe institucional”, si bien muy poco probable no debería ser descartada apriorísticamente, lo mismo que el desencadenamiento de una feroz ofensiva desestabilizadora encaminada a poner fin a la “dictadura” petista que según la derecha cavernícola reunida en el Club Militar estaría “sovietizando” al Brasil.

Lo ocurrido con José Manuel Zelaya en Honduras y Fernando Lugo en Paraguay debería servir para convencer a los escépticos de la impaciencia de los capitalistas locales y sus mentores norteamericanos para tomar el poder por asalto ni bien las circunstancias así lo aconsejen. Para no sucumbir ante estos grandes factores de poder se requiere, en primer lugar, la urgente reconstrucción del movimiento popular desmovilizado, desorganizado y desmoralizado por el PT, algo que no podrá hacerlo sin una reorientación del rumbo gubernamental que redefina el modelo económico, recorte los irritantes privilegios del capital y haga que las clases y capas populares sientan que el gobierno quiere ir más allá de un programa asistencialista y se propone modificar de raíz la injusta estructura económica y social del Brasil. En segundo término, luchar para llevar a cabo una auténtica reforma política que empodere de verdad a las masas populares y abra el camino largamente demorado de una profunda democratización.

El Congreso brasileño es una perversa trampa dominada por el agronegocio y las oligarquías locales (253 miembros del Frente Parlamentario de la Agroindustria, que atraviesa casi todos los partidos, sobre un total de 513) producto del escaso impulso de la reforma agraria tras doce años de gobierno petista y las interminables piruetas políticas que tuvo que hacer para lograr una mayoría parlamentaria que sólo se destraba desde la calle, jamás desde los recintos del Legislativo. Pero para que el pueblo asuma su protagonismo y florezcan los movimientos sociales y las fuerzas políticas que motoricen el cambio –que ciertamente no vendrá “desde arriba”- se requerirá tomar decisiones que efectivamente los empoderen. Ergo, una reforma política es una necesidad vital para la gobernabilidad del nuevo período, introduciendo institutos tales como la iniciativa popular y el referendo revocatorio que permitirán, si es que el pueblo se organiza y concientiza, poner coto a la dictadura de caciques y coroneles que hacen del Congreso un baluarte de la reacción.

¿Será este el curso de acción en que se embarcará Dilma? Parece poco probable, salvo que la irrupción de una renovada dinámica de masas precipitada por el agravamiento de la crisis general del capitalismo y como respuesta ante la recargada ofensiva de la derecha (discreta pero resueltamente apoyada por Washington) altere profundamente la propensión del estado brasileño a gestionar los asuntos públicos de espalda a su pueblo. Esta es una vieja tradición política, de raíz profundamente oligárquica, que procede desde la época del imperio, al promediar el siglo diecinueve, y que ha permanecido con ligeras variantes y esporádicas conmociones hasta el día de hoy.

Nada podría ser más necesario para garantizar la gobernabilidad de este nuevo turno del PT que el vigoroso surgimiento de lo que Álvaro García Linera denominara como “la potencia plebeya”, aletargada por décadas sin que el petismo se atreviera a despertarla. Sin ese macizo protagonismo de las masas en el estado éste quedará prisionero de los poderes fácticos tradicionales que han venido rigiendo los destinos de Brasil desde tiempos inmemoriales. Y su consecuencia sería desastrosa no sólo para ese país sino para toda Nuestra América porque tanto Aécio como el bloque social y político que él representa no bajarán los brazos y no cejarán en sus empeños para “desacoplar” a Brasil de América Latina, liquidar a la UNASUR y la CELAC, promover el TLC con Estados Unidos y Europa y el ingreso a la Alianza del Pacífico y erigir un “cerco sanitario” que aísle a Cuba, Bolivia, Ecuador y Venezuela del resto de los países de la región. Un programa, como se comprueba a simple vista, en sintonía con la prioridad estratégica fundamental de Estados Unidos en la turbulenta transición geopolítica global que no es otro que regresar América Latina y el Caribe a la condición en que se hallaban la noche del 31 de Diciembre de 1958, en vísperas del triunfo de la revolución cubana.

Es que cuando el imperio ve peligrar sus posiciones en Medio Oriente, en Asia Central, en Asia Pacífico e inclusive en Europa su reflejo inmediato es reforzar el control sobre lo que tanto Fidel como el Che caracterizaron como su retaguardia estratégica. Es decir, nosotros. Lo hizo en la década de los setentas, cuando era socavado por el efecto combinado de la crisis del petróleo, la estanflación y las derrotas en Indochina, principalmente Vietnam. En aquella coyuntura su respuesta fue instalar dictaduras militares en casi toda América Latina y el Caribe. Y tratará de hacerlo nuevamente ahora, cuando su situación internacional está mucho más comprometida que en aquel entonces.







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USA.

domingo, 26 de octubre de 2014

El acertijo de Kobani

Kobani es ahora un peón crucial en un juego despiadado manipulado por Washington, Ankara y Erbil. Ninguno de estos actores quiere que el experimento de la democracia directa en Kobani y Rojava  florezca, se expanda y empiece a hacerse notar en todo el Sur Global. Las mujeres de Kobani están en peligro mortal de ser, si no esclavizadas, cruelmente traicionadas.


EL ACERTIJO DE KOBANI


Por Pepe Escobar (Brazil)

Las valientes mujeres de Kobani -donde los kurdos sirios están desesperadamente combatiendo contra el ISIS / ISIL / Daesh- están a punto de ser traicionadas por la “comunidad internacional”. Estas mujeres guerreras, aparte de combatir a los matones del Califa Ibrahim, también están luchando contra las traidoras agendas de los EE.UU, Turquía y la administración del Kurdistán iraquí. Entonces, ¿cuál es el verdadero asunto en Kobani?

Empecemos por hablar de Rojava. El significado completo de Rojava -las tres provincias en su mayoría kurdas del norte de Siria- es dado a conocer en este editorial (en turco), publicado por el activista encarcelado Kenan Kirkaya. Él argumenta que Rojava es el hogar de un “modelo revolucionario” que no menos que desafía  “la hegemonía del sistema capitalista, el sistema Estado-nación” -mucho más allá de su “significad regional, para los kurdos, o para los sirios, o Kurdistán”.

Kobani -una región agrícola-  es el epicentro de este experimento no violento de democracia, hecho posible gracias a un acuerdo desde el principio de la tragedia siria, entre Damasco y Rojava (si ustedes evitan participar en el cambio de régimen en contra de nosotros, no los molestaremos). Aquí (en árabe), por ejemplo, se argumenta que “incluso si un solo aspecto de verdadero socialismo fuera capaz de sobrevivir allí, millones de personas descontentas serian atraídas a Kobani”.

En Rojava, la toma de decisiones se hace a través de asambleas populares -multiculturales y multireligiosas. Los tres principales representantes de cada municipio son un kurdo, un árabe, un asirio o armenio critiano; y al menos uno de estos tres debe ser una mujer. Las minorías no kurdas tienen sus propias instituciones y hablan sus propios idiomas.

Entre un gran número de consejos de mujeres y de la juventud, también existe el cada vez más famoso ejército feminista, la milicia YJA Estrella (“Unión de Mujeres Libres”, con la “estrella” que simboliza a la diosa mesopotámica Ishtar).


 El simbolismo no podría ser más gráfico; piensen en las fuerzas de Ishtar (Mesopotamia) que luchan contra las fuerzas de ISIS (originalmente una diosa egipcia), ahora metamorfoseado en un califato intolerante. En el joven siglo 21, son las barricadas femeninas de Kobani las que están en la vanguardia en la lucha contra el fascismo.

Inevitablemente debe haber un buen número de puntos de intersección entre las Brigadas Internacionales que lucharon contra el fascismo en España en 1936 y lo que está sucediendo en Rojava, como subraya uno de los muy pocos artículos sobre el tema publicados en los medios de comunicación occidentales.

Si estos componentes no fueran suficientes para volver locos a los profundamente intolerantes wahabíes y takfiris (y a sus poderosos partidarios del Golfo con sus petrodólares), luego está la totalidad de la política puesta en marcha.

La lucha en Rojava está liderada fundamentalmente por el PYD, que es la rama siria del PKK de Turquía, las guerrillas marxistas en guerra contra Ankara desde 1970. Washington, Bruselas y la OTAN -bajo la implacable presión de Turquía- oficialmente siempre han clasificado al PYD y PKK como “terroristas”.

Un examen cuidadoso del libro, de lectura obligatoria, del líder del PKK, Abdullah Ocalan, Confederalismo Democrático revela como falsa esta ecuación terrorista/estalinista (Ocalan ha sido confinado a la isla-prisión de Imrali desde 1999).

Por lo que se esfuerzan el PKK y el PYD, es por un “municipalismo libertario”. De hecho eso es exactamente lo que Rojava ha estado intentado; comunidades autónomas donde se aplica  la democracia directa, utilizando como pilares consejos, asambleas populares, cooperativas gestionadas por los trabajadores -y defendidas por milicias populares. Así de esta manera es  el posicionamiento de Rojava en la vanguardia de un movimiento cooperativo mundial de economía y democracia cuyo objetivo ulterior sería el de pasar por alto el concepto de Estado-nación.

No sólo este experimento se está llevando a cabo políticamente a través del norte de Siria, sino que en términos militares, fueron el PKK y el PYD quienes se las arreglaron para rescatar a esas decenas de miles de yazidíes acorralados por el ISIS / ISIL / Daesh en el Monte Sinjar, y no las bombas estadounidenses, como falsamente se ha dicho. Y ahora, como detalla el copresidente del PYD, Asya Abdullah, lo que se necesita es un “corredor” para romper el cerco de Kobani establecido por los matones de Califa Ibrahim.

La movida política del sultán Erdogan

Ankara, por su parte, parece tener la intención de prolongar una política de “un montón de problemas con nuestros vecinos”.

Para el ministro de Defensa turco Ismet Yilmaz, “la causa principal de la existencia del ISIS es el régimen sirio”. Y el primer ministro Ahmet Davutoglu -que inventó en primer lugar la ya desaparecida doctrina de “cero problemas con nuestros vecinos”- ha subrayado en repetidas ocasiones que Ankara sólo intervendrá con tropas en Kobani para defender a los kurdos, si Washington presenta un “plan post-Assad”.

Y luego está el presidente turco Tayyip Erdogan, alias el Sultán Erdogan, un personaje que rebasa los confines de la realidad.

Los edictos del sultán Erdogan son bien conocidos. Los kurdos sirios deben luchar contra Damasco, bajo el mando de esa repugnante ficción, el reconstituido Ejército Libre de Siria (que será entrenado, precisamente en Arabia Saudita); ellos (los kurdos sirios) deben olvidarse de cualquier tipo de autonomía; deben aceptar dócilmente la solicitud de Turquía a Washington para crear una zona de exclusión aérea sobre Siria y también un área de “seguridad” fronteriza  en territorio sirio. No es de extrañar que tanto el PYD y Washington han rechazado estas demandas.

El sultán Erdogan tiene sus ojos puestos en el reinicio del proceso de paz con el PKK; y él quiere conducirlo en una posición de fuerza. Hasta el momento su única concesión ha sido permitir que los peshmergas kurdos iraquíes entren en el norte de Siria para que sirvan de contrapeso a las milicias del PYD-PKK, y así evitar  el fortalecimiento de un eje kurdo anti-turco.

Al mismo tiempo el sultán Erdogan sabe que el ISIS / ISIL / Daesh ya ha reclutado hasta 1,000 portadores de pasaportes turcos- y siguen sumándose. Su otra pesadilla es que el brebaje tóxico que está causando estragos en “Siraq” más tarde que temprano se derramará con toda la furia dentro de las fronteras turcas.

Cuidado con esos bárbaros a las puertas

Los matones del Califa Ibrahim ya han telegrafiado su intención de masacrar y / o esclavizar a toda la población civil de Kobani. Y, sin embargo Kobani, per se, no tiene valor estratégico para ISIS / ISIL / Daesh (eso es lo que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo la semana pasada, pero luego, como era previsible, se retractó). Este muy persuasivo comandante del PYD, sin embargo, es muy consciente de la amenaza ISIS / ISIL / Daesh.

Kobani no es esencial en comparación con Deir ez-Zor (que cuenta con un aeropuerto que abastece al Ejército Árabe Sirio), o Hasakah (que tiene yacimientos de petróleo controlados por los kurdos ayudados por el Ejército Árabe Sirio). Kobani no cuenta con ningún aeropuerto y no hay campos petrolíferos.

Por otro lado, la caída de Kobani generaría una adicional e inmensamente positiva publicidad para la ya muy pulida empresa del Califa, ampliando la percepción de un ejército vencedor, especialmente entre nuevos y potenciales reclutas con pasaportes de la UE, así como el establecimiento de una base sólida muy cerca de la frontera con Turquía.

En esencia, lo que el Sultán Erdogan está haciendo es pelear tanto contra Damasco (a largo plazo) y contra los kurdos (mediano plazo), mientras que en efecto le da un pase libre (a corto plazo) al ISIS / ISIL / Daesh. Y, sin embargo, yendo un poco más allá, el periodista turco Fehim Tastekin está en lo correcto; el entrenamiento de los inexistentes rebeldes sirios “moderados” en la oh-tan-democrática Arabia Saudita, sólo conducirá a la pakistanización de Turquía. Un remix -una vez más- del escenario creado durante la yihad afgana en los 1980.

Como si esto no fuera lo suficientemente confuso, en un  cambio de las reglas del juego -y alterando su dogma “terrorista”- Washington está ahora manteniendo un entente cordiale con el PYD. Y eso representa un dolor de cabeza extra para el sultán Erdogan.

Este toma y daca entre Washington y el PYD está todavía al alcance de cualquiera. Sin embargo, algunos hechos sobre el terreno lo explican todo con lujo de detalles; más bombardeos estadounidenses y entregas de ayuda por vía aérea, (incluyendo el fiasco de armas lanzadas para los kurdos que terminaron en manos de los matones del Califa).

Hay un hecho clave que no debe ser pasado por alto. Tan pronto como el PYD era más o menos “reconocido” por Washington, el jefe del PYD Saleh Muslim fue a reunirse con el astuto líder del Gobierno Regional del Kurdistán (GRK), Masud Barzani. Fue entonces cuando el PYD prometió “compartir el poder” en Rojava con los peshmergas de Barzani.

Los kurdos sirios que fueron obligados a abandonar Kobani y exiliarse en Turquía, y que apoyan al PYD, no pueden retornar a Siria; pero los kurdos iraquíes pueden ir y venir. Este sospechoso acuerdo fue negociado por el jefe de inteligencia del Gobierno Regional de Kurdistán, Lahur Talabani. El GRK, de modo significativo, se lleva muy bien con Ankara.

Eso arroja más luz sobre el juego de Erdogan; él quiere que los peshmerga -que son feroces enemigos del PKK- se conviertan en la vanguardia en la lucha contra ISIS / ISIL / Daesh y así socavar la alianza PYD / PKK. Una vez más, Turquía está enfrentando a kurdos contra kurdos.

Washington, por su parte está manipulando Kobani para legitimar completamente -en una versión “humanitaria” al estilo R2P (Responsabilidad Para Poteger)- su cruzada contra ISIS / ISIL / Daesh. Nunca es suficiente recordar que todo esto comenzó con un bombardeo propagandístico de Washington sobre el espurio, fantasmal grupo Khorasan, preparándose para un nuevo 11-9. Kkorasan, como era previsible, desapareció totalmente del ciclo de noticias.

A la larga, la maniobra estadounidense es una seria amenaza para el experimento de la democracia directa en Rojava, que Washington no puede sino interpretar como -¡Dios no lo quiera!- el retorno del comunismo.

De esta manera Kobani es ahora un peón crucial en un juego despiadado manipulado por Washington, Ankara y Erbil. Ninguno de estos actores quiere que el experimento de la democracia directa en Kobani y Rojava  florezca, se expanda y empiece a hacerse notar en todo el Sur Global. Las mujeres de Kobani están en peligro mortal de ser, si no esclavizadas, cruelmente traicionadas.

Y se vuelve aún más inquietante cuando el juego del ISIS / ISIL / Daesh en Kobani es visto esencialmente como lo que es; una táctica de distracción, una trampa para el gobierno de Obama. Lo qué los matones del Califa realmente tienen en la mira es la provincia de Anbar en Irak -que ya en gran medida controlan- y el crucial territorio de Bagdad. Los bárbaros están a las puertas, no sólo de Kobani sino también de Bagdad.



Pepe Escobar es corresponsal  itinerante de Asia Times/Hong Kong, analista de RT y de TomDispatch. Su Nuevo libro, Empire of Chaos, será  publicado en noviembre por Nimble Books. Pepe es el autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007). 






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jueves, 23 de octubre de 2014

El New York Times, Cuba y el Ébola

Esta vez el Times, con un triste historial de atacar a Cuba cada vez que puede, no tuvo otra alternativa más que reconocer y encomiar el invaluable esfuerzo cubano en ayuda de los afectados por la epidemia del ébola en África.


EL NEW YORK TIMES, CUBA Y EL ÉBOLA



El New York Times, el periódico favorito de la elite liberal blanca norteamericana -entusiasta proponente del intervencionismo militar humanitario (R2P)- y que no se caracteriza por apoyar sino todo lo contrario denigrar a aquellos países, especialmente latinoamericanos, que han optado por una vía democrática que rechaza el injerencismo estadounidense, ha publicado recientemente una nota editorial en la que  elogia a Cuba por su participación directa con personal médico especializado en la lucha por contener la epidemia del ébola que está azotando a varios países de África Occidental. Esta vez el Times, con un triste historial de atacar a Cuba cada vez que puede, no tuvo otra alternativa más que reconocer y encomiar el invaluable esfuerzo cubano en ayuda de los afectados por la epidemia del ébola en África.

Sin embargo, el editorial del Times en lugar de iniciar con un reconocimiento pleno, honesto y sincero al tremendo esfuerzo humanitario cubano, de entrada, y muy al estilo del diario neoyorkino, se dedica a ponerle una especie de asteriscos a la misión humanitaria isleña, diciendo por ejemplo, que Cuba es una isla empobrecida y relativamente aislada y que queda a más de 7,000 kilómetros de los países africanos donde el ébola se está esparciendo a un ritmo alarmante. Más adelante argumenta que la enorme contribución de Cuba, sin duda, forma parte de sus esfuerzos por mejorar su estatus en el escenario mundial. Luego admite, aun así, debe ser aplaudida e imitada.

Por su puesto, señores del Times, que el esfuerzo solidario incomparable de la isla hermana de Cuba debe de ser imitado, sobre todo, por aquellas naciones que hacen gala en todos los foros mundiales de sus grandes valores democráticos, y de la benevolencia filantropista de sus clases más ricas. Ciertamente Cuba es un país pobre, pero contrario a los países más ricos, los ingresos de sus actividades productivas no se dedican a engordar los bolsillos de ninguna elite parasitaria local, sino que se utilizan para mantener en funcionamiento programas de gran beneficio colectivo, como en la salud y la educación, en los que Cuba sobrepasa con mucho a otros inmersos en el desarrollo capitalista supuesto generador de riqueza y bienestar para sus habitantes, que sin embargo, en un gran número no pueden pagar los exorbitantes costos de la educación y del cuidado médico privados.

El New York Times, en su papel de vocero oficial de Washington, quiere crear la falsa impresión de una Cuba aislada internacionalmente que busca a toda costa mejorar su imagen y que sin duda la epidemia del ébola en África está siendo explotada con ese fin. Pero ese argumento a todas luces descalificador y mal intencionado queda fácilmente desbaratado por la propia historia de Cuba y su revolución socialista, que aunque haya muchos enemigos que siempre buscaran minimizar o negar sus logros, siempre se ha caracterizado a lo largo de su historia por demostrar con hechos su gran vocación internacionalista revolucionaria, poniendo al servicio de aquellos pueblos con necesidades extremas o víctimas de desastres naturales, no solo su ayuda material y técnica, sino además su gran sentido de solidaridad humana, algo por lo que es ampliamente reconocida y elogiada en todo el mundo, incluso en los propios Estados Unidos, que a cambio y como muestra de la mala fe imperialista, continua imponiéndole un antidemocrático bloqueo económico que ya dura décadas, pero que Cuba con su propio esfuerzo y la ayuda solidaria de otros países hermanos ha logrado resistir y en buena medida vencer.

En un intento por balancear su injusta crítica hacia las encomiables intenciones de Cuba, el Times enseguida nos dice, que el pánico que ha generado la epidemia alrededor del mundo no ha producido una respuesta adecuada por parte de las naciones que tienen la capacidad de contribuir. Aunque Estados Unidos y otros países han ofrecido su disposición a contribuir dinero, únicamente Cuba y unas pocas organizaciones no gubernamentales están proporcionando lo que se necesita con mayor urgencia: profesionales médicos dispuestos a atender pacientes.

Eso es exactamente lo que hace la diferencia entre naciones ricas que todo lo ven en función de sus propios intereses, que desdeñan la solidaridad entre los humanos y que en su lugar promueven el individualismo a ultranza, y naciones que como Cuba, a pesar de sus carencias económicas, creen, valoran y practican ese principio revolucionario donde la urgencia así lo demande, sin importar las diferencias, porque la condición de ser humano y su dignidad intrínseca están más allá de cualquier categorización absurda.

Lamentando que Washington no tenga vínculos diplomáticos con La Habana, el colaborador más audaz en la lucha contra el ébola, sobre todo ahora que más se necesita la coordinación para contrarrestar la mortal amenaza de esta epidemia, el New York Times, indica que, para la administración de Obama esto debe de servir como un urgente recordatorio que los beneficios de actuar con rapidez para restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba superan con creces los inconvenientes.

Estamos de acuerdo en que se deben restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países, empezando por el levantamiento del inmoral bloqueo económico impuesto sobre la isla, pero estas deben ser basadas en la cooperación y el respeto mutuos, sin intentar socavar la soberanía de Cuba y los logros de su revolución. Pero si lo que se busca es un proceso desestabilizador bajo la fachada de “apertura democrática” donde proliferen cientos de ONGs encargadas de organizar alguna de esas revoluciones de colores que son las favoritas del Times, entonces para que abogar hipócritamente por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.


El hecho que el New York Times abogue por la normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos no debe ser tomado como algo que nace de un serio compromiso con sus supuestos valores democráticos, porque si la historia sirve de algo es para mostrarnos de qué lado esos valores han estado.





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martes, 21 de octubre de 2014

Las guerras de terceros en Siria

Hay una fuerte dimensión interna en la guerra en Siria, sin embargo, ahora es probablemente marginal a la guerra global y regional que está causando estragos en el país hoy en día.  En este momento se están peleando varias guerras de terceros en Siria. Estos conflictos de terceros ahora determinan el curso de los acontecimientos en Siria, y el propio pueblo sirio, a ambos lados del conflicto, tiene muy poco control sobre ellos. Las consignas que están siendo propagadas por ambos lados del conflicto sólo sirven para racionalizar las políticas y decisiones de los patrocinadores externos.


LAS GUERRAS DE TERCEROS EN SIRIA


Por  As'ad AbuKhalil

La guerra siria no es sólo una guerra peleada a través de terceros. Hay una fuerte dimensión interna en la guerra en Siria, pero ha sido oscurecida por varias capas y dimensiones de intervención exterior y agendas. El régimen sirio quiere mantenerse en el poder a toda costa, mientras que ciertamente hubo una oposición popular civil en Siria cuando comenzó levantamiento. Hay miles de razones para que el pueblo sirio proteste contra la dictadura de una familia que ha controlado la mayor parte de su vida desde 1970, pero el movimiento de protesta civil no estalló por sí solo, no obstante la narrativa de los medios de comunicación occidentales. Simultáneo al movimiento de protesta que estalló en el 2011, Turquía y los regímenes del Golfo ya habían establecido grupos de rebeldes armados para ayudar a derrocar al régimen. La dimensión interna de la guerra en Siria, sin embargo, ahora es probablemente marginal a la guerra global y regional que está causando estragos en el país hoy en día. Hoy en día hay varias guerras de terceros en Siria y se pueden resumir como sigue:

1. La guerra interna wahabí: no hay guerra dentro del Islam en Siria como Thomas Friedman y sus secuaces siguen afirmando. Ha habido una faceta moderada y progresiva del Islam en Siria y muchos de sus elementos se han alineado con el régimen. Y al contrario de las primeras afirmaciones hechas por la oposición externa contratada y sus partidarios en Occidente, nunca hubo una versión moderada y progresista del Islam entre los grupos rebeldes. ¿Cómo puede ser el caso, cuando los patrocinadores del  Islam rebelde sirio son Turquía, Qatar y Arabia Saudita? Mufti Hassun (a pesar de que es un aliado y tal vez una herramienta del régimen, e incluso el asesinado Sheikh al-Buti) es mucho más progresista que cualquiera de sus adversarios en el otro bando, entre ellos al-Khatib Mu`adh que ha vituperado en el pasado acerca de los males de las redes sociales, la masturbación y los judíos, y que elogió a al-Nusrah  temprano en su mandato como líder del Consejo Nacional Sirio. La guerra interna wahabí está enfrentando a las diversas facciones wahabíes en la región unos contra otros. El régimen saudí, el qatarí, Al-Qaida (Frente Nusrah) e ISIS: los cuatro son wahabí y cada uno está tratando de dominar el campo del movimiento wahabí.

2.-La guerra iraní-saudí: los dos bandos están comprometidos en las luchas en diferentes partes de la región, desde Yemen a Líbano y Siria. El conflicto es por el dominio político y la hegemonía.

3. La guerra entre suníes y chiíes: esta es una guerra más bien artificial que fue instigada por el régimen saudí  -a instancias de Estados Unidos e Israel- para socavar la base de apoyo árabe a Hezbolá e Irán en la región.

4. La guerra ruso-estadounidense: esta guerra es una reminiscencia de la Guerra Fría. El conflicto entre el gobierno ruso y el gobierno estadounidense nunca ha llegado a este nivel desde la desaparición de la Unión Soviética. El conflicto en torno a Ucrania y Siria, entre otros lugares, ha empujado a las dos partes a recurrir a los trucos y métodos de la Guerra Fría, incluyendo guerras a través de terceros.

5. El conflicto qatarí-saudí: los dos regímenes wahabíes están peleando por muchas cuestiones, pero ambos desean hablar en nombre del Islam político. Qatar cuenta con los Hermanos Musulmanes y algunos elementos del Islam yihadista, mientras que el régimen saudí cuenta con los salafistas y algunos elementos del Islam yihadista. Este conflicto puede explicar el conflicto entre el Frente Nusrah y el ISIS.

6. El Hezbolá versus el Movimiento del Futuro: estos dos movimientos libaneses han estado luchando en Siria. El Movimiento del Futuro es un movimiento amplio y suelto que comprende diversas persuasiones, incluidos los salafistas.

7. Choque de identidades islámicas: Arabia Saudita, Turquía, e Irán están todos esperando dejar su sello nacional sobre el movimiento islamista político en la región.

8. El conflicto regional entre la organización mundial de los Hermanos Musulmanes por un lado y los salafistas regionales, por el otro.

Estos conflictos de terceros ahora determinan el curso de los acontecimientos en Siria, y el propio pueblo sirio, a ambos lados del conflicto, tiene muy poco control sobre ellos. Las consignas que están siendo propagadas por ambos lados del conflicto sólo sirven para racionalizar las políticas y decisiones de los patrocinadores externos.


Dr. As’ad AbuKhalil se desempeña como profesor de Ciencias Políticas  en la Universidad de California, un conferenciante y autor de The Angry Arab News Service.







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lunes, 20 de octubre de 2014

¿Dónde está el legado de la Revolución Nacional de 1944?

A 70 años de aquella apoteósica apuesta truncada, Guatemala vive en un hastío y en un sinsentido existencial generalizado. El casi bicentenario Estado aparente, lejos de fortalecerse y afianzarse en el su territorio, se diluyó y diluye casi por completo, evidenciando las estructuras de la putrefacta corrupción que la carcome cual si fuera una lepra crónica. En Guatemala, por donde se pone el dedo salta la secreción de la corrupción.


GUATEMALA: ¿DÓNDE ESTÁ EL LEGADO DE
LA REVOLUCIÓN NACIONAL DE 1944?


Por Ollantay Itzamná

Hace 70 años atrás, Guatemala iniciaba su precaria década de primavera revolucionaria que la obtusa élite político-militar-económica-religiosa, y la avaricia norteamericana, no la dejaron florecer por completo. Militares, profesores y estudiantes, indignados con la dictadura militar persistente, impulsaron un intento revolucionario para emancipar a Guatemala de la dominación de los intereses norteamericanos. Entonces, era 20 de octubre de 1944.

El inmoral acaparamiento de las tierras, la servidumbre legalmente establecida que padecían indígenas y campesinos, y la sistemática violación de los derechos individuales, motivó al estallido de aquella histórica Revolución.

A 70 años de aquella apoteósica apuesta truncada, Guatemala vive en un hastío y en un sinsentido existencial generalizado. El casi bicentenario Estado aparente, lejos de fortalecerse y afianzarse en el su territorio, se diluyó y diluye casi por completo, evidenciando las estructuras de la putrefacta corrupción que la carcome cual si fuera una lepra crónica. En Guatemala, por donde se pone el dedo salta la secreción de la corrupción.

La Revolución Nacional intentó redistribuir el uso de la tierra en el país, garantizando como único propietario al Estado (para evitar la compraventa, seguido de acumulación). El Gobierno de los EEUU. promovió la contra revolución y logró que se reestableciera la inmoral tenencia de la tierra. Ahora, los monocultivos acaparan más del 60% de las tierras de cultivo en un país donde la desnutrición y el hambre adquieren carta de ciudadanía y carcomen a casi el 60% de niños menores de cinco años. Ejércitos de campesinos e indígenas sin tierra, empujados por el hambre, marchan hacia los monocultivos para padecer la esclavitud en esas prisiones verdes. Mientras tanto, gobernantes e importadores de alimentos se hacen millonarios en uno de los países más hambrientos de la región.

La Revolución Nacional intentó profundizar y democratizar la democracia formal en Guatemala. Pero, los politiqueros de derecha y de izquierda que sobrevinieron, agrupados en sus empresas electorales, usurpan la soberanía y secuestran la voluntad y la representatividad política del pueblo. Estos sinvergüenzas de saco y corbata, tramitadores de los contratos de concesiones para las multinacionales, ahondan la ruptura entre el aparente Estado y la sociedad fragmentada, al grado que el incipiente proyecto de unidad de la nación mestiza de Guatemala también se difumina acelerando las aspiraciones de autonomías indígenas.

Guatemala, con sus más de 53 mil millones de dólares de Producto Bruto Interno (PIB), tiene la economía más grande de toda Centro América y de muchos del Caribe y de algunos de América del Sur. Pero también es el país más racista y desigual del Continente. Ni siquiera en Haití existe la inmensa brecha entre ricos y empobrecidos como en este país centroamericano. Casi el 100% de la economía está en manos del sector privado. El empobrecimiento, en el área rural, alcanza casi al 80% de la población. El Estado neoliberal prácticamente se convirtió en gendarmería que garantiza la acumulación del capital por desposesión. ¡Ay de los pueblos indígenas o empobrecidos que se organicen y se atrevan a defender sus derechos! El Estado y las empresas los declaran enemigos internos y los aniquilan selectivamente.

Las élites político-económico-militar, luego del triunfo de la contra revolución, utilizaron la violencia oficial como el único método para mantenerse en el poder. Al límite que, luego de los supuestos Acuerdo de Paz (1996), instauraron las condiciones socioculturales para la generalizada germinación de la violencia-inseguridad-incertidumbre para desmovilizar la conciencia y voluntad popular. Ahora, la seguridad cuesta caro en Guatemala, y son ellos quienes lucran con la seguridad privatizada.

Al ser los profesores y estudiantes el núcleo dinámico del proceso revolucionario se creyó que el pensamiento revolucionario sería el mayor legado de aquella revolución inconclusa. Pero, tampoco esto fue posible. La represión y la violencia instaurada en contra del pensamiento divergente, en las décadas post revolucionarias, y durante la guerra interna, prácticamente condenó a profesionales y académicos al solipsismo. Se asumió la autocensura del pensamiento como el modo del quehacer académico para subsistir. A esto se sumó el establecimiento del individualismo como la virtud máxima de la “sociedad” neoliberal.

En estos tiempos, Guatemala padece un déficit crónico de pensadores orgánicos, comprometidos con los movimientos sociales emergentes. La gran mayoría de los académicos son antimovimientos sociales. Académicos de izquierda y de derecha se convirtieron en peones mal pagados de los agentes del sistema neoliberal.

En contraste con este crónico cuadro, emergen desde diferentes puntos geográficos y sectores indígenas del país, movimientos locales de resistencia con agendas propias. Estos guardianes y depositarios excluidos de la dignidad y soberanía del país sienten en carne propia que Guatemala como proyecto de Estado nación es un fracaso. Ellos subsistieron sin Estado por muchos años. Pero, ahora, que el capital herido va por todo y por todas partes, sienten la violencia estatal-empresarial, por eso se resisten, y muchos de ellos plantean la reconstitución de los territorios indígena autónomos. Otros, con una perspectiva más global, plantean la necesidad de una Asamblea Constituyente Popular para refundar Guatemala. Pero, a esta propuesta incluso la seudo izquierda política de Guatemala le tiene miedo.






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