lunes, 27 de abril de 2020

SARS-CoV-2: un virus “made in” capitalismo

Lo que la pandemia del nuevo coronavirus ha dejado muy claro es que el afán de lucro en el sistema capitalista puede ser mortal. Por supuesto, esta crisis detonada en múltiples niveles por el Covid-19 tendrá repercusiones desproporcionadas en grupos vulnerables, principalmente.


SARS-COV-2: UN VIRUS “MADE IN” CAPITALISMO



Lo que la pandemia del nuevo coronavirus ha dejado muy claro es que el afán de lucro en el sistema capitalista puede ser mortal. Por supuesto, esta crisis detonada en múltiples niveles por el Covid-19 tendrá repercusiones desproporcionadas en grupos vulnerables, principalmente.

El riesgo de infección amenaza a los trabajadores de sectores industriales que se han negado a detener sus operaciones y adoptar medidas adecuadas para protegerlos. Pero también el virus acecha a poblaciones marginadas en todo el mundo: refugiados y migrantes en países europeos, por ejemplo, carecen de instituciones que protejan su salud y bienestar en esas sociedades.

Francesco Della Puppa expuso el impacto de la pandemia en los inmigrantes, desde los refugiados hasta los solicitantes de asilo en Italia, durante una entrevista para Radio Melting Pot.

Relata que las autoridades italianas no han tomado medidas mínimas para las personas que viven sin techo en ese país, que cada vez incluye más a refugiados y solicitantes de asilo que huyen de la guerra y la violencia en el norte de África. Viven en asentamientos con condiciones sanitarias precarias, donde el contagio se hace muy probable. También se les puede excluir de los programas sociales, como apoyos en el suministro de alimentos, si no tienen un determinado documento.

Las consecuencias de la exclusión social y económica se han puesto de relieve con la propagación del virus. Sin embargo, es la reflexión introductoria en la entrevista a Della Puppa la que nos atañe, cuando enfatiza que “no hay nada directamente natural en la propagación” del nuevo coronavirus.

Y esto tampoco significa darle aliento a las variopintas teorías conspirativas que han emergido, mucho menos aquellos relatos delirantes que desde Estados Unidos han tomado fuerza para evadir el problema acusando a la República Popular China por la propagación del virus.

Para Della Puppa existe una combinación de factores, todos centrados en la organización globalizada del capitalismo y sus relaciones productivas, que han puesto el terreno fértil para el desarrollo de nuevos virus y su evolución a la transmisión entre humanos.

Revisemos algunos de ellos.

La incidencia de los virus y la producción agroindustrial de alimentos

El aumento de la cría industrial de animales está creando condiciones propicias para la propagación de patógenos que en otra situación podría ser frenada. Monocultivos de animales domésticos, hacinados en granjas, con sistemas inmunes deprimidos, facilitan las tasas de transmisión para cualquier cepa de virus que llegue ahí.

“Estos animales, más fácilmente atacados por los virus, se convierten en el llamado ‘spillover’, o el salto de una especie a otra, hasta que el virus llega a los humanos. Porque se les mantiene vivos a la fuerza, dentro de una granja de cría intensiva”, dice Della Puppa.

En el libro Las grandes granjas hacen la gran gripe, el filogeógrafo Rob Wallace investiga las conexiones entre las prácticas agrícolas industriales y la epidemiología viral.

Entrevistado para Real News Network, ejemplifica esta singularidad de la producción industrial revisando la evolución de la peste porcina africana, un virus que se transmite entre los cerdos y que está teniendo un efecto desastroso en la seguridad alimentaria de Asia, donde la población depende en gran parte de la carne de cerdo para el consumo proteico. El sacrificio de millones de animales infectados ha disparado los precios de la carne de cerdo en un 40% a nivel mundial.

“La peste porcina africana comenzó en el África subsahariana como un patógeno silvestre que se transmitía entre el jabalí verrugoso y las garrapatas blandas locales (…) en la década de 1920 comenzó a extenderse a la producción doméstica de cerdos. En 1950, se abrió camino en la Península Ibérica, en Portugal y España, donde circuló durante unos 30 años antes de ser aplastado. Sin embargo, fue en 2007 cuando el virus surgió de una manera que explotó en toda Europa del Este y las antiguas repúblicas soviéticas. Y luego, en 2018, apareció en China. Pero lo importante es entender que los patógenos pasan por estos cambios en términos de su éxito en relación con las oportunidades que se les proporcionan”.

Al manipular grandes densidades de población, los monocultivos eliminan cualquier “cortafuegos inmunológico” porque, una vez que el virus mata a su hospedador, puede fácilmente entrar en el siguiente para continuar reproduciéndose.

En el caso específico de la peste porcina africana, el virus no ha dado el salto al contagio de humanos. Pero “miles de granjeros y procesadores de carne y equipos de limpieza están siendo expuestos al virus (…) siempre existe la posibilidad de que los patógenos puedan evolucionar la capacidad de ir de humano a humano”, advierte Wallace.

Deforestación ambiental y devastación minera

El estilo de vida capitalista ha intensificado la deforestación de entornos naturales remotos para expandir los territorios de la agricultura y ganadería industrial, explotar metales raros que sirven a la producción de las tecnologías modernas o ampliar las grandes metrópolis.

Además, la aparición de “enormes zonas periurbanas, con condiciones sanitarias muy precarias”, dice Della Puppa, hacen más fácil el ataque y contagio de los virus, “que encuentran en estos densos entornos urbanos su hábitat ideal”.

El cuento del murciélago en el mercado de Wuhan, más allá del intento por hacerlo un excepcionalismo chino, refleja cómo los patógenos que antes estaban encajonados en bosques y selvas son liberados por empresas multinacionales que se apropian de la tierra y la explotan siguiendo el modelo neoliberal de generar ganancias económicas.

La tala de árboles, la minería, la construcción de carreteras y la “hiper-urbanización” destruyen los hábitats naturales de los animales y las zonas de gran diversidad biológica.

A todo eso, Della Puppa, añade que el deshielo de los casquetes polares, producto del calentamiento global, también liberará “enjambres de virus desconocidos, atrapados durante miles de años en los glaciares, con consecuencias impredecibles”.

La pandemia también tiene sus raíces en las perturbaciones del capitalismo al ecosistema.

El Covid-19 podía ser prevenido, pero no era rentable

“Varios institutos de investigación de China o, por ejemplo, en 2012, el Instituto Alemán Koch, ya anunciaron que se daban todas las condiciones para que un virus probablemente procedente de los mercados asiáticos infectara al mundo, y describieron los síntomas y las formas en que se podría infectar el Covid-19”.

Así como Della Puppa subraya que la pandemia era predecible, investigadores especializados en las distintas cepas del coronavirus coinciden en que las compañías farmacéuticas podrían haber empezado a desarrollar una vacuna y tratamientos para el virus hace años.

Es lo que sostiene el biólogo estructural Rolf Hilgenfeld, quien ha estado trabajando en tratamientos contra los coronavirus desde el SARS (brote previo de coronavirus), en 2002–2003.

En enero, cuando el comportamiento virulento del Covid-19 no se había determinado, Hilgenfeld señaló que las empresas no destinaban recursos en investigaciones sobre los coronavirus porque “el número total de personas infectadas, si se combina el SARS, el MERS y este nuevo virus, es inferior a 12 mil 500 personas. Eso no es un mercado. El número de casos es demasiado pequeño”.

Las farmacéuticas no se arriesgarían a invertir en un fármaco para tratar brotes impredecibles en su impacto y potencial lucrativo, aun cuando diez años de investigación sobre coronavirus alertaron la amenaza latente de esta familia de enfermedades.

Esta lógica de producir medicamentos con fines de lucro y no para satisfacer las necesidades humanas se resume en un dato: varios brotes virales internacionales (SARS-CoV-1, MERS, Zika, Ébola, entre otros) han irrumpido en el siglo XXI cobrando miles de vidas. Hasta los momentos, solo la vacuna para el Ébola ha llegado al mercado.

Si examinamos los elementos que nos trajo hasta la pandemia, reconoceremos con facilidad que la única forma de cortar la propagación de virus y crisis sistémicas yacen en la desaceleración y contramedidas que se puedan aplicar frente al capitalismo tardío y las estructuras que lo sustentan.






Publicado por La Cuna del Sol

viernes, 24 de abril de 2020

El capitalismo: el coloso con pies de barro


No fue necesario mucho, con poco, casi se vino abajo, en el término de unas semanas. De sopetón, el coloso de pies de barro del capitalismo, entró en crisis. Ha sido necesario instalarle un respirador de billones de dólares para que sobreviva malamente.



EL CAPITALISMO: EL COLOSO CON PIES DE BARRO


Por Luciano Castro Barillas / Escritor y analista político

No fue necesario mucho, con poco, casi se vino abajo, en el término de unas semanas. De sopetón, el coloso de pies de barro del capitalismo, entró en crisis. Ha sido necesario instalarle un respirador de billones de dólares para que sobreviva malamente. Con un empujoncito más hubiera caído de bruces. Pese a estar construido con oro, plata, bronce, hierro y arcilla; como la pesadilla que tuvo el rey Nabucodonosor II (604 años antes de Cristo) y que el judío Daniel, un profeta llevado como esclavo después de la destrucción de Judá y Jerusalén, se apresuró a interpretar mal intencionadamente como la caída de su imperio.

Los judíos desde la antigüedad le hicieron mala fama a Babilonia y a su rey (lea el Viejo Testamento y los libros de Reyes, Jeremías y Crónicas) que se los llevó a esa ciudad, no precisamente de turismo, sino para trabajar gratis, es decir, de esclavos, previa destrucción de Judea y Jerusalén.  Entre las difamaciones y calumnias de los judíos, de buena lengua ya en esos tiempos profundos de la humanidad, estuvo la de llamar a la espléndida ciudad de Babilonia La Gran Ramera (reina de las abominaciones) solo porque no creían sus ciudadanos en su dios y porque no tenían la ración debida de ajos y cebollas. Otras sandeces del mismo estilo se difundieron en el Pentateuco y hasta la fecha, en pleno siglo XXI, solo son creídas por los amplios votantes de confesión protestante de Donald Trump y Jair Bolsonaro, personajes que se gastan unos cerebros altamente receptivos para las estupideces y rutilantes de oscuridad.

Pues, bien, con este preámbulo histórico necesario para ilustrar la debilidad del Coloso con pies de Barro, nada mejor que esta imagen aplicada a la actual crisis del capitalismo, construido con el oro y la plata saqueada a los pueblos del mundo. El feudalismo desde el siglo XIV daba señales inequívocas de su agotamiento como formación económica-social, lo cual la acabó de erosionar la Peste Negra hacia 1343 o 1346. La renta por el alquiler de la tierra ya no daba para mucho y si bien los señores feudales seguían teniéndole miedo al trabajo y escoraban por la buena vida, la tierra agotada ya no daba para mucho, apenas sí para que los campesinos no se murieran de hambre. Las guerras de grandes dimensiones han modificado desde siempre las viejas estructuras políticas y sociales, pero también las grandes epidemias como la peste aludida. 

A mediados del siglo XIV se dio una de las mayores epidemias de la humanidad, la Peste Negra, que minó las obsoletas estructuras sociales, económicas y políticas del régimen feudal. Europa ya no fue la misma pues las relaciones sociales de producción se modificaron inopinadamente, es decir, sin querer queriendo. La fuerza de trabajo, los campesinos, quedó altamente diezmada con los millones de muertos (25 millones de difuntos) para una población que no era tan extensa. En Florencia, por ejemplo, sobrevivió un 15% de su población y, por cierto, para variar, se acusó a los judíos de infestar los pozos. La rebeldía y la insubordinación proliferó en el campo y grandes contingentes humanos buscaron las incipientes ciudades o las grandes ciudades despobladas de Italia o Flandes donde la vida libre, artesana, permitía vivir un poco mejor que bajo la férula de los señores feudales. Eso marcaría el final del régimen feudal, el ocaso de los señores que comían bien, vestían de manera espléndida y habitaban casas de cal y canto donde no proliferaban las pulgas ni las ratas; y que no le ponían ganas, ni el mínimo esfuerzo, para sembrar una maceta con culantro. Igual que como pasa actualmente en el sistema capitalista mundial, no se necesitó mucho para que el régimen feudal cayera paso a paso, ya sin vitalidad para recomponerse, pues las arterias nutritivas de su vida y sus sueños de vivir sin trabajar, eran y son, como ahora; la gente humilde y trabajadora.

La gran agonía del capitalismo no es exactamente de ahora. Ni tampoco su derrumbe obedece a una fuerza inesperada que de la noche a la mañana investida de inmensos poderes lo derrumba fácilmente. No, el derrumbe del capitalismo empezó a todo lo largo del siglo XX. Empieza con la primera Guerra Mundial por los intereses en discordia, luego sigue cuando ocurre la catástrofe de 1929 con el Crack, le sigue la aterradora Segunda Guerra Mundial por los mismos pleitos intracapitalistas y corona su prolongada agonía con una pandemia de mayor alcance histórico como el Covid-19. No es asunto de cifras solamente, de infectados, de desempleados (26 millones de empleos perdidos solo en los Estados Unidos es terrorífico). No solo es problema de producción, distribución y consumo. Es más profundo. Se trata el colapso, la ruina, la polilla; de viejas maneras de pensar y relacionarnos. Ya se descalabraron ideítas tales como “lo mío es mío, y lo tuyo es tuyo”.  Son los tiempos de la solidaridad, piadosa o simplemente humana, para que podamos entre todos salir adelante. Son los tiempos de la cooperación entre los hombres y no de la competencia. De la comprensión del otro y no de su culpabilización. Son los tiempos de esperar pacientemente a los especialistas genéticos por doce meses o más para que encuentre la vacuna adecuada, segura, garantizada; y no proponer con desprecio e ignorancia inyectar a los humildes un desinfectante en las venas para ver la posibilidad de curarse.

El hombre irá dejando atrás, poco a poco, sus pensamientos primitivos, antropocéntricos y egoístas y enterarse que el nuevo camino apenas empieza a hacerse, pero ahora sí, vamos sobre seguro, por las reservas espirituales del capitalismo y sus fantasías filosóficas idealistas, ya no alcanzan para entendernos y ser mejor entre nosotros. No fue necesario la guerra nuclear, aunque los muertos son muchos. El capitalismo está jorobado por sus propias contradicciones. Las guerras han cambiado a la humanidad y también las epidemias. La Peste del Peloponeso hizo más inteligentes a los atenienses. La Peste Antonina hizo lo propio y en Guatemala (como aquí todo sucede al revés cual disparate cruel) El Cólera por acción de los conservadores derrumbó el primer gobierno democrático de Centroamérica, el del doctor Mariano Gálvez en 1830. Vamos caminando por un túnel con una diminuta luz al fondo. No hemos caído en un pozo. El pozo es para los capitalistas, el túnel para los pueblos trabajadores del mundo ahítos de bondad, como lo es toda la gente trabajadora. La cabeza de los holgazanes, no cabe la menor duda, sigue siendo el taller del diablo.





Publicado La Cuna del Sol

miércoles, 22 de abril de 2020

El colapso del precio del petróleo es otra señal de que la actividad económica está cayendo dramáticamente en todo el mundo

Gracias a las cuarentenas causadas por el coronavirus, la demanda mundial de petróleo ha caído a niveles que no tienen precedentes. La cantidad de petróleo que se produce es mucho, mucho mayor que la cantidad que el mundo puede consumir en este momento, y la capacidad de almacenamiento se está agotando rápidamente.


EL COLAPSO DEL PRECIO DEL PETRÓLEO ES
OTRA SEÑAL DE QUE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA
ESTÁ CAYENDO DRAMÁTICAMENTE EN TODO EL MUNDO


Por Michael Snyder

La locura que estamos presenciando actualmente en los mercados financieros es difícil de creer. Personalmente, aunque opero un sitio web llamado "The Economic Collapse Blog" y escribo sobre estas cosas todos los días, cuando alguien me dijo que el precio del petróleo había caído por debajo de menos 30 dólares por barril el lunes, inicialmente no creí que podría ser cierto. Sí, siempre supe que era teóricamente posible que el precio del petróleo pudiera entrar en territorio negativo, pero nunca antes habíamos visto algo así. Y sabía que se produciría una crisis cuando expiraran los contratos de futuros, pero ciertamente no esperaba la brutal carnicería que presenciamos el lunes...

El crudo West Texas Intermediate para entrega en mayo cayó más del 100% para instalarse a un precio negativo de $ 37.63 por barril, lo que significa que los productores pagarían a los negociantes para que quiten el petróleo de sus manos.

Este precio negativo nunca antes ha ocurrido para un contrato de futuros de petróleo. Los contratos de futuros se negocian por mes. El contrato WTI de junio, que vence el 19 de mayo, cayó alrededor del 18% para instalarse a un precio de $ 20.43 por barril. Este contrato, que se negoció más activamente, es un mejor reflejo de la realidad en el mercado petrolero. El contrato de julio fue aproximadamente un 11% más bajo a $ 26.18 por barril.

Cuando hay una mayor actividad económica mundial, eso generalmente crea una mayor demanda de petróleo.

Y cuando declina, la demanda de petróleo tiende a caer.

Gracias a las cuarentenas causadas por el coronavirus, la demanda mundial de petróleo ha caído a niveles que no tienen precedentes. La cantidad de petróleo que se produce es mucho, mucho mayor que la cantidad que el mundo puede consumir en este momento, y la capacidad de almacenamiento se está agotando rápidamente.

Los especuladores que se vieron atrapados con contratos petroleros que no pudieron revender entraron en modo de pánico el lunes, y eso creó el día más memorable para el comercio de petróleo en la historia.

Me gustaría compartir lo que dicen un par de expertos sobre esta desenfrenada caída del precio del petróleo. Este primer comentario proviene de Wolf Richter...

“Parece que algunas empresas comercializadoras de petróleo y fondos de cobertura se vieron atrapados en el lado equivocado de las apuestas fuertemente apalancadas, y no pudieron mover sus contratos debido a una crisis de liquidez y a las horribles condiciones del mercado en ese espacio. Pero si no pueden vender los contratos para mañana, tendrán que recibir el petróleo físico en el punto de entrega de los futuros de NYMEX, es decir, en Cushing, Oklahoma.

El plazo de entrega es en mayo. Según parece se habló por el almacenamiento en Cushing para mayo, y ahora estos comerciantes ven que no tienen a dónde ir con este petróleo que tendrían que entregar en mayo”.

Y este otro comentario proviene de Roger Diwan ...

“Lo que está sucediendo hoy es que los comerciantes o especuladores que compraron el contrato se ven incapaces de revenderlo y no tienen almacenamiento reservado para entregar el crudo en Cushing, OK, donde la entrega se especifica en el contrato.

Esto significa que todo el almacenamiento en Cushing está reservado, y no hay un precio que puedan pagar para almacenarlo, o no tienen experiencia en este juego y están atrapados con un contrato del que no entendieron todo lo relacionado con el aspecto físico  en un momento cuando el tiempo expira.

El desplazamiento del contrato y la escasez de liquidez hicieron posible la venta masiva de hoy, pero ello NO representan necesariamente las condiciones del mercado de futuros: NYMEX para junio cerró hoy a $ 21.13”.

La semana pasada, Rusia, Arabia Saudita y otros importantes productores de petróleo llegaron a un acuerdo para reducir significativamente la producción mundial de petróleo, pero no fue lo suficiente para igualar el declive catastrófico en la actividad económica mundial que hemos estado presenciando.

En este momento, los productores de petróleo están bombeando mucho más petróleo del que el mundo puede consumir actualmente, y eso se ha convertido en un problema enorme.

Y si las cosas no cambian rápidamente, pronto podríamos ver cientos de quiebras en la industria energética...

Muchas compañías petroleras se endeudaron demasiado durante los buenos tiempos. Algunos de ellas no podrán sobrevivir a esta recesión histórica.

En un entorno petrolero de 20 dólares el barril, 533 compañías estadounidenses de exploración y producción petrolera se declararán en bancarrota a fines de 2021, según Rystad Energy. A 10 dólares, habría más de 1,100 bancarrotas, estima Rystad.

A corto plazo, lo que la industria energética necesita desesperadamente es que terminen las cuarentenas y que la gente reanude sus actividades económicas normales.

Pero como ha señalado un analista, hacer que la gente haga eso sería extremadamente difícil, incluso si todas las cuarentenas se levantaran de inmediato...

"El gobierno puede declarar lo que quiera en términos de alentar a las personas a salir y hacer cosas", manifestó Willie Delwiche, estratega de inversiones en Baird. “Quedará por ver si amplias franjas de la sociedad lo hacen o no. Habrá que ver a la gente comenzar a salir y hacer cosas de nuevo. Ese será el evento positivo necesario, no solo declarar la apertura de las cosas”.

A la larga, la buena noticia para la industria energética es que hay varias razones por las cuales el precio del petróleo finalmente volverá a subir a niveles más altos.

En primer lugar, la actividad económica aumentará a medida que se levanten las cuarentenas en todo el mundo, y es de esperar que todas terminen a finales de este año calendario.

En segundo lugar, los bancos centrales y los gobiernos nacionales de todo el mundo están inundando el sistema con grandes cantidades de dinero fresco, y esto eventualmente causará una inflación muy dolorosa. Pero para la industria energética, esto resultará ser algo bueno porque causará una presión al alza sobre los precios del petróleo.

En tercer lugar, es solo cuestión de tiempo antes de que estalle una guerra importante en el Medio Oriente, y una vez que eso suceda, el precio del petróleo se disparará inmediatamente por las nubes.

Aun así, la verdad es que esto es solo una caída temporal para la industria energética, pero muchas compañías de energía están tan endeudadas que es posible que no puedan soportar esta tormenta.

Para la economía estadounidense en su conjunto, es fundamental que todos comprendamos que las cosas nunca volverán a ser exactamente como eran antes de que apareciera el COVID-19. Todas las fichas financieras están comenzando a caer, todo el impulso económico se dirige en la dirección equivocada, y habrá muchos más desafíos que tendremos que enfrentar después de que termine esta pandemia actual.

Habrán muchos más problemas incontrolables en los meses que vienen, pero es así es como se ve un colapso económico, y apenas está comenzando.






Publicado por La Cuna del Sol

domingo, 19 de abril de 2020

Decirlo con flores perversas

¿Pueden ser perversas las flores? Evidentemente, no. Pero si recurrimos a otro escritor, Ramón María del Valle-Inclán, se pueden juntar las flores del almendro con las historias perversas.


DECIRLO CON FLORES PERVERSAS



¿Pueden ser perversas las flores? Evidentemente, no. Pero si recurrimos a otro escritor, Ramón María del Valle-Inclán, se pueden juntar las flores del almendro con las historias perversas. Cuando vemos los almendros en flor ya sabemos que llega la primavera. Eso pasa siempre. Y siempre por estas fechas el Fondo Monetario Internacional publica su "informe de primavera". No se le suele hacer mucho caso fuera de los círculos habituales, pero ahora, en plena crisis capitalista, había una expectativa mundial sobre qué diría el FMI.

Y aquí estamos, mezclando las flores del almendro con las historias perversas. Porque el FMI no se ha limitado, como otras veces, a hacer una fotografía de lo existente sino que aventura predicciones para la economía mundial para este año y el que viene. Es decir, está diciendo a los gobiernos que tienen que hacer planes a medio plazo, más allá de la inmediatez habitual. Eso, entre otras cosas, pone de relieve la gravedad de la situación.


Lo que dice el FMI es siempre desde la vertiente capitalista clásica, pero en este caso y dado que no hay una varita mágica sobre cómo va a salir el mundo de la crisis, no ha tenido más remedio que establecer tres escenarios posibles. Sin embargo, los medios de propaganda habituales no los han mencionado sino que se han quedado en lo que el FMI llama "el escenario más probable". Pero, como digo, hay más.

Primer escenario.- El FMI reconoce que "llevará más tiempo del esperado detener la pandemia de coronavirus".

Segundo escenario.- Plantea la hipótesis de una segunda ola pandémica el año que viene.

Tercer escenario.- Dice que como consecuencia de los dos escenarios anteriores, que se interconectan, "hay que tener en cuenta las hipótesis anteriores" por lo que el escenario real sería que el Producto Interior Bruto Mundial caería hasta el -13'8%.

Como esto desataría el pánico total, el FMI lo oculta tras las flores de los dos primeros escenarios, estableciendo que este año habrá una caída generalizada en todos los países menos los asiáticos (ver China e India) aunque ya para el año que viene se volvería a la "recuperación". Es decir, está obligado el FMI a mostrar la fortaleza del capitalismo global siempre y cuando, claro está, se sigan sus recetas.

Es un juego psicológico perverso: pintar escenarios cada cual más catastrófico para llevarte a donde ellos quieren que estés. O sea, a un cierre de filas y si es con sus parámetros y variables, mejor. Por eso, en varias partes del informe aparece el condicional: "si la pandemia desaparece". Y si desaparece en una fecha concreta, "en la segunda mitad de 2020". Pero no solo aquí, sino "si las acciones de política emprendidas en todo el mundo son efectivas para evitar la quiebra generalizada de empresas y una amplia pérdida de empleos". Si-si..., no hay certezas en el informe del FMI. Aún así, se dice que si se logra todo lo anterior es cuando el mundo volvería a crecer un 5'8% en 2021. Pero hay un pero: "la recuperación será parcial".

El FMI ha tenido que reconocer lo evidente: que se está en recesión, que no tiene nada que ver con la de 2008 y que se está a las puertas de una depresión como la de 1929. Lo que se lee es textual: "Al igual que durante una guerra o crisis política, existe una continua y grave incertidumbre sobre la duración e intensidad del choque". Por lo tanto, sus previsiones solo serán posibles si la pandemia desaparece en la segunda mitad de este año. Si no es así, ya no se puede ocultar el hecho de que todo el mundo capitalista está en modo pánico. Y lo sitúa con dos referentes como la guerra y la crisis política. Tomad nota de ello. Es decir, ninguna de esas dos referencias es descartable para el FMI.

Porque, como también se reconoce, "datos mucho peores son posibles y quizás incluso probables". Por lo tanto, y sin que sirva de precedente, el FMI se ve obligado a reconocer una obviedad: "la prioridad inmediata es la de contener la pandemia" y, pasmaos, "aumentar los gastos de apoyo a los sistemas de salud". El FMI reconoce así, de forma sibilina y encubierta, que han sido sus métodos los que han llevado al desastre actual porque entre ellos ha estado la destrucción de la sanidad pública. Aunque bien es cierto que aquí no se pronuncia de forma expresa por la sanidad pública, sí subyace a lo largo de todo el texto.

Una parte importante del informe del FMI se centra en el paro, que será especialmente duro en los países mediterráneos. Grecia (22'3%) y España (20'8%) lo vuelven a encabezar, pero la bomba no está aquí sino en EEUU donde el FMI vaticina el 10'4%. A ver, se supone, si hay que hacer caso a las cifras oficiales, que el paro en EEUU es del 3'7% por lo que el FMI lo triplica. Y como es de sobra sabido, las cifras de EEUU hay que cogerlas con pinzas porque en cuestiones de empleo hay mucho informal y mucho escondido debajo de la alfombra. Por eso se dice que casi la mitad de la población de EEUU no tiene unos ahorros superiores a los 400 dólares, por la precariedad del empleo. Por lo tanto aquí está el Talón de Aquiles: la "primera economía del mundo" es la más vulnerable ante la crisis del coronavirus. De ahí el miedo existente en EEUU.

Porque, además, el FMI tiene que reconocer que "la crisis amenaza la estabilidad del sistema financiero mundial" lo que "aumenta el riesgo de que los endeudados no puedan cumplir con sus compromisos, presionando a los bancos". Y ya sabemos lo que ocurrió en el 2008, que hubo que salir en tromba a rescatar a los bancos (a costa de todos nosotros, recuerdo). Solo que ahora ya no sería gratis para el capital, como en el 2008, porque el FMI intuye que habría disturbios y revueltas sociales si se llegase a esta situación.

Y es por eso que el FMI (y el Banco Mundial) ayer "dieron la bienvenida" a la decisión del G-20 de dar un "alivio temporal" a los países para que paguen su deuda externa. En un rasgo de gran generosidad, el FMI dice: "Defendemos esta iniciativa y estamos comprometidos a tomar todas las medidas posibles para apoyar a los países pobres".

Tenía razón Valle-Inclán: sí se pueden juntar las flores del almendro con las historias perversas.






Publicado por La Cuna del Sol

martes, 14 de abril de 2020

Los frentes donde Brasil está siendo derrotado a manos de Bolsonaro

La pandemia global del Covid-19 puso en evidencia todos los efectos que puede causar un gobierno impuesto por el “estado profundo” contra la población trabajadora brasileña.


LOS FRENTES DONDE BRASIL ESTÁ SIENDO
DERROTADO A MANOS DE BOLSONARO



La pandemia global del Covid-19 puso en evidencia todos los efectos que puede causar un gobierno impuesto por el “estado profundo” contra la población trabajadora brasileña.

Jair Bolsonaro ganó en 2018 unas elecciones que cerraron el ciclo de cambio de régimen, vía lawfare, en Brasil y en el que los sectores conservadores desdibujaron a Dilma Rouseff y Lula Da Silva del espectro político para asaltar el Estado y desconfigurarlo.

Su gobierno lanzó en marzo pasado la campaña publicitaria “Brasil no puede parar” para pedirles a los brasileños abandonar la cuarentena y otras restricciones por la pandemia abriendo empresas y comercios, en un claro enfrentamiento contra los especialistas en salud, gobernadores y alcaldes. Todo en nombre de la economía.

Tal campaña fue lanzada inicialmente en las redes sociales del senador Flavio Bolsonaro, hijo del presidente e investigado por lavado de dinero y desvío de fondos públicos de la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro. El presidente viene realizando convocatorias a la población para no entrar en “pánico” calificando de “gripecita” al coronavirus.

Sin embargo, no todo ha sido fácil para el operador que la oligarquía brasileña ha designado en defensa de sus intereses. A continuación algunos de los tantos frentes donde el pueblo brasileño está siendo abatido por la mala gestión de crisis por parte del magnate y capitán retirado del Ejército.

Lo sanitario: negación y exponencialidad de la pandemia

Durante la semana en que las autoridades brasileñas declararon que el Covid-19 había llegado a su territorio desde Lombardía, más de 90 mil personas desembarcaron en sus aeropuertos provenientes de países donde el virus ya había sido detectado, entre ellos Estados Unidos, España, Francia e Italia. Esto a causa de que la administración Bolsonaro se había negado tanto a cerrar los aeropuertos como a detener la actividad económica a un mínimo esencial.

La elocuencia de Bolsonaro desbloquea niveles de asombro casi a diario. El mundo fue testigo privilegiado de cómo, hasta el cierre de esta nota, ha insistido en llevar la contraria a las vocerías técnicas y hasta financieras que recomiendan el distanciamiento social como mecanismo primario para el combate del nuevo coronavirus.

A finales de marzo, Bolsonaro decía que el impacto del Covid-19 no superaría las 800 muertes por gripe H1N1 registradas en todo 2019, sin embargo, Brasil fue el primer país latinoamericano en tener más de 100 muertes en 24 horas (114) el pasado 7 de abril, y la pasada semana el número de muertos por la pandemia creció más del doble.

El más extenso de los países de Suramérica ha superado las mil muertes a casi 40 días del primer caso y su curva de muertes es peor que la de Estados Unidos, sin que aún haya colapsado el sistema de salud. En la última semana ocupó el puesto 14 en la lista de casos confirmados (21 mil 40 al 12 de abril) y el 11 en casos fatales, con 1 mil 144 muertes.

El panorama indica que el país puede llegar rápidamente a lugares aún más altos en el ránking mundial de la enfermedad. Solo en la ciudad de São Paulo hay 670 muertes por síndrome respiratorio agudo severo (SARS) que están esperando por la prueba del coronavirus.

El Secretario de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud, Wanderson de Oliveira, emitió declaraciones que denotan la subestimación de casos de infección y muerte afirmando que, entre febrero y abril, hubo 2 mil 176 muertes por SARS que se produjeron en un período de siete semanas y que todavía se están investigando. Esta cifra es casi el doble de las muertes atribuidas, en cifras oficiales, al Covid-19.

Entretanto, Ivan França Junior, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de São Paulo, dijo a The Guardian que, si Bolsonaro continúa alentando a la sociedad a sabotear el distanciamiento social, Brasil experimentará “días dolorosos”, similares a los de Italia, en unas pocas semanas.

Lo político: confrontación por doquier y desplazamiento “informal” del poder

El pasado 6 de abril Bolsonaro intentó, sin éxito, usar su condición de presidente para apartar del gobierno al ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, debido a que el funcionario se ha negado repetidas veces a flexibilizar la política de distanciamiento social contra el Covid-19, como ha alentado.

Al concluir esa reunión de gabinete, Mandetta mantuvo un lenguaje vehemente y afirmó que el país no tiene una estructura para la escalada de casos en las grandes metrópolis.

Por su parte el vicepresidente, general retirado Hamilton Mourao, informó a la prensa que “Mandetta sigue en el combate. ¡Él se queda!”. Mourao ha sido acusado por uno de los hijos de Bolsonaro de buscar la caída de su padre.

Mandetta ha mostrado protagonismo enfrentando la pandemia y las encuestas comenzaron a revelar su popularidad, lo que ha agudizado la confrontación con Bolsonaro. El pasado sábado 11 de abril criticó que el presidente diera varios paseos y formara multitudes a su alrededor, dijo: “La gente que tiene una actitud así hoy en día va a ser la misma gente que se va a arrepentir”.

Sigue en caída libre el presidente porque su enfrentamiento contra todo y todos alcanzó a los gobernadores de los estados, a quienes llegó a confiscarles respiradores e impedir la medición de fiebre en sus aeropuertos. Varios de ellos fueron sus aliados y gobiernan los estados que concentran la mayor cantidad de enfermos, Río de Janeiro y Sao Pablo, desobedecieron su exhorto “para que la vida regrese a la normalidad”, también su instrucción de que levantaran esas restricciones y dispusieran el aislamiento solo para los adultos mayores y quienes tuvieran problemas de salud subyacentes.

Aunque la Corte Suprema determinó que los gobernadores y alcaldes tienen decisión autónoma sobre la realización del aislamiento social, Bolsonaro ha insistido en convencer a algunas ciudades como Río de Janeiro, o estados frágiles económicamente como los amazónicos Rondonia y Roraima, de reanudar actividades, en contra de las recomendaciones de las secretarías estadales de Salud.

En medio de todo esto, el periodista Horacio Verbitsky y el medio digital DefesaNet revelaron que Bolsonaro había sido desplazado “informalmente” del gobierno de Brasil por su ministro jefe de la Casa Civil, el general Walter Braga Neto, quien comandó la intervención militar de Río de Janeiro durante 2018 y entró al gobierno a mediados de febrero, cuando aún se desempeñaba como jefe del Estado Mayor del Ejército.

El mandatario continúa en funciones, pero no cumplirá ninguna misión, así lo deja entender un comunicado del 31 de marzo, firmado por el ministro de Defensa, Fernando Azevedo e Silva, y los comandantes del Ejército, la Marina y la Aeronáutica, cuando dice: “En cuanto dure la situación de crisis (por el impacto del coronavirus) el Presidente Operacional de Brasil será el general (Walter) Braga Neto”.

En aquella reunión del 6 de abril en el Palacio del Planalto, convocada por el propio Bolsonaro, el “presidente operacional” Braga Neto y el resto del equipo ministerial se pronunció en contra de echar a Mandetta, considerado “esencial” para enfrentar el crecimiento exponencial del número de casos previsto para las semanas que corren.

Lo internacional: supremacismo y racismo contra un aliado clave

Actores políticos como el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del jefe de Estado, y el ministro de Educación, Abraham Weintraub, han puesto en dificultades a la gestión del Covid-19 por parte de la administración Bolsonaro en el frente internacional, en particular con la República Popular China.

A mediados de marzo el diputado manifestó, vía Twitter, que “la dictadura china” escondió “algo grave”, haciendo un paralelismo entre el coronavirus y el desastre de Chernobyl en la década de los 80's. Mientras que el pasado 5 de abril el ministro insinuó irónicamente, vía Twitter, que el principal socio comercial de Brasil podría haber impulsado la pandemia del coronavirus como parte de una estrategia de dominación global.

En el primer caso, luego de la indignación por parte de la embajada china ningún miembro del Gobierno pidió públicamente disculpas y el ministro de Exteriores brasileño, Ernesto Araújo, calificó como “inaceptable” y ofensiva la respuesta del embajador chino. Posteriormente Bolsonaro telefoneó al presidente Xi Jinping para intentar reconducir la situación.

En medio de la crisis diplomática causada por Bolsonaro hijo, el Consorcio Nordeste, integrado por los gobernadores de los nueve estados de esa región pidió, vía teleconferencia, a Yang Wanming, embajador chino en Brasil, la cooperación para enfrentar la pandemia.

La solicitud de los mandatarios regionales, opositores a Bolsonaro, consistió en explorar la “posibilidad” de que el mayor socio comercial de Brasil pudiera “enviar material médico, insumos y equipos que puedan ayudar al combate del flagelo que se está enfrentando”.

Ante las declaraciones, borradas por Weintraub de su cuenta Twitter, la embajada del país asiático lamentó, mediante un comunicado difundido el 6 de abril, las declaraciones “absurdas y despreciables” del ministro de Educación, que en su opinión “tienen un cuño fuertemente racista y objetivos indecibles, causando influencias negativas en el desarrollo saludable de las relaciones bilaterales China-Brasil”.

Según su Ministerio de Economía, Brasil vendió a China un 20,9% más en febrero de este año que en el mismo mes de 2019 y tiene un superávit comercial de 30 mil millones de dólares con ese país, esto supone el destino del 78% de las exportaciones de soja; un conflicto diplomático afectaría a la maltrecha economía brasileña.

Por su parte la Agencia de Cooperación y Desarrollo Internacional de China (CIDCA) informó que el país ha prestado ya asistencia a más de 90 países y cuatro organizaciones internacionales para la lucha contra el coronavirus.

No caben dudas de quién sería el perjudicado en una eventual ruptura o distanciamiento diplomático.

Y lo que falta…

Otros frentes como el socioambiental son parte del desmoronamiento de la estabilidad brasileña ante el viraje que dará el mundo luego de que pase la pandemia.

Según INPE, agencia de investigación espacial del país, la deforestación aumentó un 30% en marzo de 2020 con respecto al mismo mes del año pasado, a pesar del coronavirus. Esto a manos de la extracción ilegal de madera, la minería desbocada y la expansión de la frontera agrícola.

En los primeros tres meses del año, la deforestación del Amazonas subió un 51% con respecto a hace un año a 796 kilómetros cuadrados, un área aproximadamente del tamaño de la ciudad de Nueva York.

Asimismo, el conocimiento de algunos casos de contagio en comunidades indígenas enciende las alertas ante el nombramiento de líderes de la Misión Nuevas Tribus en puestos clave de la Funai, agencia indígena de Brasil, por parte de Bolsonaro.

En el frente económico un estudio de la Fundación Getulio Vargas (FGV) afirma que la crisis del coronavirus dejará hasta 12,6 millones de desempleados y causará una contracción récord del 15% en los ingresos de los trabajadores si el gobierno no amplía los instrumentos para transferir los ingresos a la población y para ayudar a las empresas a mantener los puestos de trabajo.

Bolsonaro llegó a emitir una Medida Provisional que permitía suspender los salarios hasta cuatro meses, sin ninguna compensación a los trabajadores, pero dio marcha atrás a la medida después de fuertes críticas. Incluso con las medidas ya anunciadas para garantizar ingresos adicionales a los trabajadores formales e informales, que ascienden a 170 mil millones de reales, se espera que la masa salarial disminuya un 5,2%, lo que supone una contracción récord de la serie iniciada en 2003.

Sin estas y otras medidas, la caída sería del 10,3%. Tales medidas suman cerca del 4% del PIB del país, considerado “absolutamente insuficiente”.

Su gobierno pretendía dar 200 reales (41 dólares) de “ayuda” a los trabajadores informales que representan casi la mitad de la fuerza laboral en Brasil y la Cámara de Diputados dio media sanción a una ayuda de 600 reales (120 dólares) que se extendería a 1 mil 200 reales (240 dólares) para madres jefas de hogar. Mientras tanto se anunciaba una inyección de 30 mil millones para ayudar a mitigar los efectos de la crisis y dar apoyos a las empresas.

Su equipo económico ha anunciado que anticipará beneficios para desempleados y a quienes vean reducidos sus salarios y jornadas laborales para mitigar los efectos del Covid-19 en la actividad económica.

Pires argumenta que el aumento del endeudamiento público para pagar “un esfuerzo de guerra” en ese momento debe ser pagado más tarde con aumentos de impuestos, sin embargo Bolsonaro se empeña en defender al poder económico de los empresarios, el capital financiero y los sectores agroexportadores, quienes pueden pagar más.

La recuperación económica será más complicada si la pandemia hace colapsar la infraestructura sanitaria, el tejido social y la fuerza laboral de la población.

La visión de Bolsonaro es lineal y el problema es multidimensional; un indeseable castillo de naipes se asoma en el horizonte brasileño.






Publicado por La Cuna del Sol

sábado, 11 de abril de 2020

¿Quién se beneficia de la pandemia?

Ni siquiera podemos empezar a imaginarnos las catastróficas consecuencias sociales de la debacle. Es posible que subsectores completos de la economía mundial no puedan ser reorganizados.


¿QUIÉN SE BENEFICIA DE LA PANDEMIA?


Por Pepe Escobar

No se necesita leer el trabajo de Michel Foucalt sobre biopoliítica para comprender que el neoliberalismo -en crisis profunda desde al menos 2008- es una técnica de control/gobierno en el cual surveillance capitalism o capitalismo de vigilancia está profundamente insertado.

Pero en este momento, con el colapso del sistema mundial sucediendo a una velocidad impresionante, el neoliberalismo se encuentra desconcertado, incapaz de lidiar con la próxima etapa de la distopía, siempre presente en nuestra hiperconectada angustia: el desempleo masivo global.

Henry Kissinger, oráculo ungido / guardián de la clase dominante, obviamente esta asustado. Kissinger afirma que "mantener la confianza pública es crucial para la solidaridad social". Está convencido de que el Hegemón debería "salvaguardar los principios del orden mundial liberal". De lo contrario, "el fracaso podría incendiar el mundo".

Eso es muy pintoresco. La confianza pública está muerta en todo el espectro. El "orden" liberal mundial es ahora un caos social darwinista. Solo hay que esperar a que el fuego se propague.

Los números son asombrosos. El Banco Asiático de Desarrollo (ADB) con sede en Japón, en su informe económico anual, puede no haber sido exactamente original, pero señaló que el impacto de la "peor pandemia en un siglo" será tan alto como $ 4,1 billones o, 4.8 por ciento del PIB mundial.

Esto es una subestimación, ya que "las dislocaciones de los suministros, remesas interrumpidas, las posibles crisis sociales y financieras, y los efectos a largo plazo sobre la atención médica y la educación están excluidos del análisis".

Ni siquiera podemos empezar a imaginarnos las catastróficas consecuencias sociales de la debacle. Es posible que subsectores completos de la economía mundial no puedan ser reorganizados.

La Organización Internacional del Trabajo (ILO, por sus siglas en inglés) pronostica, conservadoramente, que el desempleo global, especialmente en aviación, turismo y hotelería abarque a 24.7 millones de personas.

Según la OIT, las pérdidas de ingresos para los trabajadores pueden oscilar entre $ 860 mil millones y la asombrosa cantidad de $ 3,4 billones. La “pobreza laboral” será la nueva normalidad, especialmente en todo el Sur Global.

"Pobreza laboral ", en la terminología de la OIT, significa personas empleadas que viven en hogares con un ingreso per cápita por debajo del umbral de pobreza de $ 2 por día. Hasta un poco más 35 millones de personas en todo el mundo se volverán trabajadores pobres en 2020.

Cambiando a perspectivas factibles para el comercio mundial, es esclarecedor examinar que este informe sobre cómo la economía puede recuperarse se centra en los renombrados minoristas y frenéticos comerciantes de Yiwu en el este de China, el centro comercial de productos básicos más activo del mundo.

Su experiencia ilustra una recuperación larga y difícil. A la vez que el resto del mundo está en coma, Lu Ting, economista en jefe de Nomura en Hong Kong, enfatiza que China enfrenta una disminución del 30 por ciento en la demanda externa al menos hasta el próximo otoño.

¿Neoliberalismo en reversa?

En la etapa que viene, la competencia estratégica entre los EE.UU y China será sin reservas, pues las incipientes narrativas del nuevo papel global multifacético de China -en comercio, tecnología, ciberespacio, cambio climático- se establecerán, incluso serán de mayor envergadura que la Nueva Ruta de la Seda. Será además el caso en las políticas mundiales sobre la salud pública. Preparémonos para la aceleración de una guerra híbrida entre la narrativa del "virus chino" y la Ruta de la Seda de la Salud.

El último informe del Instituto de Estudios Internacionales de China sería bastante útil para que Occidente -si la arrogancia lo permite- entienda cómo Beijing adoptó medidas cruciales que priorizan la salud y la seguridad de la población en general.

Ahora bien, a medida que la economía china se recupera lentamente, hordas de administradores de fondos de toda Asia están rastreando todo, desde viajes en el metro hasta el consumo de tallarines para prever qué tipo de economía puede surgir después del cierre.

Por el contrario, en Occidente, el pesimismo prevaleciente provocó que el The Financial Times publicara un editorial invaluable. Al igual que James Brown en la epopeya pop de los Blues Brothers de la década de 1980, la City de Londres parece haber visto la luz, o al menos dar la impresión de que realmente lo dice en serio. Neoliberalismo a la inversa. Nuevo contrato social. Mercados laborales "seguros". Redistribución.

Los cínicos no serán engañados. El estado criogénico de la economía global arroja luz sobre una feroz Gran Depresión 2.0 y un tsunami de desempleo. La plebe finalmente armándose de bieldos y  AR-15s en masa es ahora una clara posibilidad. También podría comenzar a arrojar unas pocas migas de pan al banquete de los mendigos.

Eso puede aplicarse a las latitudes europeas. Pero la historia estadounidense no tiene parangón.

Durante décadas, nos hicieron creer que el sistema mundial establecido después de la Segunda Guerra Mundial, proporcionó a los Estados Unidos un poder estructural inigualable. Ahora, todo lo que queda es una fragilidad estructural, desigualdades grotescas, un Himalaya de deuda impagable, y una crisis constante.

Ya nadie se deja engañar por los poderes mágicos de la flexibilización cuantitativa de la Reserva Federal, o la ensalada de siglas –TALF (Term Asset-Backed Securities Loan Facility), ESF (Exchange Stabilization Fund), SPV (Special Purpose Vehicle)- integrada en la Fed / Tesoro y su obsesión exclusiva con los grandes bancos, corporaciones y la Diosa del Mercado, en detrimento del estadounidense promedio.

Fue solo hace unos meses que se llevó a cabo una seria discusión en torno a la implosión del mercado de derivados de $ 2.5 mil billones  y la debacle de la economía global que causaría, en función de la subida del precio del petróleo, en caso de que el Estrecho de Ormuz -por cualquier razón- fuera cerrado.

Ahora se trata de la Gran Depresión 2.0: todo el sistema derrumbándose como resultado del cierre de la economía global. Las preguntas son absolutamente legítimas: ¿es posible que el cataclismo político y social de la crisis económica mundial sea una catástrofe mayor que la del propio Covid-19? ¿Y proporcionará una oportunidad para terminar con el neoliberalismo y marcar el comienzo de un sistema más equitativo, o algo peor?

BlackRock "transparente"

Wall Street, por supuesto, vive en un universo alternativo. En pocas palabras, Wall Street convirtió a la Fed en un fondo de cobertura. La Reserva Federal tendrá al menos dos tercios de todas las letras del Tesoro de los EE.UU en el mercado antes de fines de 2020.

El Tesoro de los Estados Unidos comprará todos los valores y préstamos a la vista, mientras que la Fed será el banquero, financiando todo el esquema.

Y el ganador es BlackRock, el administrador de dinero más grande del planeta, con tentáculos en todas partes, administrando los activos de más de 170 fondos de pensiones, bancos, fundaciones, compañías de seguros, de hecho, una gran parte del dinero en capital privado y fondos de cobertura. BlackRock, que promete ser completamente "transparente", comprará estos valores y administrará esos SPV dudosos en nombre del Tesoro.

Black Rock, fundado en 1988 por Larry Fink, puede no ser tan grande como Vanguard, pero es el principal inversionista en Goldman Sachs, juntamente con Vanguard y State Street, y con $6,5 billones en activos, es más grande que Goldman Sachs, JP Morgan y Deutsche Bank juntos.

En este momento, BlackRock es el nuevo sistema operativo (OS) de la Fed y el Tesoro. El shadow bank o banco en la sombra más grande del mundo -y no, no es chino.

En comparación con este juego de alto riesgo, los mini-escándalos, como el del senador por Georgia, Kelly Loffler, son cacahuates. Loffler supuestamente se benefició de información privilegiada sobre Covid-19 por parte de los CDC para hacer una fortuna en el mercado bursátil. Loffler está casado con Jeffrey Sprecher, quien resulta ser la que  preside la NYSE, instalada ahí por Goldman Sachs.

Mientras que los medios corporativos siguieron esta historia como pollos sin cabeza, los planes post  Covid-19, en el lenguaje del Pentágono, "avanzan" sigilosamente.

¿El precio? Un exiguo cheque de $ 1,200 por persona durante un mes. Alguien sabe que, según el ingreso salarial promedio, una familia estadounidense tradicional necesitaría $ 12,000 para sobrevivir durante dos meses. El secretario del Tesoro Steven Mnuchin, en un acto de suprema desfachatez, les permite apenas el 10 por ciento de eso. Por lo tanto, los contribuyentes estadounidenses quedarán con un tsunami de deudas, mientras que los privilegiados especuladores  de Wall Street se apoderarán de todo el botín, parte de una transferencia de riqueza sin paralelo hacia los de arriba, completa con las quiebras en masa de pequeñas y medianas empresas.

La carta de Fink a sus accionistas casi revela el plan: "Creo que estamos al borde de una reforma fundamental de las finanzas".

Y en el momento justo, pronosticó que, "en el futuro cercano -y antes de lo que la mayoría espera- habrá una reasignación significativa de capital".

Se refería, en ese entonces, al cambio climático. Ahora eso se refiere a Covid-19.

¿Implantar nuestro nanochip, o en caso contrario?

La jugada de las élites, aprovechando la crisis, bien podría contener estos cuatro elementos: un sistema de crédito social, vacunación obligatoria, una moneda digital y una Ingreso Básico Universal (UBI, por sus siglas en ingles). Esto es lo que solía llamarse, de acuerdo con el comprobado manual de la CIA, una "teoría de la conspiración". Bueno, en realidad podría suceder.

Un sistema de crédito social es algo que China ya estableció en 2014. Antes de que termine el 2020, a cada ciudadano chino se le asignará su propio puntaje de crédito -un "perfil dinámico" de facto, elaborado con un amplio uso de la inteligencia artificial y del Internet de las cosas (IoT, en inglés), incluida la omnipresente tecnología de reconocimiento facial. Esto implica, por supuesto, vigilancia 24/7, completa con pájaros robóticos itinerantes estilo Blade Runner.

Los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Alemania, Canadá, Rusia e India pueden no estar muy lejos. Alemania, por ejemplo, está modificando su sistema universal de calificación crediticia, SCHUFA. Francia tiene una aplicación de identificación muy similar al modelo chino, verificado por reconocimiento facial.

La vacunación obligatoria es el sueño de Bill Gates, en colaboración con la OMS, el Foro Económico Mundial (WEF) y las grandes compañías farmacéuticas (Big Pharma). Gates quiere que obligatoriamente se apliquen  "miles de millones de dosis" en el Sur Global. Y esto podría ser un pretexto para que todos obtengan un implante digital.

Aquí está, en sus propias palabras. A los 34:15 en el video de TED: “En algún momento lo que tendremos que tener son certificados de quién es una persona recuperada, quién es una persona vacunada.... Porque ustedes no desean que la gente se mueva por el mundo donde habrán algunos países que no lo tendrán bajo control, tristemente. No querrán bloquear por completo la capacidad de las personas de ir allí y regresar y de ir de un lugar a otro".

Luego viene la última oración que fue borrada del video oficial de TED. Esto fue señalado por Rosemary Frei, que tiene una maestría en biología molecular y es periodista de investigación independiente en Canadá. Gates dice: "Así que eventualmente habrá esta prueba de inmunidad digital que ayudará a facilitar la reapertura global".

Es crucial tener en cuenta esta "prueba de inmunidad digital", algo que podría utilizarse indebidamente con fines nefastos por parte del estado.

Los tres principales candidatos para producir una vacuna contra el coronavirus son la firma estadounidense de biotecnología Moderna, así como las alemanas CureVac y BioNTech.

El dinero en efectivo digital podría convertirse en un vástago de blockchain. No solo en los EE.UU, sino en China y Rusia que también están interesados en una criptomoneda nacional. Una moneda global -por supuesto controlada por los banqueros centrales- pronto podría adoptarse en una especie de cesta de divisas, y circularía virtualmente. Interminables modificaciones del cóctel tóxico del Internet de las cosas (IoT), la tecnología blockchain y el sistema de crédito social podrían surgir en el futuro.

España ya ha anunciado que está introduciendo la renta básica universal (UBI), y busca que sea permanente. Es una forma de seguro para la élite contra los levantamientos sociales, especialmente si millones de empleos nunca regresan.

De ahí que la hipótesis crucial es que Covid-19 podría usarse como excusa por los sospechosos de siempre para poner en marcha un nuevo sistema financiero digital y una vacuna obligatoria con un nanochip de "identidad digital" con disidencia no tolerada: lo que Slavoj Zizek llama "el sueño erótico" de todo gobierno totalitario.

Sin embargo, en el fondo de todo ello, en medio de tanta ansiedad, una ira contenida parece estar tomando fuerza, para finalmente explotar de maneras imprevisibles. Por mucho que el sistema pueda estar cambiando a una velocidad vertiginosa, no hay garantía de que incluso el 0.1 por ciento podrá mantenerse a salvo.






Publicado por La Cuna del Sol