sábado, 28 de febrero de 2015

La Economía estadounidense está muerta

¿Qué significa cuando una economía no sólo no responde a los estímulos “automáticos”, sino que continúa descomponiéndose rápidamente? Significa que estamos tratando con una economía muerta. Esta es una “sorpresa” para los charlatanes irredimibles que tienen la osadía de llamarse a sí mismos economistas, pero no debería haberlo sido. No si alguno de ellos estuviese prestando atención. No si alguno de ellos vivera en el mundo real.


LA ECONOMÍA ESTADOUNIDENSE ESTÁ MUERTA


Por Jeff Nielson

Durante el último cuarto de siglo; el “estímulo” más eficaz para la economía de Estados Unidos ha sido una caída de los precios de la gasolina. Esto no es una gran sorpresa, dado que los Estados Unidos había sido la nación con el mayor consumo de gasolina en el planeta – y por un amplio margen. ¡Pero los tiempos han cambiado!

Después de que Barack Obama admitiera públicamente que el gobierno de Estados Unidos había manipulado intencionalmente los precios del petróleo a la baja, como “parte de su estrategia” de terrorismo económico contra Rusia; los precios mundiales del petróleo se han reducido a la mitad. La única vez que los precios del petróleo cayeron tanto o tan rápido en el último cuarto de siglo fue durante el breve/temporal colapso en los precios que acompañó el Crack del ’08.

¿Ha impulsado este estímulo a la economía zombi de Estados Unidos? De ningún modo. De hecho, el colapso en el sector minorista de Estados Unidos se ha acelerado a lo largo de esta caída de los precios del petróleo/gasolina. Esto no debería ser posible. Se supone que el estímulo económico por el descenso de los precios (en cualquier sector) debería ser automático.

¿Qué significa cuando una economía no sólo no responde a los estímulos “automáticos”, sino que continúa descomponiéndose rápidamente? Significa que estamos tratando con una economía muerta. Esta es una “sorpresa” para los charlatanes irredimibles que tienen la osadía de llamarse a sí mismos economistas, pero no debería haberlo sido. No si alguno de ellos estuviese prestando atención. No si alguno de ellos vivera en el mundo real.

De vuelta en el mundo real; las pruebas de la condición zombi de la economía de los EE.UU. son abrumadoras y abundantes. Empezando con las tasas de interés al 0%. Como con frecuencia se ha señalado en el pasado; las tasas de interés al 0% son el equivalente económico de un desfibrilador. Al igual que con un desfibrilador; esta es la forma más extrema de estímulo conocido por nosotros. Al igual que con un desfibrilador; esta es una opción “terapéutica” tan radical/imprudente que está solamente destinada a ser utilizada como último recurso, para resucitar a un paciente a las puertas de la muerte.

Igualmente, como con un desfibrilador; si no “funciona” de inmediato, nunca funcionará (¿alguien ha oído hablar alguna vez de una nación llamada “Japón”?). ¿Cuándo un médico intenta reanimar a un paciente con un desfibrilador, y no funciona después de un par de minutos; no continúa sacudiendo al paciente, una y otra vez y otra vez y otra vez – año tras año? Por supuesto que no. Él rápidamente lo deja, porque se ha hecho evidente que ya no está “tratando a un paciente”, sino simplemente carbonizando a un cadáver.

Esto es lo que el gobierno de Estados Unidos (y otros gobiernos occidentales) ha estado haciendo durante los últimos 6+ años con sus tasas de interés al 0%: carbonizando a un cadáver. Una prueba más de que la economía de Estados Unidos ya está muerta viene de un gráfico de los latidos del corazón de la economía de Estados Unidos (y de cualquier economía capitalista) – es la “velocidad del dinero”.

Como vemos; el “pulso” de Estados Unidos (es decir, el flujo de dinero) casi se ha detenido, después de haber caído aún más bajo que en cualquier momento de la historia. ¿Qué significa cuando el dinero deja de moverse, en una “economía capitalista”? ¿Qué significa cuando el dinero (es decir, la sangre) deja de moverse en el corazón del más grande imperio capitalista que el mundo ha visto nunca? QEPD.

Pero aún hay más, una prueba igualmente abrumadora de que esta economía consumidora de gasolina está muerta, se trata de las cifras de consumo de gasolina en sí. El consumo “Oficial” de Estados Unidos de gasolina ha caído en casi un 75% desde su máximo absoluto en julio de 1998. Con mayor pertinencia; las cifras de consumo de gasolina han caído en cerca de 66% desde el inicio de la (imaginaria) “recuperación” de los EE.UU.

¿Qué significa cuando las bombas de gasolina dejan de ser utilizados en una economía de alto consumo de gasolina? Significa lo mismo que cuando el dinero deja de moverse en una economía capitalista, o cuando un “paciente” no responde a un desfibrilador. QEPD.

Esto nos lleva al choque de trenes horrible conocido como “el sector minorista de Estados Unidos”, la piedra angular de esta economía de consumo. Los lectores regulares ya están familiarizados con la “Masacre de Compras del Black Friday” en la temporada de compras por las fiestas en Estados Unidos de 2014. Sin embargo, a pesar del horrible colapso de 20+% (año a año) en las compras por las fiestas en Estados Unidos; las “noticias” de lo que ha obtenidos el sector minorista de Estados Unidos, son mucho peores desde esta caída inicial.
Comenzó con un largo y feo colapso en las ventas al detal en diciembre. Una vez hecho el ajuste por inflación y expresado como un número anualizado; la caída del “0,9%” reportada por los mentirosos estadistas del gobierno de Estados Unidos se traduce en una caída de 25% en las ventas al detal en diciembre – incluso peor que el colapso del Black Friday.

Igualmente importante, y como se señaló en un comentario reciente; estos horribles descensos en las ventas al detal en Estados Unidos son acumulativos. Después de la caída de las ventas minoristas a finales de noviembre, estas se derrumbaron un 25% (anualizado) adicional en diciembre. Y ahora, a medida que avanzamos a enero y un nuevo año; vemos nuevamente la deprimente caída en las ventas al detal – aun cuando los precios de la gasolina continúan cayendo.

La “estimación preliminar” de las ventas minoristas de Estados Unidos para enero reporta otra enorme caída acumulada. El fantasioso número del “-0.8%” reportado por el gobierno de Estados Unidos se traduce (anualizado) en otro colapso adicional superior al 20%.

Con los precios de la gasolina en Estados Unidos ahora rondando los $ 2/galón; esto representa aproximadamente $1.50/galón de caída de los precios promedio a través de la mayor parte de 2014. En otras palabras; (por primera vez) las Grandes Compañías Petroleras han optado por pasar a los consumidores casi toda la caída de los precios del crudo, en forma de menores precios de la gasolina. Sin embargo, a pesar de este enorme estímulo para la economía de Estados Unidos; los pobres consumidores de EEUU ni siquiera han sido capaces de mantener su nivel de gastos.

Se supondría que sus billeteras estén llenas de los dólares que se han ahorrado por los precios mucho más bajos de la gasolina. Sin embargo, fuera de las compras de gasolina; los estadounidenses siguen comprando menos de todo lo demás. El llamado “núcleo de ventas al detal”, que excluye (entre otras cosas) el consumo de gasolina, cayó en enero en casi un 10% al ajustarlo por inflación y anualizarlo.

Los consumidores al borde de la bancarrota (en esta economía al borde de la bancarrota) no tienen “más dólares” en sus carteras gracias a la enorme caída de los precios de la gasolina, simplemente han estado adquiriendo más deudas a un ritmo más lento. El único “beneficio” que ha recibido la economía de Estados Unidos de los precios (mucho) más bajos de la gasolina es que este cadáver está descomponiéndose a un ritmo más lento de lo que lo habría hecho si el gobierno de Estados Unidos no hubiese manipulado los precios del petróleo a la baja.
Ahora noten lo que los mentirosos/charlatanes esperan que creamos (dentro y fuera del gobierno de Estados Unidos). En su mundo de la fantasía; a pesar del colapso horrible y sin precedentes en las ventas al detal en Estados Unidos en noviembre y diciembre, se supone que debamos creer que “el consumo” para el cuarto trimestre (en su conjunto) se incrementó en 4,3%.

En la Matrix de las Maravillas fabricada por esos mentirosos; cuanto más rápido cayeron en cada mes las “ventas al detal” de Estados Unidos, más rápido subió el “gasto de los consumidores” de Estados Unidos para todo el trimestre. Es exactamente lo mismo que alguien diga haber ido cuesta abajo con el fin de llegar a la cima de una montaña. No es solo una mentira, es una mentira ridícula.

Son precisamente este tipo de perversas mentiras, totalmente absurdas, las que inevitablemente harán añicos el lavado de cerebro que la Gran Banca (titiritera del gobierno de Estados Unidos) ha perfeccionado tan diligentemente durante las últimas décadas. A pesar de todo, ¿qué opción tienen ellos (y sus títeres en los medios de comunicación y el gobierno)?


En última instancia cualquier mentira que se usa para tratar de encubrir un cadáver rápidamente se percibe como ridícula y/o perversa, por una simple razón. Los Cadáveres tienden a oler muy mal, muy rápido. Pronto el hedor que emana de la economía zombi estadounidense será tan abrumador que será perceptible incluso para los adormecidos sentidos de su población zombi.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

jueves, 26 de febrero de 2015

El fascismo: orígenes e ideología

En 1935, el VII Congreso Mundial de la Internacional Comunista estupendamente definió al fascismo, como "la dictadura terrorista descarada de los elementos más reaccionarios, más chovinistas y más imperialistas del capital financiero". Esta definición, denominada la Formulación Dimitrov (acuñada por Georgi Dimitrov, jefe del Comintern) proporciona una sólida base marxista para comprender la naturaleza del fascismo. Sin embargo, se necesitan más detalles con el fin de distinguir plenamente el fascismo de otras formas de represión burguesa, pues el fascismo es un tipo muy específico de  dictadura burguesa, con sus propias y únicas características.


EL FASCISMO: ORÍGENES E IDEOLOGÍA



El caos de la post-guerra 

La agitación social y política que acompañó el final de la Primera Guerra Mundial fusionó las diversas actitudes (elitismo, racismo,  irracionalismo, anti-modernismo) que caracterizó a la derecha radical de los primeros años del siglo en un movimiento político coherente, el fascismo.

El fascismo se nutrió en el ambiente del caos, la incertidumbre, la desilusión, y la rebelión que se extendió por el mundo en 1919. Soldados desmovilizados volvieron a casa para enfrentar el desempleo, las colas del pan, huelgas y disturbios. La exitosa revolución comunista en Rusia y el crecimiento de un movimiento comunista internacional causaron pánico al orden establecido, especialmente los intereses de las empresas que sentían que sus posiciones sociales, económicas y políticas estaban directamente amenazadas. Muchos pensaron que una fuerza decidida y con capacidad de recurrir a la violencia contrarrevolucionaria sin límites era necesaria para remediar la situación.

Mussolini llega al poder en Italia

Justamente una fuerza así apareció en Italia. Al parecer, saliendo de la nada, grupos paramilitares uniformados de negro conducidos por un ex socialista convertido en ultranacionalista, Benito Mussolini entró en la refriega. Apodados los "Blackshirts", los escuadrones de Mussolini atacaban brutalmente a comunistas, sindicalistas y sus simpatizantes. Pronto, los escuadrones de Mussolini atrajeron la atención de los empresarios italianos que los vieron como su mejor garantía contra la creciente ola revolucionaria. El apoyo y el dinero comenzó a fluir al Fascisti di Combattimento o "Unidades de Combate" de Mussolini. Aprovechando al máximo el ambiente de caos prevaleciente, los fascistas combinaron la violencia extrema, el anticomunismo apasionado y la fuerza bruta para propulsarse al primer plano de la política italiana. Para el año 1921, los socialistas y los comunistas habían sido derrotados; y, apoyado por su ejército privado de los Camisas Negras, Mussolini se convierte en el principal intermediario político de Italia. Aclamado por sus seguidores como Il Duce (el "líder"), Mussolini alienta a los fascistas para marchar sobre Roma el 22 de octubre de 1922; un acto que intimida al rey italiano Víctor Manuel que decide nombrar a Mussolini como primer ministro. Mussolini utilizó a sus Camisas Negras para brutalizar a cualquier tipo de oposición, y, para 1925 su poder se había completado. La dictadura fascista había comenzado.

Mussolini (centro) junto a prominentes fascistas (1922)

El Partido Nacional Fascista, como se hizo llamar después de 1921, estaba regido por un Gran Consejo Fascista encabezado por Mussolini. De hecho, sin embargo, el poder era mucho más difuso en la Italia fascista de lo que parecía en la superficie. La base del movimiento fascista eran los soldados camisas negras de a pie, los “squadristi”. Estos escuadrones fascistas eran controlados por un jefe local o 'Ras' -curiosamente, este término proviene de un término etíope con el que se denominaba a un cacique. Cada barrio, ciudad y provincia tenían un Ras que operaba como un poder independiente en su región. De este modo, a pesar de la propaganda fascista que a gritos reclamaba una unidad monolítica detrás de su Duce, Mussolini nunca tuvo total libertad de acción y siempre tenía que tener en cuenta los deseos y las rivalidades de los jefes fascistas.

Más efectivo en la propaganda que gobernando en realidad, el gobierno fascista muy a menudo operaba más como una estructura de patrocinio mafioso que como un estado funcionando de manera eficiente. Esto a pesar de las afirmaciones fascistas de establecer un sistema ágil, disciplinado y moderno. En cuanto al nombre "fascismo" en sí, hay una cierta controversia en cuanto a su origen. Por un lado, está la palabra italiana fascio, significando una unidad o destacamento; por el otro están las fasces, un símbolo de la autoridad del Estado en la antigua Roma, que consistía de un hacha en un haz de varas. Los fascistas tomaron este antiguo símbolo y lo convirtieron en su emblema. A menudo contradictorio, el pensamiento fascista afirmaba rechazar el liberalismo y el comunismo y abrazar la autoridad, la jerarquía y la acción y movilización permanente. El lema fascista de “Credire! Obbedire! Combattire!” ("¡Creer! ¡Obedecer! ¡Luchar!”) encarnaba este sentido de la militarización como lo hizo el Decálogo Fascista, que todos los niños de la escuela tenía que memorizar:

Saber que el fascista y, en particular, el soldado, no debe creer en la paz perpetua.

Los días en prisión son siempre merecidos.

A la nación se sirve incluso como un centinela cuidando una lata de gasolina.

Un compañero debe ser un hermano, primero, porque mora contigo, y en segundo lugar porque piensa como tú.

El rifle y la canana, y el resto, te son confiados no para que se arruinen en el ocio, sino para conservarlos para la guerra.

Nunca dirás, "el gobierno va a pagar... "porque eres tu quien paga, y el gobierno que tienes es el que has querido tener, y es por quien llevas un uniforme.

La disciplina es el alma de los ejércitos, sin ella no hay soldados, solo confusión y derrota.

Para un voluntario no hay atenuantes cuando el desobedece.

Una cosa debes apreciar por encima de todas las demás: La vida del Duce.

Mussolini nunca se equivoca.

El régimen fascista promocionaba como sus logros la expansión del sistema educativo y de las actividades de tiempo libre, dando bonos monetarios a las familias numerosas y embarcándose en grandes proyectos de construcción. De especial prestigio fue el acuerdo con la Iglesia Católica, que, por primera vez, reconoció como legitimo a un gobierno italiano. En economía, el fascismo promovió la idea de la autosuficiencia nacional y de los grandes sindicatos que fueron fusionados con la gestión empresarial, creando el Estado corporativo. En la realidad, la producción disminuyó, los salarios cayeron y los grandes intereses comerciales e industriales dominaron el Estado fascista.

Bandera del Partido Nacional Fascista 

El fascismo es definido

En 1935, el VII Congreso Mundial de la Internacional Comunista estupendamente definió al fascismo, como "la dictadura terrorista descarada de los elementos más reaccionarios, más chovinistas y más imperialistas del capital financiero". Esta definición, denominada la Formulación Dimitrov (acuñada por Georgi Dimitrov, jefe del Comintern) proporciona una sólida base marxista para comprender la naturaleza del fascismo. Sin embargo, se necesitan más detalles con el fin de distinguir plenamente el fascismo de otras formas de represión burguesa, pues el fascismo es un tipo muy específico de  dictadura burguesa, con sus propias y únicas características.

Un problema surge aquí porque, a diferencia de otras ideologías, el fascismo no tiene un cuerpo coherente de pensamiento detrás de él. Esto es, tal vez una consecuencia de los orígenes del fascismo en las diversas actitudes que constituían la derecha radical ecléctica del siglo 19. Lo más cerca que el fascismo llega de tener una "Biblia," el libro de Hitler Mein Kampf, es muy específico a los problemas alemanes a principios del siglo 20 y no funciona como un texto unificador. Muchas personas de diferentes orígenes y preocupaciones llegarán al fascismo por diferentes razones. Por lo tanto, habrá lo que se ha denominado "el fascismo con guión": radical-fascismo, clerico-fascismo,  monarco-fascismo, etc. A menudo es más fácil decir contra que está el fascismo que discernir a favor de que está el fascismo. Por otra parte, la imagen que el fascismo proyecta como movimiento está a menudo en desacuerdo con la realidad que el fascismo impone una vez que llega al poder. Habrá dos variantes estrechamente relacionadas, pero distintas del fascismo: el fascismo italiano y el fascismo alemán (el nacional socialismo o nazismo). Sin embargo, es posible esbozar algunas de las cualidades que todos los movimientos fascistas tienen en común:

El fascismo afirma ser antiliberal, anticonservador y anticomunista.

El fascismo afirma ser una “Tercera Vía’ que rechaza por igual al capitalismo y al comunismo.

El fascismo se esfuerza por establecer un régimen autoritario nacionalista.

El fascismo rechaza la idea de la lucha de clases, ofreciendo el nacionalismo en su lugar. La idea de la fusión del trabajo y la gestión en un todo nacionalista se denomina diversamente, en la terminología fascista, Corporativismo Nacional (el Estado Corporativo), Nacional Socialismo, o Sindicalismo Nacional.

El fascismo persigue activamente el imperialismo y la expansión territorial.

El fascismo rechaza la razón y la racionalidad, y abraza el irracionalismo y el romanticismo. Como tal, el fascismo hace un amplio uso de los símbolos, emblemas y uniformes.

El fascismo promueve la militarización total de la sociedad y defiende una filosofía de la “violencia romántica”.

El fascismo crea milicias paramilitares privadas.

El fascismo es extremadamente supremacista masculino, relegando a las mujeres a roles serviles en la sociedad.

El fascismo se ve a sí mismo como un movimiento de los jóvenes, haciendo hincapié en la energía, la salud, la vitalidad y el conflicto generacional.

El fascismo promueve un estilo dictatorial de liderazgo carismático, dictatorial y personalista; con el líder adorado como un Dios.

Aunque la mayor parte de sus primeros seguidores fueron soldados desmovilizados y “matones” callejeros, el fascismo amplio su atractivo -de lo contrario hubiera permanecido como un movimiento marginal. Los industriales se sintieron atraídos por el fascismo debido a su intenso anticomunismo. Grandes segmentos de la pequeña burguesía, empleados de oficina y los propietarios de pequeñas empresas, vieron al fascismo como protector contra  las grandes empresas (note la contradicción con el hecho del apoyo de las grandes empresas al fascismo) y de salvarlos de que caer en la filas de la clase obrera. Muchas de las zonas rurales vieron el fascismo como proveedor de oportunidades para el avance. Por lo tanto, el fascismo se convirtió en un movimiento de masas.

Los movimientos fascistas que imitaban la Italia de Mussolini y, más tarde, la Alemania de Hitler, se repartieron por todo el mundo. El Falangismo en España, Rexismo en Bélgica, el Peronismo en Argentina, la Cruz de Flecha en Hungría, la Guardia de Hierro en Rumania y la Unión Británica de Fascistas del ex miembro del Partido Laborista, Oswald Mosley en el Reino Unido. De las dos variantes del fascismo, el italiano y el alemán, algunos fascistas juraron su lealtad a una, u la otra. La diferencia entre ambos radica en que el racismo y el antisemitismo, aunque no es un componente necesario del fascismo italiano, es fundamental para el fascismo alemán (el nazismo).

La República de Weimar en Alemania

Después de la rendición alemana en la Primera Guerra Mundial, y el exilio del Káiser a Holanda, un nuevo gobierno democrático liberal fue establecido, la República de Weimar. Liderados por los moderados, el nuevo gobierno alemán logró sobrevivir amenazas tanto de la izquierda (la rebelión espartaquista) y la derecha (un intento fallido de establecer una dictadura militar, el “Kapp Putsch”). Sin embargo, la República de Weimar fue desacreditada ante los ojos de muchos por estar de acuerdo con lo dispuesto en la Conferencia de Versalles. Esta conferencia desmanteló el imperio de ultramar de Alemania, tomó parte del territorio alemán y se lo entregó al recién creado Estado de Polonia, puso las tropas francesas en suelo alemán, prohibió la existencia de una flota submarina alemana y de la fuerza aérea, puso estrictas limitaciones al tamaño del ejército alemán, ordenó que Alemania pagara miles de millones de dólares en reparaciones a los británicos y franceses y decretó que Alemania cargara con la culpa por el estallido de la Primera Guerra Mundial. En efecto, muchos se negaron incluso a creer que Alemania había sido derrotada en la guerra; prefiriendo en cambio, afirmar que Alemania había sido "apuñalada por la espalda" por los judíos, los liberales, los políticos y los socialistas.

Esta teoría de la conspiración, que Alemania había sido traicionada durante la guerra, junto con la fallida revolución comunista de 1919 llevó al surgimiento de bandas paramilitares ultranacionalistas, como el Frei Korps. Después de ayudar a destruir el levantamiento comunista y asesinar a sus líderes, grupos como el Frei Korps dirigieron entonces su ira contra la propia República de Weimar. Asesinatos, la violencia política y complots de la derecha para derrocar al gobierno eran moneda corriente en los primeros años de la República. Uno de estos intentos, el “levantamiento” Beer Hall Putsch (el Putsch de la Cervecería) de 1923 se llevó a cabo en una cervecería de Munich, de ahí el nombre, cuando un grupo de conspiradores secuestraron a los principales políticos de la ciudad que efectuaban una reunión pública en la cervecería. El plan de los conspiradores era capturar a los políticos, obligarlos a llamar al ejército, y luego marchar a Berlín y derrocar a la República. La trama fue un estrepitoso fracaso. El ejército se negó a seguir el juego, y la mayoría de los conspiradores fueron capturados o muertos. El líder de la conspiración, un ex cabo de origen austríaco del ejército alemán, fue juzgado por traición y encarcelado. Su nombre era Adolf Hitler.

El Putsch de la Cervecería

Hitler y los orígenes del nazismo

Hijo nacido de un funcionario de aduanas de Austria en 1889, el joven Adolfo Hitler originalmente quería ser un artista. En 1905, cartera en mano viajó a Viena la capital del Imperio Austro-Húngaro para inscribirse en la Academia de Bellas Artes. La solicitud de Hitler fue rechazada dos veces por la Academia, y sin dinero y sin hogar, se vio obligado a ganarse la vida en las calles de Viena.

Muchos historiadores y biógrafos han hecho hincapié en la importancia de los años de Hitler en Viena (1905 - 1913) en la formación de su pensamiento y personalidad. Es en Viena que Hitler encuentra por primera vez literatura racista y antisemita. Solo, amargado, resentido, demasiado orgulloso para trabajar, rodeado de “hordas de razas alienígenas” (eslavos, húngaros, judíos); Hitler va de un albergue para indigentes a otro, apenas ganándose la vida dibujando postales para turistas y gastando el poco dinero que tenía en la literatura racista y asistiendo a presentaciones de óperas medievalistas heroicas alemanas de Richard Wagner. Mudarse a Munich en 1913 para estar entre "los alemanes reales" termina del mismo modo  en fracaso, y Hitler termina en las calles de nuevo. Es aquí, en Munich, que la declaración de guerra lo encuentra en 1914, y Hitler se une al ejército alemán.

En muchos sentidos, el ejército proporciono Hitler con un sentido de pertenencia que no había conocido desde que salió de su casa en 1905. Él es varias veces citado por su valentía en combate, y se le concede la Cruz de Hierro de Primera Clase, la más alta condecoración militar de Alemania. Esto es interesante ya que la Cruz de Hierro de Primera Clase, era una decoración generalmente otorgada sólo a los oficiales; sin embargo, Hitler nunca se eleva más allá del rango de cabo. El hecho ha provocado que algunos biógrafos se pregunten si había algo en el solitario malhumorado,  que prefería permanecer en el cuartel leyendo literatura antisemita y no participar en la juerga habitual de los jóvenes soldados de licencia, que hizo que sus superiores no quisieran promoverlo. En cualquier caso, el fin de la guerra encuentra a Hitler en un hospital militar recuperándose de un ataque con gas mostaza. Como muchos otros, Hitler está conmocionado por la noticia de la rendición de Alemania y cree que Alemania sólo pudo haber sido apuñalada por la espalda por los judíos y socialistas. La época de paz deja a Hitler con pocas opciones, y en lugar de volver a la calle, toma un trabajo como espía de la policía militar alemana.

Cabo Adolfo Hitler

Es en esta capacidad que Hitler es enviado a espiar a un grupo político recién formado en Munich, el Partido Obrero Alemán. En la atmósfera de invernadero de Munich en 1919, las autoridades militares asumieron que un grupo autodenominado "Partido Obrero Alemán" sería otra agrupación comunista. Después de asistir a algunas reuniones, Hitler se complace en informar a sus superiores de que el Partido de los Trabajadores alemán no es una organización comunista; más bien, se trata de un grupo nacionalista ultra-patriótico. El nombre del grupo se explica en su intención de alejar a los trabajadores alemanes del socialismo y orientarlos hacia la derecha política.

Hitler se une al grupo al que fue enviado originalmente a espiar. Mientras asistía a las reuniones del Partido Obrero Alemán, Hitler descubre un talento previamente desconocido, un don para hablar en público y la capacidad de cautivar a una audiencia con la oratoria. Pronto, el que fuera espía se vuelve el más valioso miembro de la organización, y luego su líder ("Fuhrer"). Una vez asumido el liderazgo, Hitler cambia el nombre del grupo por el del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP). Así nace el que llegó a ser conocido como El partido Nazi.

Modelando su partido en los fascistas de Mussolini (de hecho, en este momento Hitler escribió una carta de admiración a Mussolini pidiendo una foto autografiada, el Duce nunca respondió -Hitler más tarde le recordaría a Mussolini de esto), el Partido Nazi recién formado adquirió un símbolo potente en la antigua -hindú/budista- esvástica (a los ojos de algunos teóricos racistas, la raza "Aria" o blanca se originó en el norte de la India), una ideología que combina el fascismo de estilo italiano con el racismo virulento y el antisemitismo y construyó una milicia paramilitar privada. Esta fuerza paramilitar que vestía una camisa marrón, las "Tropas de Asalto" (SA) sería el instrumento de Hitler para acosar a sus oponentes políticos, participando en peleas callejeras con los comunistas. Arribando a la posición de Jefe de Estado Mayor  de las SA estaría uno de los primeros seguidores políticos de Hitler, el ex capitán del ejército Ernst Röhm, un hombre curtido en el campo de batalla.

Desfile de miembros de  las SS

Después de la debacle del Beer Hall Putsch, Hitler es condenado a cinco años de prisión. El tribunal fue indulgente con él, y vale la pena comentar que Hitler sólo fue condenado a cinco años por traición y, en realidad, sólo sirvió ocho meses de la sentencia antes de ser indultado y liberado. Durante su encierro, Hitler es alentado por su secretario personal, Rudolf Hess, a plasmar sus ideas en un documento. Como resultado de ello, Hitler escribe Mein Kampf (Mi lucha), el plan de acción del movimiento nazi. En Mein Kampf, Hitler describe su filosofía de nacionalismo extremo, el antisemitismo, y sus planes para un nuevo imperio alemán a ser establecido en el Este. Hoy en día, los historiadores debaten exactamente cuántas de las acciones posteriores de Hitler pueden ser rastreadas a Mein Kampf, pero el hecho es que gran parte de ellas están allí -desde la invasión de Rusia a la declaración que Alemania habría estado mejor si unos "cien mil judíos hubiesen sido gaseados al comienzo de la Primera Guerra Mundial".

Hitler también utilizó su tiempo libre obligatorio para pensar un poco sobre el futuro de su movimiento. Llega a la conclusión de que los intentos de una toma violenta del poder, como el Beer Hall Putsch, fueron equivocados. En su lugar, ahora insiste en que los nazis debe llegar al poder constitucionalmente, por ganar el apoyo de los dos grupos más importantes de la sociedad alemana: los industriales y los militares. Sin embargo, después de su liberación, se encuentra con que es casi imposible reinar en las revoltosas y belicosas, SA. Hitler, cada vez más descubre que no puede confiar en las SA para moderar sus acciones, y cada vez más las encuentra una vergüenza y un impedimento para ganar el apoyo de la élite alemana. Por lo tanto, Hitler crea una nueva y disciplinada fuerza paramilitar para servirle como su ejército personal. Personalmente leales a él y sólo a él, esta nueva fuerza desde el principio se consideró a sí misma como una guardia imperial de élite -en contraste a las bebedoras de cerveza y pendencieras SA. Luciendo un uniforme todo negro, esta nueva fuerza sería conocida como la "Schutzstaffl" ("guardia de honor"), las SS. Aunque en un principio constituidas sólo como una parte de la mucho más grande SA, las SS, y su nuevo líder Heinrich Himmler jugarían un papel importante en el posterior régimen de Hitler.

Después de salir de la cárcel, Hitler reconstruye su movimiento y corteja activamente al ejército y los grandes negocios. Acólitos como el héroe de guerra Hermann Göring, y el intelectual –y maestro propagandista- Paul Josef Goebbels son instrumentales en conseguir para Hitler el apoyo de los círculos alemanes influyentes. El Partido Nazi crece en tamaño y fuerza, pero sería la crisis de la Gran Depresión la que propulse a Hitler al poder.

Hitler conquista el poder en Alemania

La pobreza, la desesperación y la militancia de la clase trabajadora provocada por la Gran Depresión fueron los factores que llevaron a Hitler al poder. La fortaleza nazi había crecido a lo largo de la década de los años 1920. Sin embargo, muchas de las personas cuyo apoyo necesitaba Hitler, querían mantenerse al margen del "pequeño vulgar cabo austríaco", y desdeñaba su banda de rufianes uniformados. La depresión los acercaría al campamento de Hitler. Las escenas cotidianas de desempleo y la falta de vivienda y el aumento de la militancia del Partido Comunista (KPD) hicieron que muchos miembros de la elite alemana temieran que los acontecimientos de 1919 estuvieran a punto de repetirse.

Enemigo de Hitler: Ernst Thaelman, líder del Partido 
Comunista Alemán 

A finales de 1932, justo cuando la fuerza electoral del partido nazi estaba declinando, un grupo de empresarios y políticos conservadores, encabezados por el líder del partido católico conservador (Zentrum), Franz von Papen, presionó al presidente Paul von Hindenburg para que nombrara a Hitler como canciller (Primer Ministro). De acuerdo con la Constitución de Weimar, la presidencia alemana era un cargo en gran parte ceremonial, pero el presidente tenía un poder crítico, el nombraba al Canciller, el funcionario que efectivamente dirigía el gobierno. El presidente Hindenburg era visto por muchos alemanes de todas las persuasiones políticas como un serio baluarte de los valores alemanes tradicionales -además, era conocido públicamente por detestar a Hitler y los nazis. Pero Papen y los políticos eran convincentes; convencieron a Hindenburg que Hitler era el complemento ideal para usarlo en contra de la creciente popularidad del comunismo. Una vez que Hitler y sus secuaces se hayan deshecho del KPD, Papen argumentó, entonces los conservadores ya no lo necesitarían, y Hitler sería puesto a un lado.

De esta manera, el 30 de enero de 1933, el presidente Hindenburg nombró a Hitler canciller de Alemania. En un periodo de dos meses, los nazis establecerían su dictadura.

En las primeras horas de la mañana del 27 de febrero de 1933, la ciudad de Berlín se sorprendió al descubrir que el parlamento alemán (Reichstag) estaba en llamas. Hitler culpó del incendio del Reichstag a los comunistas, y pidió, y obtuvo, amplios poderes con el fin de hacerle frente a la "emergencia". Al día siguiente, la Constitución fue cancelada, el derecho de habeas corpus fue suspendido y el KPD y el SPD fueron declarados fuera de la ley. A Hitler le fueron concedidos poderes dictatoriales casi de la noche a la mañana. Un reino del terror se desató justo cuando los nazis detenían y reprimían a los comunistas, socialistas, sindicalistas y liberales.

La prensa fue silenciada; y el primer campo de concentración, Dachau, en las afueras de Munich, fue abierto para recibir la oleada de prisioneros políticos. Aunque varios comunistas fueron detenidos y juzgados por el incendio del Reichstag -incluyendo al comunista búlgaro que vivía en Berlín, Georgi Dimitrov, que logró refutar los cargos y más tarde se convirtió en jefe de la Internacional Comunista – pronto se hizo evidente que fueron los propios nazis los autores del incendio. En resumen, una falsa crisis fue creada para justificar la dictadura de Hitler. Con el fin de acelerar el aumento de la represión, Göring formó una nueva organización policial, la Geheime Staatspolizei ("Policía Secreta del Estado"). A la larga pasando a ser parte del imperio de las SS de Himmler, el Geheime Staatspolizei se convirtió en el principal instrumento de terror de Hitler. Cayó sobre algún empleado desconocido en la oficina de correos de Berlín idear un sello postal para la nueva agencia de la policía, e incapaz de adaptar "Geheime Staatspolizei" a un sello, decidió abreviarla. De esta manera, nació uno de las más temibles palabras del siglo 20: "Gestapo".

En el transcurso del siguiente año, Hitler “nazificó” las instituciones alemanas. En un proceso conocido como Gleichschaltung ("coordinación forzada"), la burocracia del gobierno alemán, los militares, y la sociedad civil -incluso los principales elementos de las Iglesias Católica y Luterana- fueron obligados a plegarse a la política nazi.

A principios de 1934, la mayor parte de Alemania había sido puesta de rodillas. Sólo una institución se mantuvo en oposición a Hitler: irónicamente, esta iba a ser su propia organización, las SA. A medida que el régimen nazi extendía su dominio sobre la sociedad alemana; las SA se sentían cada vez más desencantadas. Con su verborrea de "compartir la riqueza", las SA había esperado que una "revolución nacional" rindiera beneficios. Se hizo cada vez más evidente que esto no iba a suceder.

Ver a su Führer rosarse con la élite y vestido de traje y corbata blanca mientras asistía a la ópera en compañía de millonarios enfureció a las violentas y pendencieras Tropas de Asalto. El  jefe del Estado Mayor de las SA, Ernst Röhm, uno de los confidentes más antiguos de Hitler, comenzó a pronunciar discursos ominosos afirmando que "Adolf nos traicionó", llamando a una "segunda revolución", y exigiendo que la SA debería convertirse en un nuevo "Ejército del Pueblo Alemán". Esto definitivamente no era lo que los patrocinadores militares e industriales de Hitler querían oír. Habían echado su suerte con el Führer para evitar precisamente ese tipo de conversación radical. Por otra parte, el conservador ejército alemán se erizó ante la idea de que un homosexual abierto como Röhm y su banda de matones, se atrevieran a desplazarlos. Hitler se arriesgaba a perder el apoyo que con tanto trabajó había conseguido. Las peleas internas entre facciones dentro de la dirigencia nazi también jugaron un papel, ya que Göring codiciaba la posición de "número dos" de Röhm y las SS de Himmler no llegarían a ninguna parte en tanto continuara siendo simplemente un segmento de las SA.

Hitler decide actuar. En la noche del 30 de junio de 1934, mientras el liderazgo de las SA estaba de vacaciones en una pequeña localidad alemana, Hitler ataca. Tropas de las SS cercan los alrededores del hotel donde los líderes de las SA se alojaban. Los hombres de las SA son sacados de sus camas, llevados al patio del hotel y fusilados sumariamente. Muchos, al no tener ni idea de lo que les está sucediendo, van a la muerte gritando “¡Heil Hitler!” Röhm es colocado bajo arresto, llevado a la prisión de Stadelheim fuera de Munich, e invitado a suicidarse. Cuando él se niega, es ejecutado por las SS. El baño de sangre, conocido como la Noche de los Cuchillos Largos (the Night of the Long Knives), continúa hasta el 2 de julio, cuando el liderazgo de las SA es diezmado. No habrá "segunda revolución" en la Alemania de Hitler.

Expansión territorial

Tres consecuencias se derivaron de la Noche de los Cuchillos Largos: Las SS se convierten en un Estado dentro-del-Estado cuando la banda uniformada de negro de Himmler asume todos los deberes policiales y de seguridad (las SS se convertirán en una amenaza mayor para el conservador cuerpo de oficiales alemán de lo que los hooligans de las SA de Röhm jamás podrían ser); el poder de Hitler es ahora absoluto. La muerte del presidente Hindenburg ese mismo año dio a Hitler la posibilidad de abolir el cargo de presidente y concentrar todo el poder en sí mismo como "Canciller y Führer". Hitler es ahora libre para perseguir sus ambiciones territoriales. Los acontecimientos que condujeron a la Segunda Guerra Mundial pronto seguirán.

Después de que la Segunda Guerra Mundial había terminado, un oficial estadounidense preguntó al pastor luterano Martin Niemöller, un opositor de Hitler recientemente liberado de un campo de concentración, cómo pudo todo esto haber sucedido. "¿Cómo pudo haber sucedido, en Alemania de todos los lugares? Alemania, una de las naciones más cultas y civilizadas de Europa, la tierra de Mozart y Beethoven, en tierra de la ciencia y la filosofía. ¿Cómo pudo esto haber sucedido en Alemania?", preguntó el oficial. La respuesta de Niemöller se ha vuelto legendaria. El pastor dijo:

"Primero vinieron por los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.

Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.

Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.

Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.


Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".






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USA.

martes, 24 de febrero de 2015

Guatemala: La utopía del “movimiento” maya sin los movimientos revolucionarios

Los actuales movimientos indígenas y campesinos más beligerantes de Guatemala, nos guste o no, en buena medida, son el legado de las organizaciones guerrilleras. No sólo porque nacieron como extensión ideológica y social de algunos grupos guerrilleros, sino porque muchos de las y los activistas/dirigentes actuales de dichos movimientos son excombatientes guerrilleros.


LA UTOPÍA DEL “MOVIMIENTO” MAYA
SIN LOS MOVIMIENTOS REVOLUCIONARIOS


Por Ollantay Itzamná

Cuando la noche ya anunciaba su triunfo sobre ocaso, en el centro de la ciudad de Guatemala, me encontré, por casualidad, con dos compas cuyos nombres no recuerdo. Pero sí, los vi en otras oportunidades en medio de indígenas y campesinos, en el interior del país. Ambos venían después de tapar (bloquear) caminos en el Oriente del país, junto a los miles de indígenas y campesinos que protestaron tapando caminos en 22 puntos diferentes en todo el territorio nacional.

A uno de ellos su vestido lo delataba como un ex combatiente guerrillero. Pantalón comando verde olivo, gorra revolucionaria y mochila de campo en la espalda. Y efectivamente, en el café, con toda naturalidad, hizo referencia a su pasado guerrillero entre los indígenas q’echís.

Sentí satisfacción especial de estrecharles la mano, y beber un café, con ellos dos. De los pocos ex combatientes que sienten orgullo de su vocación guerrillera pasada, y, ahora, con la misma pasión y mística le apuestan a las acciones colectivas de los movimientos sociales. Con una perspectiva política ideológica medianamente clara y realista.

Me impactó el encuentro porque yo venía saliendo de una reunión con “representantes” indígenas del Cauca, Colombia, y algunos dirigentes indígenas mayas de Guatemala, y en mis tímpanos aún resonaba los slogans reiterados por algunos de los participantes: “Las guerrillas nos utilizaron”. “Las guerrillas no nos aportaron nada en nuestros procesos organizativos”. “Los indígenas mayas somos insurgentes desde hace más de 500 años atrás”. “Los mayas vamos a hacer la verdadera revolución”. “Los mestizos son traidores”… Chauvinismo innecesario que lejos de construir, destruye.

Con seguridad que la gran mayoría de los comandantes guerrilleros fueron machistas, racistas, clasistas y especistas. Eran marxistas. Los indígenas, sin necesidad de haber sido configurados en el marxismo, somos machistas y clasistas, mucho más si ascendemos socioeconómicamente. Ni hablar si contamos con algún título universitario.

Los actuales movimientos indígenas y campesinos más beligerantes de Guatemala, nos guste o no, en buena medida, son el legado de las organizaciones guerrilleras. No sólo porque nacieron como extensión ideológica y social de algunos grupos guerrilleros, sino porque muchos de las y los activistas/dirigentes actuales de dichos movimientos son excombatientes guerrilleros. Por ejemplo, el Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) tiene entre sus activistas/integrantes a varios ex combatientes de varios grupos guerrilleros (desperdigados con la firma de los Acuerdos de Paz), junto a indígenas y campesinos. Incluso algunos ex integrantes de las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC) y ex soldados del Ejército.

No es verdad que los pueblos mayas tengamos una trayectoria guerrillera de más larga data que los marxistas mestizos en el país. Si esto fuera cierto, los indígenas hace rato hubiésemos construido hegemonía política, y seríamos gobierno en el país. Nuestros abuelos mayas, durante la Colonia, nunca se levantaron contra el poder central, mucho menos contra la Metrópoli. Los motines “indios” fueron siempre en contra de patrones locales. Por eso carecemos tanto de una acumulación histórica de fuerza sociopolítica indígena de alcance nacional. En Los Andes, las historias indígenas fueron diferentes.

Si las organizaciones indígenas seguimos revictimizándonos como traicionados o utilizados incluso por las mismas izquierdas, metal y espiritualmente jamás nos decolonizaremos. Seguiremos siendo objetos de caridad de la ayuda externa. Por tanto, jamás transitaremos del folclorismo cultural a la autoconciencia política. Seguiremos tullidos, sin posibilidad de hacer florecer y compartir los legados culturales, espirituales y políticos que nuestros ancestros/as nos heredaron. No somos mejores, ni peores sólo por el hecho de ser genéticamente indígenas.

Los procesos revolucionarios, guerrilleros o no, aportaron lo necesario para el actual despertar creativo de nuestros pueblos. Que las circunstancias históricas, y nuestras configuraciones mentales, no nos permitieron convertir nuestra mayoría demográfica en hegemonía político militar incluso dentro de los mismos grupos guerrilleros, es otro asunto. Yo no puedo imaginar el actual proceso de cambio boliviano sin el aporte de la izquierda clase mediera, incluso ex guerrillera, que corporiza el Vicepresidente, Álvaro García Linera y otros.

Quienes de buena fe impulsamos procesos de cambios trascendentales desde las comunidades y las regiones con perspectiva nacional, debemos reconocer nuestra condición de subalternidad compartida con quienes no son indígenas, y apostar entre todos/as a construir procesos de liberación integral para la humanidad y para la Madre Tierra. Si creemos que sólo por tener facciones indígenas somos más genuinos o mejores que los demás, no somos más que ingenuos agentes reproductores del sistema contra el cual supuestamente luchamos.






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USA.

domingo, 22 de febrero de 2015

Maduro se quita los guantes

El proceso revolucionario venezolano debe ser defendido con todo y el presidente Maduro con su acción contra los golpistas ha demostrado que sabe que al enemigo hay que darle duro, sin contemplaciones, sin guantes y a puño limpio, porque en la actual coyuntura venezolana la preservación de la revolución es asunto de vida o muerte. Ya Maduro lo acaba de decir: “yo como presidente de la República no voy a permitir que a Venezuela le pase lo que le pasó a Chile en el 1973”.


MADURO SE QUITA LOS GUANTES



Ese es el título de un artículo publicado en la red por el portal Business Insider. Por su puesto que lo escrito por una tal Linnete López no es una defensa de las últimas medidas tomadas por el gobierno del presidente Maduro contra la llamada oposición por su implicación en el último intento de golpe de Estado, pues es obvio que no se puede esperar eso de una publicación proimperialista. Por el contrario, el encabezado es una referencia al nivel de intolerancia al que, según el artículo, se ha llegado en Venezuela donde ya no se permite ningún tipo de disidencia -con hombres enmascarados secuestrando a líderes políticos de la oposición. Esto no es poca cosa, hasta este punto ha llegado el régimen venezolano en su coqueteo con la autocracia, aunque no la ha abrazado abiertamente, puntualiza la nota.

Teniendo en cuenta que Venezuela, su proceso revolucionario y su democracia, han estado todo este tiempo bajo el constante ataque de las fuerzas contrarrevolucionarias, lideradas por los EE.UU y sus lacayos de la oposición ultraderechista venezolana y latinoamericana, nada nos alegra más que darnos cuenta que el gobierno del presidente Maduro se esté quitando los guantes de seda con los que ha tratado a la oposición golpista, y este a puño limpio noqueando de una buena vez a sus enemigos, a quienes ya les ha tolerado demasiados desmanes, que nada tienen que ver con las acciones de una oposición organizada que busca cambios dentro del marco constitucional, sino todo lo contrario, son acciones contrarrevolucionarias, desestabilizadoras, subversivas y criminales que tienen como objetivo supremo el derrocamiento por la vía violenta del legítimo gobierno venezolano y la instauración de un régimen antidemocrático pro yanqui.

Venezuela está bajo ataque, todas las fuerzas de la reacción se han alineado en su contra, hasta el “gran perro”, como le llaman a Bill Clinton en los pasillos de Washington,  está exigiendo en tono amenazante, que sin demora se liberen a los presos políticos. La participación de un personaje de las características del ex presidente Clinton en los asuntos internos de Venezuela, es una señal ominosa que no debe tomarse a la ligera. Suponer que Bill Clinton por ser un “demócrata” y “defensor de los derechos humanos” no debería actuar de esa manera, es una inocentada. No hay que olvidar el papel de Clinton en Irak donde gracias al embargo genocida impuesto sobre ese país murieron unos 500,000 niños, y en la guerra de los Balcanes que terminó destruyendo a la antigua Yugoslavia.

Cada día que pasa aumentan las voces enemigas que demandan la renuncia del presidente Nicolás Maduro acusándolo de no tener la suficiente legitimidad. Los enemigos del proceso democrático bolivariano ni siquiera están dispuestos a llegar a las próximas elecciones, no están interesados en el respeto a la legalidad constitucional, la democracia y la paz. Su fin último es el cambio de régimen y los pasos que están dando en esa dirección son cada vez más agresivos y descarados. Esta vez fue un intento de golpe de Estado que pudo ser desarticulado a tiempo. ¿Qué es lo próximo en el arsenal de la conspiración imperialista? ¿Un ejército mercenario o los marines norteamericanos incursionando en territorio venezolano?

Estas son interrogantes que plantean, no un escenario hipotético, sino uno basado en antecedentes históricos, que puede muy bien tener lugar en Venezuela, donde ya dijimos, las fuerzas contrarrevolucionarias convergen en un mismo objetivo que no es otro que el aniquilamiento del gobierno de Maduro y con ello  todo lo que signifique la Revolución Socialista Bolivariana.

Sobra decir que Venezuela es el foco de una amplia ofensiva desestabilizadora dirigida desde el centro del poder hegemónico global que en su desbocada carrera por mantener su supremacía está utilizando todo sus armas con el fin de aplacar cualquier resistencia o amenaza a sus designios imperiales. Washington, a pesar de lo que digan sus funcionarios y de lo que crean otros, sigue considerando a Latinoamérica como su patio trasero. Y en la actual confrontación mundial con sus dos grandes rivales Rusia y China por el establecimiento y control de zonas o esferas de influencia, Estados Unidos no está dispuesto a dejarse arrebatar su enorme zona de influencia al sur de su frontera.  

Venezuela, por sus recursos energéticos, su ubicación estratégica, la orientación ideológica de su proceso revolucionario y su liderazgo político en la región, constituye un obstáculo que interfiere en los cálculos políticos de Washington para recuperar el dominio sobre lo que siempre ha considerado su zona exclusiva de injerencia política y económica. Por esa razón muy básica de geopolítica, Estados Unidos le ha declarado la guerra a Venezuela, y es en este contexto de agresión imperialista que el gobierno del presidente Maduro debe actuar y responder, tal y como lo ha hecho en esta ocasión tras el fallido intento golpista.

El pacifismo, la moderación o los constantes llamados al diálogo únicamente sirven para envalentonar a al enemigo que ve en esas actitudes signos de debilidad. A caso no se ha visto en otras partes como actúa la derecha y el imperialismo cuando el orden que han establecido y quieren preservar es amenazado por fuerzas que buscan cambios democráticos. A caso no nos dimos cuenta como acabaron con Ocupy Wall Street o como respondieron a las protestas en Ferguson, o como reprimen en México, Colombia, Honduras y Guatemala a los movimientos populares. Ciertamente las relaciones de poder determinan el grado de respuesta, pero si se espera que esa ecuación sufra un cambio radical favorable, mientras se está bajo ataque, lo más probable es que se llegue a un punto cuando todo intento de reacción será demasiado tardío, y en este sentido los ejemplos que nos da la historia son muchos.


El proceso revolucionario venezolano debe ser defendido con todo y el presidente Maduro con su acción contra los golpistas ha demostrado que sabe que al enemigo hay que darle duro, sin contemplaciones, sin guantes y a puño limpio, porque en la actual coyuntura venezolana la preservación de la revolución es asunto de vida o muerte. Ya Maduro lo acaba de decir: “yo como presidente de la República no voy a permitir que a Venezuela le pase lo que le pasó a Chile en el 1973”.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

viernes, 20 de febrero de 2015

El Neo Pinochetismo a la mexicana

Cada vez más este régimen sigue los pasos del autoritarismo y la dictadura; en suma, un neo pinochetismo a la mexicana, con objeto de sostener un régimen de explotación brutal de la mayoría de los mexicanos y de saqueo inmisericorde de los recursos financieros y naturales de este país


EL NEO PINOCHETISMO A LA MEXICANA


Por Rolando Garrido Romo

“Por ningún motivo permitiremos que se metan en los cuarteles”, sostuvo el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), Enrique Solana Sentíes, luego de la firma de un convenio entre el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y las secretarías de Marina y Defensa, con la presencia de los titulares de ambas dependencias.

Acerca de la demanda de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, de acceder a cuarteles militares en busca de sus hijos, el dirigente empresarial señaló: “Tengo mucha pena por lo que les pasó, pero no vamos a abrir todos los cuarteles del país porque quieren ver si están ahí o no los muchachos. Es meterse a las entrañas de la sociedad mexicana, la parte más íntima de nuestro ser y dijimos que no aceptamos que se abran los cuarteles a nadie que no sea el Ejército”.

“Es muy difícil, cuando se está librando una verdadera guerra con personas que tienen lanzagranadas, metralletas y todas las armas del mundo, pues esperar un comportamiento de dama. Es un tema muy complicado, por eso insisto en que hay que revisar el marco jurídico para dar la cobertura a las fuerzas armadas para que se puedan mover y defender, no dejarlas indefensas”, opinó.

Al encuentro privado, celebrado en el Club de Industriales, en Polanco, asistieron los secretarios de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, y de Marina, almirante Vidal Francisco Soberón Sanz (quienes salieron por una puerta lateral y no emitieron declaraciones a la prensa), y empresarios afiliados al organismo, como Claudio X. González.

Gutiérrez Candiani, presidente del CCE…dijo que “los derechos humanos son fundamentales, pero lo que sí es muy importante es que no nada más se tiene que defender el de los delincuentes; muchas veces pareciera que se está defendiendo no a la gente que trabaja día a día. A veces tenemos muy pocos mensajes en favor de las víctimas y sí en favor de los victimarios”. (tomado de la nota de Miranda, Juan Carlos; La Jornada: Sábado 14 de febrero de 2015: p.7).

Qué perlas estas declaraciones de los líderes formales del empresariado mexicano. A volar con los derechos humanos, a volar con las demandas de justicia de los padres, hijos, hermanos, de los desaparecidos, no sólo los de Ayotzinapa, sino de los más de 22 mil (reconocidos oficialmente), que no han recibido respuesta de un estado mexicano indiferente, omiso, arrogante y cada vez más endurecido, ante los reclamos de la mayoría del pueblo mexicano y hasta de instancias internacionales, como lo demuestran las declaraciones desafiantes del secretario de Gobernación ante las muy puntuales recomendaciones del Comité de Naciones Unidas contra las Desapariciones Forzadas.

Cuando un régimen, no sólo un gobierno, se encuentra en vías aceleradas de pérdida de legitimidad (muy menguada desde las cuestionadas elecciones de 2006 y 2012); en medio de un largo estancamiento económico y carcomido por la corrupción, los vínculos con el crimen organizado, el cinismo y una alejamiento enorme entre subclase política-oligarquía con el pueblo,  cualquier legítimo reclamo social, cualquier crítica, cualquier propuesta alternativa a los dictados oficiales, es vista como un “intento de desestabilización”, como un “ataque a las instituciones”, como una “rebelión” o peor aún como el “inicio” de una “revolución”.

Qué inseguros se sienten estos señores empresarios (y la subclase política de este país), y no por el aumento de la violencia, la impunidad o la corrupción, sino por la evidencia de que su modelo económico sólo ha servido para enriquecerlos obscenamente a ellos y a la cleptocracia que mal gobierna al país, dejando en la miseria y en el olvido a la gran mayoría del pueblo de México, y por lo tanto ya no toda la población se cree sus mentiras (“ahora sí con las reformas estructurales, el país va a prosperar”), y está harta de tanto abuso, tanto saqueo, tanta demagogia, tanta burla.

Por eso van corriendo a esconderse bajo los faldones militares, para que sigan protegiendo a estos vividores y a los corruptos gobernantes, sin que sean molestados por los reclamos del pueblo. Poco les importa que ese pueblo sea un día sí y otro también, masacrado por criminales y autoridades por igual, sea explotado hasta la médula y por supuesto sea ignorado todo el tiempo. Lo único que les importa es seguir acumulando riqueza y llevándosela al exterior (según la Reserva Federal de Estados Unidos, 30 de cada 100 dólares que han entrado en los últimos dos años al sistema financiero de ese país, provienen de México; es decir es un saqueo descomunal).

Lo que está sucediendo en México en estos momentos es gravísimo, pues tanto la subclase política, como el empresariado, ante su falta de opciones a los problemas que hunden a la mayoría de la población, están quedando acorralados en la respuesta violenta, en la criminalización de la protesta social y finalmente con ello, en hacer depender su poder en las fuerzas armadas (es decir se están “sentando en las bayonetas”).

En este sentido, vale la pena recordar lo que señala el politólogo chileno Jorge Tapia Valdés en su libro La Doctrina de la Seguridad Nacional en el Cono Sur. El Terrorismo de Estado (Editorial Nueva Imagen, 1980; 1a. ed.): “Aunque en los casos de Brasil y Chile los golpes militares tuvieron el apoyo inicial de ciertos sectores de la clase media, generalmente como resultado de profundas campañas de ‘manipulación de conciencias’ previas al golpe de Estado, su único y verdadero apoyo lo encontraron en la élite tecnocrático-empresarial”(p.149).

¿Sugerimos que se prepara un golpe de Estado? No. Afirmamos que este régimen neoliberal sólo encuentra ahora su apoyo en las fuerzas armadas, en la tecnocracia burocrática, en el empresariado (especialmente los oligarcas mexicanos) y en una pequeña franja de la clase media. Esta escasa base social no le permite enfrentar la crisis multivariable en materia política, económica y social, por lo que cada vez más se va a encerrar en su propia burbuja, alejándose del pueblo y ello evidentemente va generando las condiciones para que los militares asuman el poder, cuando se presente un momento de crisis extrema de este modelo excluyente y depredador.

Cada vez más la subclase política mexicana, la tecnocracia, el empresariado y las fuerzas armadas mexicanas, están asumiendo la visión que en su momento adoptaron las dictaduras sudamericanas en los años sesentas y setentas acerca del conflicto social. Esto es, que el conflicto social es una “disfunción”, es algo que debe ser “suprimido”, y no los consideran como fenómenos inherentes al desenvolvimiento de un país, que reflejan las carencias del propio régimen, y su falta de adecuación a las necesidades y aspiraciones de las mayorías.

En este punto vale la pena retomar a Tapia Valdés: “En la práctica, estos regímenes, más que destruir enemigos, parecieran sumar enemigos, y probablemente cualquier medición empírica comprobaría que, a medida que transcurre el tiempo, ellos tienen un espectro más amplio de contrarios…La búsqueda del orden y la unidad nacionales exigen que se ponga fin a las actividades de los diferentes grupos, facciones o partidos, que se estiman conflictivas o divisionistas”. (ibidem p.228)

Ahí están las continuas declaraciones de Peña, de los secretarios de Defensa y Marina, del de Gobernación, en favor del orden, de la unidad, de la ley, del respeto a las instituciones, Así, cualquier reclamo, inconformidad, crítica, propuesta alternativa, se convierte en fuente de “divisiones”, afectan  la “unidad nacional”, van contra “las instituciones”, y por lo tanto, el aparato represor y de censura se activa para “eliminar” esa disfunción social.

Cada vez más este régimen sigue los pasos del autoritarismo y la dictadura; en suma, un neo pinochetismo a la mexicana, con objeto de sostener un régimen de explotación brutal de la mayoría de los mexicanos y de saqueo inmisericorde de los recursos financieros y naturales de este país.






Publicado por La Cuna del Sol
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