Para
los guatemaltecos conscientes de la realidad política y social de Guatemala,
nada más desalentador que la descarada y generalizada corrupción del gobierno
del Partido Patriota dirigido por un grupo de militares reaccionarios y civiles
plenamente identificados con su política antipatriótica, signada por el saqueo
de los esmirriados recursos de una nación deliberadamente empobrecida por
desaprensivos sujetos disfrazados de políticos, donde a cambio de hacer pagar
los impuestos debidos a quienes evaden sus contribuciones, pese a sus
escandalosas y generalmente mal habidas riquezas; no meten el hombro para sacar
a Guatemala de la abismo en que ha caído. Se roban, pues, los politiqueros, los
pocos ingresos que bien podrían canalizarse en mejorar los hospitales, escuelas
y comida, porque el pueblo de guatemalteco vive no insuficiencia alimentaria.
No señores, aquí el pueblo sufre hambre,
por eso los robos, asaltos, extorsiones crecen día a día y no habrá poder de
ningún tipo que lo resuelva en tanto no se modifican los aspectos
estructurales. Guatemala no necesita trabajo de imagen, como propusiera el
obeso y bien comido barrigón embajador de Guatemala Julio Ligorría Carballido.
Guatemala necesita cambios no trabajos de imagen, ante los perturbadores hechos
que expone este extraordinario periodista, don José Rubén Zamora.
OBLIGADA HOJA DE RUTA
Por José Rubén Zamora, periodista guatemalteco
A menos de 15 meses del traspaso programado de la
administración pública, el desafío de los guatemaltecos está orientado, como en
los gobiernos anteriores, a controlar daños, esta vez del gobierno de Pérez y
Baldetti, y prepararnos para que con el consiguiente gobierno, gane quien gane,
estemos los guatemaltecos expuestos a menos abusos de poder, excesos de
corrupción escandalosa y extravagancias de los gobernantes, sus familiares y
amigos; que más parecen y se comportan
como plagas voraces e insaciables de pirañas, termitas y sanguijuelas.
En cuanto a este gobierno, es fundamental evitar
que contraigan más deuda interna y menos aún deuda externa. Todo apunta a que
buscarán a contratar deuda externa, que media vez estuviese aprobada estuviese
aprobada por el Congreso, les permitiría emitir Letras de Tesorería para
realizar colocaciones en la banca privada, a tasas de usura, como un crédito
puente, por un par de meses, tiempo suficiente para el desembolso de los
cuantiosos recursos externos provenientes de uno de los irresponsables e
inmorales organismos financieros internacionales que, sin inmutarse, ha venido
financiando la repugnante orgía de corrupción que tiene lugar en Guatemala.
Debemos rechazar categóricamente mayores niveles
de endeudamiento, cuyo impacto en el país es dudoso y solo ha venido a engordar
los bolsillos sin fondo de los mandatarios, funcionarios, familiares, allegados
y amigos y esa comunidad podrida y asquerosa de contratistas y proveedores del
Estado, que todos conocemos como los “los ricos emergentes”.
Asimismo, debemos de luchar de manera
inclaudicable para que el poder Ejecutivo y sus operadores, Juan Rodríguez y
Gustavo Herrera, que tienen en común el asalto millonario del Instituto
Guatemalteco de Seguridad Social, sus conocidos nexos con el narcotráfico y sus
destrezas y habilidades para el lavado, saquen sus manos sucias del Poder
Judicial. Debemos denunciar y evitar que las presiones de Pérez y su grupo
sobre los magistrados de la Corte de Constitucionalidad, terminen en una componenda
que siente en el trono del Poder Judicial las Cortes amañadas, incapaces y
títeres de los poderes políticos que hemos tenido en la etapa democrática.
Es urgente e imprescindible que organicemos un
grupo de abogados brillantes, que nos ayuden a encontrar la ruta eficaz para
que les sean retirados sus derechos de antejuicio a Otto Pérez Molina y a
Roxana Baldetti, para que junto a los delincuentes Juan Rodríguez y Gustavo
Herrera, sean perseguidos y juzgados por perpetrar el asalto al Poder Judicial,
en el que siguen empecinados.
Tampoco podemos permitir la elección de un
Contralor de Cuentas que esté al servicio de la cleptocracia y que solo llegue
al puesto a garantizar la impunidad de los delincuentes y ladrones que nos han
gobernado.
Estamos obligados a realizar una alianza social y
política para combatir la previsible corrupción que se anticipa para el 2015,
pues no podemos permitir que dejen al país en trapos de cucaracha y para lograr
garantizar e incluso profundizar la transparencia y justicia electoral.
Al nuevo gobierno debemos exigirle una Reforma
Constitucional que nos garantice la independencia del Poder Judicial, de los
otrow poderes del Estado y más aún de los poderes paralelos; la autonomía
política y financiera de la Contraloría de Cuentas, de suerte que exista en
Guatemala una verdadera y rigurosa rendición de cuentas, la autonomía e
independencia de la banca central, el indispensable equilibrio fiscal, el fin
de privilegios y las exclusiones, la independencia política y financiera del
Ministerio Público, pues la única garantía del fin de la impunidad.
Los retos y desafíos están planteados: los
guatemaltecos tenemos la palabra.
Publicado por LaQnadlSol
USA.
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