Tanto Cuba al igual que
Eritrea son países pequeños, independientes, socialistas y revolucionarios. Ambos
países tienen un fuerte compromiso con la salud y la educación de sus pueblos, son únicas en
sus regiones geográficas en su negativa a aceptar las demandas de imponer la "democracia" estilo occidental
sobre sus pueblos, pero lo que es probablemente la similitud más importante es
que los gobiernos de los dos países
llegaron al poder a través de la lucha armada, a través "del cañón de un arma de fuego".
LA CUBA DE ÁFRICA
Por Thomas C. Mountain
Lo que podemos aprender de Eritrea
¿La Cuba de África? El auténtico periodista Andre Vltchek, que escribe para CounterPunch,
fue la primera persona que escuché utilizando la expresión y me puse a pensar
en el pequeño país del este africano de Eritrea al que él se refería.
Las similitudes son sorprendentes. Tanto Cuba al igual que Eritrea son países
pequeños, independientes, socialistas y revolucionarios. Ambos están sufriendo bajo
las sanciones de los EE.UU y ambos han sido maliciosamente acusados de apoyar
el "terrorismo" por los guardianes de la Pax Americana.
Cuba y Eritrea han sido duramente golpeadas por el cambio climático
precipitado por la industrialización occidental, con Cuba siendo golpeada cada
vez más por los huracanes y Eritrea, situada en el extremo oriental del Sahel
de África, plagada de sequías que baten records.
Ambos países tienen un fuerte compromiso con la salud y la educación de sus pueblos siendo el sistema
de salud pública de Cuba la envidia de sus vecinos y Eritrea a la vanguardia en
la prevención de la mortalidad a causa de la malaria y el VIH/SIDA en África.
Cuba y Eritrea son únicas en sus regiones geográficas en su negativa a
aceptar las demandas de imponer la "democracia"
estilo occidental sobre sus pueblos. Cuba es el único país en América Central y
América del Sur que no celebra "elecciones" y Eritrea es el único país
de África que no lo hace.
Pero lo que es probablemente la similitud más importante es que los
gobiernos de los dos países llegaron al
poder a través de la lucha armada, a través de "el cañón de un arma de
fuego". Esto los pone a ambos en las filas de un puñado de esos países que
liberaron con éxito a sus pueblos en el siglo 20.
Muchos lo intentaron pero pocos tuvieron éxito, comenzando con la victoria
de lo que se convirtió en la Unión Soviética en la guerra civil rusa. Esto fue
seguido dos décadas después por la revolución china bajo la estrategia de
"guerra popular" de Mao Tse Tung. Luego vino Vietnam, siguiendo la misma
doctrina de la "Guerra Popular" bajo el liderazgo de Ho Chi Minn.
Posteiormente vino la Revolución Cubana, bajo el liderazgo de Fidel Castro en
la versión corta de la "Guerra Popular".
La última lucha armada exitosa por la liberación nacional en el siglo 20,
fue la guerra de independencia del pueblo de Eritrea de 30 años de duración que
vio la primera derrota militar de una potencia colonialista a manos de un país
africano, resultando en la independencia.
Hoy Cuba y Eritrea se enfrentan a retos muy graves, tanto en lo militar
como en lo económico. Las sanciones
destinadas a paralizar sus economías y dañar a su gente han golpeado duramente
a ambos países. Ambos países se enfrentan a las amenazas militares, ya sea
directamente por los EE.UU o vía sus subsidiarios.
Y de particular importancia es el hecho de que ambos países están siendo
dirigidos por un liderazgo veterano y están luchando para desarrollar una estrategia que descubra la próxima generación
de líderes que se encarguen de mantener a sus países en el camino del
desarrollo que conduzca a lo que el presidente de Eritrea, describió como
"una Eritrea rica sin eritreos ricos”.
Cuba fue liberada hace más de medio siglo y Eritrea celebrará esta
semana sus 23 años de independencia.
Conforme el papel de la Pax Americana como la única superpotencia es desafiado cada
vez más, los modelos de conducta que Cuba y Eritrea representan son cada vez
más una amenaza ideológica para el "tigre de papel", que podría
describir cómo los EE.UU es visto con suma frecuencia en el mundo de hoy.
Si el planeta va a sobrevivir a la catástrofe del cambio climático que
estamos enfrentando, parecería que un cambio radical y revolucionario es
necesario. Tal vez sea hora de empezar a examinar lo que se puede aprender de
dos pequeños países que han estado en la vanguardia de la resistencia a la
creciente amenaza de la fuerza devastadora del calentamiento global que el
mundo enfrenta.
Thomas C. Mountain es activista y educador revolucionario de
toda la vida, desde el 2006 ha estado viviendo y escribiendo desde Eritrea.
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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