El informe anual del Departamento de Estado sobre el terrorismo en el mundo
está lleno de contradicciones y sobre todo de omisiones. Al leerlo parece que
Siria es el centro mundial del terrorismo, pero no se menciona que ningún sirio
haya sido víctima del terrorismo durante el año analizado (2013). Por cierto,
según ese informe Siria no es un país afectado por el terrorismo sino, por el
contrario, el principal y más antiguo patrocinador del terrorismo en el mundo
entero. Thierry Meyssan analiza este sorprendente trabajo de propaganda.
EL TERRORISMO VISTO
DESDE WASHINGTON
La embajadora estadounidense Tina S. Kaidanow, coordinadora para
la lucha
antiterrorista, durante la presentación de su informe anual.
|
Por Thierry Meyssan
El Departamento de Estado dio a conocer, el 30 de abril de 2014, su informe
anual sobre el terrorismo en el mundo.
Para las Naciones Unidas, el terrorismo es, según la definición del
investigador holandés Alex P. Schmid:
«un método de acción violenta repetida que inspira ansiedad, utilizado por
actores clandestinos individuales, colectivos o estatales (semi)clandestinos,
por razones de idiosincrasia, de orden criminal o políticas, según el cual –por
oposición al asesinato– los blancos directos de la violencia no son los blancos
principales. Las víctimas humanas inmediatas de la violencia son escogidas
generalmente al azar (blancos de oportunidad) o de forma selectiva (blancos
representativos o simbólicos) dentro de una población utilizada como blanco y
sirven para generar un mensaje. Los procesos de comunicación basados en la
violencia o en la amenaza entre los (las organizaciones) terroristas, las
víctimas (potenciales) y los blancos principales son utilizados para manipular
el blanco principal (el público) haciendo de este un blanco del terror, un
blanco de exigencias o un blanco de atención, según que el primer objetivo sea
la intimidación, la coerción o la propaganda.» [1].
Sin embargo, desde 2004 la ley estadounidense define el terrorismo como
«actos premeditados de violencia política contra no combatientes [cometidos]
por grupos infranacionales o agentes clandestinos» [2].
Esta definición apunta a condenar como acto criminal toda acción de
resistencia contra el colonialismo o el imperialismo mientras que justifica los
crímenes perpetrados por el Estado colonial de Israel y los Estados
imperialistas occidentales, comenzando por Estados Unidos.
Es una ley que califica la resistencia como terrorismo. Antes de la Segunda
Guerra Mundial, el término «resistencia» designaba las fuerzas reaccionarias
que se oponían al progreso. Pero a partir de esa guerra, cuando se habla de
«resistencia» ese término designa «todo movimiento que se opone a las fuerzas
extranjeras que ocupan un país», tomando como referencia la lucha de la
Resistencia francesa contra la ocupación nazi y contra los elementos franceses
que colaboraban con las fuerzas ocupantes y con los funcionarios civiles o
militares del Reich.
Al-Qaeda según el
Departamento de Estado
Así que el informe del Departamento de Estado mete en el mismo saco los
crímenes cometidos indiscriminadamente contra los civiles –exceptuando, claro
está, los cometidos por el Imperio– y los actos de resistencia. Como el
documento reconoce que el centro del terrorismo mundial se halla actualmente en
la región MENA (siglas en inglés para Medio Oriente y Norte de África) y que
gira alrededor de al-Qaeda y sus afiliados, presté particular atención a la
presentación de cada uno de los países de esa zona. Si bien el informe reconoce
que en 2013 hubo en Irak 8 800 víctimas del terrorismo, el resto del documento
está lleno de omisiones.
- El informe no menciona que el ex número 2 de al-Qaeda, Abdelhakim Belhaj,
se convirtió en gobernador militar de Trípoli –la capital libia– y en jefe del
partido Al-Watan, de donde provenía el primer ministro Ali Zeidan.
- El informe tampoco menciona la calurosa acogida de Israel a los
combatientes heridos de al-Qaeda ni las felicitaciones que estos recibieron
personalmente del primer ministro israelí Benyamin Netanyahu, quien se tomó el
trabajo de ir a visitarlos en sus hospitales.
- Turquía, clasificada como país europeo en vez de asiático, es presentada
como un viejo socio de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo. El
informe se extiende sobre las acciones del PKK (Partido de los Trabajadores del
Kurdistán) pero no dice ni una palabra sobre la existencia de 3 campos de
entrenamiento de al-Qaeda en territorio turco –dos cerca de la frontera con
Siria y un tercero en las afueras de Estambul. Por supuesto, tampoco menciona
la investigación de la justicia turca que muestra que el primer ministro Recep
Tayyip Erdogan recibía secretamente al banquero de al-Qaeda para financiar sus
operaciones en Siria [3], a pesar de que esta información fue la noticia más
importante del año 2013 en materia de terrorismo.
- El informe estadounidense no contiene ni una palabra sobre la nominación
de Nayif Muhammad al-Ajmi como ministro de Justicia y Asuntos Religiosos de
Kuwait, a pesar de que el propio Departamento del Tesoro estadounidense lo
acusa de ser uno de los principales recaudadores de fondos para al-Qaeda [4].
Como eso se supo el 5 de enero de 2014, pudiéramos considerar que no entra en
el periodo de tiempo considerado en el informe de 2013, pero el documento
menciona otros hechos que datan de febrero de 2014.
- Tampoco aparece en el informe ni una palabra sobre Arabia Saudita, país
cuyo consejero de seguridad nacional y jefe de los servicios secretos era en
2013 nada más y nada menos que el príncipe Bandar Ben Sultan, considerado como
el verdadero jefe de al-Qaeda desde que Osama Ben Laden tuvo que jubilarse por
razones de salud en agosto de 2011.
Los patrocinadores del
terrorismo, según el Departamento de Estado
El informe pasa en revista los diferentes países afectados por el
terrorismo, con excepción de 4 que Washington considera responsables del
terrorismo internacional, o sea que no los considera víctimas sino verdugos:
Cuba (desde 1982), Irán (desde 1984), Sudán (desde 1993) y Siria (desde 1979).
- Cuba es acusada de dar albergue a terroristas estadounidenses fugitivos a
los que da alojamiento, alimentación y atención médica. En realidad se trata de
¡sobrevivientes de los Panteras Negras!
- Irán es acusado de respaldar la Resistencia (cosa que Irán no oculta) en
la región del Levante, o sea el Hezbollah libanés, la Yihad Islámica Palestina
y el Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), y en Yemen. Y sobre todo
afirma que en Irán hay bases de al-Qaeda (?) dirigidas por Muhsin al-Fadhli. El
informe asegura que Teherán autoriza envíos de fondos y de yihadistas a través
del territorio iraní… hacia Siria (?). Según el informe del Departamento de
Estado, Irán es por lo tanto aliado de al-Qaeda en Siria y lucha junto al
Estado sirio y los terroristas contra la «oposición pacífica». El informe no
contiene ni una palabra sobre los asesinatos de científicos iraníes ni los
atentados de los Muyahidines del Pueblo.
- Según el informe, el gobierno sudanés colabora con Estados Unidos en la
lucha contra el terrorismo pero se obstina en respaldar al Hamas y por eso
sigue bajo «sanciones». Los redactores del informe parecen no saber que el
Hamas es dirigido desde el fiel y ejemplar emirato de Qatar.
- Se acusa a Siria de apoyar la Resistencia en el Levante (de lo cual Siria
se enorgullece). El informe subraya que, a pesar de su adhesión a la MENAFATF
[5], Siria es incapaz de controlar el financiamiento del terrorismo porque el
80% de sus ciudadanos realizan sus transacciones en efectivo, escapando así a
la vigilancia bancaria. También se menciona que Siria se comprometió a destruir
su armamento químico, sobre el cual ya se sabe que podría haber sido utilizado
por grupos terroristas. Y nada más.
En 2013, según el Departamento de Estado, no hubo terrorismo en Siria, a
pesar de ser este país el principal destino de al-Qaeda y de que esa afluencia
de miles de yihadistas plantea un problema para Estados Unidos y sus aliados.
Al contrario, «el régimen ha tratado durante todo el año de presentar el país
como víctima del terrorismo, caracterizando a todos sus opositores armados como
terroristas». A Washington no le interesan las cabezas cortadas que se exhiben
en las entradas y las plazas centrales de las «zonas liberadas» por esa
«oposición» a la que tanto respalda la OTAN. Por el contrario, le regocija que
al-Nusra y el Emirato Islámico de Irak y el Levante digan que no tienen nada
que ver con la Coalición Nacional, que Washington patrocina oficialmente.
Es evidente que, con esa lógica negacionista, la administración Obama no
podía aceptar las demandas de la delegación siria en las negociaciones de
Ginebra.
Siria es el Estado que más se menciona en el informe. El documento observa
que la yihad en Siria se ha convertido en un problema para 26 países que envían
combatientes y que ahora temen verlos regresar y hacer en sus territorios lo
mismo que hacen en Siria. Eso se menciona en las presentaciones sobre los
principales Estados europeos y árabes, pero en el resto del mundo sólo se
menciona Kirguistán a pesar de tratarse de un problema ampliamente discutido en
muchos otros países, sobre todo en Indonesia. Sin embargo, en otra parte del
informe nos enteramos de que ese problema también se plantea en todas las
repúblicas de la antigua Unión Soviética.
Las contradicciones del Departamento
de Estado
En definitiva, el informe está tan lleno de contradicciones que cualquiera
puede darse cuenta de que Washington ya no logra seguir ocultando su juego.
¿Por qué no se menciona el papel de Abdelhakim Belhaj en Libia? Porque hay
que ocultar su participación junto a la OTAN en la conquista de ese país. ¿Por
qué no se menciona el financiamiento de al-Qaeda con fondos públicos turcos
malversados por el primer ministro? Porque Turquía es un país de la OTAN. ¿Por
qué se acusa al Hamas de ser una organización terrorista hostil a Israel sin
decir que es una organización domiciliada en el amable emirato de Qatar? Porque
la política de Washington hacia la Hermandad Musulmana no está bien definida.
¿Por qué no se mencionan las colectas del ministro de Justicia de Kuwait a
favor de al-Qaeda? Porque así se financia al-Qaeda en Siria. ¿Por qué no se
menciona el papel del príncipe saudita Bandar Ben Sultan, más conocido como
«Bandar Bush»? Porque actuaba por cuenta de la CIA.
Si alguien duda todavía que la «guerra contra el terrorismo» es una
patraña, que el terrorismo en general y al-Qaeda en particular son instrumentos
de la política estadounidense, este informe es una prueba más.
[1] “Terrorism is an
anxiety-inspiring method of repeated violent action, employed by (semi-)
clandestine individual, group or state actors, for idiosyncratic, criminal or
political reasons, whereby –in contrast to assassination– the direct targets of
violence are not the main targets. The immediate human victims of violence are
generally chosen randomly (targets of opportunity) or selectively
(representative or symbolic targets) from a target population, and serve as
message generators. Threat –and violence– based communication processes between
terrorist (organization), (imperilled) victims, and main targets are used to
manipulate the main target (audience(s)), turning it into a target of
terror, a target of demands, or a target of attention, depending on whether
intimidation, coercion, or propaganda is primarily sought” in Political
Terrorism: A New Guide To Actors, Authors, Concepts, Data Bases, Theories, And
Literature, por Alex P. Schmid y Alebert J. Jongman, Transaction Publishers,
1988, pp. 1-2.
[2] “Premeditated, politically
motivated violence perpetrated against non-combatant targets by subnational
groups or clandestine agents”. Cf. Section 2656f(d) of Title 22 of the United
States Code.
[3] «El primer ministro turco se reunía en secreto con el banquero de al-Qaeda» y «Al-Qaeda, eterno auxiliar de la OTAN», por Thierry Meyssan,Red Voltaire,
2 y 6 de enero de 2014.
[5] La Middle East and North Africa
Financial Action Task Force o MENAFATF, es una estructura creada para
investigar y perseguir los movimientos internacionales de fondos destinados al
financiamiento del terrorismo.
Fuente: Al-Watan (Siria)
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario