La verdad es que no podía
esperarse otra cosa de un congreso militarista que bajo el atildado saco de
casimir y la corbata de seda seguramente cargan su uniforme de fatiga y que a
cambio de sus mocasines de piel de borrego quisieran calzar botas de soldado.
SOLO PUEDEN NEGAR EL
GENOCIDIO
LOS CEREBROS DE MOSQUITO,
COMO EL DE LOS DIPUTADOS
GUATEMALTECOS
Por Luciano Castro Barillas
Como corresponde a los cerebros ociosos, mellados, huérfanos de todo discernimiento
por años y años de pasarla solo sentados, durmiendo y comiendo en sus
porquerizas individuales que ellos llaman presumidamente "poltrona
parlamentaria"; éstos sujetos holgazanes y pícaros redomados, tuvieron
hace pocos días una nueva deyección mental, pues mediante un punto resolutivo
-así de fácil- declaraban que en Guatemala no se había dado nunca un genocidio.
Que eran malas lenguas las que propalaban tal infundio contra algunos
angelitos... Que eso de delitos de lesa humanidad en Guatemala no tenía
materia, con eso que también se la quieren llevar de jurisconsultos de
pacotilla. La verdad es que no podía esperarse otra cosa de un congreso
militarista que bajo el atildado saco de casimir y la corbata de seda
seguramente cargan su uniforme de fatiga y que a cambio de sus mocasines de
piel de borrego quisieran calzar botas de soldado.
Es una resolución totalmente lógica cuando de servir de alfombra se trata
con su amo presidencial. Lo antilógico o descabellado es que intenten ocultar
el rol histórico de la verdad y la realidad y pretendan construir entelequias
neoliberales -como el delirante Pedro Trujillo- que irreductible, despotrica
contra todo lo que sea democrático. Son cientos de restos humanos los cada año
se siguen encontrando en tumbas clandestinas en todo el territorio nacional.
¿Qué pretenden en sus cortas miras políticas con esta resolución? Creo, tratan
de diluir la abundante sangre que engruesa la piel de las manos de ciertas
personitas rozagantes de impunidad. Intentan también dejar en claro de lo que
puede ser capaz un politiquero nacional: fornicar con su propia madre por la
codicia del poder y que el ser desaprensivo, inescrupuloso y rufián es una
manera digna e inteligente de ser. Toda una ontología loca del ser y que por cierto
está llevando al país a la ruina total. Ya lo dijo no hace mucho un politiquero
nacional que ahora se desempeña como funcionario de la ONU:"El destino de
Guatemala es Haití". Y de los 100 puntos que se necesitan para llegar a
ese oprobioso destino ya se van cumpliendo 75. Profecía escalofriante que tiene
muchos visos de convertirse en realidad.
Se ha llegado en Guatemala al no va más de la irresponsabilidad, del
individualismo enfermizo y de la codicia criminal. Son puntos sin retorno,
temo. La explosión social tantas veces anunciada podría ser que esté a la
vuelta de la esquina. Vamos irremisiblemente para atrás, intentando los poderes
oligárquicos invertir la trayectoria de la rueda de la historia, que estúpidos
diputados porfían en meterla en un atolladero sangriento.
La resolución es una estupidez, no cabe la menor duda, que refleja la
textura ordinaria de los politiqueros nacionales.
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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