Otro austriaco hace años con
menos vello facial, apenas una mosca bajo la nariz, puso el mundo patas arriba.
Ahora, en su valor metafórico y antes de que algún loro políticamente correcto
me declare homófobo; con mucho más vello en lo estrictamente icónico, con
barbas que se ramifican por Venezuela a través de pasamontañas, barbas que
luego aparecen por Libia y por Siria escondidas bajo banderas negras, otros
pelos más ralos que luego amanecen por Ucrania....todas estas ramificaciones
capilares y marañas de la misma barba y melena tendrán los mismos resultados
previsibles si no encontramos al barbero, que al fin y al cabo, somos todos los
pueblos.
EURO VISIÓN
Por José R. Cervera Grau.
He tenido una Euro visión. En medio del frenesí de la campaña electoral de
las elecciones europeas, cómo representación más lograda de la sociedad del
espectáculo, de la decadencia del imperio, de la tolerancia hacia lo ornamental
de las desidentidades sexuales, pero de lo vetado y dificultoso que resulta
ahora mismo hablar desde lo estrictamente humano sin rimel ni pestañas postizas
impuestas en el discurso, en este occidente que "no discrimina sexos"
(¿), pero incrimina y anula conciencias
y provoca crímenes sin problemas de conciencia; lo relevante de estos días y
que supera con creces a la acción política, lo representativo más que mil
elecciones por minuto al parlamento europeo ....ha sido el ganador en el
concurso de Eurovisión.
En el aspecto del premiado/premiada se condensan las esencias de la vieja
Europa y de sus transmutados valores. En ese/esa Jano bifronte tenemos la
dualidad y la duplicidad moral de la Europa, que de espaldas atrae en la
sinuosidad de aquel discurso periclitado de la libertad, la igualdad y la
fraternidad; y que al verla más de cerca y de frente, se le ve la incoherencia
entre la prédica y los actos en forma de barba salvaje, y que no es
precisamente barba de pensador, ni de ermitaño ni de profeta...sino de todo lo
contrario …observando bien representa la del orate a sueldo, que lleva adelante
las hazañas horrendas que le dicta una Europa doblemente secuestrada por la
camada parda de estos nuevos hijos extendidos por el mundo y por el Zeus
trasatlántico del rayo belicista.
Otro austriaco hace años con menos vello facial, apenas una mosca bajo la
nariz, puso el mundo patas arriba. Ahora, en su valor metafórico y antes de que
algún loro políticamente correcto me declare homófobo; con mucho más vello en
lo estrictamente icónico, con barbas que se ramifican por Venezuela a través de
pasamontañas, barbas que luego aparecen por Libia y por Siria escondidas bajo
banderas negras, otros pelos más ralos que luego amanecen por Ucrania....todas
estas ramificaciones capilares y marañas de la misma barba y melena tendrán los
mismos resultados previsibles si no encontramos al barbero, que al fin y al
cabo, somos todos los pueblos. La barba europea actúa cómo capa dónde
esconderse, dónde embozarse; mientras debajo está la frivolidad de la
fiesta....pero la alegría muerta de la orgía llegará a su fin y si vamos viendo
las barbas de estos sus hijos internacionales segarse, Europa tendrá que poner
las suyas propias a remojar.
Al personaje, no a la persona del ganador de eurovisión, le faltaba para
terminar de confundir cómo súcubo travesti esa otra lectura icónica de
Jesucristo cantarín, de largas pestañas y melena, recordatorio de esa raíz
cristiana europea de la que termina por abominar en la propia burla deliberada
del aspecto. Si yo fuese cristiano o conspiparanoico, diría que esta elección
eurovisiva, antecedente pictórico del resultado de la del día 25 y tan
democrático-formal cómo resultará ésta; es una burla satánica a lo poco que
puede quedar de humano en esas conciencias tan falsamente cristianas de los
dirigentes y ciudadanos europeos. Este Jesucristo herético, sin quererlo y sin
saberlo, que suple la túnica por el vestido enfundado de lentejuelas para ser
pescado y la sonrisa beatífica por el rictus
lujurioso pretendiendo ser carne; es indudablemente en su significado
metafórico el mismo diablo en el que ha devenido Europa, ella y sus adoradores.
Vuelvo a insistir: No está ese diablo en el individuo de la puesta en escena,
si no que aparece en lo mediático contenido y escondido tras la perversidad del
disfraz y la tramoya. El diablo está, en este juego de espejos, en lo que
parece tolerancia y en realidad es mofa: Hacia los homosexuales que optan por
vivir su vida sin ostentaciones ni consentir persecuciones y burla hacia las
mujeres, ridiculizadas en la exigencia de las eternas formas, en la
suplantación y en el equívoco piloso de la falsa mujer barbuda.
En este circo que es Europa hemos descubierto que nada es lo que parece:
Votaciones con abstenciones brutales, que son muy válidas. Votaciones bajo el
fuego, dónde de manera masiva se vota con urgencia y desesperación; estas no
son admisibles. Golpes de estado que se hacen pasar por revoluciones,
revoluciones que se consideraron en su momento golpes de estado. Y ahora
descubrimos estupefactos que en este circo ni siquiera existía la mujer
barbuda, era un engaño más: Se trataba de un señor. A partir de ahora tenemos
motivos sobrados para pensar si debajo de la alfombra azul con estrellitas no habrá
un fondo de reptiles gamados, quiero decir, una amplia gama de reptiles.
Sin pretenderlo, incluso sin sospecharlo, el jurado del voto popular de
Eurovisión ha sido más exacto en la misión de la representación del zeitgeist
(espíritu del tiempo…y le queda muy apropiado el alemán), que lo serán las
elecciones. Es más exacto el cuadro grotesco en su totalidad descriptiva que el
resultado final del cómputo de votos que compondrán ese parlamento. Con este
resultado eurovisivo, que trasciende lo estrafalario para ser de nuevo la
naturaleza imitando al arte, nos dicen que así es Europa: Tolerante frente a lo
aparente, lo cosmético...defendiendo incluso a capa y espada la
"diferencia" puesto que nada pierden ni ganan las grandes
corporaciones ni sus gobiernos con el encumbramiento de lo equívoco, y que se
usa cómo arma arrojadiza para exigir los mismos comportamientos allí dónde no
están contemplados cómo alucinantes y prioritarios convalidadores de
democracia. El discurso nunca pronunciado es: podemos matar, de momento fuera
de nuestras fronteras, y sojuzgar cómo emperadores; pero mientras tanto os
dejaremos, es más, os incitaremos a que os perdáis en la ostentación de los
laberintos de las desidentidades sexuales, reales o imaginarias, que también
cómo emperadores y perversos polimorfos tanto nos deleitan.
Europa ya está elegida y diseñada con este renovado aspecto que conjunta a
la perfección contenido y continente en la metáfora de las formas del ganador
de Eurovisión. La Europa de los principios revolucionarios en la Ilustración
del atreverse a saber, que alumbró después el sueño legítimo de la igualdad de
los seres humanos en una sociedad sin clases, abandonó esos valores máximos y
hasta el mínimo que permite la supervivencia de la especie; la compasión. Falta
de compasión y de empatía hacia un dolor que no es ajeno desde el momento que
lo genera la misma Europa y su Dominatrix , y del que su propia población no
está exento, ni en sufrirlo ni en obviarlo. Bolso, espejo, peine...todo ha sido
abandonado por Europa en la cuneta en el servicio sin preservativo de la última
aventura inoculadora de ponzoña venérea en los confines de su Este.
Europa, transformista imposible que intenta mezclar los elevados valores
untados en sangre con el crimen organizado fuera de sus etéreas fronteras; es
ahora mismo una vieja meretriz de dudoso atractivo que se limita a obedecer los
dictados del Gran Proxeneta, que resopla como tahúr avejentado más allá del
Atlántico. Y el negocio se les acaba: Ni el chulo ni la prostituta están para
muchos trotes ni dispendios, por muy taimados que sean en ardides y larga la
relación profesional.
El tiempo del amor verdadero, el de la ternura de los pueblos que se llama
solidaridad, acabará con el amor mercenario.
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario