Nadie debería sorprenderse de que el Gobierno de Estados Unidos nunca haya intentado aclarar públicamente, y mucho menos promulgar formalmente, las reglas que componen su "orden basado en reglas".
¿QUÉ ES EL "ORDEN BASADO EN REGLAS"?
John Whitbeck
Counterpunch
Al dirigirse al Consejo de Seguridad de la
ONU, el 24 de abril, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov,
denunció a Estados Unidos y a sus aliados occidentales por promover un
"orden basado en reglas" del que nadie ha visto las reglas y que
impide el acceso a las tecnologías modernas y a los servicios financieros para
castigar a los países con los que no está de acuerdo.
El Sr. Lavrov no es el único que se esfuerza
por comprender qué reglas se incluyen en esta alternativa al derecho
internacional dictada por Estados Unidos, que aparentemente no incluye la Carta
de las Naciones Unidas, las Convenciones de La Haya y Ginebra, otros convenios
y tratados multilaterales, las sentencias de la Corte Internacional de Justicia
o de la Organización Mundial del Comercio, el Estatuto de Roma por el que se
establece la Corte Penal Internacional ni el derecho internacional
consuetudinario.
Sin embargo, un examen minucioso de las
acciones e inacciones estadounidenses en las últimas décadas, en particular sus
guerras contra Serbia, Afganistán, Irak, Libia y Siria, su apoyo incondicional
al apartheid israelí, su reconocimiento de la soberanía israelí sobre la
Jerusalén Oriental ocupada y la ocupación de los Altos del Golán sirios y su
feroz hostilidad hacia la Corte Penal Internacional y el derecho internacional
en general, sugiere que existen tres reglas primarias y fundamentales de este
"orden basado en reglas":
1) Lo importante no es la naturaleza del
acto, sino quién se lo hace a quién.
2) Hacer lo que dice Estados Unidos, no lo
que hace Estados Unidos.
3) Independientemente de las reglas que
existan, Estados Unidos y sus ciudadanos no están obligados por ellas.
Es evidente que no incluye la "Regla de
Oro": "Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti".
Desde esta perspectiva, nadie debería sorprenderse de que el Gobierno de Estados
Unidos nunca haya intentado aclarar públicamente, y mucho menos promulgar
formalmente, las reglas que componen su "orden basado en reglas".
Pero esperen ...
Tal vez ese empeño por comprender sea un
ejercicio equivocado, centrándose como lo hace en el adjetivo cosmético,
"basado en reglas", en lugar del sustantivo clave, "orden".
Resulta revelador que, en una entrevista en
el programa de televisivo, 60 Minutes, el 3 de mayo de 2021 (https://johnmenadue.com/us-hypocrisy-serial-rules-breaker-forfeits-global-credibility),
el secretario de Estado, Antony Blinken, dijera: "Nuestro propósito no es
contener a China, frenarla, mantenerla a raya. Es defender el orden basado en reglas
para el que China supone una amenaza".
China, cuya última guerra fue un
enfrentamiento fronterizo de un mes con Vietnam en 1979, proclama públicamente
su lealtad a la Carta de la ONU y a otros aspectos del derecho internacional
tal y como lo entienden la mayoría de los países, y sus acciones e inacciones
en las últimas décadas han sido sustancialmente de conformidad con estas
obligaciones acordadas internacionalmente, que las acciones e inacciones de los
otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
El orden al que China representa una amenaza
es el orden internacional existente de dominio mundial de espectro completo y
hegemonía unipolar estadounidenses.
Este orden se ve amenazado por un Nuevo Mundo
Libre multipolar, en ciernes pero en expansión, que engloba a países con
culturas y sistemas de gobierno muy diversos que, inspirados y alentados por
China, tienen la disposición y la capacidad de afirmar su propia libertad,
soberanía y preferencias nacionales y de negarse a que ningún otro país les
diga lo que deben o no deben hacer, tanto en sus asuntos internos como en sus
relaciones con otros países, bajo la amenaza de escarmiento militar o económico
si desobedecen los dictados que se les quieren imponer.
Desde esta perspectiva, la incapacidad del
gobierno estadounidense para identificar las reglas que constituyen su
"orden basado en reglas" puede explicarse por la realidad de que
ninguna regla es realmente relevante, ya que lo único que importa es mantener, en
consonancia con lo atribuido al rey Canuto, el orden existente.
John V. Whitbeck es un abogado internacional residente
en París.
Publicado por La Cuna del Sol
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