lunes, 26 de julio de 2021

La revolución cubana enfrenta una dura y larga batalla

Cuba tiene todo el derecho a defender la revolución y sus grandes logros, no se puede quedar de brazos cruzados viendo como sus enemigos le asestan el golpe final. Cuba tiene que enfrentar y frenar los intentos contrarrevolucionarios con todos sus recursos y capacidades.

 

LA REVOLUCIÓN CUBANA ENFRENTA
UNA DURA Y LARGA BATALLA



La Cuna del Sol

Libertad, libertad, libertad (se acuerdan de Scarface) entonaban los grupos de cubanos que salieron a las calles en diferentes localidades de la isla caribeña para protestar la falta de libertades y las difíciles condiciones económicas y sanitarias que afectan severamente sus vidas. Entre los manifestantes, algunos con atuendos y banderas estadounidenses, se escuchaba su rechazo al gobierno de Cuba al que culpan del agravamiento de la pandemia y de la severa crisis económica que golpea a la población, así como de las medidas represivas contra la libertad de expresión, por supuesto muchos se declaraban revolucionarios y comunistas, aunque contrarios a la dictadura comunista encabezada por Díaz Canel. Pero a estos revolucionarios (de colores) se les olvidó mencionar, o no quisieron hacerlo, el férreo embargo económico impuesto por el gigante del Norte con el objetivo de destruir la revolución cubana. Han sido 60 años de bloqueo económico que ha ocasionado innumerable sufrimiento al pueblo cubano por el solo hecho de rehusar someterse a los caprichos hegemónicos de los Estados Unidos.

Ignorar, desconocer o restarle importancia a la existencia del embargo económico y de todas las medidas punitivas impuestas en contra de Cuba, como lo hacen los enemigos internos y externos de la revolución, es la forma más perversa de distorsionar la realidad en favor del relato contrarrevolucionario, fabricado por Washington, de que todos los problemas que aquejan al pueblo cubano son el resultado directo de la ineficiencia y corrupción del gobierno comunista que ha destruido la economía y coartado las libertades democráticas. Al minimizar el embargo, las protestas le dan credibilidad al argumento que por mucho tiempo han esgrimido los enemigos de la revolución, de que el embargo es solo un pretexto utilizado por la dirigencia comunista cubana para mantenerse en el poder y enriquecerse a costa del sufrimiento del pueblo cubano.

Las declaraciones del presidente de los EE.UU, Joe Biden, manifestando su apoyo al pueblo en sus demandas por libertad y alivio de la trágica embestida de la pandemia, y de las décadas de represión y sufrimiento económico al que han sido sometido por el régimen autoritario de Cuba que debe escuchar a su pueblo y servir a sus necesidades en este momento crucial en lugar de enriquecerse, resumen con claridad el contenido de la campaña de desprestigio y de total manipulación de la realidad, que Estados Unidos lleva a cabo con el  objetivo de presentar al gobierno de Cuba como el único responsable de los males que padece la isla. Biden nunca hace mención del bloqueo económico y de todas las medidas punitivas impuestas por su antecesor de manera arbitraria y abusiva como los principales causantes del sufrimiento del pueblo cubano. Es la misma estrategia puesta en marcha en países como Venezuela, Siria, Irán y Nicaragua donde los EE.UU ha desplegado todo su poderío para ahogarlos económicamente y hacerlos colapsar con la colaboración de las grupos reaccionarios locales.

Sobre el bloqueo económico y sus consecuencias, la Asociación de Juristas Americanos en un comunicado reciente manifiesta que los actuales acontecimientos en Cuba son consecuencia directa del intervencionismo del gobierno de los EEUU, sea del partido demócrata o del republicano, y de sus planes de asfixiar al país y provocar el desorden y el caos, para destruir la Revolución Cubana y su ejemplo. Desde hace 60 años los EEUU han impuesto un cruel e inhumano bloqueo económico, financiero y comercial contra Cuba, que se ha endurecido con medidas unilaterales de coerción impuestas por la administración Trump y mantenidas por Biden, llegando a 243 medidas coercitivas. Cuba pasa por una situación económica muy difícil, agravada por la pandemia del COVID-19 y su rebrote, que disminuyo severamente los ingresos derivados del turismo, un componente importante de la economía cubana., impactando, tal como lo señala su gobierno, en la calidad de vida del pueblo. La AJA es una Organización No Gubernamental con estatuto consultivo ante el ECOSOC y representación permanente ante la ONU de Nueva York y Ginebra.

Sobre los orígenes del embargo, Consortium News destaca lo siguiente: El embargo estadounidense a Cuba fue instituido por Eisenhower en respuesta a un memorándum escrito por un alto funcionario del Departamento de Estado en 1960, el documento delineaba la estrategia estadounidense para el cambio de régimen en Cuba. El memorándum manifestaba:

“La mayoría de los cubanos apoyan a Castro… el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que, siendo lo más ingeniosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación de dinero y suministros a Cuba, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.

El cambio de régimen en Cuba es el gran objetivo de la clase gobernante estadounidense, destruir la revolución y su ejemplo de organizar una sociedad de manera diferente es algo que no se puede tolerar, sobre todo si está a 90 millas de sus costas. Es una vieja obsesión imperialista, cruel y desalmada en contra de un pueblo que aspira a vivir libre de cualquier forma de intervencionismo y vasallaje. Son 6 décadas de ataques y mentiras en contra de la revolución que han causado enorme sufrimiento pero que no han logrado destruirla.

Los últimos sucesos en Cuba son parte de esa política del cambio de régimen, no se le puede atribuir espontaneidad a algo que claramente obedece a planes previamente diseñados y puestos en práctica en momentos en que los estragos del bloqueo económico y la pandemia han creado las condiciones ideales para la fructificación de esos planes. Es una operación perfectamente organizada que contiene todos los elementos para propiciar el cambio de régimen en los que Estados Unidos cuenta con amplia experiencia. La enorme propaganda mediática, el uso coordinado de las redes sociales, los pedidos de un corredor humanitario, o de intervención humanitaria, la imposición de sanciones a autoridades del gobierno cubano, etc., son todas piezas que encajan perfectamente en esa enorme operación, cuya finalidad es acabar con la revolución cubana.

Cuba tiene todo el derecho a defender la revolución y sus grandes logros, no se puede quedar de brazos cruzados viendo como sus enemigos le asestan el golpe final. Cuba tiene que enfrentar y frenar los intentos contrarrevolucionarios con todos sus recursos y capacidades, tendrá que enmendar errores y mejorar en aquello en lo que se ha fallado. Cuba es un ejemplo de solidaridad, de lucha y resistencia. Esas cualidades y logros no pueden quedar a merced del enemigo. Habrá que defenderlo todo a capa y espada. La lucha será larga, esto apenas empieza.  

¡Larga Vida a la   Revolución!




Publicado por La Cuna del Sol

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