sábado, 1 de junio de 2024

Guatemala de mal en peor

El gobierno de Arévalo está sometido al acoso constante de las clicas de la Corte de Constitucionalidad, la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público. Estas instituciones están copadas por la ultraderecha, por personas antidemocráticas y corruptas que quisieran volver al pasado de los escuadrones de la muerte y las ejecuciones extrajudiciales y los fraudes electorales.

 

DE MAL EN PEOR EN GUATEMALA, AHORALAS PANDILLAS
SE DEDICAN AL CRIMEN POLÍTICO



Luciano Castro Barillas
Escritor y analista político
La Cuna del Sol

Ciertamente la seguridad es una de las situaciones que más perturba la vida de los ciudadanos guatemaltecos, pero tampoco es un atractivo recomendable hacerle un guiño, decantarse hacia posiciones arbitrarias como la del palestino Nayib Bukele en El Salvador. La contención inequívoca de las pandillas no será por mucho tiempo pues las causas profundas no están siendo corregidas pues la pobreza sigue hincando sus dientes en las carnes de los sectores populares salvadoreños. Son muchas las familias de El Salvador que viven en Guatemala, que a todas las luces y con todos sus problemas; se vive mejor.

El problema del pueblo salvadoreño, de su economía doméstica, es que deben pagar todo cuanto consumen en dólares norteamericanos pero sus salarios aún siguen estando varados en colones. No puede haber desarrollo personal o familiar de esa manera. Por eso precisamente vienen a Guatemala nuestros hermanos salvadoreños, huyendo del espejismo de ese dinero extranjero que los ha hechos más pobres. Claro, hay crecimiento económico en El Salvador, pero no desarrollo pues ambos son conceptos diferentes. La obra infraestructural, como las autopistas, no son para los descalzos. Pero lo que sí se ha desarrollado en El Salvador es el autoritarismo.

El señor Bukele tiene una inclinación demostrada de caudillo árabe. Posiblemente sean buenas sus intenciones pero, el hecho de investirse de poder absoluto, le pasará la factura tarde o temprano porque suscribe con buena rúbrica lo que dijo el barón de Acton, historiador, político y escritor inglés: “El poder absoluto, corrompe absolutamente”. Ahora bien, debe darse por descontada que semejantes iniciativas de gobierno vaya a terminar bien. Pero tampoco es válida para los pueblos la flojera de un gobierno, como el de Arévalo, que muy riguroso observador de la ley termina atrapado una y otra vez en los legalismos extremos de las diferentes cortes de Guatemala que funcionan como efectivas clicas del pandillerismo sin control que viven los guatemaltecos en todas las grandes o pequeñas ciudades y aldeas. Para donde cojan los ciudadanos siempre van pendientes de las grandes acechanzas que se ciernen a cada paso y eso no es vivir bien, aparte de las carencias económicas.

Los guatemaltecos son gente pobre acosada por el día a día de la intranquilidad, de la inseguridad y por esa razón es que sienten inclinación y anhelan un régimen como el de Bukele, donde mucha gente inocente ha estado encarcelada injustamente por uno, dos o tres años. Eso tampoco es vivir bien. El gobierno de Arévalo está sometido al acoso constante de las clicas de la Corte de Constitucionalidad, la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público. Estas instituciones están copadas por la ultraderecha, por personas antidemocráticas y corruptas que quisieran volver al pasado de los escuadrones de la muerte y las ejecuciones extrajudiciales y los fraudes electorales.

La creencia en eso se refleja en la contumacia de quienes encabezan dichas instituciones del Estado, apañados por una oligarquía económica codiciosa irrefrenable en su codicia a quien no la importa nada, más que ellos y sus descendientes. Cuentan estos sectores de ricos organizados con sus sirvientes, sus fieles escuderos, como el señor Ricardo Méndez Ruiz, un paranoico aterrador que ve comunismo hasta en una sopa que lleve muchos tomates. Por personas así se le hace tan difícil a Bernardo Arévalo avanzar en un buen gobierno. Ahora hay que sumarle la participación nefasta de las clicas declaradas como las pandillas del Barrio 18 que son contratados para crear inestabilidad política, potenciando la inseguridad.

Nadie está a salvo, aún el mismo presidente Arévalo cuyo plan para asesinarlo antes de tomar posesión fue orquestado por uno de los candidatos perdedores. El ataque aparentemente infundado contra la fiscal del MP, en cuyo ataque murió la madre y una persona de su seguridad. O lo de Farruko Pop, un joven indígena soñador, cuyo crimen fue construir sueños de sonido y luces en los escenarios. Era un muchacho poco agraciado, de una cara muy original, que lo había hecho ya bastante famoso en Guatemala.

Su crimen devino en un rechazo e inconformidad generalizado en todo el país cargándole, como no iba ser así; la responsabilidad al gobierno. No a las clicas de ricos y lumpen proletarios. En fin, Guatemala sigue con grandes complicaciones, pero se avanza lentamente con gente valiente y honesta que hace gobierno. No todo es perfecto, claro, pero el gobierno de Arévalo está limpiando todo intento de que se inserten ladrones en las instituciones. Si me preguntan qué gobierno preferiría: Bukele o Arévalo, obviamente nos decantamos por Arévalo, con todas las cosas que de él no me gustan.




Publicado por La Cuna del Sol

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