domingo, 1 de septiembre de 2024

El dinero como valor supremo de los directivos del deporte guatemalteco

Como premio a los medallistas olímpicos en París 2024, los directivos del Comité Olímpico Guatemala, COG, y los directivos de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala, CDAG, destinaron, ad eternum, de manera vitalicia, unas cantidades de dinero escandalosas si comparamos esas cifras con el magro ingreso, los miserables salarios de la gran mayoría de guatemaltecos que con grandes esfuerzos llevan algo de comer a sus familias.

 

EL DINERO COMO VALOR SUPREMO
DE LOS DIRECTIVOS DEL DEPORTE GUATEMALTECO



Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

De veras, ¿qué nos pasa a los guatemaltecos? Estuvo muy bien y creo que nadie en este país ha expresado lo contrario, que se les honrara a los medallistas olímpicos, Adriana Ruano en tiro y al joven Brol en foso olímpico. Lo verdaderamente grandioso para un país subdesarrollado como Guatemala fue el oro, nunca adquirido en una justa olímpica. Pero aquí, en Guatecompras (porque todo lo puedes comprar si tienes dinero, por ejemplo, la justicia, un doctorado como doña Consuelo Porras o una magistratura, por doscientos mil quetzales) todo se echa a perder y después de la justa alegría de ver enarbolar la bandera y escuchar por primera vez el Himno Nacional es un escenario olímpico, como siempre, la gente corrupta de este país, arruina la alegría. ¿Por qué digo esto? Porque las acciones estúpidas de los directivos del deporte volvieron a meter la pata.

Los directivos del Comité Olímpico Guatemala, COG, y los directivos de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala, CDAG, destinaron, ad eternum, de manera vitalicia, unas cantidades de dinero escandalosas si comparamos esas cifras con el magro ingreso, los miserables salarios de la gran mayoría de guatemaltecos que con grandes esfuerzos llevan algo de comer a sus familias. POR ESO NO ESTÁ BIEN EL DINERO OTORGADO A LOS DEPORTISTAS. Bastaba con un premio monetario significativo porque realmente lo merecen y es usual en casi todos los países que participan en justas olímpicas.

El problema no son los deportistas premiados de manera espléndida con tanto dinero, el problema son los directivos idiotas, campeones también olímpicos para despilfarrar el dinero de los guatemaltecos. El trasfondo de esa actuación de los directivos responde a la necesidad de quedar bien, según ellos, con el pueblo de Guatemala. Pero el efecto ha sido lo contrario, le gente que sufre diariamente por comer un poco no puede tener en términos de idolatría a estos deportistas. Los podrán apreciar, pero hasta allí.

Personas de capas medias una y el otro de la alta burguesía del país, son los que puedan adquirir una escopeta Beretta 400 Lite que vale en el mercado cinco mil o siete mil quetzales, sin incluir el precio de cada cartucho de munición. ¿Una pensión vitalicia, de por vida para estas dos personas? No creo que sea justo. Estas cifras ofenden a los sectores populares y sus raquíticos salarios. Estos ingresos de contraste ahondan resentimientos sociales. Y cuando no, aquí en Guatemala campea el hambre, menos para los políticos, narcotraficantes y directivos corruptos como los aludidos.

Y no es justo este despilfarro de dinero porque en este país hay personas verdaderamente brillantes que no cuentan con la solidaridad del Estado como la poetisa excelsa María de los Ángeles Ruano (no tiene nada que ver con Adriana Ruano) que deambula por el céntrico histórico con su caja de lustre y vendiendo lápices o bolígrafos. O el caso del maestro sinfónico de música electroacústica e inventor de instrumentos musicales, Joaquín Orellana. Los familiares del maestro Joaquín Orellana tuvieron que acudir a la caridad pública pidiendo por los medios ayuda para costear los gastos de hospitalización del brillante músico, hospitalizado en el Roosevelt. Por qué esas enormes cantidades de dinero público (enormes para nosotros los pobres) no deben ser gastadas en los deportistas porque ya se les dio lo suficiente y las erogaciones de dinero son decisiones de una cohorte de corruptos que se mueven desde hace años en las instituciones deportivas.

Medallas así no son bienvenidas por su clasismo. ¿Por qué al marchista Barrondo no lo premiaron de esa manera espléndida? Claro porque viene de una aldea de Alta Verapaz y de una familia humilde. Pero repito, la culpa no la tienen los deportistas sino los directivos mañosos, acostumbrados a vivir bien a costa del dinero público. Uno de los directivos quiso agregarse al equipo olímpico guatemalteco pero como está procesado en un juzgado no se le permitió salir del país.

A no ser por las gestiones del presidente guatemalteco Bernardo Arévalo, Guatemala no podía participar en estas olimpíadas por las sanciones impuestas por el Comité Olímpico Internacional, COI. Hasta este punto hemos llegado en este país. Porque Guatemala está dirigida por muchos imbéciles, como los dirigentes deportivos. He aquí una muestra de la corrupción con el dinero público: Para el oro tres millones en total. Para la plata dos millones. Un millón doscientos cincuenta mil para el bronce. Y de dulce pilón para Adriana Ruano, una pensión vitalicia, para toda la vida, de Q. 35,000.00 ¿Qué piensan los ciudadanos de todo esto si se les preguntara? Vaya usted a saber pero esto, definitivamente, no debe ser así y solo en Guatemala sucede.




Publicado por La Cuna del Sol

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