viernes, 22 de abril de 2016

Marcha por el agua, los territorios y la vida

Al pueblo de Guatemala le han robado todo: sus mejores tierras, su identidad, sus lagos convertidos ya unos en cloacas inmundas (como Amatitlán) y en otros en camino de serlo por la codicia industrial y hotelera; la industria maderera ha exterminado sus bosques y ahora solo eso faltaba: nos han robado los ríos, cuyos caudales son obligados a desplazarse en las plantaciones cañeras, bananeras y de palma africana para la producción de biocombustibles y las explotaciones mineras que tienen casi agotado el manto freático de Asunción Mita, Jutiapa, para citar un ejemplo inmediato. Hoy los campesinos han marchado desde Pajapita, San Marcos, y desde Purulhá, Baja Verapaz, en el Día Internacional de la Tierra, del agua, de los territorios y de la vida. Miles de personas humildes entre niños que caminan, niños lactantes en brazos, mujeres, hombres y ancianos, con el sol abrasador de abril, por fin, tras 12 días de marcha llegaron a la ciudad capital de Guatemala para reclamar justicia. Y que los aires ominosos de una reedición de un conflicto armado podría ser cierto, con el aparecimiento de las Fuerzas Armadas Campesinas. Así fue en 1973 con el surgimiento del Ejército Guerrillero de los Pobres, EGP, nadie lo tomó en serio, hasta que ocho o diez años después era la fuerza guerrillera más numerosa y beligerante del conflicto armado interno de Guatemala. Todo, absolutamente todo, puede suceder en un país llevado al límite de la tolerancia y la sobrevivencia…




COMUNICADO DE LA UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA, CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO, ANTE LA PROBLEMÁTICA IMPERANTE EN EL PAÍS RESPECTO A LA GESTIÓN DEL AGUA, MANIFIESTA:

El acceso al agua para atender las necesidades básicas de la población es un derecho humano, constituye un recurso de suma importancia en el ámbito social, económico, cultural y ambiental. Más que una mercancía, es un bien social. Para la mayoría de los pueblos del mundo el agua tiene un carácter sagrado y vital. De conformidad con la Constitución Política de la República y la organización de las Naciones Unidas, es un bien de dominio público, analienable e imprescriptible, que mantiene el equilibrio natural en el planeta.

Estudios científicos documentan que más del 50% de los lagos, ríos, lagunas, riachuelos y sistemas marinos costeros del territorio nacional están contaminados en niveles alarmantes; lo mismo ocurre con el agua entubada que consume la mayoría de la población.

El uso, manejo y distribución inequitativa e ilegal del agua en el país ha incrementado la conflictividad social, debido al desvío de ríos con fines industriales y agrícolas, la acelerada contaminación por diversas actividades, la injusta distribución de los derechos respecto a este recurso y la mercantilización del agua potable. Esta situación se agrava con el cambio climático y la pérdida de conciencia que el agua es un bien público.

Guatemala debe hacer un alto en el camino para evitar el uso irresponsable del agua y reconocer que la problemática de este recurso es compleja y amerita la mejor voluntad de todos los actores sociales, políticos y económicos para buscar soluciones integrales, justas, incluyentes y sustentables, con  una visión a largo plazo. Estas soluciones deberán garantizar el acceso al agua con equidad a las generaciones venideras. Por lo tanto, es importante que se promueva el empoderamiento y la participación social en los procesos de toma de decisiones respecto a la gestión integral de la misma.

POR LO ANTERIORMENTE EXPUESTO:

Nos sumamos a las voces de protesta de la población rural y urbana, expresadas en la MARCHA POR EL AGUA, LOS TERRITORIOS Y LA VIDA, que claman por el cese inmediato del desvío ilegal de cauces de los ríos y del uso irresponsable del agua. A la vez proponemos:

1.Que la problemática del agua se abordada urgentemente por las autoridades de gobierno, bajo los principios de equidad, inclusión, integralidad, coherencia, transparencia y sostenibilidad, mediante mecanismo democráticos, en donde la participación y el liderazgo de los diversos actores sociales y políticos alcancen acuerdos sustantivos que privilegien el bien común.

2. Convocar a un gran diálogo nacional para analizar la problemática y plantear soluciones a la gestión del agua, el cual debe tomar en cuenta a todos los sectores del país, principalmente a los pueblos originarios, mujeres, campesinos, productores agroindustriales y demás organizaciones productivas, así como a los movimientos sociales que reclaman un uso más equitativo de este recurso, para definir una ruta que permita contrarrestar la conflictividad y retome las múltiples iniciativas de ley para regular su uso y manejo.

3. Construir una institucionalidad que genere confianza en la ciudadanía y haga efectiva una gestión integrada de este importante bien público, donde se anteponga el interés social sobre el individual y se promueve en la población la cultura de un uso sostenible y responsable del agua.

4. Que el Congreso de la República, en cumplimiento del Artículo 127 de la Constitución Política de la República, que se refiere al régimen de aguas, apruebe la ley específica para el uso y manejo del agua como un bien de dominio público, inalienable e imprescriptible. En todos los aspectos político-institucionales, jurídicos, técnicos y estratégicos que sean considerados, esta casa de estudios pone a disposición su recurso humano calificado y su capacidad instalada para contribuir al estudio y solución de esta problemática.

“Id y enseñada a todos”




Guatemala, 22 de abril de 2016






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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