No fueron abogados,
claro, fueron sus asesores “políticos” de la línea dura, extremista y de la
guerra total los inductores, los que
están felices, exultantes de contentos, tener a su disposición a un tonto
forrado de oro, lo cual no es extraño, pues ellos lo pusieron en el puesto
mediante el engaño, el artificio verbal de ni corrupto ni ladrón y que sorprendieron al pueblo de Guatemala
urgido de cambios y todavía con una enorme ingenuidad, pensando de la mejor
manera; porque a veces llego a creer que el partido con mayor prestigio de
Guatemala sigue siendo el ejército y el pueblo guatemalteco, el pueblo más derechizado
del mundo o el pueblo más pendejo del planeta.
JIMMY MORALES, UN
TONTO FORRADO DE ORO
(Don Quijote a Sancho
Panza dixit).
Por Luciano Castro Barillas
Es asunto viejo en la dialéctica materialista,
o sea la filosofía del marxismo, explicar las causas y los motivos. El
joven Marx en sus escritos de 1848 comenzó elucubrando lo que luego sería, al
pasar de los años y ya en la madurez, su teoría científica sobre la historia
económica de la sociedad. Si no se
utilizan estos dos principios de la dialéctica, el análisis queda en la
superficie. Pero más aún, se necesita poner en el contexto nacional o regional
los intereses del imperialismo estadounidense, porque esa es la única manera de
aprehensión, de conexión concreta con la realidad económica, con los negocios;
dado que la política es la expresión concentrada de la economía.
El capitalismo, por lógica, busca el capital.
Busca la manera de instrumentalizar el dinero, para que no sea solamente una
herramienta de riqueza humana, sino un instrumento de opresión. Esa es su
naturaleza, la voracidad extrema sin que importe nada: principios, valores,
ideas, naturaleza, ser humano, patria y sociedad. Es un mundo oscuro únicamente
con un norte: el dinero. El poder del capital ominoso, abominable, para limitar
o coartar cualquier felicidad del ser humano, menos la del capitalista y sus
lacayos.
Por ello, cuando uno asiste a un Decreto
Ejecutivo como el emitido hace apenas unos cinco días en un país llamado
Guatemala, que disminuía garantías constitucionales consagradas en la Carta
Magna, uno tiene obligadamente que detenerse a pensar de donde provienen esas
ideas antidemocráticas, esas ocurrencias fascistas, de limitar la
libre locomoción la libre asociación, pero sobre todo, la libertad de expresión
consagrada en el Artículo 35 de la Constitución Política de la república de
Guatemala que dice: “Es libre la emisión del
pensamiento por cualesquiera medios de difusión, sin censura ni licencia
previa. Este derecho constitucional no podrá ser restringido por ley o
disposición gubernamental alguna”. Es el lastre, el peso del pasado del
que Guatemala no logra liberarse y que mentes oscuras de pasados truculentos se
empecinan en impulsar e imponer. Es la gente de pensamiento retrógrado que
medra al amparo de la impunidad incapaz de percibir que el proceso de empoderamiento
de los pueblos del mundo, aunque tardío, ya llegó también a Guatemala.
No acaban de entender que aún con poca claridad y a veces poca voluntad el
pueblo de Guatemala está movilizado desde abril de 2015. Que es una
variante también de la Revolución Democrática Burguesa de 1944, otorgadora de
tantos beneficios al pueblo de Guatemala; que ha vuelto por una reedición.
Mentes torpes de marxismo rígido quieren ver
que el movimiento pequeño burgués citadino no es pueblo, sin embargo, fue
precisamente ese segmento de la sociedad, las capas medias y muy escasamente
los sectores populares; los que impulsaron este proceso. Es la realidad
nacional hasta el momento. Puede ser que a futuro sean las fuerzas genuinamente
populares las que vanguardicen estas luchas, pero por el momento, sus condiciones
subjetivas, organizaciones dirigenciales y la carencia de dirección
intelectual; no le permite asumir el papel histórico que le corresponde. Las
banderas ideológicas y políticas de la izquierda fueron arrebatadas en una
buena medida por un ente internacional de Naciones Unidas y por una institución
judicial respaldada por los intereses de las inversiones imperialista en del
segundo patio trasero latinoamericano (Guatemala, Honduras y El Salvador).
Entonces, el motivo del tal decretito
presidencial es el intento pío de socorrer a los pobres guatemaltecos afectados
por el fenómeno de las lluvias, pero la causa es que con esa falacia ad
misericordem, mentes con disfuncionalidad cognitiva, empezando con el
señor Morales, recurren a la falta de ideas cuando acosados por su ineptitud se
les critica por los diferentes medios de comunicación. ¿Cómo se tomó esa
decisión descerebrada? Se necesita ser el abogado más estúpido para asesorar de
esa manera. No fueron abogados, claro, fueron sus asesores “políticos” de la línea
dura, extremista y de la guerra total los inductores, los que están felices, exultantes de contentos,
tener a su disposición a un tonto forrado de oro, lo cual no es extraño, pues
ellos lo pusieron en el puesto mediante el engaño, el artificio verbal de ni
corrupto ni ladrón y que
sorprendieron al pueblo de Guatemala urgido de cambios y todavía con una enorme
ingenuidad, pensando de la mejor manera; porque a veces llego a creer que el
partido con mayor prestigio de Guatemala sigue siendo el ejército y el pueblo
guatemalteco, el pueblo más derechizado del mundo o el pueblo más pendejo del
planeta.
Ese tonto forrado de oro y que hoy parodia a un
Presidente
Constitucional de Guatemala, es el sujeto perfecto, exacto; para sus
intereses y mediocridad. Para las oligarquías nacionales y para los pocos
disimulados negocios del imperialismo. Así están las cosas en este triste país,
el ancestral de Qatecmallán, o tierra de
los árboles podridos.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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