viernes, 14 de julio de 2017

Siria: La guerra sin fin

Los EE.UU parecen estar preparándose para su nueva guerra sobre Siria post-EIIL, acumulando sus fuerzas de ocupación en el sureste del país con el propósito expreso de enfrentar al gobierno sirio y atacar a sus aliados Irán y Hezbolá. No está claro como el régimen del Pentágono se imagina que pueden involucrarse en esta guerra sin que Rusia también se vea involucrada, lo que podría rápidamente convertir esta guerra en regional, si no es que global.


SIRIA: LA GUERRA SIN FIN



Desde la perspectiva de algunos de los observadores cercanos de lo que sucede en Siria, y  de acuerdo a los enormes avances militares conseguidos por el ejército sirio y sus aliados en los últimos tiempos reconquistando cada vez más territorios que anteriormente estaban en poder de las bandas de mercenarios terroristas financiados y armados por el imperialismo occidental y sus lacayos, la guerra estaría entrando en su fase final con la victoria de las fuerzas leales a Damasco y la derrota de sus enemigos de la coalición anti-siria comandada por los EE.UU. Ciertamente la seguidilla de victorias militares conseguidas por el ejército sirio con la colaboración de Rusia, Irán y Hezbolá ha contribuido a reforzar este punto de vista, y aunque el curso de la guerra se ha revertido significativamente en favor del gobierno de Bahshar Al Assad, el conflicto en Siria, debido a sus complejidades, como la cantidad de actores involucrados y los grandes intereses en juego, está lejos de llegar a su final.

El conflicto sirio lejos de ser solamente resultado de intereses antagónicos de facciones locales en lucha por el poder, o una guerra civil, como pretenden llamarla quienes se identifican con los planes imperialistas  estadounidenses del cambio de régimen y la partición de Siria, es el teatro del accionar bélico donde las grandes potencias militares como Estados Unidos y Rusia y poderes regionales como Irán, Arabia Saudita, Turquía e Israel se disputan la hegemonía sobre el Oriente Medio. Esto obviamente presenta muchos obstáculos en el camino de la paz ya que ninguno de los actores involucrados está dispuesto a aceptar ser los grandes perdedores en unas eventuales negociaciones que tendrían lugar después de que batallas cruciales, como en Raqqa y Deir Ezzor, bastiones de la agrupación terrorista del EIIL, al que se pretende derrotar, hayan llegado a su final.

Paralelamente las tensiones van en aumento en otras partes del territorio sirio. En el sur de Siria norteamericanos e israelíes  bajo el pretexto de combatir al EIIL, que ellos mismos financian, arman y entrenan, tratan de establecer hechos en el terreno que le garantice una presencia permanente en el propio territorio sirio. En el norte, Turquía está movilizando sus fuerzas militares y paramilitares para impedir que los kurdos sirios, apoyados por los EE.UU, puedan establecer un Estado independiente contiguo a su frontera sur. Estos y otros acontecimientos solo garantizan la continuidad del conflicto o la próxima ronda de guerras que ya empiezan a tomar forma en suelo sirio. Acerca de esto último la agencia de noticias iraní, FARS News comenta:

“En Siria, la guerra contra el EILL es en sí misma parte de una guerra más amplia y complicada lanzada por los Estados Unidos con el único objetivo de provocar el cambio de régimen en Damasco. Es Además una disimulada escalda contra la fuerzas aliadas de Irán, Rusia y Hezbolá para garantizar que no tengan voz y voto en Siria post-EIIL. Hablando sobre la eventual derrota del EILL, no hay duda que los días de la agrupación terrorista apoyada por intereses foráneos, están contados. Después de haber sido desalojado  de Mosul es obvio que también son los últimos momentos del grupo terrorista takfiri en Siria. Sin embargo, todavía habrá grupos apoyados por el gobierno de los EE.UU y sus aliados que con toda probabilidad, más allá del EIIL, continuaran en posesión de territorio. Eso no significa que no estallaran más guerras. Sin duda, los kurdos sirios lo perciben. Por una parte, muchos en las Unidades de Protección Popular (UPP o YPG en inglés) están acusando a Turquía de estar preparando planes para atacarlos en las regiones fronterizas, pero por otra parte, los comandantes de las UPP están amenazando abiertamente con invadir, de una u otra forma, territorios ocupados por los turcos. Mientras tanto, los EE.UU parecen estar preparándose para su nueva guerra sobre Siria post-EIIL, acumulando sus fuerzas de ocupación en el sureste del país con el propósito expreso de enfrentar al gobierno sirio y atacar a sus aliados Irán y Hezbolá. No está claro como el régimen del Pentágono se imagina que pueden involucrarse en esta guerra sin que Rusia también se vea involucrada, lo que podría rápidamente convertir esta guerra en regional, si no es que global”.

Antes de la intervención de Rusia, el gobierno de Al Assad se encontraba al borde de la derrota a manos del yihadismo mercenario que literalmente se encontraba a las puertas de Damasco, afortunadamente la intervención militar rusa detuvo el desastre que parecía inminente y desde entonces la situación militar se ha revertido de manera significativa en favor del gobierno de Al Assad y las fuerzas aliadas que le apoyan, sobre todo Rusia que por ahora está logrando su objetivo de constituirse en el actor dominante en el escenario sirio, sin cuya anuencia o bendición cualquier arreglo (partición, federalización, o la preservación intacta del territorio sirio, incluso la continuidad de Al Assad), resultaría imposible. Todo esto muy a pesar de las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos que ha visto como su poder de influencia, tras la derrota sufrida a manos de la coalición liderada por Rusia, ha quedado gravemente disminuido al punto de tener que aceptar a regañadientes que ahora el poder de decisión en Siria y en el Oriente Medio está en manos de otros actores y que su viejo papel de absoluto dominador ya está siendo parte de la historia, aunque esta no se haya terminado de escribir, puesto que los EE.UU todavía conservan el potencial y las herramientas para continuar con su papel destructivo ya sea a través de su diezmada banda paramilitar del EILL, y los grupos de terroristas “moderados” que están siendo utilizados para atacar e impedir que las fuerzas leales a Al Assad sigan conquistando más territorios.


Dentro de todo esto, y por cierto los más peligroso, está la alianza de los EE.UU con los kurdos sirios que se perfila como el elemento más desestabilizador en una Siria post-EIIL. Los kurdos sirios agrupados en las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS o SDF en inglés) de facto han establecido su propio Estado en territorios conquistados en el norte de Siria y donde el Pentágono ha establecido varias bases militares que la garantizan un presencia permanente al ocupar de manera ilegal una zona de gran importancia estratégica, de la que difícilmente saldrán por su propia voluntad, que a la larga podría desembocar en un conflicto regional de grandes proporciones que involucraría a Turquía, Siria, Irak e Irán, y finalmente a Rusia en una confrontación directa que ambas potencias buscan evitar. Es posible que ciertos acuerdos entre Moscú y Washington, como el reciente cese al fuego acordado por Trump y Putin en las zonas de desescalada militar del sur de Siria, reduzcan las posibilidades de un choque temprano, sin embargo, la naturaleza misma del conflicto y lo irreconciliable de los intereses y las posiciones asumidas por ambos contendientes, hacen inevitable en un futuro no muy lejano el estallido del enfrentamiento directo entre los EE.UU y Rusia. Después de seis años de guerra y a pesar de la derrota inicial de los planes imperialistas estadounidenses del cambio de régimen y la balcanización de Siria, esa estrategia no ha sido relegada y su enfoque, como lo demuestran las repetidas maniobras y agresiones militares, continua vigente y en constante aceleración, conspirando contra los esfuerzos de pacificación que nunca terminan de hacerse realidad y prolongando el sufrimiento, y destrucción del pueblo sirio.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.  

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