12 DE OCTUBRE: GENOCIDIO Y
SAQUEO,
HITO HISTÓRICO DE LA
ACUMULACIÓN
Por Cecilia Zamudio
El 12 de Octubre marca un hito en la Historia del genocidio, del saqueo y
la explotación: no hay nada que celebrar, y sí mucho por luchar. El
colonialismo europeo perpetró el genocidio más brutal de la historia de la
humanidad en el continente que hoy se conoce como “América”: exterminó al 90%
de sus habitantes tan solo en el primer siglo y medio de invasión (90 millones
de personas). La colonización europea blandió “la espada y la cruz”:
desgarrando los cuerpos de los rebeldes con las espadas y la pólvora, amputando
culturas y lacerando identidad con la imposición de la religión católica. La
religión católica fue impuesta a sangre y fuego, siendo un instrumento de
dominación de largo alcance, que hasta hoy aliena y somete. Los europeos se
adueñaron de las tierras y riquezas del Abya Yala, violaron y saquearon, con el
pretexto de que “Dios” así lo dispuso; entraban a saquear con un documento llamado
el “Requerimento”, que imponían a golpe de terror. Los niños indígenas que
sobrevivieron a las masacres fueron educados en la religión católica, siendo
descuartizado todo el que la cuestionara.
El objetivo de la colonización fue el saqueo y la explotación. Consta en el
Archivo de Indias, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a Sanlúcar
de Barrameda en España, 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata
provenientes de América. Cientos de culturas fueron arrasadas por los europeos,
millones de obras de arte transformadas en lingotes, como pequeños ataúdes que
todavía gritan de espanto y dolor. Los invasores establecieron un impuesto a
ser pagado por los indígenas en kilos de oro y riquezas, por habitar el
continente que siempre habían habitado.
Tan solo en el saqueo de Coricancha, o en el rescate al Inca Atahualpa
pagado a los secuestradores europeos, se evidencian los niveles de rapiña de
los conquistadores. Pero ni el pago por el rescate más caro que registra la
historia humana, 41 toneladas de oro y 82 toneladas de plata, sirvió para
evitar el asesinato de Atahualpa a manos de Pizarro. Masacres y felonía,
codicia y tortura, es lo que celebran los que festejan el 12 de octubre.
Eduardo Galeano escribe, en “Las Venas Abiertas de América Latina”, que tan
solo el saqueo de la mina de Potosí le reportó a Europa unas ganancias
descomunales, cuyo volumen en plata hubiera alcanzado para construir un puente
de plata entre América y Europa (el volumen de plata saqueada que dio origen a
esta metáfora de Galeano consta en registros). Otro puente se podría haber
construido con los cadáveres de los indígenas esclavizados en la mina: 8
millones de indígenas fueron reventados de explotación por los españoles, en la
primera etapa de saqueo de Potosí. Un indígena esclavizado en Potosí tenía una
esperanza de vida de dos meses en promedio (luego de ese lapso esclavizado,
fallecía, y los invasores lo reemplazaban por otro indígena esclavizado). Asimismo,
la mina de Ouro Preto en Brasil se tragó la vida de millones de africanos y les
reportó a los invasores capitales que serían decisivos para el capitalismo
europeo. Al estar la Península Ibérica endeudada por causa de sus “guerras
santas”, los banqueros europeos cosechaban toda esa riqueza empapada en sangre
humana y dolor.
El 12 de octubre significa igualmente el inicio de la deportación masiva de
seres humanos perpetrada por los europeos desde África hacia América: al menos
33 millones de africanos fueron deportados, murieron dos tercios de ellos en
los abominables trayectos, y el tercio sobreviviente fue esclavizado en el
continente americano, así como sus descendientes durante siglos. La
aristocracia y burguesía europea lograron la mayor acumulación de riquezas
jamás vista, en base al saqueo del continente americano, en base a la
deportación y esclavización de millones de seres humanos, en base al genocidio
y la tortura. Esa acumulación de riquezas sin precedente, fue la que le
permitió al imperialismo europeo cimentar su supremacía a nivel planetario,
impulsar la revolución industrial, y erigirse hasta hoy como metrópoli del
capitalismo. Los Estados Unidos, antigua colonia poblacional inglesa, se
erigieron igualmente como potencia capitalista en base al trabajo esclavo.
Entre las mayores fortunas de Europa y de Estados Unidos, siguen actualmente
figurando los descendientes de esclavistas y banqueros que amasaron riquezas en
base al genocidio y la esclavitud.
La acumulación capitalista originaria se fraguó del saqueo y el genocidio,
como lo señala Marx: “El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de
América, el exterminio, la esclavización y el sepultamiento en las minas de la
población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias
Orientales, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos
negros: tales son los hechos que señalan los albores de la era de producción
capitalista. Estos procesos representan factores fundamentales en el movimiento
de la acumulación originaria”[1].
El 12 de octubre marca el inicio del saqueo del continente, que hasta hoy
sigue empobreciendo a los pueblos de América, para llenar las arcas de los
saqueadores. Hasta hoy las multinacionales siguen explotando montañas y
envenenando ríos, hasta hoy siguen talando bosques y fomentando mercenarios
paramilitares para perpetrar masacres contra el pequeño campesinado, con la
finalidad de desplazarlo forzadamente de las tierras codiciadas. Hasta hoy
sigue el imperialismo europeo y estadounidense urdiendo golpes de Estado (golpe
en Brasil, Chile, Argentina, Honduras, desestabilización contra el Estado
venezolano, y un largo etc.); hasta hoy sigue el imperialismo urdiendo planes
de exterminio contra las y los revolucionarios (Plan Lasso, Plan Cóndor, Plan
Baile Rojo, Plan Colombia, Plan Patriota, Plan México, etc.); hasta hoy sigue
la injerencia imperialista apuntalando regímenes genocidas como el colombiano,
por citar un ejemplo paradigmático de régimen del Terror funcional al saqueo
capitalista, mantenido a punta de masacres y exterminio contra la
reivindicación social y política de la clase explotada.
El actual saqueo capitalista es la continuación de una Historia de sangría.
Pero la lucha sigue, y los pueblos del Abya Yala (América), lograremos nuestra
verdadera y definitiva independencia cuando nos liberemos del capitalismo y su
barbarie, del saqueo neocolonial que impera, de la clase explotadora local y
transnacional. Los pueblos del mundo debemos conocer la Historia para
comprender el presente y ser capaces de transformarlo: la lucha de la clase
explotada mundial contra la clase explotadora, crece en unidad
internacionalista.
[1]K. Marx, EL CAPITAL, Capitulo XXIV, La llamada acumulación originaria
https://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/eccx86s.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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