sábado, 19 de febrero de 2022

Los bufones del imperialismo

Sujetos desopilantes éstos, empezando por el Señor de la Mente Perdida, Joe Biden, y su lacayo de Asia Central, el presidente ucraniano Zelenski, actor cómico a quien la realidad de su país le hizo ya no poder montar sus entremeses porque lo que pasa en Ucrania no es motivo para la risa.

 

LOS BUFONES DEL IMPERIALISMO
EN LA POSTMEDERNIDAD, AUNQUE MÁS DIVERTIDOS,
SON IGUAL DE SANGUINARIOS



Luciano Castros Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol

Sujetos desopilantes éstos, empezando por el Señor de la Mente Perdida, Joe Biden, y su lacayo de Asia Central, el presidente ucraniano Zelenski, actor cómico a quien la realidad de su país le hizo ya no poder montar sus entremeses porque lo que pasa en Ucrania no es motivo para la risa. Ucrania es un bello y rico país dotado por la naturaleza de la más fértil tierra negra de toda Europa y Asia Central. La tierra ucraniana es tan generosa que no por gusto se le llamó desde hace muchos años El Granero de Europa, por tal razón la bandera de Ucrania tiene una bandera con haces de dorado trigo.

La diplomacia ha perdido toda la seriedad en los tiempos que corren, salvando el pundonor de un diplomático, por su búsqueda honesta de una solución negociada en los conflictos, el señor Serguei Lavrov. No podemos decir lo mismo de la canciller británica, la agraciada y descocada señora Truss o el señor Anthony Blinken que, sin argumentos, recurren a la mentira masiva utilizando medios sin credibilidad como Bloomberg News que fijó hora y fecha de la invasión rusa a Ucrania. Es un problema lidiar con mentirosos, sin embargo, el viejo aforismo aquél de que “la mentira, pese a sus zancadas largas, siempre es alcanzada por los pasos cortos de la verdad”.

No hubo tal invasión y todas las provocaciones de la prensa occidental se quedaron en lo que eran: una sarta de mentiras descaradas con el fin de promover la zozobra entre el pueblo de Ucrania y crear un clima de crispación internacional ante la inminencia de una guerra. Los amantes de la violencia y los negocios quedaron defraudados ante la pericia política de la dirigencia rusa encabezada por Putin, quien hizo lo que solo puede hacer una dirigencia con cerebro: dejar sin materia a los propaladores de mentiras y grandes provocadores retirándose sus ejércitos de la frontera luego de concluidos los ejercicios con Bielorrusia, por cierto, programados con mucha antelación. Sirvió, eso sí, el acantonamiento de tropas rusas, para mostrarle no tanto a los ucranianos sino a todos los enemigos de Rusia de qué madera está hecho su ejército.

Pero lo acontecido en Londres en las últimas 72 horas y descubierto por un investigador de ciencia política en archivos relativamente recientes [de 1991 o sea 30 años] revelaron algo demoledor para los mentirosos europeos: sí hay un documento suscrito por la OTAN donde se compromete a no expandir hacia el Este ni una pulgada. Esto cambiará todo el proceso de diálogo entre Rusia y sus socios occidentales, principalmente con El Gran Agitador, los Estados Unidos. No cumplirán, claro está, aunque hayan más protocolos sobre la no expansión, simplemente porque los mata la envidia del funcionamiento del gasoducto bajo las aguas del mar Báltico.

La batalla legal, diplomática y política la tienen perdida, pero como todo buen reaccionario que nunca respeto el derecho dirá, ya sin materia para seguir haciendo lo que hacen: “Jalisco nunca pierde, y si pierde, lo arrebata”. En fin, lo único que ha hecho la dirigencia ucraniana con el respaldo occidental es provocar el éxodo de 10,000 personas de las repúblicas de Donetsk y Lugansk que desde ayer buscan el abrigo de su madre patria, Rusia, que por cierto los ha acogido con profundas medidas humanitarias para que la estancia en tierra rusa sea lo menos penosa posible.




Publicado por La Cuna del Sol

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