Lo de Irán fue, nada más y nada menos, que un ejercicio de propaganda armada. ¿Qué se logró? Creo que mucho a nivel político, independiente de los daños pocos o muchos de sus misiles balísticos, hipersónicos y drones.
LA ACCIÓN MILITAR DEMOSTRATIVA DE IRÁN CONTRA
ISRAEL
ES UN JUEGO DE GUERRA PELIGROSO\
Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol
A Irán se le hizo inevitable hacer uso de su
derecho inalienable de legítima defensa, consagrado en la Carta de Naciones
Unidas, Artículo 51, ante el ataque artero, terrorista, del Estado Sionista de
Israel, en su consulado de Damasco saldado con diez y seis muertos, incluidos
dos generales de la Guardia Revolucionaria. No era la primera ocasión que este
tipo de agresiones ocurría. Fue la política de hechos consumados de Israel,
agresiones de las cuales nunca hubo respuesta de los Estados agredidos. Pero eso
llegó a su fin. Siria, Libia y Palestina han sido las víctimas de siempre y
nuca podían equipararse al poderío militar de Israel, de allí la explicación de
su prudencia. Pero esa política de hechos consumados fue rota, para siempre,
por el ataque de Hamás, con un costo de 1,500 muertos israelíes y numerosos
rehenes que, hasta la fecha, luego de siete meses, viven en los túneles con
infinitas penas. Otros han muerto, víctimas de los bombardeos de su propio
ejército que en su delirio de sangre poco les importó sus vidas.
Los tiempos evolucionan y un país como Irán ha
crecido en fortaleza militar, en su economía y en la cohesión de su sociedad.
Hoy los iraníes, como pueblo, están más unidos que nunca. Sin embargo, el honor
herido de los iraníes tras el ataque a su sede diplomática, hizo que sus
acciones fueran diferentes. Hizo uso nada más que de un ejercicio demostrativo
de su actual poder militar, no buscando una escalada confrontativa de dos
Estados y dos ejércitos.
Lo de Irán fue, nada más y nada menos, que un
ejercicio de propaganda armada. ¿Qué se logró? Creo que mucho a nivel político,
independiente de los daños pocos o muchos de sus misiles balísticos,
hipersónicos y drones. El éxito de Irán no debe buscarse estrictamente en el
terreno militar sino en lo político en primer lugar, pues previo al ataque
contra Israel avisó a los Estados Unidos de que eso iba a ocurrir. Si Irán, de
acuerdo a la teoría militar, hubiera buscado una verdadera conflagración, no
hubiera puesto a nadie en sobre aviso. Al enemigo nunca se le avisa que se le
va a asestar un golpe. Se le sorprende. ¿Me doy a entender? Irán desde un
principio no buscó una escalada, una confrontación con Israel, pero sí quiso
enterarlo que tiene con qué defenderse y atacar. ¿Cuántos misiles interceptó la
aviación de Estados Unidos, Inglaterra y Francia, incluso el Estado Servil de
Jordania, cuyo reyezuelo, Hussein, vive permanentemente intimidado por el
ejército israelí?
No debemos olvidar que la verdadera Cúpula de
Hierro de Israel es el dinero de los contribuyentes de Estados Unidos. Los
ciudadanos norteamericanos, como con lo de Ucrania, están hartos de tanto
dinero despilfarrado, del que los únicos beneficiarios han sido la industria
militar estadounidense y las cúpulas políticas corruptas de Ucrania e Israel.
El escenario militar no es nada bueno para Israel. Y el contexto económico
peor. Israel vive una tremenda inestabilidad social por los problemas
económicos de sus ciudadanos a causa de la locura desbordada de Benjamín
Melikovski (alias Benjamín Netanyahu); un hombre de origen polaco cuyos
antepasados vivieron los horrores de los gettos de Varsovia y los campos de
exterminio de Adolfo Hitler. Al parecer este hombre malvado no tiene memoria y
hace lo mismo que hicieron los nazis con los judíos polacos a partir de 1939.
Las víctimas son ahora los palestinos, los cuales han sido masacrados sin
piedad. Más de treinta mil.
El problema crucial es la economía en primer
caso la regional y luego la mundial. Una confrontación a gran escala disparará
los precios del petróleo y disparará una inflación mundial que por ahora da
visos de reducirse. No pasará una gota de petróleo por el Golfo Pérsico y los
avituallamientos de todo tipo como comida, máquinas y medicamentos, por
ejemplo, se verán en grandes dificultades de abastecimiento. Ya la dijo Gian
Meri Milesi Ferretti, experto en economía del The Hutchins Center on Politica
Fiscal and Monetary (Centro Hutchins de Política Fiscal y Monetaria) indicando
que las consecuencias económicas de las escaladas, de las tensiones en la
región “dependerán de si dichas tensiones aumentan, el impacto en las economías
de la región y en la economía mundial podrían ser considerables”.
Ya los “judíos” franceses, alemanes,
franceses e ingleses, los grandes inversores en Israel, se están regresando a
sus países de origen, cansados de tanto relajo y con temores reales que en una
escalada real con Irán podrían terminar siendo chicharrones. Esta gente
capitalista son judíos de cultura y no religión y el buen negocio lo está
echando a perder Benjamín Melikovski.
Publicado por La Cuna del Sol
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