miércoles, 27 de mayo de 2015

Ahora le toca al pueblo de Guatemala

El movimiento ha demostrado y sigue demostrando, a pesar de sus detractores que buscan minimizar su potencial y de las maniobras políticas de las fuerzas del poder reaccionario -Cacif y embajada gringa- y sus serviles colaboradores en los medios de prensa que al verse rebasados por su fuerza buscan su cooptación, que es el actor más importante en este momento histórico, no solo por su papel en mantenerse en el centro de la crisis, no permitiendo que esta se disipe, sino que también por ser el que instiga, el que exige desde afuera, desde abajo, desde la calle plantado frente al centro del poder, el desmantelamiento y reemplazo de las viejas estructuras desde donde se abusado impunemente y sin piedad de todo un pueblo, que hoy empieza sentir, a palpar que le toca su turno de decidir a fuerza de su presencia y de su voz, su destino democrático.
   

AHORA LE TOCA AL PUEBLO
DE GUATEMALA



Las cabezas siguen cayendo, la presión popular no merma, como quisieran algunos de los que abogan por que se mantenga el orden constitucional, el que a la luz de la debacle del gobierno por los recientes y obscenos escándalos de corrupción que involucran hasta el propio presidente, ha colapsado totalmente. Actualmente el presidente se ha convertido en un figurón, carente de autoridad en todos los sentidos y con toda la retahíla de funcionarios  abandonando el destartalado buque del Estado que se va en picada, como ratas que son. Las últimas renuncias de varios ministros, sobre todo la de López Bonilla, ministro de Gobernación y mano derecha de Pérez Molina, así como las detenciones del presidente de la junta directiva del IGSS y del presidente del Banco de Guatemala, no solo ponen de relieve ante la opinión pública, la magnitud de la metástasis del cáncer de la corrupción en las instituciones del Estado, sino que además, y esto muy a pesar de la propaganda progubernamental esgrimida por sectores interesados, que el gobierno de Pérez Molina solo existe en nombre y que los días del entierro de este engendro de la ilegalidad se aproximan.

Por su puesto que no hay que pasar por alto el hecho que el Cacif, uno de los organismos que más se ha beneficiado de la corrupción del Estado también se encuentra en la picota, expuesto ante el público como una entidad criminal, sobre todo ahora que su representante ante la junta directiva del IGSS ha sido detenido por su complicidad en la corrupción en esa institución. Aquí estamos hablando entonces de cómo la eficiencia de lo privado se beneficia, por medios fraudulentos, de lo público, que supuestamente es ineficiente.  

El aguantador que no tonto pueblo de Guatemala, permanece en estado expectante listo para seguir con el movimiento de rebeldía, porque lo que estamos viendo es una rebelión generalizada, aunque pacífica y con matices de espontaneidad y sin tintes ideológicos claramente discernibles, pero unida en un objetivo común: la refundación o la restructuración política del Estado guatemalteco y todas sus instituciones.

El movimiento de protesta pacífica, el cual hay que decirlo es superior en muchos aspectos a los que han tenido lugar en varias partes del mundo en los últimos tiempos, como el caso del Ocupar en Estados Unidos que nunca llegó a cuestionar seriamente  la corrupción del sistema político estadounidense, tiene muy en claro la importancia histórica de su papel en este momento coyuntural de la historia política de Guatemala. Entiende que es la parte activa, la parte esencial, el corazón, sin el cual no se pueden llevar a cabo los cambios estructurales que exige urgentemente tengan lugar para depurar el podrido sistema político guatemalteco. Y es precisamente esa certitud que se hace patente en las acciones pacificas del movimiento, lo que lo convierte en un peligro para las clase oligárquicas y el Estado que siempre ha servido a sus interéses y que ahora ven con pavor como  ese orden injusto, violento, depredador y antidemocrático se tambalea ante la marea popular que se revela harto de ser su bestia de carga.

¡Basta ya! ¡Fuera corruptos! ¡Mi huevo si te toca!, corean, dejando escapar ese sentimiento profundo de indignación y hartazgo, pero también es la convicción de  que ahora es el turno de la gente trabajadora, que esta vez le toca delinear con fuerza y determinación manifestada en sus continuos plantones, la ruta de una Guatemala inclusiva auténticamente democrática.

Sería injusto e inadmisible negar que ha sido la presión de las protestas lo que ha propiciado la debacle del actual gobierno, no se cuestiona el hecho de que el Ministerio Público y la CICIG han realizado un trabajo heroico destapando la olla de los escándalos de corrupción gubernamental, pero al fin de cuentas, ha sido el ensanchamiento y fortalecimiento de la rebelión ciudadana lo que desde el primer momento ha acicateado a estos organismos a no limitarse únicamente en descubrir la punta de iceberg y continuar hasta que todas las cabezas, mayores y menores, sean guillotinadas. Porque eso es precisamente lo que se demanda con el “¡fuera corruptos!”, no se pide uno o dos, son todos, corruptos y corruptores, de ahí nace la exigencia de la depuración del sistema político, porque se percibe como un ente totalmente corrompido incapaz de generar nada positivo para el pueblo guatemalteco.

El movimiento ha demostrado y sigue demostrando, a pesar de sus detractores que buscan minimizar su potencial y de las maniobras políticas de las fuerzas del poder reaccionario -Cacif y embajada gringa- y sus serviles colaboradores en los medios de prensa que al verse rebasados por su fuerza buscan su cooptación, que es el actor más importante en este momento histórico, no solo por su papel en mantenerse en el centro de la crisis, no permitiendo que esta se disipe, sino que también por ser el que instiga, el que exige desde afuera, desde abajo, desde la calle plantado frente al centro del poder, el desmantelamiento y reemplazo de las viejas estructuras desde donde se abusado impunemente y sin piedad de todo un pueblo, que hoy empieza sentir, a palpar que le toca su turno de decir a fuerza de su presencia y de su voz, su destino democrático.    


El camino está lleno de escollos, el pesimismo de algunos y el temor de otros empiezan como malas hierbas a germinar entre ciertos elementos del movimiento, sin embargo, lo más complicado son las maquinaciones que los poderes reales, las verdaderas fuerzas antidemocráticas están utilizando para diluir la fuerza y eficacia del movimiento. Las presiones que se ejercen sobre la CICIG para que detenga el destape, el contubernio entre Cacif y la embajada estadounidense para restaurar la credibilidad del zombi Pérez Molina, el llamado a meterse de lleno en el proceso electoral, ahora más farsa que antes, y el aparecimiento de candidatos presidenciales auto investidos de poderes divinos pero que no pasan de ser aspirantes a corruptos o títeres al servicio de sus amos, son obstáculos que se están interponiendo en la ruta del movimiento de protesta y contra los cuales irremediablemente habrá que batallar  a brazo partido en los próximos días que serán cruciales para conocer el rumbo y la permanencia del movimiento de protesta ciudadana y de sus aspiraciones democráticas.      






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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