miércoles, 27 de septiembre de 2017

Guatemala, paraíso de las mesas de diálogo

Es totalmente comprensible también que luego de 36 años de guerra interna se intentara privilegiar el diálogo, no obstante, pese al surgimiento de esa cultura de la interlocución, los resultados fueron siempre precarios porque subyacía y subyace la subcultura de la impostación, de la demagogia, de la falta de sinceridad y voluntad en el diálogo.
                                                                                                                                 

GUATEMALA, PARAÍSO DE LAS MESAS DE DIÁLOGO


Por Luciano Castro Barillas

No cabe la menor duda que el mejor método para la resolución de controversias durante todos los tiempos y en todas partes es el diálogo, por supuesto, cuando frente a nosotros está un interlocutor válido, legítimo, de buena fe y voluntad política para encontrar soluciones honestas a los difíciles atolladeros de la vida social. Guatemala, durante todo el proceso de diálogo para constituir los Acuerdos de Paz marcó una cultura y después una subcultura del diálogo. Todo mundo dio a partir de entonces en instaurar Mesas de Diálogo para esto o aquello. Es totalmente comprensible también que luego de 36 años de guerra interna se intentara privilegiar el diálogo, no obstante, pese al surgimiento de esa cultura de la interlocución, los resultados fueron siempre precarios porque subyacía y subyace la subcultura de la impostación, de la demagogia, de la falta de sinceridad y voluntad en el diálogo. Guatemala nunca ha dejado de estar en guerra y el apotegma del militar prusiano de que "la guerra es una continuación de la política, solo que por otros medios" se cumple en Guatemala al revés, como una paradoja o quiasmo alucinante de contradicciones estúpidas, pues podemos afirmar que en Guatemala "la política es ahora mismo la continuación de la guerra". Nunca hemos tenido un momento de paz pese a los Acuerdos de Paz suscritos en 1996 porque la guerra siguió existiendo de las maneras más perversas. Todos los poderes públicos del Estado copados y cooptados por los mismos grupos sociales de poder. Una oligarquía que no hace concesiones y que sigue disfrutando de los privilegios de una sociedad en su mayoría excluida y discriminada y atontada porque sigue y seguirá votando por las derechas en sus diferentes expresiones una y otra vez. Malqueridos los pobres por las derechas, pero siempre con ella, como una especie de amor contrariado.


Una de las instancias de diálogo que se conoce como "Foro Guatemala" jugó en algún momento incidencias políticas limitadas, cuando no tímidas, pero hoy, en septiembre de 2017, es un espacio de participación ciudadana totalmente desfasado y diré por qué. En primer lugar por la presencia del señor Stein, vicepresidente del gobierno derechista sin disimulo de Oscar Berger inmerso en innumerables actos de corrupción (por ejemplo la pésima obra de remoción realizada en el aeropuerto y la expoliación o robo  de las tierras campesinas del valle del río Polochic, en el departamento de Alta Verapaz, por parte de esta familia de agroexportadores para introducir contra razón los cultivos de la palma africana) y del que el señor Stein fuera persona cercana en amistad y acciones políticas. No sé de dónde este señor se inviste de persona democrática cuando en los hechos nunca ha sido un agente de cambio porque hizo gobierno a alto nivel de un gobierno impopular que se involucró hasta en tareas de limpieza social, tal el caso del ex jefe de la Policía Nacional, señor Sperisen, procesado en Suiza por ese grave delito). De cuándo acá el señor Stein es una personalidad democrática, pues el hombre es lo que hace, no lo que dice y será, no cabe la menor duda, un doctor en educación de mucha labia al hablar e inteligible en su conceptualidad, seguramente para pendejear a las personas incautas, pero que al final, no dice nada o repite los sobados planteamientos tecnocráticos de los estudiosos de la política, que no la viven en la calle sino en las aulas. Y otra persona peor aún, el presidente de la Alianza Evangélica de Guatemala, que preside el pensamiento más atrasado y reaccionario de las abundantes sectas evangélicas integradas en esa alianza antidemocrática. Nadie que esté en contra de la CICIG y su adalid en contra de la lucha contra la corrupción y la impunidad merece el mínimo respeto. Esa actitud es la flagrancia ética de peor envergadura. Por eso creo justo y correcto lo que ha hecho GAM y la Fundación Mirna Mack de abandonar esa instancia para no entrarle al juego de diálogo de sordos porque cuando no hay cohesión ni armonización de ideales y propósitos, más vale dejar lo que no sirve. La Asociación de Estudiantes Universitarios tiene la suficiente inteligencia y moralidad para sacar adelante al país de la crisis que vive y para crear un diálogo verdaderamente productivo que recoja la preocupación más sentida de Guatemala: que se largue Jimmy Morales y los 107 diputados corruptos. A partir de allí se puede empezar a dialogar, porque si eso no es así, se deja de lado el clamor popular y se cae en el mismo punto muerto del gobierno: desoír el sentir popular.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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