sábado, 25 de noviembre de 2017

Escritos de Manuel José Arce

De la serie “Nuestra Generación Maldita”


ESCRITOS DE MANUEL JOSÉ ARCE

¿DE QUÉ SIRVEN LOS IDEALES?

“Reíd de los liberales y de los conservadores…”

Frente a la inescrupulosa politiquería tradicional de nuestro medio, los pobres ideales buscaron refugio en la juventud. Los jóvenes iconoclastas eran iconoclastas por los íconos no eran sino los viejos marrulleros, creadores y sostenedores de tiranías, tagarotes del erario público, opositores sistemáticos de todo cambio, de todo progreso, de todo lo que no fuera incrementar sus privilegios y sus canonjías.
               
Por eso los muchachos, que aún no habían tenido ocasión de entrarle al jueguito del sistema, que estaban recibiendo las “teorías” de lo que deben ser las instituciones, las leyes, la convivencia humana, en las aulas universitarias, esos muchachos, digo, criticaban a los viejos cínicos y enfrentaban con su crítica mordaz o con su acción valiente a los dictadores, a los tagarotes. Pero luego  -y eso es lo triste-  estos mismos muchachos salían de sus aulas, de su edad,  de sus ideales; al incorporarse al sistema, al tener que entrar a competir con los viejos dentro de las reglas del juego de los viejos.
               
“Incendiarios de ayer, bomberos de hoy”, dice la gente.
               
Y de esa manera, el cinismo endémico llegó a considerar eso de los ideales, como una debilidad de la adolescencia. “Hay que ser práctico”, se dice. Y ahora el panorama es triste, desolador: los jóvenes parece que quieren aprender la lección de los viejos y ellos también con frecuencia se burlan del hombre de ideales, se enmascaran de grandes idealistas para no dejar de disfrazar  -aunque sea sólo para taparle el ojo al macho-  sus marufias, sus movidas, sus picardías y crímenes.
               
Si de algo puede acusarse a los políticos chapines es del mayor de todos los crímenes  -¡y van tantos!- , de haber asesinado el espíritu cívico de la juventud.
               
Porque nunca está tan desamparado un pueblo como cuando la gente joven se prostituye, cuando la gente joven se entrega, pierde su capacidad de defender sus más limpios y altos ideales.
               
Ah, paisanos míos: una vez más tendremos que ir a hacer colas, a tachar algunos nombres y símbolos y retratos en las papeletas, a pintarnos el dedo y cobijar la esperanza de que este pobre país camine un poco hacia la justicia, el progreso, la independencia, la libertad, hacia tantas cosas que todos queremos y que constantemente vemos vilipendiadas, negadas, burladas.
               
¿Es que después de los comicios veremos que nuestras esperanzas empiezan a tomar visos de realidad? ¿O nuestro escepticismo se verá enriquecido por una decepción más?


¿Será que diremos después: bueno, como que esta carambada de la democracia parece que sí funciona? ¿O terminaremos todos alineados en las pandillas de los caciques, tratando de resolver únicamente nuestro íntimo problema de supervivencia personal? ¿O nos convenceremos de que eso de la política es una porquería tan sucia que lo mejor es no meterse en ella para no embarrarse?






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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